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Lonsdale, Laura. Multilingualism and Modernity: Barbarisms in Spanish and American Literature. London: Palgrave Macmillan, 2018, 246 p.

Lonsdale, Laura. Multilingualism and Modernity: Barbarisms in Spanish and American Literature. London: Palgrave Macmillan, 2018. 246 p.

Una de las cualidades más admirables de un estudio académico es conseguir aportar enfoques novedosos. En este sentido el presente estudio de Laura Lonsdale resulta extremadamente atractivo por diferentes razones. Quizá una de las más llamativas a priori tiene que ver con que se trate de un estudio sobre el multilingüismo que gravita principalmente alrededor de cinco autores muy distintos, españoles y americanos: Ramón del Valle-Inclán, Ernest Hemingway, José María Arguedas, Jorge Semprún y Juan Goytisolo. Lonsdale es muy consciente desde el principio de que uno de los desafíos principales se encuentra en el hecho de poder sacar conclusiones generales a partir de un corpus de autores tan heterogéneo, ya que hacen uso del multilingüismo de formas muy diferenciadas. De hecho, en este grupo encontramos autores que escriben en español (Valle-Inclán, Arguedas y Goytisolo), en inglés (Hemingway) y en francés (Semprún) principalmente, pero que son capaces de crear universos multilingües a partir de la combinación de estos idiomas con otros, como el gallego, el quechua, el árabe y los otros tres anteriormente mencionados. Del mismo modo, en lo que se refiere al género, encontramos a un dramaturgo (Valle-Inclán), un poeta y novelista (Arguedas), novelistas de ficción (Hemingway) y de autoficción (Semprún y Goytisolo).

Lonsdale nos explica la motivación de su ecléctica selección de manera convincente, ya que el estudio permite centrarse en una serie de autores responsables del desarrollo de una práctica literaria multilingüe moderna. En este punto Lonsdale también se detiene para matizar que su estudio se centra en la modernidad más que en el modernismo y nos ofrece un razonamiento convincente basado en las diferencias que exponen autores como Jameson y su estructura tripartita en la que la idea de modernización se asocia a un proceso económico, la de modernidad a una experiencia sociocultural y la de modernismo a una expresión cultural (Jameson, 310; citado en Lonsdale, 15Lonsdale, Laura. Multilingualism and Modernity: Barbarisms in Spanish and American Literature. Switzerland: Palgrave Macmillan, 2018, 246 p.). Asimismo, el contraste entre temáticas tan variadas, así como técnicas y contextos, permiten acercarse al estudio del multilingüismo en la literatura con un enfoque más amplio. De hecho, ese enfoque, apunta Lonsdale, es doble y se centra por una parte en el estudio del multilingüismo como el uso de técnicas multilingües para reflejar y acercar al lector a momentos históricos de cambio y transición, así como en el análisis de esas técnicas multilingües para comunicar elementos extraños o extranjerizantes (Lonsdale los denomina en inglés como “barbarous”, uno de los pilares de su estudio) típicos de la modernidad, tales como la incomprensión o la traducción.

El estudio de Lonsdale comienza con un repaso sobre los modos en los que se pueden plasmar las prácticas multilingües en literatura, haciendo especial hincapié en el translingüismo y la autotraducción por ser las prácticas más estudiadas, pero sin olvidar otras no menos importantes como prácticas de hibridación como el intento de hacer hablar un idioma en otro, recurso muy extendido en las obras de Hemingway y Arguedas, o la combinación de dos o más idiomas en un texto, procedimiento muy común en autores hispanohablantes que viven en EEUU (Estados Unidos). Además ofrece un repaso de autores que a lo largo de la historia de la literatura han incorporado el multilingüismo en su obra, desde el modernismo hasta nuestros días.

Quizá uno de los mayores logros de Lonsdale resida en haber sido capaz de diferenciar estas prácticas multilingües teniendo en cuenta la influencia de las diferentes tradiciones literarias, donde el canon anglosajón desempeña un papel predominante con autores como Joyce, Pound, Eliot, Beckett y Nabokov entre muchos otros. Sin embargo, y aquí viene el pertinente enfoque de Lonsdale, a pesar de la hegemonía del canon anglosajón en la literatura universal y por consiguiente en las diferentes corrientes de pensamiento, resulta necesaria la comparación entre, por un lado, el modernismo y la modernidad del canon anglosajón y, por otro, el modernismo y la modernidad de literaturas periféricas como las de España y de América Latina en lo que se refiere al fenómeno del multilingüismo, principalmente debido a esa falta de sincronía respecto a los límites históricos y geográficos de estos movimientos en estas culturas.

Uno de los pilares del estudio de Lonsdale es el concepto de “barbarismo” que aparece en el título de la obra. Lonsdale nos presenta su definición a partir de su etimología griega destacando lo que comunica este término en el plano lingüístico, esos elementos extranjeros (o extraños) o errores morfológicos que refuerzan la asociación de lo foráneo o exótico con la intrusión o disrupción, lo incomprensible e inarticulado (19). Los especialistas en estudios de traducción verán en esta definición de barbarismo que propone Lonsdale un guiño al fenómeno del “translatese” o “translationese”, lo cual puede favorecer también un marco ideal para la reflexión sobre los límites de ambos campos, la traducción y el multilingüismo, así como de los fenómenos mencionados. Dicho de otro modo, el enfoque y la metodología que propone Lonsdale pueden animar a investigadores de otras disciplinas a aplicar este formato de análisis a otros campos.

Resulta también atractivo el repaso histórico y político que hace Lonsdale de la importancia de las diferentes lenguas ibéricas y sus tensiones con el español y de hecho consigue relacionar estas tensiones con el concepto de barbarismo, esta vez introducido de la mano de Unamuno y abarcando un periodo que va desde el siglo XIX hasta nuestros días. Lonsdale enlaza estas tensiones entre las lenguas peninsulares y el español con el sentimiento de desposesión lingüística que se percibe en el movimiento indigenista de la literatura de América Latina y que reproduce semejantes tensiones, esta vez entre el español y las lenguas indígenas. La claridad en la exposición de sus análisis sociolingüísticos sobre lengua y modernidad en el mundo hispanohablante le sirve de base a Lonsdale para crear un discurso más convincente si cabe a lo largo del resto de su obra.

El método de análisis que propone Lonsdale para su estudio se divide en cuatro cuestiones principales, es decir, 1) establecer quién es el lector del texto multilingüe, 2) identificar cómo opera el texto multilingüe de forma intertextual y con qué contextos lingüísticos y culturales se relaciona, 3) analizar el uso de metáforas y 4) explorar el modo en el que se ha escrito el texto, así como investigar qué revela su multilingüismo a nivel estético y en el plano cultural. Lonsdale también consigue establecer interrelaciones entre estos autores a partir de, entre otros aspectos, el uso de metáforas vinculadas al multilingüismo. Un claro ejemplo sería el uso de la metáfora del puente en la obra de todos ellos, aunque es cierto que cada uno de estos autores opta por diferentes usos e interpretaciones, con claras connotaciones positivas como en el caso de Arguedas, o negativas como en el caso de Hemingway, que en For Whom the Bell Tolls (1940) lo relaciona con el fracaso a la hora de conectar culturas. Los análisis que nos ofrece Lonsdale de los cinco autores son útiles como modelos para aplicar en el estudio del multilingüismo a otros casos.

En su análisis de la obra de Valle-Inclán nos anima a explorar los límites del fenómeno del mestizaje, principalmente reservado para autores latinoamericanos, como por ejemplo el cubano José Martí con su obra ‘Nuestra América’ (1891) o su compatriota Roberto Fernández Retamar con ‘Calibán’ (1971), y analizar de qué forma se puede aplicar a la realidad peninsular y sus idiomas ibéricos como en este caso entre el español y el gallego. Asimismo nos proporciona apuntes interesantes sobre el uso del multilingüismo que se aprecia en Valle y en concreto sobre su hibridación del español y el gallego, así como sobre su ideología lingüística y su necesidad de incorporar a su dialecto literario el idioma de su patria, Galicia, así como el dialecto americano de sus viajes por México, el caló, la germanía, la variedad dialectal de Madrid, además de un amplio abanico de arcaísmos y neologismos, entre otros recursos.

En el caso del capítulo dedicado al estudio de la obra de Hemingway, Lonsdale se decanta por enfocar su análisis desde el prisma de los estudios de traducción y, en concreto, se centra en casos de supuestas traducciones erróneas o “mistranslations”, casos para los que se apoya en una selección de fuentes académicas del campo de la traducción, como Walter Benjamin, Antoine Berman o Lawrence Venuti. El cambio de enfoque resulta atractivo para el lector y contribuye a dotar al estudio de cierto dinamismo. Además consigue mantener el interés del lector a lo largo de su exposición con afirmaciones a priori polémicas pero que luego se encarga de matizar y desarrollar, como: “But mistranslation can also, in the right context, be productive” (86). Y, efectivamente, consigue convencer al lector con los ejemplos que aporta a lo largo de su estudio, que basa principalmente en los casos en que Hemingway calca construcciones del español en el texto original en inglés de For Whom the Bell Tolls (1940), expresiones que siendo erróneas consiguen evocar en el lector ese salto de un idioma a otro, esa traducción en el texto original como, por poner un ejemplo, en “What passes with thee?” Una vez más, Lonsdale consigue construir razonamientos coherentes con los que termina demostrando su teoría inicial y en este caso nos muestra cómo Hemingway establece un diálogo entre el español y el inglés, propiciando con su uso de la lengua una integración del uno en el otro.

La siguiente sección de su estudio está dedicada a José María Arguedas. En este caso Lonsdale le da preferencia a un análisis basado principalmente en la recepción de la obra del autor peruano, con especial atención hacia el fenómeno de la “mistura” y hacia las lecturas que hacen William Rowe y Vargas Llosa de su uso del quechua en Yawar Fiesta (1941). De nuevo, Lonsdale consigue establecer paralelismos interesantes, esta vez entre la “mistura” de Arguedas y el uso de la lengua de Hemingway en For Whom the Bell Tolls, ya que en ambos casos se observa un artificio lingüístico creado para darle forma a una hibridación cultural.

En el apartado que dedica a Jorge Semprún, Lonsdale vuelve a recurrir al marco teórico de la traducción y en este caso, además de Lawrence Venuti y Walter Benjamin, añade otras referencias de este campo más oportunas si cabe por su aplicación a la memoria, como Bella Brodzki. A lo largo de su análisis, Lonsdale moldea la dimensión ética que asigna Semprún a la traducción en su obra, una herramienta que le permite por una parte dar forma a su experiencia y por otra interpelar a un lector con el que logra conectar y al que logra transmitir sensaciones para conseguir que le termine comprendiendo. Pero más adelante Lonsdale nos explica que a otro nivel Semprún entiende la traducción en su obra como el ideal de comunicación en el futuro democrático, así como resistencia contra el casticismo provinciano que atribuye al aislacionismo de la España franquista.

La última sección de esta obra se centra en el estudio de la obra de Juan Goytisolo. Lonsdale nos guía a través del uso que hace Goytisolo de las metáforas del texto, de la escritura y del multilingüismo como modernidad utópica y como símbolos de su ideal de espacio urbano. Para ello, Lonsdale se basa en su análisis de la políglota Makbara (1980) que Goytisolo encuadra en Marraquech. Es en esta ciudad y en concreto en su plaza Xemáa-el-Fna donde, según Lonsdale, Goytisolo desarrolla su utopía multiétnica y multilingüe con su estilo provocador y subversivo. Además, Lonsdale profundiza en su análisis y nos revela otras capas de la narrativa de Goytisolo en las que se puede apreciar un postmodernismo que se presenta en forma de texto políglota y que el autor construye a partir de un estilo único caracterizado por una sintaxis fragmentada, una estructura laberíntica, su tono satírico y su tendencia hacia la exageración.

Como hemos mencionado anteriormente este estudio consigue acercarse al multilingüismo presente en una selección de autores desde un enfoque innovador, tendiendo puentes entre el hegemónico canon anglosajón y la realidad que se puede observar tanto en España como en América Latina. Se trata de un estudio que nos acerca más a la obra de cinco autores y a las diversas formas que adquiere el multilingüismo en la literatura. La selección ecléctica de autores, el enfoque innovador y la incorporación de otras disciplinas, como la traducción, hacen de este estudio una obra atractiva de consulta que puede convertirse en referente para futuras investigaciones en este campo.

Referencias

  • Lonsdale, Laura. Multilingualism and Modernity: Barbarisms in Spanish and American Literature Switzerland: Palgrave Macmillan, 2018, 246 p.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    09 Oct 2020
  • Fecha del número
    Jan-Jul 2020

Histórico

  • Recibido
    27 Feb 2020
  • Acepto
    12 Mayo 2020
  • Publicado
    Jul 2020
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