El artículo analiza la separación entre la historia cultural y la historia de la educación. Examinando obras a partir de los años de 1970, se verifica la importancia creciente de la historia cultural y la ausencia casi completa de trabajos relativos a la historia cultural de la educación. Aborda cuestiones disciplinares e institucionales, pero también historiográficas, que concurren para la exclusión de determinadas disciplinas, como la historia de la educación, del ámbito de trabajo del historiador. Durante la década de 1980, detecta un mayor interés por la historia de la educación y por su inserción en las perspectivas historiográficas. Focaliza algunas cuestiones que interesan a los historiadores y a los historiadores de la educación; las relaciones entre historia y cultura; la tentativa de considerar la historia cultural bajo dos perspectivas; una que le atribuye el recorte y análisis de objetos culturales, y otra que privilegia los presupuestos metodológicos, abordando tanto las prácticas sociales como sus presentaciones, de acuerdo con concepciones de las diversas teorías sociales. Concluye que la historia cultural es un campo multi o interdisciplinar, no apenas un tipo de abordage, ni apenas un nuevo espacio o dimensión de lo real, y enfatiza la necesidad de una reflexión más sistemática sobre la educación como un tema/objeto de investigación necesario a la comprensión de la formación cultural de una sociedad.
historia cultural; historia de la educación