Presenciamos recientemente la emergencia de una serie de nuevos discursos en el campo de la salud pública, mundial y nacionalmente, tales como la promoción de la salud, vigilancia de la salud, salud de la familia, reducción de vulnerabilidad, entre otros. No obstante, una efectiva consolidación de esas propuestas y su consecuente desarrollo parecen depender de transformaciones bastante radicales en nuestro modo de pensar y hacer salud, especialmente en sus presupuestos y fundamentos filosóficos. Es en la condición de una desconstrucción teórica, con vistas a contribuir a la reconstrucción en curso en las prácticas de salud, que se quiere poner en debate la presente reflexión. En ese sentido, se examina el cuidado bajo tres perspectivas conceptuales: como categoría ontológica, como categoría genealógica y como categoría crítica. La hermenéutica realizada en la interfaz de esas tres perspectivas permite apuntar direcciones donde parece productivo un esfuerzo de reconstrucción de las prácticas de salud: un activo movimiento de profesionales y servicios de salud en el sentido de dedicarse activamente a la presencia del otro en el espacio asistencial, la optimización y diversificación de las formas y calidad de la interacción yo-otro en esos espacios y el enriquecimiento de los horizontes de conocimientos y prácticas en salud en una perspectiva decididamente interdisciplinar e intersectorial.
Promoción de la salud; práctica de salud pública