Este artículo trata del doble rol, autor/traductor, que desempeñó Samuel Beckett, tomando la obra Esperando a Godot como ejemplo. La hipótesis que se presenta, a partir de una lectura de La tarea del traductor, de Walter Benjamin, es que la auto-traducción en Beckett se relaciona a una especie de reflexión y crítica acerca del nihilismo occidental. Trataremos de situar a esa hipótesis en la discusión de Benjamin a partir de la idea de la imposibilidad de una traducción de la traducción que fuese significativa. Acreditamos que este detalle de la discusión benjaminiana sobre la traducción se refiere a una especie de imposibilidad de escapar del carácter mítico/sagrado/absoluto de la experiencia humana (recordando el peso negativo e destructivo que tiene el mito en Walter Benjamin), con el original surgiendo como figuración de ese sagrado, y la traducción como a figuración del carácter histórico y mutable de las obras humanas.
traducción; Samuel Beckett; Walter Benjamin