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Resúmenes

FUNDAMENTO: A ocorrência de dislipidemias é crescente na população infanto-juvenil. Níveis alterados do perfil lipídico estão relacionados com maior incidência de hipertensão e doença aterosclerótica. OBJETIVO: Avaliar a magnitude das dislipidemias e investigar a relação do perfil lipídico com o excesso de peso e a obesidade abdominal em adolescentes escolares da cidade do Recife - PE. MÉTODOS: Foram coletados dados pessoais, situação socioeconômica, medidas antropométricas e perfil lipídico de 470 adolescentes de 10 a 14 anos, de ambos os sexos, da rede pública de ensino de Recife - PE. A análise estatística foi realizada com os programas Epi-info 6.04 e SPSS 13.0. Adotou-se o nível de significância de 5%. RESULTADOS: A maior parte da população era dislipidêmica (63,8%, IC95% 59,3 - 68,2), sendo a hipoalfalipoproteinemia a dislipidemia mais prevalente (56%, IC95% 51,3 - 60,5). Adolescentes com excesso de peso ou com obesidade abdominal apresentaram valores mais elevados de triglicerídeos e mais baixos de HDL-colesterol (p < 0,05). As concentrações do colesterol total e frações não diferiram em relação ao sexo. CONCLUSÃO: Ficou demonstrada a elevada ocorrência do perfil lipídico desfavorável, o que faz alertar para a necessidade da dosagem do perfil lipídico já nessa faixa etária. Medidas de estilo de vida saudável devem ser incentivadas nessa população.

Dislipidemias; hipertensão; obesidade abdominal; adolescente; estilo de vida; Recife; Brasil


BACKGROUND: The occurrence of dyslipidemia is increasing in pediatric populations. Altered lipid profiles are related to a higher incidence of hypertension and atherosclerotic disease. OBJECTIVE: To evaluate the extent of dyslipidemia and investigate its association with overweight and abdominal obesity in adolescent students from Recife, Brazil. METHODS: Personal data, socioeconomic level, anthropometric measurements and lipid profile of 470 adolescents, aged 10 to 14 years, of both sexes, students at the Public School system in the city of Recife, state of Pernambuco, Brazil, were obtained. The statistical analysis was carried out using the Epi-info 6.04 and SPSS 13.0 software. The level of significance was set at 5%. RESULTS: The majority of the population was dyslipidemic (63.8%; 95%CI: 59.3 - 68.2), with hypoalphalipoproteinemia being the most prevalent dyslipidemia (56%; 95%CI: 51.3 - 60.5). Adolescents who were overweight or who had abdominal obesity presented higher levels of triglycerides and lower levels of HDL-cholesterol (p < 0.05). Levels of total cholesterol and fractions were not different between sexes. CONCLUSION: A high incidence of unfavorable lipid profile was shown in this series, demonstrating the necessity to measure the lipid profile as early as this age range. Healthy lifestyle measures should be encouraged in this population.

Dyslipidemias; hypertension; obesity, abdominal; adolescent; life style; Recife; Brazil


ARTÍCULO ORIGINAL

Universidade Federal de Pernambuco, Recife, PE - Brasil

Correspondencia

RESUMEN

FUNDAMENTO: La presencia de dislipidemias es cada vez mayor en la población de niños y jóvenes. Los niveles alterados de perfil de lípidos se asocian con mayor incidencia de hipertensión y enfermedad aterosclerótica.

OBJETIVOS: Evaluar la magnitud de las dislipidemias e investigar la relación del perfil lipídico con el exceso de peso y la obesidad abdominal en adolescentes escolares de la ciudad del Recife-PE.

MÉTODOS: Se recolectaron datos personales, situación socioeconómica, mediciones antropométricas y perfil lipídico de 470 adolescentes de 10 a 14 años, de ambos sexos, de la red pública de enseñanza de Recife-PE. El análisis estadístico se llevó a cabo con los programas Epi-info 6.04 y SPSS 13.0. Se adoptó el nivel de significancia del 5%.

RESULTADOS: La mayor parte de la población era dislipidémica (63,8%, IC95% 59,3-68,2), y la hipoalfalipoproteinemia era la dislipidemia más prevalente (56%, IC95% 51,3-60,5). Adolescentes con exceso de peso o con obesidad abdominal presentaron valores más elevados de triglicéridos y más bajos de HDL-colesterol (p < 0,05). Las concentraciones del colesterol total y fracciones no difirieron con relación al sexo.

CONCLUSIÓN: Se evidenció la elevada ocurrencia del perfil lipídico desfavorable, lo que llama la atención a la necesidad de la dosificación del perfil lipídico ya en este grupo de edad. Medidas de estilo de vida saludable se deben incentivar en esta población. (Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 606-613)

Palabras-clave: Dislipidemia / epidemiologia, hipertensión, obesidad abdominal, adolescente, estilo de vida, Recife, Brasil.

Introducción

Dislipidemia es un cuadro clínico caracterizado por concentraciones anormales de lípidos o lipoproteínas en la sangre y es determinada por factores genéticos y ambientales. Evidencias demuestran que niveles elevados de colesterol total (CT), LDL colesterol (LDL-c) y triglicéridos (TG), así como niveles reducidos de HDL colesterol (HDL-c), están relacionados con mayor incidencia de hipertensión y enfermedad aterosclerosis1.

La aterogénesis tiene inicio con la formación de estrías grasosas precursoras de las placas de ateroma. Éstas comienzan a aparecer en la aorta a partir de los tres años de edad y, en la adolescencia, pasan a alcanzar las coronarias, progresando, subsecuentemente, en las otras fases del ciclo vital2. Tienen una evolución lenta y silenciosa, y las manifestaciones clínicas en la vida adulta repercuten bajo diversas condiciones mórbidas del aparato circulatorio que culminan en las elevadas tasas de mortalidad3. La literatura señala al inicio de la aterosclerosis ya en la niñez por el aumento del colesterol plasmático, que puede ser potencializado, en el transcurrir de la vida, por la obesidad y por otros factores, como historia familiar, inactividad física, dieta inadecuada e hipertensión arterial4.

Las publicaciones actualizadas en nuestro medio indicaban el avance de las dislipidemias en niños y jóvenes5-7. La prevalencia en este grupo varía en el mundo todo entre un 2,9% y el 33%, con aumento progresivo de estas tasas con el paso de los años8,9.

La dislipidemia frecuentemente es secundaria a la obesidad infantil, además de haber una asociación positiva entre la incidencia de la obesidad y la dislipidemia en niños y adolescentes3. Investigaciones vienen relatando la relación de parámetros antropométricos que clasifican el exceso de peso y la obesidad abdominal con el perfil lipídico alterado en este grupo10,11.

Dado el creciente número de niños y adolescentes en situación de riesgo de enfermedades cardiovasculares, y teniendo en cuenta los pocos estudios de base poblacional sobre la prevalencia de dislipidemias entre los adolescentes brasileños, es fundamental la importancia para llevar a cabo investigaciones que evalúen este problema en el grupo de edad de niños y jóvenes.

De esta manera, el presente estudio tuvo como objetivo evaluar la magnitud de las dislipidemias e investigar la relación del perfil lipídico con el exceso de peso y la obesidad abdominal en adolescentes escolares de la red pública de la ciudad de Recife, Estado de Pernambuco.

Métodos

Se realizó un estudio observacional de tipo transversal en 31 escuelas públicas que ofrecen educación básica y fundamental y forman parte de la red oficial de enseñanza de la ciudad de Recife-PE, en el período de octubre a diciembre de 2007. La población estaba conformada por adolescentes en edad escolar, en el grupo de edad de 10 a 14 años, de ambos sexos, regularmente matriculados en estas escuelas, en el año de 2007.

El tamaño de la muestra se determinó fundamentado en la prevalencia de la dislipidemia de un estudio similar realizado en Camaragibe/PE12. La dislipidemia encontrada en menor porcentaje (hipertrigliceridemia) se utilizó para el cálculo del tamaño de la muestra. Por lo tanto, la adopción de una prevalencia del 15%, con un margen de error aceptable del 5%, una confiabilidad del 95% y una población mayor de 9.000 estudiantes, el tamaño de la muestra fue de alrededor de 196 estudiantes. Como el proceso de selección de la muestra fue del tipo polietapas, cuyas unidades de muestreo fueron la escuela (1er conglomerado) y la clase (2º conglomerado), el "n" de muestreo se ajustó por el efecto del diseño del estudio, utilizando un factor de corrección del orden de 2.1, totalizando un número mínimo de 412 adolescentes Para corregir las pérdidas eventuales, este valor se incrementó en un 15%, totalizando una muestra de alrededor 470 estudiantes.

Fueron excluidos del estudio los adolescentes con: historia personal referida de patologías (diabetes mellitus tipo II, hipotiroidismo, síndrome nefrótico, insuficiencia renal crónica, enfermedad hepática, síndrome de cushing, anorexia nerviosa y bulimia) o uso referido de medicamentos (antihipertensivos, corticoides, esteroides, isotretinoína, inhibidores de proteasa) que pudieran alterar el perfil lipídico.

Las informaciones sobre datos personales, situación socioeconómica, los datos antropométricos y las muestras de sangre de los participantes se obtuvieron a la vez, en las propias escuelas, y se anotaron en formas específicas.

Para las mediciones bioquímicas de CT, LDL-c, HDL-c y TG, se extrajeron alrededor de 5 ml de sangre por punción venosa de cada escolar, después de un ayuno de 12 a 14 horas, en tubos Vacuntainer. Las botellas fueron embaladas en cajas de espuma de poliestireno que contenían hielo reciclable, selladas y transportadas al procesamiento de las muestras. El suero se separó de los hematíes por centrifugación a 3.000 RPM durante diez minutos a 4ºC hasta dos horas después de la punción venosa. El suero se colocó en microtubos y almacenaje a -20 º C para la dosificación posterior de las fracciones lipídicas. El material fue analizado en el laboratorio de análisis clínicos, y los niveles séricos de CT, HDL-c y TG se determinaron por métodos enzimáticos (Roche Diagnostics), y los LDL-c fueron estimados por la fórmula de Friedewald: LDL-c = CT - (HDL + TG/5)13.

Se utilizaron como criterios de anormalidad para los lípidos y las lipoproteínas a aquellos definidos por la I Directriz Brasileña de Prevención de la Aterosclerosis en la Niñez y en la Adolescencia9 (I DPAIA). Los puntos de cohorte establecidos fueron: CT > 150mg/dL (limítrofe) y CT > 170mg/dL (aumentado); LDL-c > 100 mg/dL (limítrofe) y LDL-c > 130 mg/dL (aumentado); HDL-c < 45 mg/dL (no deseable); TG > 100mg/dL (limítrofe) y TG > 130mg/dL (aumentado). Para el diagnóstico de las dislipidemias, se adoptaron los valores aumentados o modificados. Se consideró como portador de dislipidemia, el sujeto que presentara, entre estas pruebas, al menos un valor cambiado.

La evaluación antropométrica consistió de doble toma del peso, talla y circunferencia de la cintura de los adolescentes, utilizando los valores promedio. Para mantener la consistencia de los datos, se descartaron las medidas que presentaron diferencias superiores a 100 g para el peso, 0,5 cm para la altura y 0,3 cm para la circunferencia de la cintura. El peso corporal se obtuvo en una balanza electrónica digital, de la marca Plenna-MEA-03140®, con una capacidad máxima de 150 kg y precisión de 100 g. La altura se midió con el uso de cinta métrica Stanley® milimetrada, con precisión de 1 mm y exactitud de 0,5 cm, segundo las normas preconizadas por Lohman et al14. La circunferencia de la cintura (CC) se obtuvo en el punto medio entre el último arco costal y la cresta ilíaca con cinta métrica flexible y inelástica sin comprimir los tejidos15

El diagnóstico del exceso de peso se realizó por el índice de masa corporal (IMC) de acuerdo con los valores propuestos por Cole et al16, ajustado para edad y sexo. El diagnóstico de la obesidad abdominal se realizó mediante la evaluación de la CC (cm) / Altura (cm) (WHtR). El punto de cohorte utilizado para la clasificación de la circunferencia de la cintura fue recomendado por Taylor et al15 en el que define la obesidad abdominal como CC > percentil 80, ajustado para edad y sexo. En cuanto a WHtR hemos adoptado los sugeridos por Li et al 17 con la utilización como punto de cohorte para definición de la obesidad abdominal el valor > 0,5.

A los efectos de clasificación socioeconómica de las familias, se utilizaron los "Criterios para la Clasificación Económica del Brasil", creado por la Asociación Brasileña de Antropología y la Asociación Brasileña de Investigación18. Este instrumento utiliza una escala de puntos, obtenidos por la suma de los puntos de la posesión de ítems domésticos y por el grado de instrucción del jefe de la familia, que clasifica a la población en las clases económicas A1, A2, B1, B2, C1, C2, D y E, de orden decreciente, respectivamente iniciada por aquel de mejor poder adquisitivo.

La construcción del banco de datos y el análisis estadístico se realizaron utilizando los programas Epi-Info versión 6.04 y SPSS versión 13.0. Los datos fueron digitados con doble entrada y verificados con el VALIDATE, módulo del Programa Epi-info versión 6.04, para checar la consistencia y validación de los datos

Las variables continuas se probaron en cuanto a la normalidad de la distribución de la prueba de Kolmogorov Smirnof, y aquellas que no obtuvieron una distribución normal se convirtieron al logaritmo neperiano y se probaron de nuevo con relación a la normalidad. Después de esta transformación, sólo los TG y la edad fueron de distribución no Gaussiana, cuyos datos fueron descritos como mediana y rango intercuartílico. Los datos de las variables de distribución normal se expresaron como media y desviación estándar y la forma de media geométrica y sus respectivos intervalos de confianza, para las variables que presentaron normalidad solamente después de la transformación logarítmica. En la descripción de las proporciones, la distribución binomial fue aproximada a la distribución normal por el intervalo de confianza del 95%. La investigación de correlaciones se realizó mediante la correlación de Pearson, porque una de las variables involucradas presentó como mínimo una distribución de Gauss. Las variables con distribución normal tuvieron los promedios comparados por las pruebas de "t" student, y, para aquellas cuyos criterios de normalidad u homocedasticidad no se alcanzaron, se utilizó la prueba U de Mann Whitney. Se adoptó el nivel de significancia del 5% para rechazar la hipótesis nulidad.

El trabajo fue sometido y aprobado por el Comité de Ética del Instituto Materno Infantil de Pernambuco (Registro CEP/IMIP n º 1.024/07). Todos los adolescentes que participaron en el estudio fueron previamente informados de los objetivos de la investigación, así como de los métodos a adoptar. Mediante el consentimiento, cada padre o tutor del adolescente firmaron el Formulario de Consentimiento Libre.

Fuentes de financiación del estudio

Este estudio se realizó con los datos obtenidos en el Proyecto "Trastorno del comportamiento alimentario en escolares de la ciudad del Recife-PE", financiado por el CNPq (Proceso no. 474.146/2006-5) y por el MCT (01.0265.000/2005-MCT).

Resultados

De las 470 muestras sanguíneas, una dosificación de LDL-c y tres de CT fueron perdidas por problemas técnicos en el análisis de las fracciones, mientras que se desecharon tres datos referentes al peso, 11 de talla y 13 de circunferencia de la cintura, ya que presentaron inconsistencia entre los dos cálculos realizados.

La mediana de edad fue de 11 años (RIC: 10-12 años), no habiendo diferencia de la misma con relación al sexo. En la Tabla 1, está detallada la caracterización de la muestra estudiada. Entre los adolescentes incluidos en el estudio, la mayor parte fue del sexo femenino (55,3%; IC 95%: 50,7 - 59,9; p < 0,05). En lo que se refiere a la clase socioeconómica, hubo un predominio de estudiantes de la clase C2 (43,6%; IC 95% 38,5 - 48,9).

Considerando como dislipidemia el adolescente con alteración en una fracción del perfil lipídico como mínimo, la mayor parte de los participantes (63,8%) se enmarcó como portadores de esta patología (IC 95% 59,3-68,2; p < 0,05).

Las prevalencias de alteraciones en las diferentes tasas del perfil lipídico están detalladas en la Tabla 2. Se detectó una baja frecuencia para el aumento del LDL-c. Diferentemente, Se registraron mayores prevalencias para la alteración del HDL-c, y la hipoalfalipoproteinemia fue la dislipidemia más frecuente.

Cuando analizada la ocurrencia de dislipidemia simultáneas, la más frecuente en la población estudiada fue el aumento de TG combinado con la reducción del HDL-c (12,1%) (Tabla 3). En la figura 1, se muestran los gráficos de correlación entre diferentes fracciones lipídicas. Se observaron las correlaciones significativas (p < 0,01) entre todas las variables analizadas, pero la mejor correlación encontrada fue con los valores de TG y de HDL-c (r= - 0,38).


En la Tabla 4, se expresan las comparaciones de los lípidos y de las lipoproteínas entre los géneros y entre la presencia o no de exceso de peso y de obesidad abdominal.

Las concentraciones de todo perfil lipídico no difirieron con relación al sexo (p > 0,05), y los individuos con exceso de peso, segundo el IMC, mostraron valores más elevados de TG y más reducidos de HDL-c. Hecho similar a lo encontrado en los estudiantes con obesidad abdominal, según el indicador CC. De acuerdo con el indicador WHtR, los adolescentes con obesidad abdominal presentaron, además de valores superiores en las concentraciones de TG e inferiores en las de HDL-c, valores más altos de LDL-c. Los niveles de CT fueron los únicos que no difirieron con relación a este parámetro.

Discusión

En el Brasil, todavía son escasos los trabajos sobre la prevalencia de alteraciones lipídicas en el grupo de edad infanto-juvenil. Los resultados encontrados en el presente estudio son importantes señalizadores para el hecho de que las dislipidemias formen parte de una realidad preocupante y precisan ser investigadas entre los adolescentes del país.

Además de ello, la falta de estandarización en las muestras y en las metodologías, principalmente en la definición de los intervalos de referencia, perjudica la comparación de este fenómeno epidemiológico en los diferentes estudios. Muchos trabajos utilizan los puntos de cohorte recomendados por las III Directrices Brasileñas sobre Dislipidemias19 (III DBSD), que adoptan los valores del National Cholesterol Education Program establecidos para niños y adolescentes de los Estados Unidos20. Esta práctica puede inducir potenciales vieses, ya que desconsidera diferencias étnicas, socioeconómicas, hábitos alimentares y constitución física de la población brasileña21. Estudios llevados a cabo en una ciudad de São Paulo, con niños y adolescentes, identificaron rangos de referencia divergentes de los valores propuestos por las III DBSD22,23. Así, en 2005, la I Directriz de la Prevención de la aterosclerosis en la Niñez y Adolescencia (I DPAIA) propuso valores de referencia de lípidos y lipoproteínas para niños y adolescentes brasileños9.

La prevalencia de dislipidemia encontrada en nuestro estudio (63,8%) fue muchísimo alta, lo que es un hecho alarmante. Gama et al24 en la investigación realizada en el sureste del país, utilizando los puntos de cohorte propuestos por la I DPAIA, registraron una prevalencia de dislipidemia similar (68,4%).

Etiológicamente, las dislipidemias son clasificadas en primarias y secundarias. Las primarias tienen una connotación genética, y algunas solo se hacen evidentes debido a la influencia ambiental25. Entre la prevalencia de dislipidemias, se deben considerar las hipercolesterolemias familiares homozogóticas, que, aunque raras, son consideradas como enfermedades severas9. Sin embargo, la mayor parte de las dislipidemias en niños y adolescentes está relacionada a un estilo de vida inadecuado25. De esta forma, el mantenimiento de un modelo dietético nutricionalmente adecuado, el control del peso corpóreo, la práctica de ejercicios físicos y el abandono al tabaquismo son algunas de las orientaciones relacionadas con cambios en el estilo de vida que ayudan en la prevención de alteraciones en los niveles lipídicos, así como en la formación de hábitos saludables para la vida adulta9,25.

La hipoalfalipoproteinemia fue la principal anormalidad lipídica. Este hecho merece atención porque es una población joven y el HDL-colesterol es un factor importante de protección contra el desarrollo de enfermedades crónicas, en particular aterosclerosis3. Trabajos de Carvalho et al2 y Grillo et al26, con niños y adolescentes, también señalaron la ocurrencia de HDL-colesterol bajo como la dislipidemia más frecuente en este grupo de edad. En contraposición, en el estudio de Gamma et al24, el aumento de la TC fue la dislipidemia más prevalente, y el porcentual de alteración de HDL-c fue interior la observancia en este estudio (35,1% vs 56%).

En un estudio de metodología similar, la frecuencia de TG aumentado fue inferior a la encontrada en este trabajo (3,5% vs 15%); mientras que las de LDL-c y CT fueron superiores (18,6% vs 2,1%; 43,8% vs 11,6%, respectivamente) 24. En otras investigaciones, también se evidenciaron mayores porcentuales de CT aumentado, cuando considerado valores superiores a 170 mg/dL1,5,6. Por otro lado, nuestros hallazgos son acordes a los de Scherr et al7, que encontraron menor magnitud de hipercolestrolemia entre los jóvenes de escuelas públicas/filantrópicas (14%).

En este estudio, el porcentaje de LDL-c aumentado fue bajo. Sin embargo, es importante destacar que existen subclases de LDL, una LDL es pequeña y densa (LDL tipo B), y la otra, de mayor tamaño. Las partículas de LDL tipo B, por el menor tamaño y por la mayor densidad, cruzaron más fácilmente la barrera endotelial y se oxidan con mayor facilidad, lo que las hace también más aterogênicas27. Así, incluso en individuos con niveles normales de LDL-c, el perfil lipídico puede ser menos favorable, dada a la proporción entre las subclases de las lipoproteínas28.

La ocurrencia de valores considerados aumentados de TG juntamente con los reducidos de HDL-c fue el tipo de dislipidemia concomitantes más frecuentes en estos adolescentes. Cuando se analizaron las correlaciones entre las variables lipídicas, estas fracciones fueron las que presentaron mejor correlación. Esta ocurrencia debe interpretarse con cautela, ya que la razón TG/HDL-c se correlaciona directamente con el nivel de LDL de tipo B en el plasma, pudiendo de esta manera, indicar un perfil lipídico más aterogénico29.

Los valores medios obtenidos en los lípidos y en las lipoproteínas de los estudiantes de escuela pública en Recife, se encuentran por debajo de los detallados en otros estudios1,5,6,10,30, con excepción de los reportados por Mora et al5 y Francia y Alves1, en que el TG se mostró ligeramente inferior. Aunque los estudios sobre la influencia del nivel socioeconómico en el perfil de lípidos no son consensuales, las investigaciones realizadas en Brasil muestran menores medias de CT, TG y LDL en el grupo con condiciones menos favorecidas6, 7, 26. Esto quizá se explique debido a que en Brasil aún se encuentran más niños con sobrepeso u obesidad en las capas más altas de la sociedad, que estudian, en su mayoría, en las escuelas privadas6. Cuando comparamos los hallazgos de la actual investigación con los observados entre alumnos solamente de escuelas públicas, obtuvimos niveles de TG superiores y de HDL-c inferiores, mientras que los niveles de CT y LDL fueron similares7,26.

El hecho de que los valores medios observados de las fracciones lipídicas sean inferiores a los otros trabajos efectuados con escolares en Brasil6,10,30 tal vez pueda ser resultado del hecho de los estudiantes de las escuelas públicas presentar un estilo de vida más saludable en comparación a la red privada. En general, los adolescentes de las escuelas públicas se ejercitan más y presentan una dieta más equilibrada, ya que las meriendas que se ofrecen en estas escuelas se realizan bajo la supervisión de nutricionistas profesionales, y muchos de estos estudiantes tienen como única alimentación la merienda escolar7.

Una serie de publicaciones en nuestro medio, muestran niveles más altos de la mayoría de las lipoproteínas y de los lípidos en niños y adolescentes del sexo femenino1, 6,10,31. Sin embargo, no verificamos diferencia estadísticamente significante con relación al sexo, a pesar de los valores ser más altos en las niñas, con destaque para el TG.

Tomando como base los datos, y teniendo en cuenta la relación entre los parámetros antropométricos que clasifican el sobrepeso y la obesidad con el perfil lipídico alterado reportados en varios estudios2,10,11,26,32, los niveles medios de TG y HDL-c tanto de los participantes con exceso de peso como de los con obesidad abdominal se presentaron menos favorables. Estos datos corroboran aquellos obtenidos por Suárez et al11, quienes encontraron diferencias significativas en los valores de lípidos (TG y HDL-c) en la población total y aquella con sobrepeso y obesidad. Grillo et al26 encontraron una asociación significativa entre los niveles de HDL-c bajo y la presencia de obesidad definida por el IMC, en escolares de 3 a 14 años. En cuanto al TG, investigadores33 evaluaron el perfil lipídico de los adolescentes y encontraron altos valores de TG y bajos valores de HDL-c en el grupo con sobrepeso en relación con los valores observados en el grupo con peso normal, mientras que los valores de CT y LDL-c, así como en el estudio en cuestión, no difirieron entre los dos grupos. En cuanto a los valores de CT y LDL-C, nuestros hallazgos están de acuerdo en parte con los encontrados por Suárez et al11 y Silva et al34, que no refirieron diferencias en los valores de LDL-c de acuerdo con el estado nutricional. Sin embargo, se encontraron valores más altos de CT en los niños con sobrepeso y obesidad, respectivamente.

La dislipidemia es a menudo secundaria a la obesidad infantil, con una asociación positiva entre la incidencia de la obesidad y la dislipidemia en niños y adolescentes9,35. El mecanismo que explica esta asociación sea tal vez la activación de la vía de la quinasa AMP-dependiente, inducida por el aumento de la insulina y de la leptina y por la reducción de la activación de la adiponectina, que, a su vez, aumenta la oxidación de los ácidos grasos En estos niños, la adiponectina tiene una asociación positiva con la sensibilidad a la insulina y con los niveles de HDL-c y negativa con los niveles triglicerídeos36. De acuerdo con Santos y Spósito37 la principal dislipidemia asociada a la obesidad se caracteriza por elevaciones ligeras y moderadas del TG y por la disminución del HDL-c, lo que corrobora los hallazgos de este estudio.

La obesidad abdominal se viene convertiendo en un importante predictor de complicaciones metabólicas y efectos adversos para la salud y está asociada con un mayor riesgo cardiovascular y metabólico en niños y adolescentes17. La CC y la razón CC/Talla (WHtR) son mediciones simple y efectivas de mensurar obesidad abdominal en niños y pueden ser mejores predictores del riesgo de enfermedad cardiovascular que el IMC15.

Sin embargo, se viene criticando la CC por ella no llevar en su cálculo, diferencias en la talla corporal, y la razón de la circunferencia de la cintura por la talla (WHtR) ha estado proponiendo como el mejor predictor de riesgo cardiovascular38. Estudio de Schneider et al38, llevado a cabo en adultos y adultos mayores, verificó que la WHtR puede predecir una prevalencia de dislipidemia mejor que los otros parámetros antropométricos, respectivamente: CC e IMC. En este estudio, los adolescentes con sobrepeso y obesidad abdominal (según el indicador de CC) no mostraron valores más altos de LDL-c en comparación con otros estudiantes. Este hecho se observó sólo en los clasificados como obesos central, de acuerdo con el indicador WHtR. Además de ello, los niveles de CT en los obesos centrales, según este indicador mismo, presentaron una tendencia hacia valores más altos en comparación con los valores observados en los estudiantes sin obesidad abdominal. Estos resultados podrían sugerir el WHtR como el mejor indicador de los posibles cambios en el perfil lipídico.

Conclusión

El porcentaje de la dislipidemia en los adolescentes es alto, lo que nos hace estar atentos a la necesidad de dosificación del perfil lipídico ya en este grupo de edad. El exceso de peso y la obesidad central ejercen la influencia en los valores medios de estas fracciones.

Los datos presentados aquí plantean un alerta para el equipo multiprofesional sobre la necesidad de incentivo a medidas de estilo de vida saludable en la referida población, especialmente en lo que respecta a la actividad física y hábitos alimenticios saludables.

Agradecimientos

Al Consejo Nacional de Investigaciones (CNPq) y al Ministerio de la Ciencia Tecnología (MCT) por la financiación de la investigación; al Instituto de Medicina Integral Prof. Fernando Figueira de apoyo logístico, al profesional Emídio Albuquerque por el análisis estadístico; y a las becarias de iniciación científica Rafaella Andrade y Emilly Moreno par la ayuda en el tecleado de datos.

Potencial Conflicto de Intereses

Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes.

Fuentes de Financiación

Este estudio fue financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el CNPq.

Vinculación Académica

Este artículo forma parte de la tesis de Maestría de Patrícia Brazil Pereira por la Universidad Federal de Pernambuco.

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  • Perfil lipídico en escolares de Recife-PE

    Patrícia Brazil Pereira; Ilma Kruze Grande de Arruda; Ana Márcia Tenório de Souza Cavalcanti; Alcides da Silva Diniz
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      08 Oct 2010
    • Fecha del número
      Oct 2010

    Histórico

    • Acepto
      27 Abr 2010
    • Revisado
      31 Mar 2010
    • Recibido
      07 Oct 2009
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