RESUMEN
Estudios recientes sobre primates demuestran que el hombre es, por lo lejos, el más apto a aprender por mimetismo. Aristóteles ya consideraba que la capacidad de aprendizaje cultural y el placer de dedicarse a ella constituían un don propio de la especie humana. Esas aptitudes miméticas permiten que el niño participe, en la primera infancia, en la producción y los procesos culturales de la sociedad. En esa fase, el niño asimila las producciones materiales y simbólicas de su comunidad cultural, que conservadas de esa manera, se transmiten a la generación siguiente. En gran medida, el aprendizaje cultural es el aprendizaje mimético, que resulta esencial en innúmeros procesos de formación y de autoformación; se extiende al otro, a la comunidad social y a los bienes culturales, cuya vitalidad asegura. El aprendizaje mimético, fundada en el cuerpo y los sentidos, permite que se aprendan imágenes, esquemas y movimientos del dominio de la acción práctica; se realiza en forma mayormente inconsciente, lo cual induce efectos duraderos en todos los campos de la evolución cultural.
PALABRAS CLAVE:
mimesis; aprendizaje cultural; ritual; gesto; saber práctico