En este artículo se busca analizar las relaciones que se establecen entre esclavos y ex cautivos (libertos) con la cultura escrita, a partir de un recorte de larga duración (1731-1750) y de un levantamiento cuantitativo de documentos producidos en la Comarca de Rio das Mortes, Minas Gerais. Las firmas fueron elevadas al estatuto de fuentes para inferir los grados de letramiento de aquellos que son capaces de firmar sus nombres. Las capacidades autográficas fueron recogidas en procesos de crímenes y testamentos, habiendo sido los sellos originales calificados con el auxilio de una escala de formas. Otras fuentes analizadas fueron las noticias de venta o fuga de esclavos, publicadas en un periódico de los ochocientos, una vez que algunos periódicos informaban si los esclavos sabían leer y escribir. A lo largo del período analizado, se nota una continuidad en la posesión de las tecnologías de lectura y escrita por parte de los hombres que ejercían oficios especializados, como los sastres, albañiles y carpinteros.
esclavitud; cultura escrita; grados de letramiento