Los mega-eventos deportivos (DME) implican luchas para determinar la definición del legado y las prioridades que guían los procesos de planificación, financiación financiamiento y ejecución de los resultados. La historia muestra que los legados reflejan los intereses del capital y que los beneficios son disfrutados principalmente, si no exclusivamente por los intereses empresariales poderosos, por algunos líderes políticos y por las organizaciones que dirigen los deportes de alto rendimiento. Este artículo aborda los desafíos que enfrentan las ciudades y los países anfitriones de los DME, y demuestra que legados justos y equitativos y resultados en sentido de desarrollo se logran solamente cuando se considera y se da prioridad a las voces e intereses de la población en general durante el proceso de planificación, financiamiento e implementación. Él también demuestra que la representación plena en el proceso de definición y consecución de los legados y los resultados en sentido de desarrollo pueden ser socavadas por las creencias populares sobre el poder del deporte.
mega-eventos deportivos; legado; desarrollo; Juegos Olímpicos