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LISBOA DE MELLO, Ana Maria; ANDRADE, Antonio. (eds.). Translinguismo e Poéticas do Contemporâneo . Rio de Janeiro: 7 Letras, 2019, 194 p.

En medio de la parálisis que ha originado la Pandemia de Covid-19, cabe reflexionar en los nuevos sentidos que esta crisis global añade al libro colectivo Translinguismo e Poéticas do Contemporâneo y a las cuestiones que ahí se confrontan. Publicado en diciembre de 2019 por la editorial carioca 7 Letras y editado por Ana Maria Lisboa de Mello y Antonio Andrade, el volumen congrega complejas y penetrantes reflexiones sobre las discursividades translingüísticas en las literaturas contemporáneas. Nueve ensayistas cuyas investigaciones se inscriben en el quehacer filológico ofrecen un panorama del fenómeno del translingüismo, sobre todo en el ámbito de las poéticas del continente americano. El propósito que este enfoque filológico manifiesta es pensar en aquellos discursos donde las nociones limitantes de lengua, frontera o nación son desafiadas, o incluso, en algunos artefactos culturales de nuestros días, manifiestan su impotencia para comprender a cabalidad las poéticas translingües y las secuelas de Babel.

Debido al cierre de las fronteras en gran parte del mundo, la pandemia de Covid-19 limitó o anuló temporalmente los vectores “translocales” que solían desplazarse cada vez con mayor frenetismo alrededor del globo hasta principios de 2020, y que el romanista alemán Ottmar Ette, en su aportación al libro, analiza en el contexto del “[...] final da nossa fase atual de globalização acelerada” (Lisboa de Mello y Andrade 2019: 22), la cual, según su periodización, comienza en la década de 1980. Por consiguiente, las fronteras del Estado-nación ―incluso en áreas con fronteras internas apenas palpables como el Espacio Schengen― adquirieron una dureza que desde hace muchas décadas no se había contemplado. Están por verse los efectos de esa solución de continuidad en el ámbito de las poéticas globales. A partir de nuestra condición actual, podríamos considerar el libro editado por Lisboa de Mello y Andrade como un ensayo teórico del estado más avanzado de los estudios literarios de transárea antes del “Gran Confinamiento”.

Como los autores de esta obra exponen, el translingüismo es un fenómeno que matiza y problematiza las reglas glotopolíticas establecidas por los Estados-nación a partir del control sobre el movimiento de los vectores discursivos. Elena Palmero González ―una de las colaboradoras del libro― ubica el giro hacia esta nueva condición en la década de 1960. El prefijo trans- se ha puesto en el centro de la discusión en los últimos lustros para denominar situaciones de flujo con valencias políticas a veces opuestas, desde las empresas transnacionales hasta la transformación genérica de los hombres y mujeres transexuales. En el ámbito de las humanidades, y en particular de las ciencias del lenguaje, el prefijo apela al movimiento entre lenguas y dialectos en el translingüismo y la traducción (o translation), dentro de una configuración global que hasta principios de 2020 había multiplicado los desplazamientos. Estos fenómenos verbales se inscriben en un proceso general de transculturación ―concepto al que se refiere Lisboa de Mello en un capítulo del libro y que nos devuelve a su acuñamiento en Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar del ensayista cubano Fernando Ortiz.

Varios de los artículos reunidos en el volumen se abocan a refutar o confrontar las perspectivas esencialistas, conservadoras, canónicas o autoritarias sobre el contacto lingüístico en el ámbito de las escrituras translingües. La impugnación de lo nacional que segrega adquiere un cariz combativo, que va desde la “problematización” de esas posturas, explorada por Andrade, hasta la “dinamitación” de las “formas canónicas” y la “estabilidad del sistema”, propuesta en la reflexión de Palmero González. En el caso del capítulo de Meritxell Hernando Marsal sobre la escritora Alison Spedding, la sublevación contra la “opresión fundacional” se figura con la explosión ficticia del templo cuzqueño de Coricancha en la novela De cuando en cuando Saturnina, dentro de una rebelión donde las agencias femeninas, indígenas, orales, sexualmente diversas, se ponen en pie de guerra contra la “epistemología de la exclusión” creada por el patriarcado. En varios de los trabajos del libro, por lo tanto, los medios para tales fines subversivos implican maquinarias teóricas que se derivan de teorías antihegemónicas a nivel político, si bien hoy prominentes en el ámbito de las humanidades, como la teoría poscolonial o la queer, así como el postestructuralismo en las ciencias del lenguaje.

En el capítulo “As literaturas do mundo: condições transculturais e desafios polilógicos de um conceito prospectivo”, Ette expone perspectivas teóricas para comprender una filología de las literaturas del mundo, a partir de los conceptos “históricos” de Goethe (“literatura universal”) y el romanista alemán Erich Auerbach. Varios términos de su trabajo teórico se organizan en ese apartado y se proyectan, a su modo, hacia los capítulos subsecuentes en el ámbito de una teoría literaria que apuesta por una “historia de los movimientos”, según sus figuras clave: fractales, archipiélagos, redes, vectores, representaciones, que derivan en la concepción de “literaturas sin residencia fija”. El trabajo conceptual sobre los estudios transareales de Ette es recuperado por los artículos de Andrade, Lisboa de Mello y Palmero González. El orden de los capítulos del libro está organizado a partir de un movimiento geográfico de Norte a Sur, que, por otra parte, implica en términos migratorios un desplazamiento de Sur a Norte, con una mirada hacia Norteamérica (Patrick Imbert, Lisboa de Mello, Maria Bernardette Porto, Palmero González) o hacia Sudamérica (Andrade, Hernando Marsal, Pablo Gasparini), pero siempre acentuando las discordias entre lenguas y territorios. El cierre del volumen lo constituye la recreativa aportación de Marcelo Diniz, cuyo análisis abarca de nuevo una tradición secular ―la traducción desviadora en casos singulares―, que va desde la “primera globalización” del imperio español y del portugués ―de acuerdo con la periodización de Ette― hasta nuestros días.

El translingüismo y la mutación de los escritores que se desplazan entre puntos cardinales se deben, sobre todo, a los fenómenos de la migración o la diáspora, e implican procesos de extrañamiento o integración como dos fuerzas opuestas que transforman las identidades. Debido a su naturaleza desestabilizadora, los discursos literarios que se emiten desde esa circunstancia en general son observados por su divergencia y su confrontación con la autoridad del canon. Algunos colaboradores identifican a los escritores translingües con figuras en mudanza, tales como el camaleón (Imbert) o el anfibio (Palmero), así como con procesos de hibridación (Porto y passim). Los sujetos translingües, además, se apartan en los últimos lustros de la figura de la “víctima” (típica, según Patrick Imbert, de los inmigrantes canadienses hacia la década de 1960) para reivindicar su derecho a tener voz y ser escuchados, a pesar de las jerarquías que se forman a partir del dominio de una lengua imperial.

Después del prólogo de los editores y del capítulo de Ette, un grupo de tres aportaciones explora el ámbito de las literaturas translingües en Canadá. Primero, en el capítulo “Textos plurilíngues e transcultura: o Canadá no contexto da globalização”, Imbert expone diversas configuraciones de la migración en el territorio canadiense, partiendo de la concepción derridiana del individuo como “consciência descentrada por suas múltiplas relações com a ordem simbólica” (Lisboa de Mello y Andrade 2019: 41). Debido a la crecimiento de la población de Canadá a partir de las migraciones, varios de los escritores que Imbert estudia pertenecen a minorías que en las últimas décadas deciden interpelar el papel de los discursos dominantes: Imbert señala, por ejemplo, que un personaje de la novela Gens du silence de Marco Micone llega a la “expressão de um desejo enérgico de fazer parte da dinâmica canadense e obter sua parte nas riquezas” (Lisboa de Mello y Andrade 2019: 45). En segundo lugar, en “Translinguismo e transculturalismo em Sergio Kokis”, Ana Maria Lisboa de Mello expone el caso de Kokis (al que también se refiere Imbert), escritor nacido en Brasil, pero desplazado, por razones políticas, hacia Alemania, y posteriormente Canadá, país donde se asienta y del cual adopta el francés como lengua literaria. Además de integrar su tema en la órbita de las diásporas políticas hacia el Norte durante las dictaduras sudamericanas de la Guerra Fría, Lisboa de Mello indaga las diversas variantes ficcionales que oscilan entre Sur y Norte, así como las dificultades que sufren algunos escritores debido a los movimientos pendulares entre hemisferios. El tercer capítulo de este grupo es “Hospitalidade e translinguismo literário no imaginário de autores francófonos da contemporaneidade”, donde Maria Bernardette Porto hace una excursión por diversos casos de escritores que crean su obra entre lenguas distintas, a partir del ambivalente concepto de “hospitalidad” (y el neologismo “hostipitalité” de Jacques Derrida, a partir de Émile Benveniste), que se remite tanto al “huésped” como al “enemigo”. Bajo su perspectiva, Babel no solo es la pena bíblica, sino también la “riqueza”, la “hibridación cultural” y, por lo tanto, la traducción del mito veterotestamentario a nuestro tiempo. Varios autores del espacio francófono a ambos lados del Atlántico actualizan el mito y Porto persigue sus versiones.

Después de esos tres apartados, en el capítulo “Escritas translíngues e comunidade literária hispano-americana”, Elena Palmero González plantea un estudio que gira en torno al concepto de “diáspora” dentro del espacio hispano-[norte]americano. Ahí elabora una genealogía teórica de los estudios sobre transligüismo y muestra el espesor histórico de la reflexión en torno a este fenómeno. Como para otros autores del volumen (por ejemplo, Gasparini y Lisboa de Mello), Extraterritorial. Papers on Literature and the Language Revolution, el “trabajo pionero” de George Steiner, se ubica como punto de partida de las reflexiones de Palmero sobre el fenómeno del translingüismo, en un arco que incluye las aportaciones de Edward Said, Mary Louise Pratt y Ottmar Ette; asimismo, retoma ideas de James Clifford, Paul Gilroy y Stuart Hall para trabajar el concepto de “diáspora” en un amplio corpus de obras literarias, cuya característica en común es la autoría de escritoras y escritores pertenecientes a una ola migratoria del Sur al Norte de las Américas, “biculturales” y “translingües”, y por lo tanto representantes de una “condición anfibia” en términos verbales, que se sitúan, por lo general, entre el español y el inglés, al norte del Río Bravo.

El siguiente grupo de estudios se enfoca en tres zonas de Sudamérica: la “triple frontera” entre Brasil, Argentina y Paraguay; la zona andina; y el Río de la Plata. Por una parte, en “Portunhol: prática translíngue no discurso literário contemporâneo”, Antonio Andrade propone una pesquisa de la creación verbal en la zona de contacto entre el portugués y el español del Cono Sur, donde las lenguas desbordan fronteras políticas y el portuñol se convierte en lengua literaria. El autor forma un corpus de textos críticos donde se explora el fenómeno literario del portuñol, partiendo del caso toral de Néstor Perlongher y continuando con artículos de Maria Teresa Celada, Pablo Gasparini e Italo Moriconi. Andrade luego emprende, a partir de diferentes estrategias críticas, una indagación sobre el fuerte contacto entre portugués y español, así como la relación de estos idiomas con el guaraní. La galaxia literaria que se forma entre esas áreas y que integra autores como Haroldo de Campos, Wilson Bueno, Douglas Diegues o el propio Perlongher recurre a la polisemia y la heterogeneidad como detonantes de la creatividad poética. Por otra parte, en “A ficção científica como contra-história: as vozes aimarás do futuro no romance De cuando en cuando Saturnina, de Alison Spedding”, Meritxell Hernando Marsal explora la obra de la escritora británica radicada en Bolivia, quien propone una ficción que sacude las instituciones del heteropatriarcado y sus discursos hegemónicos sobre la historia. Hernando Marsal analiza esa “historia oral del futuro” (como Spedding la describe) a partir de una batería teórica que integra temas como la epistemología de la historia (y, por tanto, las versiones orales alternas), las tensiones lingüísticas en la zona andina (entre aimara, español, inglés y spanglish), las sexualidades no patriarcales y, en general, la crítica a las instituciones de poder. Con la proyección de tal horizonte en el futuro andino se fabula una ficción política que deriva de las condiciones centenarias de opresión. Para finalizar con las zonas sudamericanas, en “A língua como shibboleth, o ensaio como sotaque: uma leitura de Vivir entre lenguas, de Silvia Molloy”, Pablo Gasparini rastrea los pasajes autobiográficos que la autora nacida en Buenos Aires y radicada en Nueva York ha construido a partir de una línea de vida en la que se enhebran diversas lenguas y experiencias. Los circuitos generacionales de las combinatorias lingüísticas parten de Europa, con su familia migrante, se encuentran en Argentina y continúan en sus mudanzas vitales hacia el Norte, en un envío al comienzo de la estructura del libro colectivo.

El último capítulo es el de Marcelo Diniz. En su contribución se reúnen el trabajo académico y el poético para analizar algunos escritores occidentales a través del fenómeno de la “traducción difusa”, “desviadora”. Este tipo de traducción toma piezas de otros autores para llevarlas a una nueva lengua, desechando la pretensión de una “restitución del significado” de la lengua de salida y confeccionando en la lengua de llegada, en cambio, una pieza recreativa y recreada. La propensión poética y lúdica de esas curiosas maquinillas verbales salta entre siglos y lenguas: del Siglo de Oro español (Lope de Vega) y el barroco brasileño (Gregório de Matos) al Brasil contemporáneo (Glauco Mattoso); del español porteño (Julio Cortázar) al portugués brasileño (Haroldo de Campos); o del clasicismo francés del siglo XVII (Vincent Voiture) al inglés del siglo XX (Gerald Guinness). Esas mutaciones, además, desafían las nociones de autoridad y preceptiva poética (representadas aquí por un soneto de Boileau), así como el estatus canónico del soneto y el rondó. Además de ofrecer delicioso paseo translingüe, Diniz incluye en su ensayo versiones propias al portugués de una y otra forma: por una parte, el soneto sobre la forma soneto de Boileau; por otra, el rondó sobre la forma rondó de Voiture (ya reformulado en inglés, antes, por Guinness). Con la aportación de Diniz, Translinguismo e Poéticas do Contemporâneo llega a un puente hacia la creación verbal que se desprende del salto entre lenguas.

El libro propone nuevas herramientas filológicas para comprender de manera más sofisticada y adecuada la producción verbal translingüe en las Américas. Esto se logra a través del despliegue de un arsenal teórico consistente y de la confrontación con diversos casos de translingüismo. Abriendo brecha más allá de la literatura comparada, el enfoque translingüe permite percibir la radical refracción de los discursos que sucede en el interior de algunos artefactos literarios. No es reciente el fenómeno, pero el abordaje de los autores del volumen enfoca el desvío, la diferencia y la mixtura en modos que habían sido periféricos. El giro dentro de las humanidades hacia una perspectiva más horizontal y la emergencia de lo marginado llevan a una situación paradójica, que bien señala Imbert: ser una minoría, en varios sectores de las artes, es, desde apenas antier, una ventaja. Mientras que es difícil hablar de minorías en el caso de escritores como Joseph Conrad o Vladímir Nabókov (dos autores que se mencionan a menudo en las genealogías de los escritores translingües), en el de varios de las/los escritoras/-es del Sur global con trayectoria trashumante la historia suele ser la de abrirse paso a brazo partido.

Se habla de la Pandemia de Covid-19 como “catalizador” de procesos que venían anunciándose años ha, entre los cuales se encuentra la ralentización del movimiento (Ottmar Ette hace referencia en su artículo a la desaceleración actual de la última etapa de globalización). El parteaguas está modificando las transferencias de símbolos y los modos de la conexión global. En consecuencia, se anuncia un reordenamiento geopolítico y una grave depresión económica, lo que evidentemente conlleva crisis humanitarias y conflictos en el planeta. Una de las apuestas del libro es justo una filología del porvenir, que esté preparada para tener trato con los discursos literarios que están emergiendo y van a emerger de nuestro tiempo, friccionado en términos del signo verbal y dirigido por un distanciamiento de los cuerpos. La pandemia detiene al turista, pero el inmigrante seguirá buscando refugio y amalgamando voces distintas para poder cantar su odisea.

Referencias

Datas de Publicação

  • Publicação nesta coleção
    18 Out 2021
  • Data do Fascículo
    May-Aug 2021

Histórico

  • Recebido
    18 Dez 2020
  • Aceito
    19 Jan 2021
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