Las cuestiones sobre la asistencia sanitaria de los inmigrantes y refugiados son consideradas actualmente como puerta de entrada a los derechos humanos y una manera de reconocimiento de este grupo. Sin embargo, según como se entienda la asistencia a este grupo, se puede llevar a un "des-reconocimiento" del sujeto. Los impedimentos surgen al naturalizar la experiencia migratoria como factor de riesgo que causa la patología psíquica. Cuando el discurso sobre inmigración se vincula a formas específicas de sufrimiento psíquico, pone en riesgo de medicalización la experiencia migratoria y control farmacológico de problemas que pueden ser de orden social, política o económica. Un desafío es el de la formación de trabajadores para la atención sanitaria física y mental de los inmigrantes para apoyar el encuentro: sin estereotipar la condición de migrante o refugiado ni silenciar la singularidad del sujeto, es necesario entender la representación de la salud y la enfermedad en el contexto de origen y las particularidades actuales de la vida de esas personas.
trauma; migración; salud mental; etnopsicoanálisis