El objetivo de este estudio fue investigar la asociación entre el capital social y la discapacidad funcional desde una perspectiva longitudinal, utilizando datos de la cohorte de ancianos de Bambuí, Minas Gerais, Brasil. La línea de base de este estudio estaba compuesta por todos los supervivientes de edad avanzada y sin discapacidad en el séptimo año de seguimiento (2004), seguidos hasta 2011. La variable de resultado fue la discapacidad funcional para las ABVD (actividades básicas de la vida diaria) y las AIVD (actividades instrumentales de la vida diaria), analizadas por separado. La exposición de interés fue el capital social, medido a través de sus componentes cognitivo (cohesión y apoyo social) y estructural (participación social y satisfacción con el barrio). Se utilizaron variables sociodemográficas, de condiciones de salud y de estilo de vida para los efectos de ajuste, y la ocurrencia de la muerte se consideró un evento competitivo. La hipótesis de asociación entre el capital social y la discapacidad funcional se probó mediante el modelo de riesgos competitivos, que proporciona tasas de riesgo (hazard ratios, HR) e intervalos del 95% de confianza (IC95%). Tras el análisis multivariante, el capital social en su componente estructural se asoció con la discapacidad funcional. Los ancianos insatisfechos con su vecindario tenían un mayor riesgo de desarrollar una discapacidad funcional para las AIVD (HR = 2,36; IC95%: 1,31-4,24) en comparación con sus homólogos. Los resultados sugieren que la discapacidad funcional está asociada a otros aspectos además de la salud, lo que pone de manifiesto la necesidad de desarrollar políticas e intervenciones que abarquen aspectos relacionados con el entorno físico y social en el que se insertan las personas mayores.
Palabras-clave:
Capital Social; Personas con Discapacidad; Anciano; Estudios Longitudinales
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