Resumen
Este artículo analiza cómo el racismo estructural y la pobreza multidimensional afectan el desarrollo humano desde una perspectiva neuropsicológica crítica. La pobreza se entiende no solo como carencia económica, sino como un fenómeno complejo que incluye privaciones en salud, educación, vivienda y saneamiento. Estas condiciones impactan directamente el desarrollo cognitivo y emocional humano, especialmente en la infancia, al comprometer la salud mental de los cuidadores y la calidad de la parentalidad. El racismo se considera como un estresor crónico con efectos neurobiológicos -como la activación prolongada del eje HPA, el aumento del cortisol y las alteraciones en estructuras cerebrales vinculadas a la regulación emocional y la memoria. En contraposición al reduccionismo biológico de la neuropsicología hegemónica, los autores proponen un enfoque dialéctico que concibe el psiquismo como resultado de la cogénesis entre el funcionamiento cerebral y el contexto sociocultural. La entrevista con miembros del Grupo de Trabajo de Neuropsicología del Consejo Federal de Psicología pone en evidencia los límites del modelo biomédico y plantea caminos hacia una neuropsicología crítica, antirracista y comprometida socialmente. Se defiende la incorporación de interseccionalidades de raza, clase, género, discapacidad y territorio como dimensiones constitutivas de la subjetividad, así como la urgencia de una formación con alfabetización racial y competencia cultural.
Palabras clave:
Racismo; Pobreza; Neuropsicología; Desarrollo Humano