Resumen
Este artículo presenta un estudio teórico sobre el ascenso de la alianza neoliberal-neoconservadora articulada por la extrema derecha y el uso del familismo centrado en la cisheteronormatividad como estrategia para sostener la defensa de una infancia concebida como universal y sacralizada. Se argumenta que el neoliberalismo y el neoconservadurismo operan como actualizaciones del colonialismo configurando un neocolonialismo. Para respaldar este análisis, se recurre al marco teórico de la Antropología de la infancia y a una revisión histórica de las políticas familistas, con el objetivo de problematizar el uso de la infancia como bandera política del conservadurismo contemporáneo. Esta problematización parte de una crítica a la homogeneización de las nociones de infancia y familia, al ignorar sus interseccionalidades y particularidades socioculturales. Esta lógica se interpreta como un proceso de privatización de la infancia, que resulta en la negación de la agencia política de niñas y niños, y en la consecuente naturalización de su condición como sujetos que deben ser, al mismo tiempo, vigilados y protegidos. Este estudio propone generar fisuras en las lógicas neoliberales, neoconservadoras y familistas, movilizando para ello el concepto de infancialización desarrollado por Renato Noguera.
Palabras clave:
Neoliberalismo; Neoconservadurismo; Familismo; Infancia