El presente ensayo problematiza los discursos y estereotipos producidos por las ciencias que inciden sobre los hombres y las mujeres que practican o que son víctimas del asedio moral. Se discute, de esa manera, a través de una aprensión teórica sobre el fenómeno del poder en las organizaciones, la posibilidad de una reflexión crítica que permita el alejamiento de las conductas consideradas inmorales, pero presentes en el mundo del trabajo, del territorio normativo de la patología y de la adaptación de los sujetos. Son llevadas a cabo reflexiones que permiten comprender cómo las prácticas psi se utilizan de antiguos métodos para el control social de los cuerpos en el aparato social. Desde una perspectiva psicosocial, llamamos la atención para el hecho de que el asedio moral no se refiere tan sólo a una conducta individual antisocial, sino que está relacionado a condiciones individuales, grupales, organizacionales y sociales. Por fin, en la esencia de esos posicionamientos y engendramientos, mostramos que el concepto de asedio moral presenta aun otras especificidades que necesitan tornarse viables ante los estereotipos de género producidos principalmente por el medio académico, que contribuyen para la cristalización de masculinidades y de feminidades ante ese fenómeno. En ese contexto, se trata de reinterpretar los esencialismos, prácticas dichas masculinos o femeninas, que tienen consecuencias negativas en el mercado laboral y que dificultan la consecución de una mayor igualdad entre hombres y mujeres.
Trabajo; Asedio moral; Género; Poder; Psicología organizacional