Open-access El abordaje del paisaje como patrimonio de patrimonios. Una experiencia en el complejo frigorífico abandonado de General Daniel Cerri (provincia de Buenos Aires, Argentina)

A abordagem da paisagem como patrimônio do patrimônio. Uma experiência no complexo frigorífico abandonado de General Daniel Cerri (província de Buenos Aires, Argentina)

Addressing the landscape as a heritage of heritage. An experience in the abandoned refrigeration complex of General Daniel Cerri (Buenos Aires province, Argentina)

Resumo

El paisaje como tema de interés para la Geografía puede resultar no ser novedoso. Sin embargo, el modo de abordarlo ha ido cambiando según la perspectiva de análisis que se considere. En tal sentido, desde la perspectiva de análisis de la Acción y el Desarrollo Territorial, en la cual se enlaza el Desarrollo Local, el estudio del paisaje resulta novedoso al ser considerado como patrimonio de patrimonios. El objetivo del presente escrito es poner a consideración el estudio del paisaje como patrimonio de patrimonios, desde una propuesta teórica que puede respaldar acciones de gestión del paisaje local para contribuir a su conservación, mediante procesos de patrimonialización y construcción de identidad local. Para ello, se presenta el caso del complejo frigorífico abandonado de General Daniel Cerri (localidad situada en el partido de Bahía Blanca, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, en Argentina). La metodología empleada de carácter cualitativo se sustenta en el trabajo de campo y la recopilación de información de diversas fuentes, posteriormente analizadas e interpretadas, para luego hacer la lectura del paisaje desde el análisis de la morfogénesis a través de la adaptación de esta metodología.

Palabras clave:
paisaje; patrimonio de patrimonios; historia local.

Resumo

A paisagem como tema de interesse para a Geografia pode não ser novidade. No entanto, a forma de abordá-la vem mudando dependendo da perspectiva de análise que é considerada. Nesse sentido, na perspectiva da análise da Ação e Desenvolvimento Territorial, na qual o Desenvolvimento Local está vinculado, o estudo da paisagem é inédito ao ser considerado como patrimônio do patrimônio. O objetivo deste trabalho é considerar o estudo da paisagem como patrimônio do patrimônio, a partir de uma proposta teórica que possa subsidiar ações de gestão da paisagem local para contribuir com a sua conservação, por meio de processos de patrimonialização e construção da identidade local. Para tanto, apresenta-se o caso do abandonado complexo frigorífico General Daniel Cerri (local situado no distrito de Bahía Blanca, no sudoeste da província de Buenos Aires, na Argentina). A metodologia qualitativa utilizada baseia-se no trabalho de campo e no levantamento de informações de várias fontes que são, posteriormente, analisadas e interpretadas, e por conseguinte, fazer a leitura da paisagem a partir da análise dos aspectos morfogênese através da adaptação desta metodologia.

Palavras-chave:
paisagem; patrimônio do patrimônio; história local.

Abstract

Landscape as a topic of interest for Geography may not be new. However, the way of approaching it has been changing depending on the perspective of analysis considered. In this sense, from the perspective of analysis of Territorial Action and Development, in which Local Development is linked, the study of the landscape is novel as it is considered a heritage of heritage. This paper aims to consider the study of the landscape as a heritage of heritage, from a theoretical proposal that can support local landscape management actions to contribute to its conservation, through heritage processes and the construction of local identity. To this end, we presented the case of the abandoned refrigeration complex of General Daniel Cerri (a town located in the district of Bahía Blanca, in the southwest of the province of Buenos Aires in Argentina). The qualitative methodology used is based on fieldwork and the collection of information from various sources, subsequently analyzed and interpreted. To then read the landscape from the analysis of morphogenesis through the adaptation of this methodology.

Keywords:
landscape; heritage of heritage; local history.

1 INTRODUCCIÓN

En el escrito se presenta una contribución teórica del concepto de paisaje en relación a su valoración como patrimonio de patrimonios. El paisaje como patrimonio de patrimonios es una propuesta de investigación y análisis teórico en la Geografía, que desde hace algunos años postulan ciertos autores (Mata Olmo, 2017; Pesci, 2020) con la intención de contribuir a modos de gestión amigables y acordes a la conservación del paisaje. Sin embargo, no es cuantiosa la cantidad de autores que investigan esta temática, por lo cual estos autores son considerados los referentes claves para este escrito.

Se aborda este enfoque de análisis del paisaje como patrimonio de patrimonios en un caso de estudio concreto. Se trata del complejo frigorífico abandonado de la localidad de General Daniel Cerri. Este complejo fabril especializado en productos cárnicos tuvo como principal objetivo comercial la exportación. Es por ello que la localidad de General Daniel Cerri, situada en el partido de Bahía Blanca en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires en Argentina, se posicionó como un centro exportador de prestigio mundial durante gran parte del siglo XX. Este complejo dinamizaba el cotidiano local, siendo la fuente laboral de más de mil empleados. No obstante, por distintas causas, entre las que se pueden mencionar los cambios en la demanda internacional, los cambios en los modos de producción, las distintas crisis políticas y económicas del país, entre otros motivos, desde el año 2000 permanece cerrado en estado de total abandono.

Se considera que cualquier iniciativa de rescate de estos complejos abandonados propios del período del modelo agroexportador argentino inicia con la toma de conciencia de la importancia del mismo, al valorarlo como componente material que resguarda parte de la historia local. El reconocimiento de su historia es el inicio del camino para la conformación de una identidad que a través de acciones colectivas busquen su conservación. Conservación que puede resultar en procesos de Desarrollo Local mediante el cuidado del paisaje, el patrimonio y el ambiente, como también la posibilidad de refuncionalizar el espacio, dinamizarlo y contribuir a la calidad de vida de los habitantes.

El objetivo del escrito es poner a consideración el rescate de la historia de este complejo fabril en relación a la historia local desde el abordaje del paisaje como patrimonio de patrimonios. La metodología consistió en la búsqueda, análisis e interpretación de bibliografía pertinente. Asimismo, siendo empleada una metodología de carácter cualitativo, se complementa con el trabajo de campo y entrevistas a informantes claves. Todo ello para avanzar en el rescate de la historia local para su registro y comunicación. Posteriormente se realiza una adaptación de Pesci (2020) de la metodología para leer el paisaje desde el análisis de la morfogénesis.

En la primera parte del escrito mediante la revisión bibliográfica se analiza el binomio conceptual paisajepatrimonio para lograr dar cuenta de la resultante construcción conceptual del paisaje como patrimonio de patrimonios. Para lo cual se analiza el concepto de paisaje y la mutación que ha tenido desde ser considerado el aspecto visible y las formas de los territorios, pasando luego a considerarlo desde la percepción de los mismos, hasta transformarse en la actualidad en un medio de comunicación de las relaciones que los grupos humanos establecen con el entorno en el transcurso del tiempo, como patrimonio de patrimonios.

Luego se aborda este posicionamiento teórico en un estudio de caso en la localidad de General Daniel Cerri (partido de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina) mediante el rescate histórico del paisaje del antiguo complejo frigorífico. Dicho paisaje permite a través de los relatos y registros reconstruir la historia del lugar. A la vez, es el paisaje el que permite reconocer el patrimonio conformador de identidad en el espacio de estudio. Por último, se avanza en el apartado de resultados y discusión en la aplicación de la adaptación de la metodología de lectura del paisaje a través del análisis de la morfogénesis. La misma se emplea como instrumento de diagnóstico en un intento de identificar el carácter del paisaje que le de sustento como patrimonio de patrimonios.

2 EL CONCEPTO DE PAISAJE Y SUS IMPLICANCIAS EN RELACIÓN AL PATRIMONIO: EL PAISAJE COMO PATRIMONIO DE PATRIMONIOS

La primera aproximación que se tiene a un lugar, ya sea en un espacio abierto o cerrado, es a través de los sentidos, primando comúnmente la visión. Mientras que las personas no videntes desarrollan otras habilidades para reconocerlo, para el resto es mediante la vista que se puede apreciar el entorno. Es así posible hablar de ver o contemplar el paisaje. Pero también desde la contemplación se puede iniciar la lectura del paisaje, analizando del mismo la legibilidad de las formas y simbolismos que resguarda para su interpretación y comprensión.

En relación a su definición el concepto paisaje es en palabras de los autores Silva Pérez, Fernández Salinas y Mata Olmos (2018, p. 14)

[…] un término difuso y poliédrico. La Real Academia de la Lengua Española lo define con tres acepciones: Parte de un territorio que puede ser observada desde un determinado lugar; Pintura o dibujo que representa ese espacio natural y Espacio natural que, por sus valores estéticos y culturales, es objeto de protección legal para garantizar su conservación.

En el ámbito científico y académico este concepto ha sido compartido por muchas disciplinas dando así una condición polifacética con pluralidad de enfoques, matices e intereses (Silva Pérez; Fernández Salinas; Mata Olmo, 2018). Desde el siglo XIX el paisaje para la Geografía es concebido como “el conjunto de formas que caracterizan un sector determinando de la superficie terrestre” (De Bolós i Capdevila, 1992, p. 5) para establecer clasificación de los paisajes.

Los autores Castelli y Spallasso (2007, p. 11) lo definen como “una porción de territorio cuya apariencia ha sido determinada por las acciones e interacciones entre el hombre y la naturaleza, que puede contener en sí áreas rurales, urbanas, costeras y marinas, con valores naturales y culturales de cuyos vínculos recíprocos se nutre”. En esta definición si bien la variable que prima es la forma, también da cuenta que la forma es un resultado momentáneo de la relación de la sociedad con el entorno en el transcurso del tiempo.

También hacen referencia a la importancia de la percepción Castelli y Spallasso (2007, p. 11), al afirmar que “se considera asimismo a la percepción humana un factor enriquecedor del paisaje mediante el aporte de elementos subjetivos, tales como las impresiones que generan los sentidos, los sentimientos que produce el conocimiento del lugar o las vivencias”. El paisaje es el territorio percibido, con toda la complejidad psicológica y social que implica la percepción, desde los aspectos simplemente visuales a los más profundos relacionados con la experiencia de la contemplación reflexiva (Mata Olmo, 2008).

Así, la concepción de paisaje se ha ido ampliando y complejizando en su análisis al incorporar la relevancia que tiene la percepción en la valoración de los paisajes. En síntesis, el paisaje es una construcción social y también una representación social (Pesci, 2020). Por ello, puede comprenderse que ciertos aspectos son resaltados y otros menospreciados, o ciertos paisajes valorados y otros desestimados. En estas valoraciones o exclusiones se hacen presentes los procesos de conformación identitaria.

Es desde la percepción del paisaje que el mismo paisaje contribuye a conformar identidad, mediante la toma de conciencia de la propia identidad que el paisaje confiere al lugar y al territorio. Todo ello se constituye en un relato que da sentido a lo que se mira y experimenta al mirar el paisaje. Relato habitualmente sustentado en recuerdos, nostalgias y deseos, pero también en pérdidas y omisiones. Conectando así las formas observadas con los sentidos, sensaciones, impresiones, emociones y sentimientos, mediante el relato.

Al hablar de identidad, vinculando formas y sentidos percibidos, se entabla un vínculo indisociable entre paisaje y patrimonio. El autor Mata Olmo (2008, p. 155) aborda el vínculo explicando que

[…] el paisaje es un aspecto importante de la calidad de vida de la población; porque el paisaje es, ante todo, resultado de la relación sensible de la gente con su entorno percibido, cotidiano o visitado. Por eso mismo, el paisaje es también elemento de identidad territorial, y manifestación de la diversidad del espacio geográfico que se hace explícita en la materialidad de cada paisaje y en sus representaciones sociales. Se trata de una diversidad que resulta de la articulación de lo físico, lo biológico y lo cultural en cada lugar, un patrimonio valioso y difícilmente renovable.

El patrimonio y por tanto el paisaje, son pensados desde nuevos modos en los que se los considera heredados del pasado, como reflejo y expresión de valores, creencias, saberes y tradiciones en continua evolución, en paisajes comunes y cotidianos (Mata Olmo, 2017). Como menciona Pesci (2020) en este siglo el paisaje adquiere sentido comunicacional, en el cual se pueden encontrar contenidos tangibles e intangibles desde la historia y la memoria del pasado, expresados y comprendidos en el presente y reelaborados en un determinado proyecto de lograr un futuro mejor deseado.

Paisaje y patrimonio además de poseer valores múltiples y atribuirle valores económicos superpuesto a los culturales, son ante todo componentes de identidad, elemento esencial del lugar y factores de mejora de la calidad de vida. Pueden también favorecer la prosperidad económica y llegar a ser fundamentales para la protección del ambiente (Mata Olmo, 2017). Por lo tanto, cumplen una función notable en proyectos de Desarrollo Local.

En definitiva, el concepto de paisaje articula la relación sociedad-naturaleza. Es la huella resultante de las acciones de un grupo social sobre un territorio y sobre un paisaje natural prístino, siendo como un texto que se puede escribir e interpretar, pero también reescribir y volver a interpretar (Pesci, 2020). A la vez que la concepción patrimonial del paisaje implica que sea entendido al mismo tiempo como recurso y como elemento valorizable en las estrategias de desarrollo territorial, aspecto esencial del concepto de paisaje para la gestión sostenible del territorio (Mata Olmo, 2008).

El paisaje es entonces “patrimonio de patrimonios como lo define Mata Olmos” (Pesci, 2020, p. 35). Este paisaje es concebido como vertebrador de patrimonios culturales y naturales, aunando las dimensiones de las construcciones materiales y el entramado inmaterial de los relatos y prácticas culturales que le dan sustento y sentido a la construcción material. En la memoria colectica el paisaje se puede identificar con un pasado común y valorarlo como herencia para el futuro, de este modo el paisaje se transforma en el patrimonio de una comunidad (pudiendo ser reconocido legalmente o no) y al unificar en el mismo las dimensiones de lo natural, lo cultural, lo tangible y lo intangible se lo posiciona como patrimonio de patrimonios.

Retomando las palabras de Pesci (2020, p. 47) “el paisaje es claramente un concepto y enfoque metodológico altamente enriquecedor, integrador y holístico a partir del cual construir las bases de un dialogo en pos de proyectos/proceso donde la meta sea el desarrollo sustentable y el bien común, ante todo y para todos”. Los procesos de participación permiten a la población local apropiarse del paisaje y del territorio, pasando del conflicto al consenso, creando sinergias entre agentes públicos y privados e introduciendo miradas externas en un intento de promover nuevas formas de cooperación y gobernanza territorial (Mata Olmo; de Meer Lecha-Marzo; de la Puente Fernández, 2012); estrategias movilizadas en favor del Desarrollo Local.

3 PROPUESTA DE CONSIDERAR EL PAISAJE COMO PATRIMONIO DE PATRIMONIOS PARA EL CASO DEL COMPLEJO FRIGORÍFICO EN GENERAL DANIEL CERRI (PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA)

La localidad de General Daniel Cerri pertenece jurisdiccionalmente a la ciudad de Bahía Blanca y al partido homónimo situado en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires en Argentina. En la misma se sitúa el complejo frigorífico abandonado como caso de estudio (Figura 1).

Figura 1
Ubicación del complejo frigorífico en General Daniel Cerri en el partido de Bahía Blanca, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina

En la década de 1870 el Congreso de la Nación Argentina autorizó una serie de inversiones para fundar pueblos, formar plantaciones y levantar fortines fuera de la línea de frontera; dicha iniciativa fue otorgada al Ministro de Guerra y Marina Adolfo Alsina durante la presidencia de Nicolás Avellaneda (La Nueva Provincia, 1974). Debido a las incursiones de pueblos originarios que realizaban prácticas de saqueo y robo de ganado en el núcleo urbano de Bahía Blanca, distante aproximadamente 25 kilómetros, en el año 1876 se erigió un fortín (denominación dada a los fuertes de menores dimensiones, que en este caso tenía por misión actuar como freno de quienes practicaban el robo de ganado llamados cuatreros, para evitar su arribo a Bahía Blanca). La construcción estuvo comandada por Daniel Cerri, por entonces Comandante General y Jefe de la división Bahía Blanca (Biblioteca Popular José Hernández, s.f.). Según consta en los archivos del Consejo Deliberantes de la ciudad de Bahía Blanca se reconoció como fecha oficial de la fundación el día 27 de mayo de 1876 con la designación Pueblo Paso de los Cuatreros, reemplazado en 1943 por General Daniel Cerri. Respecto al fortín, se cree que su existencia fue efímera, de no más de tres años.

La particularidad de la localidad es que en su historia cuenta con dos fundaciones siendo la segunda y definitiva de carácter industrial. Desde 1891 la Compañía Sansinena de Carnes Congeladas, con casa central en Buenos Aires, se extendía por la provincia de Buenos Aires instalando frigoríficos con la denominación La Negra. Entre 1901 y 1903 se construyó en la localidad el complejo frigorífico que incluía un puerto de carácter internacional para exportación (Puerto Cuatreros) y la playa de maniobras ferroviarias para acercar los productos que serían embarcados (Figura 2).

Figura 2
Vista del Frigorífico Sansinena con el tren por vía de trocha angosta partiendo hacia Puerto Cuatreros

El complejo ocupó dos mil hectáreas de propiedad del señor Ernesto Tornquist, quien en ese momento era presidente del directorio de la empresa Sansinena y vendió esa extensión de tierra a la firma de la empresa (Kraser, 2019). Asimismo, la presencia de agua dulce por el curso hídrico del Río Sauce Chico y la cercanía al mar, fueron dos factores que también contribuyeron en la elección del sitio para el emplazamiento. El 1 de octubre de 1903 fue inaugurado el emprendimiento industrial.

Con el inicio de la actividad y la contratación de 400 operarios permanentes que al poco tiempo ascenderían a 850, cifra superada posteriormente, se contabiliza la llegada de numerosas familias a la localidad. El establecimiento construyó la Colonia Obrera Sansinena siendo uno de los primeros ejemplos de vivienda colectiva en la región para dar respuesta a la demanda habitacional. La actividad del complejo frigorífico trajo aparejado un crecimiento demográfico sostenido.

La disposición de las instalaciones del complejo fabril se distribuía en tres edificios de varios pisos denominados según la actividad realizada en los mismos. Por ello los edificios correspondían a faena, chanchería y conservas. Además, en cada uno se realizaban etapas del proceso productivo en secciones específicas, las cuales se llevaban adelante en departamentos determinados. También contaba con oficinas, laboratorios y local para cuerpo de bomberos con dormitorio. Otros departamentos de la fábrica eran sala de máquinas, calderas, jabonería, saladero de cueros vacunos, fábrica de hielo, cámaras y menudencias congeladas, peladero de cueros, potreros y corrales, embutidos, despacho, cámara de maduración, grasería comestible, grasería incomestible y subproductos, tripería vacuna, tripería lanar y abasto.

Las instalaciones originales del frigorífico fueron mejoradas y ampliadas en repetidas oportunidades hasta el cese definitivo de la producción en el año 2000. Entre esas ampliaciones el establecimiento pasó a contar con guardería para hijos lactantes de las obreras. Además de otras construcciones como las viviendas para quienes ocupaban los cargos jerárquicos, pista de aterrizaje para helicópteros y capacidad interna para producir energía eléctrica.

Durante el año 1952 se adoptaron las medidas necesarias para transferir el patrimonio de la empresa fundadora a la Corporación Argentina de Productores de Carne (pasando a denominarse CAP Cuatreros). En 1956 la actividad se redujo al mínimo cuando un incendio destruyó por completo las cámaras de frío. Posteriormente, las instalaciones fueron reconstruidas con la mejor tecnología del momento para asegurarse poder continuar con las exportaciones. En octubre de 1960 se inauguraron las obras que transformaron al viejo frigorífico en una de las plantas más modernas del país (CAP-Cuatreros, 1964).

En el año 1961 por causa de una fuerte marejada el vapor Defoe embistió el muelle del puerto produciendo una rotura que lo dejó inoperable (Kraser, 2019). Los embarques fueron realizados esporádicamente desde el puerto de Buenos Aires trasladando la mercadería hasta allí en camiones refrigerados. Pese a los trabajos efectuados de reparación, debido al calado de los buques eran necesarias constantes tareas de canalización y dragado que resultaban económicamente costosas, por lo cual el muelle no pudo seguir siendo empleado y se comenzó a utilizar el puerto Ingeniero White en Bahía Blanca. La última embarcación en partir desde Puerto Cuatreros lo hizo en el año 1962 (Figura 3).

Figura 3
Distintos momentos en la vida de Puerto Cuatreros

El frigorífico en manos de la Corporación Argentina de Productores de Carne fue intervenido por primera vez en el año 1973 por el Gobierno nacional. Luego las intervenciones fueron sucesivas, alternando meses de trabajo y largos períodos de decadencia, hasta el cese total de las actividades en el año 1989. En 1990 fue alquilado durante dos años al frigorífico Ramallo y luego cesaron temporalmente las actividades. En 1996 fue adquirido por la firma paraguaya Translink S.A. hasta 1999 cuando se iniciaron nuevos conflictos (Kraser, 2019).

Finalmente, en el año 2000 fue intervenido por la justicia y se decretó el quiebre. En el año 2005 hubo un intento fallido de remate. Se reiteró el intento y en el año 2007 los bienes muebles fueron adquiridos por un círculo empresario radicado en la Capital Federal de Buenos Aires (La Nueva Provincia, 01/08/2008). Desde su remate el establecimiento ha permanecido con escasa vigilancia sólo con dos cuidadores y, quienes ocupan dicha actividad deberían realizar una tarea titánica para poder controlar la totalidad de la superficie y extensión del frigorífico. Si bien la vigilancia ha frenado relativamente el saqueo y vandalismo en las instalaciones, no existe ninguna medida para detener el progresivo deterioro provocado por la falta de mantenimiento.

En el entorno próximo a las instalaciones fabriles dentro del mismo predio se sitúa un parque originalmente diseñado por el Arquitecto paisajista Carlos Thays, en el que se encuentran edificadas dos casonas de estilo inglés donde residía la gerencia (Figura 4). Desde el Municipio de Bahía Blanca se realizaron en el año 2010 las gestiones pertinentes para mediante Ordenanza declararlo Patrimonio histórico, cultural y paisajista, incorporándolo al listado de Bienes Patrimoniales del Municipio.

Figura 4
Vistas de las casonas y parte del parque diseñado por el Arquitecto paisajista Carlos Thays en el complejo frigorífico

La carencia de visión de usos alternativos, el inicial desinterés de la población local por la falta de valoración, la esperanza que el cese de la actividad sea sólo algo pasajero, las acciones de vandalismo, los múltiples robos, los oportunistas que vieron la posibilidad de obtener objetos de valor o posibles de comerciar, el escaso interés de las autoridades por conservar este patrimonio, las actividades nocivas programadas clandestinamente como la práctica de paint ball, la falta de mantenimiento con el paso del tiempo, la acción climática sobre las construcciones, el entorno ecológico o bioambiental que recupera su espacio original, los incendios que se generan en períodos de altas temperaturas estivales, son factores que se conjugan en el penoso proceso de deterioro (Figura 5).

Figura 5
Distintas vistas exteriores del estado de deterior del complejo frigorífico

4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN. ADAPTACIÓN DE METODOLOGÍA DE LECTURA DEL PAISAJE DESDE SU MORFOGÉNESIS

La patrimonialización del paisaje implica en definitiva la identificación de su carácter. Al respecto, la autora Pesci (2020, p. 152) indica que

Genius loci es un concepto romano. De acuerdo con las creencias romanas, cada ser tiene su “Genius”, su espíritu guardián. Este espíritu da vida a la gente y a los lugares. Los acompaña desde el nacimiento hasta su muerte y determina su carácter o esencia. El Genio del Lugar configura el espacio, otorgándole identidad mediante los elementos que lo componen, su disposición, formas, escalas y parámetros difíciles de describir, cuantificar y clasificar. La complejidad de combinaciones hace que la cantidad de información sea tal, que la percepción se realiza sobre todo con la intuición y las sensaciones.

A partir de esta información se intenta identificar el carácter del paisaje del área de estudio con la intención de dar sustento al mismo como patrimonio de patrimonios. Para ello, se considera que es pertinente abordarlo desde una adaptación simplificada de la metodología de lectura del paisaje desde su morfogénesis sobre la propuesta de Pesci (2020).

La morfogénesis puede con fines analíticos abordarse a través de varias dimensiones: Ecoforma (las formas ecológicas identitarias), Socioforma (organización social que responde a dimensiones cultural e histórica), Econoforma (organización económica), Psicoforma (deseos, impulsos y comportamientos de un grupo), Tecnoforma (las formas concretas tangibles que resultan de la interacción de las otras dimensiones), Tiempoforma (considera la evolución de los sistemas en distintos lapsos de tiempo) y Forma de Gestión (formas de organización político, institucional, jurídica, normativa, que permiten o no la gobernabilidad).

La misma permite la legibilidad del paisaje, y es a través de esta legibilidad que comunica, que pueden realizarse diagnósticos que permitan proponer proyectos de acción. En este sentido, se presenta la adaptación de la metodología a través de una propuesta simplificada para emplearla en una etapa de diagnóstico tomando en consideración las dimensiones bases (Tabla 1).

Tabla 1
Lectura del paisaje mediante su morfogénesis a través de la adaptación de la metodología simplificada para diagnóstico

Luego del diagnóstico del paisaje a través de la lectura realizada sobre la base de la metodología de la morfogénesis, se intenta identificar el carácter, el Genius loci o Genio del Lugar. Se pretende lograrlo a partir de la percepción de las visitas al lugar, las sensaciones que transmite a través de los sentidos, las impresiones que provoca, las emociones que genera y sentimientos que despierta. Todo ello mediado por el relato de los entrevistados y los recuerdos y las nostalgias que en las entrevistas se hacen presentes, a la vez de los deseos de conservación.

Es un paisaje que evidencia lo natural, lo cultural, lo industrial, lo tangible, lo histórico, lo arquitectónico, lo intangible. Pero a la vez excede todo ello. Podría entonces identificarse su carácter como un paisaje patrimonial local, por tener alto significado para el interés cultural. Este carácter lo convierte en ese paisaje patrimonio de patrimonios que requiere de la puesta en acción de los medios necesario para su conservación y activación. Posibilidad dada en el contexto actual porque el paisaje atraviesa hoy una situación paradójica y crítica, debido a que el “deterioro de conjuntos paisajísticos valiosos, la pérdida de tramas construidas del pasado […] coinciden con una demanda social creciente de paisajes de calidad” (Mata Olmo, 2008, p. 155).

5 REFLEXIONES FINALES

El análisis de las implicancias del concepto de paisaje requiere considerar la complejidad y profundidad del mismo. Se podría en un intento de establecer puntos de inflexión plantear tres momentos en relación a la evolución de su definición estableciendo generalidades, sin intención de afirmar esta enumeración como determinante y sujeta a crítica.

Un primer momento corresponde a las definiciones primigenias que lo limitaban a las formas y su carácter visual. Un segundo momento corresponden con la incorporación de la percepción al análisis, considerando las dimensiones de la misma desde sus implicancias en cuanto a sentidos, impresiones, sensaciones, emociones, sentimientos. Por último, en la actualidad el paisaje es un ámbito o instrumento de comunicación en vinculación al territorio, el lugar, el tiempo, las relaciones sociedadnaturaleza, el sentido de vida y de lugar y, su nexo inevitable con el patrimonio y la identidad. El vínculo entre paisaje y patrimonio adquiere un nivel de relación profundo que permite considerar al paisaje como patrimonio de patrimonios, como concepto y como enfoque metodológico.

La categoría de paisaje como patrimonio de patrimonios es una construcción conceptual que pone en palabras y sintetiza un cúmulo de conceptos y análisis de relaciones. En este punto toma importancia identificar el carácter de los paisajes, el Genius loci o Genio del Lugar. La metodología de lectura del paisaje desde su morfogénesis es una vía posible para identificarlo.

El abordaje del Genius loci, es un modo de análisis altamente enriquecedor. No sólo para el mundo académico y la investigación, sino también relevante para la determinación del carácter del paisaje como una instancia necesaria para la diagramación de proyectos de Desarrollo Local, mediante programas y planes de gestión y acción territorial participativa. En definitiva, para la gestión del paisaje y la diagramación de políticas de paisaje, tan necesarias en Argentina y en Latinoamérica en general.

En el caso de estudio presentado en la localidad de General Daniel Cerri, en referencia al ex frigorífico Sansinena posteriormente frigorífico CAP Cuatreros, el paisaje observado (en el escrito mostrado en fotos) permite contemplar un paisaje industrial pero carente de dinamismo, detenido en el tiempo. Este paisaje comunica, da cuenta al observarlo por sus imponentes dimensiones, de un tiempo pasado de esplendor industrial que se corrobora en relatos, en registros de información de distintas fuentes.

El paisaje del caso de estudio encierra componentes patrimoniales culturales y bioambientales, tangibles pero también intangibles, en cuanto se conservan en los relatos de la población local anécdotas, modos de hacer, usos y costumbres propios del modo de vida que marcó a la localidad por casi una centuria. En definitiva, componentes que otorgan el sentido de lugar y espacio de vida para una comunidad que aún con nostalgia recuerda los años gloriosos de la producción del frigorífico, que posicionaba al pueblo como un lugar reconocido en el país y en el mundo. Estos componentes se conforman como patrimonios hacedores de identidad.

La necesidad de gestionar dicho espacio para que no desaparezca en los últimos años ha despertado el interés por su conservación. Distintas iniciativas vecinales son propuestas, pero hasta el momento no han logrado su cometido. Estas intencionalidades dan cuenta de la valoración y significado que este paisaje y este entorno patrimonial, este paisaje patrimonial, detenta para la población local. Una vez más aquí radica la importancia de leer el paisaje e identificar su carácter, encontrar su Genio del Lugar, que lo singularice y de sentido a su valoración para consolidar el interés en conservarlo.

Este paisaje es en síntesis vertebrador de patrimonios culturales y naturales, materiales e inmateriales, a la vez, de ser parte que conforma la identidad local. Es un paisaje patrimonio de patrimonios que merece ser valorado, rescatado, conservado y salvaguardado para que las futuras generaciones puedan conocerlo. Porque una comunidad que pierde su paisaje y en él su patrimonio pierde parte de su historia, y al perder su historia se diluye la conformación de su identidad.

REFERENCIAS

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    21 Jul 2025
  • Fecha del número
    2025

Histórico

  • Recibido
    15 Ago 2024
  • Acepto
    12 Dic 2024
  • Acepto
    12 Dic 2024
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