El artículo discute datos obtenidos en entrevistas semi-estructuradas con 29 informantes de un conjunto de servicios de asistencia a casos de violencia doméstica contra mujeres. Se investigó el modo como los profesionales perciben sus trabajos y cuál es el grado de integración de las acciones entre ellos, a fin de caracterizarlos o no como una red con vistas a la inserción de los servicios básicos de la salud aún no participantes a la época. Se concluye que racionalidades operacionales diversas y conflictantes conviven en este conjunto, cercenando su integración efectiva. La inexistencia de un proyecto común refleja la dificultad de composición entre saberes y programas de atención con lógicas muy distintas, sin interfaces comunes y valoración mutua. Comprendiendo diversos sectores de asistencia a la población en el país, la integración depende de la construcción de canales de comunicación y formas tecnológicas de asistencia que permitan el ajuste de proyectos y definiciones a los objetivos compartidos.
Violencia contra la mujer; Género; Redes; Intersectorialidad; Salud de la mujer