Este artículo analiza la transmisión y producción de algunas enseñanzas direccionadas a familias pobres y cómo se posicionaba las mujeres, fundamentalmente, como madres amorosas, educadoras y nutrices "naturales" y culturales de los niños, responsabilizándolas, casi integralmente, por la prevención y cuidado de la salud de la familia y por la generación de la "infancia mejor". Los datos etnográficos se obtuvieron en el contexto de una política pública de educación e(n) salud - Primera Infancia Mejor - tal como la implementaron en un locus específico - la ciudad de Canoas -, con el objetivo de aprehender cómo funciona el género para organizar relaciones sociales de poder desde un conjunto de significados y símbolos construidos. Así, mientras que los niños del público destinatario del Primera Infancia Mejor son considerados vulnerables, las familias pobres, representadas por las mujeres-madres, tienen que asimilar enseñanzas apoyadas en esquemas teóricos y científicos que puedan producir una determinada posición de sujeto - de la madre-profesora.
género; maternidad; políticas públicas
