Contar con una fuente habitual de cuidado puede mejorar el acceso a servicios de salud, así como las acciones de prevención. El objetivo fue estimar la proporción de fuente habitual de cuidado, y analizar factores asociados entre mujeres trabajadoras del sexo de 12 ciudades brasileñas. Se trata de una encuesta sociocomportamental con 4.328 mujeres trabajadoras del sexo, edad ≥ 18 años en 12 ciudades brasileñas. Las mujeres trabajadoras del sexo se reclutaron mediante el método respondent-driven sampling (RDS). Se realizó un análisis descriptivo del perfil de las mujeres trabajadoras del sexo que poseían fuente habitual de cuidado. Y se analiza la asociación entre fuente habitual de cuidado e indicadores de acceso a la prevención del VIH, así como a la salud reproductiva, a través del odds ratio (OR) ajustado en modelos de regresión logística. Los dados fueron ponderados mediante el estimador RDS-II. Un 71,5% de las mujeres trabajadoras del sexo informaron tener fuente habitual de cuidado, de estas un 54,31% indicaron la atención primaria en salud. Entre las mujeres trabajadoras del sexo con ≥ 25 años se observó una asociación entre fuente habitual de cuidado y participación en ponencias sobre infecciones sexualmente trasmisibles (IST) (OR = 1,45; IC95%: 1,12-1,89), uso de método anticonceptivo (OR = 1.64; IC95%: 1.09-2.46), conocimiento previo de la profilaxia pos-exposición (OR = 1,32; IC95%: 1,02-1,71), haber realizado un examen preventivo ginecológico (OR = 1,92; IC95%: 1,54-2,40) y haber tenido 7 o más consultas prenatales (OR = 2,56; IC95%: 1,30-5,03). Los resultados de este estudio muestran que las trabajadoras sexuales tienen la APS como su principal fuente habitual de atención. Además, la fuente habitual de atención puede impactar la atención y las acciones en relación con la salud reproductiva y la prevención del VIH y las ITS en esta población.
Palabras-clave:
Trabajadores Sexuales; Salud de la Mujer; Atención Primaria de Salud; Accessibilidad a los Servicios de Salud; Salud Sexual y Reproductiva