La política pública de apertura de escuelas los fines de semana se ha convertido en una práctica común en muchas provincias brasileñas. Las evaluaciones cuantitativas presentan buenos resultados de esta política para reducir la violencia. El artículo muestra el impacto de la apertura de las escuelas curitibanas (Curitiba, municipio brasileño, capital de Paraná) de la primera fase de la Educación General Básica los fines de semana en las comunidades de zonas vulnerables. Los temas que se tratarán aquí serán la violencia que los directores de escuelas observan y el aprendizaje de los estudiantes. La metodología utilizada en el análisis de la violencia fue la de los mínimos cuadrados observados atentamente por la puntuación de propensión (propensity score). Para los aspectos que involucran la calidad se utilizó el de las diferencias en diferencias. Dos contrafactuales se utilizan: las escuelas que esperan la entrada en el programa y las escuelas que no demostraron interés en participar del programa. Los resultados muestran que el programa tuvo un impacto positivo en algunas dimensiones de la violencia, como la mejora de la relación entre el alumnado, la reducción de delitos contra la propiedad y el tráfico de drogas dentro de la escuela. Sin embargo, los resultados señalan impactos negativos en el desempeño general de las escuelas, aunque no hayan sido estadísticamente significativos. Se concluye que el programa, a pesar de observar alguna mejora en el ambiente escolar todavía no ha logrado mejorar la calidad de la educación.
Escuela; Calidad; Violencia; Microeconometría
