Resumen
La Unión Europea delega a la Comisión Europea el poder exclusivo de iniciativa legislativa, lo que permite que un cuerpo autónomo y guiado por el conocimiento técnico tenga legitimidad institucional para proponer leyes contrarias a los intereses de los gobiernos nacionales. A partir del análisis de la destitución voluntaria de la Comisión Santer y el proceso de nombramiento de la Comisión Barroso, el artículo identifica un empoderamiento del Parlamento Europeo, principalmente en el control ex-ante de la Comisión Europea, cuando confirma la selección de los miembros de la Comisión, mientras que el poder de control ex-post viene siendo delegado al presidente de la Comisión, que se ha convertido en un agente importante en la gestión de crisis.
instituciones; delegación; actores con poder de veto; Unión Europea