Los errores presentes en las tareas de un sujeto constructor de conocimiento son importantes porque, al constituirse observables, favorecen los procesos de equilibrio. Para el investigador, clínico o profesor, la observación constructivista de los errores puede garantizar una objetividad mínima en los procesos de diagnóstico e intervención. Nuestra intención en este trabajo de revisión teórica (ilustrado por comentarios sobre un estudio de caso) es caracterizar el error como parte inherente a la actividad del sujeto constructor que, cuando llamado a solucionar un problema, se aprovecha del error para promover la apertura de nuevos posibles y, en seguida, dialécticamente reducirlos a un único posible, garantizando así su condición de necesario. Intentamos actualizar la caracterización de los errores como parte del proceso de aprendizaje y como reveladores de la lógica infantil, criticando posiciones que los consideran meros indicios de incapacidades y dificultades al resolver tareas.
Psicología Genética; teoría de la equilibración; Piaget