Brasil es el campeón mundial en el número de cesáreas, en especial en el sector privado de la salud. este número puede llegar a más del 80% entre gestantes de clases medias y altas en algunas regiones del país. En contraposición a este estado de cosas, el movimiento del “parto humanizado” ha adquirido fuerza, teniendo como objetivos la denuncia de “violencia obstétrica” y el retorno de una forma “natural” de parto y cuidado del bebé. En este artículo pretendemos discutir la forma como el ideario de este movimiento implica en la constitución de un nuevo sentido para la maternidad a partir de una concepción de naturaleza corporal y el papel de la oxitocina en ese proceso.
Género; Parto humanizado; Maternidad; Violencia obstétrica; Oxitocina