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Tiempo, religión y moral: educación, trabajo y ocio desde las lógicas desarrollistas en Acción Cultural Popular - Colombia (década de 1960)

Tempo, religião e moral: educação, trabalho e ócio nas lógicas desenvolvimentistas da Acción Cultural Popular - Colômbia (década de 1960)

Time, religion and morals: education, work and idleness in the developed logics in Acción Cultural Popular - Colombia (1960s)

Resumen:

Analizamos la experiencia educativa de ‘Acción Cultural Popular’, en Colombia en la década de 1960. Iniciativa de la Iglesia católica que buscó afectar la vida de los campesinos combinando un discurso religioso moralista con aspectos de la ideología desarrollista del período. Considerando el ocio inmoral, se desarrollaron campañas que exaltaban el sano uso del tiempo a partir de prácticas de recreación responsable, modernizando el sentido del trabajo. Nos enfocamos en cuatro campañas desarrolladas: Recreación, Domingo Cristiano, Contra el ocio y San Isidro Agricultor’. Las fuentes utilizadas fueron el periódico El Campesino y correspondencia intercambiada entre dirigentes de ACPO y líderes campesinos. Dialogamos con la noción de educación social y con Edward Thompson para pensar la relación entre tiempo, trabajo y educación moral.

Palabras clave:
educación popular; educación social; Acción Cultural Popular; historia de educación de las sensibilidades

Resumo:

Analisamos a experiência educativa da Acción Cultural Popular, na Colômbia na década de 1960. Inciativa da Igreja Católica que buscou afetar a vida dos camponeses aliando um discurso religioso moralista com aspectos do ideário desenvolvimentista do período. Considerando o ócio imoral, foram desenvolvidas campanhas que enalteciam o uso saudável do tempo a partir de práticas de recreação responsável, modernizando o sentido de trabalho. Focamos em quatro campanhas ali divulgadas: Recreación, Domingo Cristiano, Contra el ocio y San Isidro Agricultor. As fontes são o periódico El Campesino, e a correspondência trocada entre os dirigentes da ACPO e lideranças camponesas. Dialogamos com a noção de educação social e com Edward Thompson para pensar a relação entre tempo, trabalho e educação moral.

Palavras-chave:
educação popular; educação social; Acción Cultural Popular; história da educação das sensibilidades

Abstract:

We analyze the educational experience of Acción Cultural Popular, in Colombia in the 1960s. Initiative of the Catholic Church that sought to affect the lives of peasants combining a moralistic religious discourse with aspects of the developmentalist ideology of the period. Considering immoral the idleness, campaigns were developed that extolled the healthy use of time based on responsible recreation practices, modernizing the meaning of work. We focused on four campaigns developed there: Recreation, Domingo Cristiano, Contra el ocio and San Isidro Agricultor. The sources are the newspaper El Campesino, and the correspondence exchanged between ACPO leaders and peasant leaders. We dialogue with the notion of social education and with Edward Thompson to think about the relationship between time, work and moral education.

Keywords:
popular education; social education; Acción Cultural Popular; history of education of sensibilities

Introducción

Las relaciones entre desarrollo económico y religión forman un amplio abanico de posibilidades de estudios en el ámbito de la historia de Latinoamérica a partir de diferentes perspectivas. En este trabajo fijamos la mirada en un tipo de educación social que pretendía promover la educación de los campesinos colombianos en diversos ámbitos. Uno de ellos tiene que ver con la educación para el uso de tiempo libre, la cual presuponía un énfasis en la recreación y la condena del ocio. Se trataba, entonces, de un tipo de educación moral, que partía de la apología del trabajo y del buen uso del tiempo para el desarrollo de trabajadores más productivos, menos perezosos, higiénica y moralmente ‘civilizados’. En este proyecto las formas de vivir de los campesinos no solo eran criticadas, sino que se buscaba transformarlas de acuerdo con los presupuestos de la ideología desarrollista que enmarcaría el continente en la segunda mitad del siglo XX, aunque su agente desencadenador fuera la Iglesia católica.

Acción Cultural Popular - ACPO fue una iniciativa nacida en el seno de la Iglesia católica con el objetivo de transformar las costumbres y los modos de vida de los campesinos colombianos. La institución fundada por el padre José Joaquín Salcedo1 1 José Joaquín Salcedo Guarín fundó y dirigió a ACPO por 40 años. Nació en Corrales-Boyacá en 1921 y se ordenó como sacerdote en mayo de 1947, ese mismo año fue enviado a Sutatenza. Después de establecer su obra, nunca más fue nombrado como párroco ni allí, ni en ningún otro lugar, pues obtuvo licencia por parte de monseñor Ángel María Ocampo Berrio para trabajar exclusivamente en ACPO. En 1955 fue nombrado Prelado doméstico de su Santidad, por el papa Pio XII. Pasó a ser llamado como monseñor, después de ser enviado como comisionado de comunicaciones al Concilio Vaticano II. De acuerdo con las descripciones desarrolladas por autores como Luis Zalamea e Indalecio Rodríguez, Salcedo se concentró en ‘las relaciones públicas’ de su obra para conseguir apoyo de entidades públicas y privadas. Por lo cual, tuvo contacto con la élite política y económica de Colombia, la cúpula de la Iglesia católica romana en el país y en el Vaticano, y con directivas de diversas agencias internacionales. Se retiró en 1975 de la dirección de ACPO y murió en Florida-EEUU, en el año de 1994. En: Zalamea (1994) puede encontrarse un panorama más amplio de la vida y obra de Salcedo. en 1947 en el municipio de Sutatenza2 2 Sutatenza es un pequeño pueblo ubicado en el Valle de Tenza en el departamento de Boyacá, a unos 130 km al norte de Bogotá. , dedicó sus actividades a la educación de base cristiana de adultos campesinos, a través del uso combinado de medios de comunicación masiva: radio, periódico, cartillas, afiches y biblioteca, apoyados a su vez de un intercambio epistolar sin precedentes, de agentes educativos provenientes de las poblaciones campesinas y del desarrollo de diversas campañas para el mejoramiento de la vida cotidiana y el aumento de su productividad. Lo anterior, bajo la metodología de Escuelas Radiofónicas. Por eso caracterizamos sus iniciativas como esfuerzos de educación social (Gomes, Meurer, & Taborda de Oliveira, 2017Gomes, L. R., Meurer, S. S., & Taborda de Oliveira, M. A. (2017). A noção de educação social como possibilidade heurística para a pesquisa em história da educação. In M. D. Daros, & E. Pereira (Org.), Sentidos da educação e projetos de Brasil (p. 19-35). Belo Horizonte, MG: Mazza Ediciones. ). Con el paso del tiempo su proyecto educativo fue sofisticado y pasó a denominarse Educación Fundamental Integral - EFI3 3 Para conocer mejor la propuesta de ACPO ver los trabajos compilados en el Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República (2012), titulado ‘Radio Sutatenza: puntos de partida para una historia’. Ver también las investigaciones de: Londoño y Mejía (2014); Angarita (2016), Hurtado (2016), Urrea-Quintero (2022). .

Su forma de organización y acción desarrollaba una propuesta formativa desde el diagnóstico según el cual era preciso reformar la vida de los campesinos para que fueran más productivos y no se dejaran afectar por los ideales revolucionarios en boga en parte del mundo post Segunda Guerra Mundial.

A nivel nacional, ACPO nace en un periodo marcado por el enfrentamiento entre los partidos tradicionales4 4 El partido Liberal nace el 16 de julio de 1848 y el partido Conservador nace el 4 de octubre de 1849. Se constituyen en los dos partidos tradicionales, aplastando cualquier otra opción partidaria hasta avanzado el siglo XX. “Desde mediados del siglo XIX, los dos partidos llamados tradicionales dieron nacimiento a dos verdaderas subculturas, que se implantaron sobre todo el territorio, […] una representación de la política fundada sobre una división amigo-enemigo” (Pécaut, 2001, p. 135). : Liberales y Conservadores. Un conflicto con raíces en el siglo XIX, pero que se agudiza a mitad del siglo XX. En 1946, un año antes de la fundación de la institución, el Partido Conservador había regresado al poder y permanecería allí hasta el golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla que daría paso al acuerdo entre las élites políticas de ambos partidos, denominado Frente Nacional5 5 Pacto entre Liberales y Conservadores para alternarse el poder. Cada 4 años se cambiaría el partido en gobierno, además de repartirse los cargos públicos entre ambos. La propuesta fue lanzada y aceptada a través de un plebiscito en 1957. (1958-1974). El lugar que retoma el conservatismo es fundamental para comprender el crecimiento y fortalecimiento de una institución denominada como obra de la Iglesia católica. A pesar de asumirse como ‘neutral’, es innegable el alineamiento que construyó no solo con el partido Conservador, sino con toda una visión conservadora de la acción de la Iglesia católica, lo que la llevaría a rechazar de manera directa posturas más progresistas del trabajo con las poblaciones vulnerables por parte de la Iglesia, como las comunidades eclesiales de base o la teología de la liberación.

Al tiempo que se conectó con la postura conservadora, lo hizo también con los discursos desarrollistas, tanto a nivel económico y social, como con las discusiones en torno al desarrollo humano propuesto desde el Vaticano. Estos vínculos le permitieron recibir apoyo del Estado, inclusive durante los gobiernos liberales del Frente Nacional, de diversas agencias internacionales y de organizaciones religiosas, quienes leían en su propuesta educativa una alineación con sus agendas políticas, económicas y sociales. A través del periódico El Campesino6 6 El periódico El Campesino fue el segundo medio de comunicación más importante de ACPO, después de la emisora Radio Sutatenza. Ganó un lugar fundamental en la tarea educativa en y ‘fuera’ de las lógicas escolares propias de la institución. El número de páginas varió a través de los años entre 16 y 20, además acompañaba algunas de sus publicaciones con suplementos, principalmente para las EERR. Presentaba información general y opiniones con base católica, sobre la realidad política y económica del país y la situación del campesinado, al lado de consejos técnicos agropecuarios. De acuerdo con los informes de Acción Cultural Popular y con las informaciones publicadas en el propio periódico, “[…] por su circulación, ocupa[ba] el primer lugar entre los semanarios colombianos, y el tercer lugar entre todas las publicaciones de prensa, incluyendo los diarios urbanos” (ACPO, 1964, p. 50). Información que no se ha confirmado por fuera de las fuentes institucionales. Fueron tomadas las publicaciones desde el año 1, edición nº 1 del 29 de junio de 1958, hasta el año 17, edición nº 898 del 28 de diciembre de 1975. y la correspondencia de Líderes y Usuarios7 7 En el informe de 1992, ACPO asegura haber respondido un total de 1.229.552 cartas. De acuerdo con Hurtado (2016), en su estudio sobre el archivo epistolar (Líderes y Usuarios), entre 1953 y 1975 sobrevivieron al proceso de selección y preservación 76.992 cartas de diferentes regiones. Debido a la magnitud del archivo, la falta de una adecuada catalogación y la imposibilidad de acceso a todos los volúmenes, se optó por tomar muestras de las diferentes zonas de correspondencia, abarcando la década de 1960. Estos años tuvieron un significativo aumento del intercambio epistolar, por lo cual se tomaron 100 cartas por volumen accedido, en total se analizaron 653 cartas y 447 respuestas. , fueron analizadas para el presente texto cuatro campañas desarrolladas por ACPO: ‘Recreación’, ‘Domingo Cristiano’, ‘Contra el ocio’ y ‘San Isidro Agricultor’. Desde ellas destacamos cómo eran concebidas las relaciones entre educación, trabajo y tiempo libre en tanto contenidos moralizadores de los campesinos colombianos, con la creciente afirmación de una recreación sana en contra del ocio ‘vicioso’ de la gente común. La ética del trabajo, que penetra los discursos de ACPO desde la espiritualidad del desarrollo, es la base desde la cual hace su propuesta educativa para los campesinos y campesinas colombianos. Para ella es necesario la construcción de una perspectiva de tiempo que se alimente del progreso. Una constante búsqueda por maximizar rendimientos, de tiempos y recursos, cuyo fin debe ser el aumento de la productividad. El tiempo libre es una especie de recompensa, solo quien se esfuerza puede tenerla. Es un tiempo de no trabajo que puede ‘ser aprovechado’ en cosas, también productivas, como mejorar la casa, etc. Lo que recuerda el espectro del tiempo libre dibujado por Elías y Dunning (1992Elías, N., & Dunning, E. (1992). Deporte y ocio en el proceso de la civilización México, ME: Fondo de Cultura Económica.) y confronta claramente la cultura tradicional de amplias poblaciones no solamente de Colombia, sino de toda Latinoamérica.

Por supuesto este intento significaba la negación de las tradiciones y de valores de las comunidades campesinas, con la afirmación de un ethos considerado moderno que conectaba desarrollo económico, religiosidad cristiana y valores liberales. La propuesta, entonces, actualizaba los fundamentos coloniales que inscribieron Latinoamérica en los márgenes del mundo civilizado, región ‘retrasada económica y culturalmente’ gracias a algunos de los vicios de su población, como han destacado autores como Dussel (2005Dussel, E. (2005). Europa, modernidade e eurocentrismo. In E. Lander (Org.), A colonialidade do saber: eurocentrismo e ciências sociais. Perspectivas latino-americanas (Colección Sur Sur, p. 24-32). Ciudad Autónoma de Buenos Aires, AR: Clacso. Recuperado de: http://www.clacso.org.ar/argentina
http://www.clacso.org.ar/argentina...
) y Quijano (2005Quijano, A. (2005). Colonialidade do poder, eurocentrismo e América Latina. In E. Lander (Org.), A colonialidade do saber: eurocentrismo e ciências sociais. Perspectivas latino-americanas (Colección Sur Sur, p. 107-130). Ciudad Autónoma de Buenos Aires, AR: Clacso. Recuperado de: http://www.clacso.org.ar/argentina
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).

Trabajo, tiempo y educación

Pensar la historia del trabajo es pensar el tiempo y sus usos. Muy cerca de lo que propuso Thompson (1998Thompson, E. (1998). Costumes em comum. São Paulo, SP: Companhia das Letras.) en su texto sobre el trabajo popular en el siglo XVIII inglés, un campo sin electricidad que implica acoplar la labor a la luz del día y ritmos de trabajo que obedecen a designios naturales, construyen una idea de tiempo que no está preocupada con su control. Allí el producto del trabajo no depende únicamente del nivel de esfuerzo, sino, también, de las condiciones climáticas, no obedece a la prisa o la eficiencia, sino al cumplimiento de tareas específicas y necesarias en la cotidianidad, marcadas por los ciclos naturales, por los tiempos de lluvias y de verano. Es un campo en el que habría que modificar toda la experiencia sobre el tiempo y formar una nueva perspectiva frente al pasado, presente y futuro que posibilitara la ‘superación’ de lo tradicional para la penetración de los ideales modernizadores y desarrollistas de mitad de siglo XX. ACPO participó, desde su óptica educativa, a la llegada de estos discursos y prácticas a la población rural colombiana.

El nuevo enfoque de tiempo estaba en dos aspectos que atraviesan tanto la propuesta de ACPO en general, como los objetivos de las campañas aquí analizadas. En primer lugar, la construcción de una idea de tiempo de ‘no trabajo’, que debe ser colmada de actividades de ‘recreación’. No se trataba solo de separar los tiempos. Sino de controlar aquel en el cual no se trabaja, colmándolo de prescripciones para ser moderado y acorde con las obligaciones cristianas. Así en el trabajo no hay tiempo que perder, y en el descanso, se recuperan las fuerzas, sin perderse en ‘elementos degeneradores’. El segundo aspecto es la construcción de una idea de progreso que se instauraba en un futuro con mejores condiciones de vida materiales, por el cual había que trabajar en el ahora, reconociéndose como responsable por ese progreso. El mañana debía ser pensado y trabajado con anterioridad por cada individuo.

Bajo la anterior perspectiva, las modificaciones que se plantea ACPO con respecto al tiempo, están pautadas por el trabajo productivo y el tiempo de ‘no trabajo’. Aunque podría denominarse ‘tiempo Libre’, no es como ACPO lo nombra, para ellos se trata de ‘recreación’ y su contrario sería el ocio, tiempo de descanso mal invertido, por ello, se asume aquí como un tiempo de ‘no trabajo’, que debe ser planificado y movilizado en dirección a una nueva moral, por lo cual, también sería educativo.

Las campañas

Las diversiones rurales desmedidas, en donde el alcohol y la violencia estaban presentes, se colocaban como una gran preocupación para ACPO.

Es necesario solucionar el problema de cómo pasar la tarde del domingo. Se cumple en la mañana con los deberes religiosos, y ¿después? La taberna para escuchar al ‘gamonal’ que dogmatiza, o al ‘matón’ ensoberbecido. Al paso de las horas se recogen las consecuencias. Cuando no se va a dar a la cárcel, se cae en el camino de regreso a la vereda o se arma el conflicto familiar, al final del día, al llegar a la casa. En cuántos hogares campesinos, en las últimas horas del día festivo, se pone a prueba la paciencia abnegada de la esposa y el porvenir de la familia. Para qué más detalles. Tú lo entiendes, campesino (El Campesino, 1958aEl Campesino. (1958a, 23 de noviembre 23). p. 3, p. 3, énfasis del autor).

Identificado y descrito el problema, era necesario establecer soluciones. Cuando José Joaquín Salcedo llegó a Sutatenza en 1947, reconoció la falta de posibilidades de entretenimiento como un obstáculo para la formación del campesino, pues posibilitaba la presencia de ‘elementos degeneradores’ para el mismo8 8 De acuerdo a la crónica biográfica, escrita por Luis Zalamea (1994, p. 102), el alto consumo de chicha y la violencia que era asociada a esta bebida, llamaba la atención del padre Salcedo, quien reconocía, además, la falta de opciones para la diversión del pueblo campesino. “Nuestro Quijote se propuso romper el círculo vicioso de pobreza/tedio/vicio. Desde el púlpito, movilizó a los campesinos para la construcción del teatro en proyecto, destinado no sólo a la proyección de películas sino a otras manifestaciones artísticas y culturales que los entretuvieran y los alejaran de las chicherías”. . Entre sus primeras acciones estuvo la proyección de películas y la promoción del teatro. Posteriormente, en la radio se incluyó la transmisión de programas musicales y radionovelas. El periódico cumplía también la misión de ‘entretener’, ofreciendo historias, publicando coplas, historietas, etc. En ese sentido, ACPO en general promovió intensamente la creación de espacios de esparcimiento y diversión ‘adecuados’, pero sobre todo, construyó un discurso sobre la importancia del manejo del tiempo fuera de las ocupaciones diarias.

La citación del periódico de 1958 sobre las tardes de domingo, es evidencia de una preocupación constante de ACPO, que llevaría en la década de 1960 a la campaña ‘Domingo Cristiano’9 9 Beca y Vaz (2022), en un trabajo de investigación que analiza las conceptualizaciones en torno al tiempo, especialmente el tiempo libre y su vínculo con la cultura popular y la tradición judeo-cristiana, permiten preguntarse por las construcciones históricas que han posibilitado la naturalización del domingo como un mandato al descanso y día del señor. . La cual se vinculaba directamente con la campaña de Recreación, al proponer un orden del día ‘dedicado al señor’ y al descanso, que puede apreciarse en esta carta de respuesta patrón, frente a los informes que enviaban líderes y representantes parroquiales:

[…] bendito sea Dios que los campesinos después de haber asistido y participado en la misa dominical, regresan a los hogares para el delicioso almuerzo en familia y luego se trasladan todos al campo deportivo a presenciar las interesantes partidas de basquet. Las concentraciones en el campo de deportes deben terminar hacia las cinco y media de la tarde con la lectura del Santo Evangelio, una oración y un canto (Sabogal, 1964).

Es perceptible que encontraron una solución práctica a su preocupación con respecto a qué hacer con el tiempo libre de trabajo de los campesinos. Al ‘deber’ de asistir a la misa, le añadieron el mandato a descansar en familia y comunidad, pero con actividades pre-establecidas. Deporte acompañado, quizás, de teatro y música. Control de tiempo y de comportamiento. Y para una clausura con toda la moderación debida, se convocaba a la oración. Todo como forma de garantizar que de inicio a fin se trataba de una ‘cristiana recreación’ que debería ser aprendida.

Por supuesto las respuestas de los campesinos son diversas con respecto al cumplimiento de esta iniciativa. Aunque son pocas las cartas que evidencian rechazo a las campañas, vale la pena visibilizar la del líder Publio Ávila, que cuenta lo siguiente: “[…] [los campesinos] todo lo ignoran y creen que ellos saben trabajar mucho más que nadie, para ellos el deporte es perdida de tiempo, el canto y las distracción sanas es vagabunderías” (Ávila, 1963Ávila, P. (1963, 7 de junio). Correspondencia de líderes y usuários (Colección “Acción Cultural Popular, v. 192). Macanal, CO: Biblioteca Luis Ángel Arango.). La mayor cantidad de cartas revisada proviene de líderes como Publio que debían rendir informe sobre sus trabajo en campo, aquellos que no recibían apoyo de la comunidad, escribían sobre construir solos los campos deportivos para después motivar a los campesinos, quizás con la intención de mostrar resultados, algo que seguramente Publio no hizo, lo que no significa que sea el único caso de rechazo.

A pesar de lo anterior, en gran parte de los informes de líderes y representantes es posible encontrar el afán por la construcción de campos deportivos con la comunidad y la conformación de equipos. Se hace constante mención a la promoción de la campaña adjunta ‘Domingo Cristiano’, cerciorándose de usar el mismo lenguaje de la institución y de insistir en la solicitud de los materiales deportivos10 10 No debemos olvidar la importancia que el deporte cobra en la cultura occidental después de la Segunda Guerra. La Iglesia lo sabía muy bien y valoró su práctica en ámbitos diversos, incluso los campesinos. .

En carta del 3 de julio de 1964, el señor Benito Arias le comenta al director de las Escuelas Radiofónicas, cómo se desarrollaban las campañas en su vereda. Aunque explicita las dificultades económicas que impedían alcanzar ciertas metas de mejoramiento de las condiciones materiales de vida, se apropia del discurso institucional de esfuerzo constante e individual para el alcance de los objetivos, como una forma de evidenciar que no tener, en este caso, el acueducto o no poder desarrollar los encuentros deportivos, no era una cuestión de falta de interés, sino de imposibilidad económica. También da muestras del alto impacto de la campaña ‘Domingo Cristiano’ en la cotidianidad del campo:

Después de este corto saludo esta para contarle sus carticas de mayo y junio en las cuales hace mención el ‘sorbo de agua’ y el ‘Domingo Cristiano’; pues le cuento S:R que el Domingo Cristiano si está marchando muy bien con la intervención del señor cura párroco, monseñor Anablio Jiménez; el sorbo de agua sino ha sido posible hacerle campaña por ser tan (ilegible) y la economía ser muy poca, la del campesino; pueda con el esfuerzo y la voluntad de Dios nos impulse a poner de nuestra cuenta algo porque como dice el dicho campesino, tanto del cántaro al agua hasta que por fin se ahoga; mire D.R el deporte en Boavita si es de lo más adelanto todos los domingos en 22 canchas, se hacen reuniones, se lee el santo evangelio y en seguida se juega sanamente, ha habido ocasiones que se (ilegible) es por falta de balones […] (Arias, 1964Arias, B. (1964, 3 de julio). Correspondencia de líderes y usuários (Colección “Acción Cultural Popular). Boavita, CO: Biblioteca Luis Ángel Arango., énfasis nuestro).

Aunque las campañas en general mas que movilizar recursos externos, pretendían construir una nueva mirada evaluadora del mundo. En la Campaña de Recreación se daba una dotación a las parroquias que conformaran equipos deportivos con alumnos de las Escuelas Radiofónicas. La dotación incluía aros de basquetbol y un balón que llamaban ‘superbola’. Las cartas son repetitivas sobre este asunto, al parecer no era tan fácil recibir la dotación. Líderes y representantes se quejaban de ello. Voces que demuestran la gran aceptación que la actividad deportiva tenía en las veredas, incluso cuando los recursos fueran escasos. Por ejemplo, el líder Luis Arturo Muñoz Muñoz, L. (1964, 10 de octubre). Correspondencia de líderes y usuários (Colección “Acción Cultural Popular, v. 194]. Local: Biblioteca Luis Ángel Arango.escribía: “Ya tengo adelantado el trabajo del campo deportivo y esta semana creo se termina porque las personas han colaborado muy bien, pero no tengo bola para entrenar por eso le vuelvo a recordar a ver si es posible me faciliten la superbola” (Muñoz, 1964Muñoz, L. (1964, 10 de octubre). Correspondencia de líderes y usuários (Colección “Acción Cultural Popular, v. 194]. Local: Biblioteca Luis Ángel Arango.).

La estructuración de un ‘día del señor’ y del descanso, con horarios y actividades específicas, como lo especificaba la campaña ‘Domingo cristiano’, cumplía la misión de mostrar para el campesino lo qué ‘realmente’ era la recreación, permitiéndole discernir con claridad esta, de la falsa. Pues, no bastan las “[…] muchas fiestas, ‘puentes’, carnavales, eventos deportivos y días de descanso” (El Campesino, 1969El Campesino. (1969, 23 de noviembre). p. 4., p. 4), ya que al ser confuso el concepto de recreación y desconocidas las verdaderas manifestaciones de la misma, los campesinos malgastaban su tiempo y dinero en ‘falsas’ diversiones y vicios.

[…] no se pueden aprovechar bien los días de descanso cuando no se conoce el verdadero significado de la recreación. Nadie duda que el descanso es para recuperar las fuerzas perdidas por el trabajo. ¿Cómo se recuperan? Cuando, al desarrollar una actividad como el deporte, la música, el canto, el baile, el teatro, la lectura, cultivar una afición, y muchas cosas más, se realizan como parte de la vida social. En este caso hay un descanso y a la vez un ejercicio para el cuerpo y para la mente. Hay satisfacción, creatividad, desarrollo de la imaginación. Hay una razón para dedicarse a estas actividades. Una campaña de recreación debe ir orientada a comprender su verdadero significado (El Campesino, 1969El Campesino. (1969, 23 de noviembre). p. 4., p. 4).

Efectivamente, ese fue el objetivo de la campaña Recreación durante los años pesquisados. La comprensión de la recreación como “[…] la ocupación de los tiempos libres utilizando las artes o los deportes” (El Campesino, 1970El Campesino. (1970, 15 de marzo). p. 4, p. 4), llevó a una exaltación del teatro11 11 Aparecen, permanentemente, publicaciones sobre qué es el teatro, elementos constitutivos, cómo hacerlo, su historia, y diferentes obras que podrían montarse en la comunidad. Además de reportes enviados por los campesinos sobre obras presentadas en comunidades rurales. , la música12 12 Cursos completos para aprender a tocar el tiple y cantar en las Escuelas Radiofónicas, publicados en los suplementos del periódico. y el dibujo13 13 Cursos para aprender a dibujar, publicados en los suplementos del periódico. . Pero, fue la promoción del deporte lo que ganó mayor protagonismo. Noticias nacionales e internacionales de resultados deportivos; reportajes sobre los logros de los equipos vinculados a ACPO; exigencias al gobierno para contemplar las necesidades campesinas en las políticas sobre recreación y deporte; instrucciones sobre cómo construir campos deportivos con las medidas reglamentarias; invitación a promover campeonatos con las Escuelas Radiofónicas; motivación para participar de los juegos inter-veredales, o nacionales campesinos, y suplementos sobre diferentes deportes y sus reglamentos. La promoción del deporte fue una bandera importante en la campaña de Recreación, que permitía ‘el cultivo de virtudes’:

Bienaventurados los que cultivan su cuerpo, porque es tempo del Espíritu Santo.

Bienaventurados los que luchan por ganar un trofeo, porque se esforzarán más por el premio que no perece.

Bienaventurados los que juegan con coraje y sin ira, porque se están haciendo hombres.

Bienaventurados los que aceptan la derrota, sin venganza, porque se están haciendo cristianos.

Bienaventurados los que saben jugar en equipo, porque a la vida hemos de ir juntos.

Bienaventurado el que disciplina su cuerpo en el deporte, por a la vez templa su espíritu contra la tentación.

Bienaventurados los que en el juego y en la vida se consideran espectáculo de los hombres y de Dios (El Campesino, 1958bEl Campesino. (1958b, 7 de diciembre 7). p. 9, p. 9).

El vínculo entre deporte y religión no es atípico en Latinoamérica14 14 Ver: Baia (2012), Moctezuma (2016) y Silva (2017). y se encuentran diversas razones para que ACPO hiciera la conexión, como lo evidencian las virtudes exaltadas en las anteriores Bienaventuranzas. Usaron el deporte como vehículo de valores necesarios para el control y la educación del cuerpo, los sentimientos y el comportamiento. En el discurso de ACPO, lo más importante de este era que ofrecía la posibilidad de pasar el tiempo ‘sanamente’, con diversión y mesura. No era un fin en sí mismo, e incluso criticaron a líderes y representantes que escribían hablando más de esta campaña en su desarrollo deportivo, que de aquellas que tuvieran que ver con la producción, como ‘la empresa fundamental’. Pero, lo que sí queda claro en la correspondencia es que tanto los eventos religiosos como los deportivos, fueron ejes importantes de encuentro comunitario, por lo tanto, actividades educativas por excelencia. Una intención ‘civilizadora’ del cuerpo era latente, en la propuesta la diversión se establecía con reglas, espacios y tiempos previamente definidos.

De acuerdo con los estudios de la profesora Herrera Beltrán, el discurso de la recreación, aunque existente en Colombia inclusive antes del siglo XX, gana mayor protagonismo y desenvolvimiento teórico y práctico en la segunda mitad del mismo, tornándose “[…] connatural a la sociedad; como categoría política y desde muchos saberes y poderes se mostra[ban] sus beneficios y se le implementa[ba] bajo la justificación de una necesidad” (Herrera, 2013Herrera, C. X. (2013). Apuntes para una historia de las relaciones entre el juego y la recreación con el tiempo libre y el tiempo de ocio en Colombia a finales del siglo XX. Lúdica Pedagógica, 1(18), p. 35-48., p. 38) Lo anterior, asociado a procesos de institucionalización del manejo del tiempo libre. Coherente, a su vez, con los discursos desarrollistas, en donde el hombre sería leído desde las lógicas del ‘capital humano’.

Así, la recreación se vive en la colectividad, de manera masiva impulsada desde los medios de comunicación, la publicidad y desde instituciones y políticas multinacionales que siguen muchos de los principios que fundamentan el juego. La recreación tendrá como propósitos la organización y el control social mediante actividades que dan salida a las pulsiones de manera regulada y beneficiosa (Herrera, 2013Herrera, C. X. (2013). Apuntes para una historia de las relaciones entre el juego y la recreación con el tiempo libre y el tiempo de ocio en Colombia a finales del siglo XX. Lúdica Pedagógica, 1(18), p. 35-48., p. 38).

Sin pretensiones de discutir el concepto de recreación y su desarrollo histórico, es interesante reconocer desde qué lógicas circulaba en Colombia de mitad del siglo XX. De acuerdo con los argumentos anteriormente expuestos, la preocupación con el uso del tiempo ‘libre’ en ACPO, estaba afincada en su visión desarrollista. La recreación era comprendida, entonces, en su potencia como alternativa educativa, instauradora de nuevos valores y prácticas. Siempre en conexión con la religión y el trabajo, lo que permitiría ‘santificar’ el descanso para no ‘perderse’ en él.

El carácter moralizante de la recreación se conjugaría con su poder para legitimar el pedido por mayor productividad nacional. Propósito en el que se embarcaría el periódico con una campaña ocasional, que seguiría la lógica de la recreación: la Campaña Contra el Ocio.

“Las fiestas desmoralizan” (El Campesino, 1964aEl Campesino. (1964a, 6 de septiembre). p. 1., p. 1); “Grandes pérdidas campesinas por exceso de festividades” (El Campesino, 1965aEl Campesino. (1965a, 7 de marzo). p. 7., p. 7).; “Aumento progresivo registra la delincuencia por Ocio, Alcoholismo y la Falta de Cultura” (El Campesino, 1965aEl Campesino. (1965a, 7 de marzo). p. 7., p. 7); “El ocio arruina el país y frustra el desarrollo” (El Campesino, 1964bEl Campesino. (1964b, 23 de agosto). p. 1., p. 1) estos son, entre otros, titulares que acompañaron las noticias de la campaña Contra el Ocio vehiculada por el periódico, con mayor énfasis, entre julio de 1964 y agosto de 1965. Importa reconocer cómo las fiestas populares fueran asociadas a falta de cultura de trabajadores y campesinos.

Aún antes de comenzar su campaña, ACPO, a través de todos sus medios, describía el ocio como obstáculo para el mejoramiento de la vida del campesino. Sin embargo, es en la década de 1960 cuando los artículos que abordaban el ocio comenzaron a denunciarlo como causante de grandes pérdidas económicas, no sólo para la nación, sino para los sujetos en su calidad de trabajadores. La primera noticia al respecto que se registra toma como base el estudio desarrollado por el profesor Currie sobre la situación colombiana: “[…] 50 millones de pérdidas al día producen el ocio y el descuido” (El Campesino, 1962El Campesino. (1962, 3 de junio). p. 1., p. 1). Desde allí comienza a circular el análisis sobre la baja productividad económica, asociada a la cantidad de días festivos y a la falta de una actitud adecuada hacia el trabajo.

El 23 de agosto de 1964 se publica un análisis sobre los efectos del ocio en la economía del país y se presenta un proyecto de ley que cursaba en el Senado para reformar el calendario laboral. De acuerdo con el periódico, lo que se proponía era “[…] trasladar todas las fiestas cívicas y religiosas que no caigan en sábado o domingo, al sábado inmediatamente subsiguiente” (El Campesino, 1964bEl Campesino. (1964b, 23 de agosto). p. 1., p. 5). En Colombia de 1964 existían “[…] 19 días festivos, 13 religiosos y 6 de carácter civil […]”, y siguiendo las descripciones del periódico, cuando estos festivos se daban entre semana, no solo se interrumpía la producción, sino que muchas veces se enmendaba con los días anteriores o posteriores.

La argumentación se centraba en la cantidad desmedida de festividades, muy superior a lo que otros países tenían. Su comparación comenzaba con países de la región, pero se ponía el énfasis con respecto a los Estados Unidos, quien a pesar de ser “[…] un país rico apenas se da el lujo de conceder (cantidad de un solo dígito ilegible) fiestas al año a sus habitantes” (El Campesino, 1964bEl Campesino. (1964b, 23 de agosto). p. 1., p. 5).

Estados Unidos se colocó no solo como un modelo por la cantidad de días festivos, la cultura del país donde ‘la laboriosidad era un valor fundamental’, se convertía en el mejor ejemplo de lo que podría ser a futuro Colombia si se controlaba el ocio.

Según un periódico de los Estados Unidos, ‘dentro de diez y siete años los norteamericanos solo tendrán que trabajar seis meses al año para mantener el mismo nivel de vida que gozan en la actualidad’. Y la misma publicación sugiere que el problema ahora va a ser encontrar la manera de que las gentes de aquel país puedan utilizar adecuadamente las muchas horas libres que le están quedando. Los Estados Unidos, desde el punto de vista económico y también en cierta manera en el campo cultural, son un ejemplo de desarrollo. Su inmensa prosperidad es un hecho indiscutible y nos pocas las naciones del mundo que reciben beneficios de esta prosperidad, ya que el norteamericano es un pueblo que le gusta hacer participar a otros. El desarrollo de la riqueza de los Estados Unidos se debe a muchos factores, pero el principal de ellos es la laboriosidad y la tenacidad también. Estas gentes tienen un sentido agudo de la productividad y son prudentes con los recursos (El Campesino, 1968aEl Campesino. (1968a, 12 de mayo). p. 4., p. 4, énfasis del autor).

Sin agotar la discusión sobre las pérdidas económicas sufridas por el ocio, el discurso se mezclaba con la denuncia de las consecuencias a nivel moral y cultural que este traía, pues daba mayor posibilidad para la delincuencia, el consumo desmedido de alcohol y la violencia intrafamiliar. Es por ello que llamó la atención, también, a la falta de posibilidades para el esparcimiento y la vida cultural en los días de descanso. Afirmaba que museos, bibliotecas y lugares de interés cultural permanecían cerrados los días domingos y feriados, impidiendo que el trabajador pudiese tener acceso a ellos. Lo cual generaba un ‘ocio obligatorio’ (El Campesino, 1965bEl Campesino. (1965b, 28 de marzo). p. 5.).

El periódico fue constante en la publicación de artículos de todo tipo, desde ‘expertos’ en economía hablando sobre el asunto, hasta entrevistas a comerciantes y políticos. También invitó a sus lectores para escribir sobre el tema (El Campesino, 1964cEl Campesino. (1964c, 4 de septiembre). p. 1., p. 1). Fueron publicados algunos mensajes, principalmente de dirigentes campesinos, quienes afirmaban que los habitantes del campo se interesaban por el tema y tomaban conciencia de la importancia del mismo. Vale la pena mencionar que en varias ocasiones, el periódico exaltó el esfuerzo que los campesinos dedicaban a su trabajo. Esta población, afectada económicamente por los festivos que disfrutaban las personas de la ciudad, trabajaban de “[…] sol a sol” (El Campesino, 1964cEl Campesino. (1964c, 4 de septiembre). p. 1., p. 4) y tenían poco descanso. Sin embargo, reconocían que ese poco tiempo estaba siendo ‘mal utilizado’. Esto implica, que la campaña Contra el Ocio, aunque pudiera tener fines formativos con respecto a un campesinado que debía tener consciencia de la importancia de ser más productivo en su trabajo y aprender a descansar, tenía como objetivo claro, vehicular una opinión hacia las élites políticas y a los trabajadores urbanos, frente al ‘desperdicio’ del tiempo laboral. Esto es importante, porque la revisión de la correspondencia entre los años 1964 y 1965, no trae evidencias de un trabajo en el terreno de las Escuelas Radiofónicas - EERR al respecto. Lo que es diferente a la promoción del deporte o al ‘Domingo Cristiano’, cuya presencia fue constante tanto en lo que escribían los campesinos, como en las orientaciones que recibían en las respuestas. Esto lleva a preguntar, por qué tanto énfasis en el periódico. Posibles respuestas pueden estar en el hecho de tener circulación nacional y en que la Junta Directiva de ACPO estaba compuesta por importantes empresarios del país, para quienes esto sería una temática fundamental. Además, lo que puede leerse en este interés, es la necesidad de construir una opinión pública, profundamente negativa frente a la exigencia por descanso de los trabajadores asalariados, lucha que se daba, de acuerdo con el periódico, principalmente en el ámbito urbano. También un total rechazo a un ‘tiempo libre’, sin control por la Iglesia. Era necesario enseñar que el tiempo del trabajador jamás podría ser efectivamente libre. Y si lo fuera habría perjuicios al país.

Ninguno de los mensajes de lectores publicados integralmente fue contrario a la Campaña. Pero, en la columna editorial se hizo mención a reclamos de lectores con respecto a la misma. Entre los argumentos aparecían el derecho al descanso y la tradición cristiana que envolvía muchas de las celebraciones en días festivos. La respuesta a ambos argumentos fue dada no solo en las editoriales, sino en otro tipo de artículos, en los cuales se hablaba de la idea de ‘un falso descanso’, y el privilegio de un ocio no ganado por el trabajo esmerado. Con respecto a la tradición cristiana, eran señalados dos puntos importantes, la primera era la disposición que tenía la Iglesia para trasladar algunas celebraciones religiosas para el domingo más cercano a la fecha conmemorada y la segunda era la proclama del trabajo como un hecho dignificado por Cristo, demostrado por una Iglesia que “[…] trabajaba sin descanso” (El Campesino, 1968bEl Campesino. (1968b, 18 de agosto). p. 4., p. 4). Con ello estaría justificada la necesidad de trabajar y producir más, inclusive en contra de las tradiciones campesinas.

Es importante señalar que para el periódico el ocio no era solamente generado por los días festivos. Este se producía, también, por aquellos que no realizaban su trabajo con todo el esfuerzo necesario, por quienes estimulaban las huelgas y los paros cívicos, y por quienes no poseían la capacitación para desarrollar su labor adecuadamente, como podría serlo el agricultor sin saber técnico. Quizás, de las pocas conexiones que conseguían hacer entre el reclamo de la campaña Contra el Ocio y los campesinos. O sea, no se trataba de una educación cualquiera, sino de un proceso educativo muy preciso, donde los campesinos deberían adecuarse a las pautas moralizadoras y desarrollistas que negaban sus tradiciones. La productividad y la moralización se ponían en contra de la experiencia y la cultura tradicional. Desde ahí el ocio tenía un sentido profundamente negativo.

No por otra razón al lado de las noticias sobre el ocio, se publicaban artículos sobre el trabajo “[…] como una de las más grandes virtudes del hombre” (El Campesino, 1964dEl Campesino. (1964d, 20 de septiembre). p. 1., p. 1), como un derecho de todo ciudadano para vivir y progresar; y la importancia que este tenía para la producción del país (El Campesino, 1965cEl Campesino, 1965c, 28 de febrero 28). p. 1., p. 1). Seguir descansando llevaría al pueblo colombiano a morirse de hambre (El Campesino, 1964eEl Campesino. (1964e, 13 de septiembre). p. 11., p. 11). Trabajar podría significar evitar de la tragedia, según ACPO.

El 1 de agosto de 1965, con una editorial titulada “Donde el ocio triunfa el hambre se enseñorea” (El Campesino, 1965dEl Campesino. (1965d, 1 de agosto). p. 4., p. 4) el periódico anunció que el proyecto de ley para reformar el calendario laboral no fue aprobado y lamentaba el resultado. De acuerdo con el texto, la decisión desacertada impedía una:

[..] seria y eficiente organización del trabajo nacional que solo beneficios puede traer a los colombianos, particularmente a los sectores populares a quienes se halaga con el artificio del ocio remunerado sin que entiendan que la contrapartida de tan absurdo privilegio no es otra que el empobrecimiento y la limitación de las posibilidades para su propia prosperidad (El Campesino, 1965dEl Campesino. (1965d, 1 de agosto). p. 4., p. 4).

La campaña como tal parece perder fuerza después de la reprobación del proyecto de ley en 1965, sin embargo, el discurso contra el ocio se mantiene, publicando en otras ocasiones noticias al respecto tanto de carácter económico como moral. Cada cierto tiempo reaparecía con la misma fuerza la discusión y bajo los mismos argumentos. Y estos retornos se justificaron en dos ocasiones con la aparición de nuevos proyectos de ley que pretendieron modificar el calendario laboral. A mediados de 1970 y finales de 1971 la campaña retomó fuerzas, publicó estudios y dedicó sus columnas de opinión al asunto. Sin embargo, en 1972, vuelven a publicar la derrota del proyecto de ley ante el congreso nacional.

El tiempo atraviesa estas campañas, y evidencia una apuesta de ACPO, tanto por ser fuente de formación para el campesino, como orientador del trabajador urbano, aunque esto último fue secundario. La falta de una actitud para el desarrollo, y el estancamiento en prácticas ‘tradicionales’, aparecen como primer punto de una mirada distinta a las lógicas del tiempo que defendía ACPO. El segundo punto viene anclado a la idea de una disciplina y un saber técnico necesarios para un trabajo productivo, que se haría merecedor de un descanso recreativo que recuperaría la energía de los trabajadores.

La disciplina de trabajo procedente, en este caso, de la visión desarrollista, implicaba la comprensión de la eficiencia en la labor y la efectividad en el resultado, aspectos que garantizarían la productividad. No se desperdicia jornada de trabajo, cuando se sabe lo que se hace. Bajo la justificación del mejoramiento del individuo y de su progreso, el tiempo debería ser ‘bien empleado’ (Thompson, 1998Thompson, E. (1998). Costumes em comum. São Paulo, SP: Companhia das Letras.).

El ‘ocio’ en ACPO era contrario a la ‘recreación’, se refería al desperdicio de un tiempo, en algunos casos remunerado, que debería ser enfocado en producir riqueza. Se calificaba como un tiempo inmoral, la defensa de este calificativo era realizada, más desde la perdida económica que desde la justificación religiosa, aunque, esta última se usara, también, como fuerza de legitimación. La recreación, por su parte, englobaba el conjunto de las actividades ‘para recuperar las fuerzas perdidas del trabajo’, podría pensarse como lo plantean Elías y Dunning15 15 Vale la pena señalar que para Elías y Dunning, esas actividades recreativas ‘para la relajación frente a las tensiones del trabajo’ hacen referencia al ocio. Contrario al concepto que maneja ACPO. Los autores definen la distinción entre ocio y tiempo libre de una manera que no formaba parte de la cultura campesina. En este sentido, pensar desde su ‘espectro del tiempo libre’ es observar un intento de cambio de las constumbres de los campesinos de acuerdo con modelos considerados ‘civilizadores’, o sea violentos. (1992) como un momento de ‘relajación de las tensiones’ que las labores generan en el individuo.

Por lo menos en el periódico es poco lo que puede encontrarse sobre prácticas tradicionales de recreación y socialización campesinas, ACPO las reduce a las ‘fiestas en tabernas’, o en general a cualquier actividad que implicara el uso de bebidas alcohólicas. No hay mención a ninguna forma anterior a ACPO16 16 En los números del periódico trabajados no hay ninguna mención a la práctica del ‘tejo’, por ejemplo. Deporte colombiano, proveniente de los indígenas y ampliamente practicado en regiones como Boyacá, lugar de origen de ACPO. , por lo que se hacía necesario mostrar y enseñar actividades para tal fin y no dejar libre el tiempo de ‘no trabajo’. Por la aceptación que registró la institución sobre la construcción de campos deportivos y participación en actividades como el teatro, es posible inferir que las prácticas deportivas y artísticas no le eran ajenas al campesino, como pretendió mostrarlo la institución.

Tanto la campaña de Recreación como la campaña Contra el Ocio tuvieron como principal objetivo la construcción de una idea de descanso como privilegio que se alcanza con esfuerzo. En ambas campañas conceptos como producción, progreso, desarrollo y trabajo atravesaron las discusiones sobre lo que debería hacerse o no con el tiempo libre. Así sería actualizada una ideología que trasladaba del universo fabril-industrial, muy bien expuesta por Antonio Gramsci (1986Gramsci, A. (1986). Americanismo y fordismo. In Cuadernos de la cárcel (Tomo 6, p. 56-65). México, ME: Ediciones Era.), para la realidad campesina de un país periférico al capitalismo industrial. No es demasiado afirmar que esta lógica forma parte de un proyecto identificado con el ‘americanismo’, el cual todavía deja marcas en los países latinoamericanos.

Así como la campaña de Recreación tuvo en el ‘Domingo Cristiano’, una forma para ‘santificar’ el descanso y la diversión. El incesante llamado a un trabajo productivo, que implicaba esforzarse cada día por un futuro progreso, sería legitimado por una ‘espiritualidad del desarrollo’. Un ejemplo de ella, fue la campaña de San Isidro Agricultor. Esta campaña, también denominada como ‘la campaña de integración del hombre agricultor’, fue lanzada por la institución los días 27 y 28 de mayo de 1967, en la inauguración del monumento a San Isidro en el municipio de Sutatenza. El acto de apertura contó con la presencia del presidente de la República Carlos Lleras Restrepo y la alta jerarquía de la Iglesia católica.

San Isidro Labrador17 17 De acuerdo con Virginia Gutiérrez de Pineda (1994),el ingreso de este santo en la vida agrícola hace parte del proceso de transculturación de los ritos nativos de la cosecha, desde la época colonial en el territorio nacional, especialmente en la región andina (donde se ubica Sutatenza-Boyacá). Con el nombre de San Isidro Labrador era, entonces, ya apropiado en la tradición católica de esta región. , patrono de los trabajadores del campo en la tradición católica es re-nombrado por ACPO como San Isidro Agricultor. Para los creadores de la campaña, hacer uso de una devoción campesina permitiría tejer un puente entre “[…] las tradicionales actitudes religiosas campesinas y una nueva concepción dinámica de una actitud racional y responsable ante las posibilidades de su propia capacidad y de los recursos que lo rodean” (El Campesino, 1967aEl Campesino. (1967a, 21 de mayo). p. 5., p. 5).

De acuerdo con la lectura institucional debía resignificarse la práctica católica, el contar con Dios y buscar hacer su voluntad, no implicaba la pasividad y el descuido frente al desarrollo de sí y de la comunidad. Se lee en los objetivos específicos de esta campaña un afán por la estructuración de una moral distinta, en la que el sujeto busque dar respuesta a sus problemas, responsabilizarse por su progreso y el de su comunidad. “Poner las cosas en las ‘manos de Dios’ no implica […] una disminución del esfuerzo transformador” (El Campesino, 1967aEl Campesino. (1967a, 21 de mayo). p. 5., p. 5, énfasis del autor). El carácter activo de aquella perspectiva educativa no estaba en discusión.

El monumento en el centro de la plaza pública de Sutatenza, elaborado por el escultor colombiano Luis Alberto Acuña, es descrito en el periódico de la siguiente manera:

[…] se abre con dos poderosos bueyes que halan el arado tradicional, regidos por su boyero, que representan las formas primitivas de cultivo de la tierra. Tras ellas, un grupo de campesinos que llevan airosamente la cosecha, y a continuación, el tractor, moderno, con su operario, símbolo de la técnica al servicio del hombre. Finalmente, al fondo, la monumental figura de San Isidro Agricultor un campesino robusto, los brazos extendidos en ademán de energía creadora, rodeado por hombres y mujeres que marchan al trabajo con gesto de orgullosa dignidad (El Campesino, 1967aEl Campesino. (1967a, 21 de mayo). p. 5., p. 5).

En la base del monumento aparece la siguiente inscripción: ‘Creó Dios al hombre: a imagen suya lo creó; y los creó varón y hembra y los bendijo diciéndoles: DOMINAD LA TIERRA, Génesis’. Alrededor de la cripta, base del monumento, se ubicaron las siguientes palabras: ‘DIGNIDAD, JUSTICIA; SOLIDARIDAD; CULTURA; DESARROLLO’, debajo de las cuales aparecían una serie de citaciones a encíclicas o palabras de diferentes Papas. No se puede negar que tales monumentos tan solo demuestran la fuerza de la dominación colonial, conforme fue denunciada por Dussel (1977Dussel, E. (1977). Para uma ética da libertação latino-americana (Vol. 3). São Paulo, SP: Piracicaba, SP: Loyola.). El ideario religioso cristiano católico se mezclaba con el ideario económico liberal capitalista desarrollista para sacar a los campesinos de sus tradiciones originales. Aquellas eran transformadas y adaptadas a una ética del trabajo ‘moderna’, productiva, donde los individuos deberían someterse a la autoridad religiosa para transformar sus vidas, inclusive en contra de sus valores y costumbres.

La promoción de una ‘espiritualidad del desarrollo’ explícita aquí, que acompaña en general la propuesta formativa de ACPO, con esta campaña se articuló de manera tácita al proyecto de ‘Integración Popular’ del entonces presidente Lleras Restrepo. En el marco de este discurso era fundamental que el campesino se vinculara al desarrollo económico de la nación a través de la producción y el consumo. Pero, además, implicaba una integración cultural, por lo cual educación y medios masivos de comunicación jugaban un papel preponderante.

La campaña se hizo presente en el periódico publicando en varias ocasiones las frases y palabras que acompañaban el monumento y creando un concurso con las siguientes preguntas:

CONTESTE Y GANE: […]

¿Por qué es bueno construir riqueza?

¿Por qué rinde más el trabajo de algunos?

¿Por qué debemos luchar contra la pobreza?

¿Por qué es bueno que todos seamos dignos?

¿En qué debemos usar nuestra inteligencia?

¿Por qué debemos hacer bien el trabajo?

¿Por qué es bueno asociarnos con otros?

¿Por qué debemos estar bien informados?

Envíe su respuesta […] (El Campesino, 1967bEl Campesino. (1967b, 3 de diciembre). p. 1., p. 1).

Tanto la descripción del monumento como las preguntas aquí citadas, permiten tener una visión de cómo se divulgó la campaña. La prosperidad y el desarrollo generado por el trabajo dedicado de los campesinos, estaba amparado por Dios y su Iglesia. Cumplir los designios del agricultor con esfuerzo se convertían en un deber moral y religioso, que daría sus frutos no solo en la eternidad sino en un futuro terrenal. Para ello era necesario enseñarle los usos sanos y útiles del tiempo, sea el de trabajo o su tiempo libre.

Consideraciones finales

Tal como lo analizaría Thompson (1998Thompson, E. (1998). Costumes em comum. São Paulo, SP: Companhia das Letras.) el trabajo en el campo está enfocado en el desarrollo de una serie de labores necesarias. En algunas ocasiones implican más tiempo que en otras. No están marcadas por el reloj, sino por la tarea específica. Terminada la labor, el tiempo podría ser invertido en otras actividades, no necesariamente, productivas. Para ACPO, la problemática de ese tiempo en el campo, era lo poco efectivo en términos de resultado, por la mirada ‘conformista’, ignorante y tradicional del campesino. Y que además, se abría en ese otro tiempo sin ningún objetivo ‘útil’, la puerta a los vicios.

Cuando se analiza la construcción de una idea nueva de tiempo, al servicio de la modernización, lo primero que aparece es una crítica al total control del tiempo que impone el reloj. Thompson (1998Thompson, E. (1998). Costumes em comum. São Paulo, SP: Companhia das Letras.), analiza con claridad como este aparato va ganando terreno, no sin resistencias, en el avance de la industrialización. Sin embargo, la forma de control del tiempo impuesta por ACPO, no se basa en la cuantificación del tiempo del reloj, inclusive porque su público objetivo ya es caracterizado como un individuo trabajador ‘de sol a sol’, además la cuantificación suele estar asociada al trabajo asalariado que, aunque presente en el campo a través de los ‘jornales’, no fue una preocupación en ACPO, que se dirigía al pequeño productor de su propia parcela (aunque una gran parte no fuera propietaria de tierras). En realidad, el concepto de tiempo en ACPO, parte de la idealización del futuro y la negación del pasado. Presenta una creencia absoluta en el desarrollo casi automático, que exige renunciar a la tradición, apostarle a lo útil y a la técnica tanto en el aprendizaje cuanto en el trabajo, y creer con la misma fe que se cree en el paraíso, en un futuro terrenal marcado por el progreso que se conquista con el trabajo. Es importante advertir que la propia idea de una vida mejor después de la muerte, promesa en el paraíso, pasa por una re significación con la ‘espiritualidad del desarrollo’, en campañas como San Isidro Agricultor. Cumplir con los mandatos divinos, se mezclaba con el cumplimiento de los mandatos del desarrollo. Una parte de los beneficios, se obtendrían en la vida terrena. La dimensión religiosa estaba profundamente anclada en los ideales políticos y económicos del período.

Como lo plantearía Walter Benjamín (1985Benjamín, W. (1985). O magia e técnica, arte e política. São Paulo, SP: Brasiliense., p. 229) “A ideia de um progresso da humanidade na história é inseparável da ideia de sua marcha no interior de um tempo vazio e homogêneo”. Es un progreso que coloca el ‘mejoramiento constante’ del individuo a partir de su esfuerzo. Un camino trazado de manera lineal y ascendente para convertirse en ‘desarrollado’18 18 Para Benjamin en su crítica del historicismo, el tiempo no es lineal o cronológico. La idea de ociosidad que el autor desarrolla tiene que ver con la negación moderna del ocio. En el ocio, podemos agregar, está presente la posibilidad de encuentro e intercambio de experiencias. Por eso las consideraciones de autor sirven como referencia para pensar de manera crítica como la apología de la modernización representó el cambio o la muerte de una cultura tradicional de acuerdo con la violencia del discurso del progreso. . Es importante mencionar, que la promesa en ese progreso que aparece como una de las palabras más constantes en la correspondencia (tanto enviada como recibida) en ACPO, se restringe a las transformaciones que puede hacer el campesino, desde su trabajo técnico y la salida de la ignorancia a través de la educación. Es un llamado al avance, a dejar de ‘quejarse’ por sus condiciones, a ‘pensar en el futuro’. Pero ese futuro tiene un límite, aunque la modernidad y la economía no lo consideren así.

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  • Zalamea, L. (1994). Un Quijote visionario. Bogotá, CO: Editorial Presencia.
  • 1
    José Joaquín Salcedo Guarín fundó y dirigió a ACPO por 40 años. Nació en Corrales-Boyacá en 1921 y se ordenó como sacerdote en mayo de 1947, ese mismo año fue enviado a Sutatenza. Después de establecer su obra, nunca más fue nombrado como párroco ni allí, ni en ningún otro lugar, pues obtuvo licencia por parte de monseñor Ángel María Ocampo Berrio para trabajar exclusivamente en ACPO. En 1955 fue nombrado Prelado doméstico de su Santidad, por el papa Pio XII. Pasó a ser llamado como monseñor, después de ser enviado como comisionado de comunicaciones al Concilio Vaticano II. De acuerdo con las descripciones desarrolladas por autores como Luis Zalamea e Indalecio Rodríguez, Salcedo se concentró en ‘las relaciones públicas’ de su obra para conseguir apoyo de entidades públicas y privadas. Por lo cual, tuvo contacto con la élite política y económica de Colombia, la cúpula de la Iglesia católica romana en el país y en el Vaticano, y con directivas de diversas agencias internacionales. Se retiró en 1975 de la dirección de ACPO y murió en Florida-EEUU, en el año de 1994. En: Zalamea (1994Zalamea, L. (1994). Un Quijote visionario. Bogotá, CO: Editorial Presencia.) puede encontrarse un panorama más amplio de la vida y obra de Salcedo.
  • 2
    Sutatenza es un pequeño pueblo ubicado en el Valle de Tenza en el departamento de Boyacá, a unos 130 km al norte de Bogotá.
  • 3
    Para conocer mejor la propuesta de ACPO ver los trabajos compilados en el Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República (2012Boletín Cultural y Bibliográfico. (2012). 46(82). Recuperado de: https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/issue/view/25
    https://publicaciones.banrepcultural.org...
    ), titulado ‘Radio Sutatenza: puntos de partida para una historia’. Ver también las investigaciones de: Londoño y Mejía (2014Londoño, S., & Mejía, J. (2014). El discurso de una ética católica modernizadora: el caso de Acción Cultural Popular 1947-1958 (1a ed.). Bogotá, CO: Editorial REDIPE.); Angarita (2016Angarita, J. P. (2016). La música en el programa educativo de Acción Cultural Popular: Radio Sutatenza y sus usuarios (1955-1970) (Disertación Maestría en Historia). Universidad de los Andes, Colombia.), Hurtado (2016Hurtado, A. (2016). Cartas, rádios e impressos: cultura escrita camponesa na Colômbia (Dissertação Mestrado em História social). Universidade de São Paulo, São Paulo.), Urrea-Quintero (2022Urrea-Quintero, S. E. (2022). Educación para “la redención del campesinado”: experiencias en los marcos de actuación de Acción Cultural Popular 1947-1975 (Tesis de doctorado). Universidad Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte.).
  • 4
    El partido Liberal nace el 16 de julio de 1848 y el partido Conservador nace el 4 de octubre de 1849. Se constituyen en los dos partidos tradicionales, aplastando cualquier otra opción partidaria hasta avanzado el siglo XX. “Desde mediados del siglo XIX, los dos partidos llamados tradicionales dieron nacimiento a dos verdaderas subculturas, que se implantaron sobre todo el territorio, […] una representación de la política fundada sobre una división amigo-enemigo” (Pécaut, 2001Pécaut, D. (2001). La tragedia colombiana: guerra, violencia, tráfico de droga. Revista Sociedad y Economía, 1(99), 133-148., p. 135).
  • 5
    Pacto entre Liberales y Conservadores para alternarse el poder. Cada 4 años se cambiaría el partido en gobierno, además de repartirse los cargos públicos entre ambos. La propuesta fue lanzada y aceptada a través de un plebiscito en 1957.
  • 6
    El periódico El Campesino fue el segundo medio de comunicación más importante de ACPO, después de la emisora Radio Sutatenza. Ganó un lugar fundamental en la tarea educativa en y ‘fuera’ de las lógicas escolares propias de la institución. El número de páginas varió a través de los años entre 16 y 20, además acompañaba algunas de sus publicaciones con suplementos, principalmente para las EERR. Presentaba información general y opiniones con base católica, sobre la realidad política y económica del país y la situación del campesinado, al lado de consejos técnicos agropecuarios. De acuerdo con los informes de Acción Cultural Popular y con las informaciones publicadas en el propio periódico, “[…] por su circulación, ocupa[ba] el primer lugar entre los semanarios colombianos, y el tercer lugar entre todas las publicaciones de prensa, incluyendo los diarios urbanos” (ACPO, 1964ACPO. (1964). Informe anual. Bogotá, CO., p. 50). Información que no se ha confirmado por fuera de las fuentes institucionales. Fueron tomadas las publicaciones desde el año 1, edición nº 1 del 29 de junio de 1958, hasta el año 17, edición nº 898 del 28 de diciembre de 1975.
  • 7
    En el informe de 1992, ACPO asegura haber respondido un total de 1.229.552 cartas. De acuerdo con Hurtado (2016Hurtado, A. (2016). Cartas, rádios e impressos: cultura escrita camponesa na Colômbia (Dissertação Mestrado em História social). Universidade de São Paulo, São Paulo.), en su estudio sobre el archivo epistolar (Líderes y Usuarios), entre 1953 y 1975 sobrevivieron al proceso de selección y preservación 76.992 cartas de diferentes regiones. Debido a la magnitud del archivo, la falta de una adecuada catalogación y la imposibilidad de acceso a todos los volúmenes, se optó por tomar muestras de las diferentes zonas de correspondencia, abarcando la década de 1960. Estos años tuvieron un significativo aumento del intercambio epistolar, por lo cual se tomaron 100 cartas por volumen accedido, en total se analizaron 653 cartas y 447 respuestas.
  • 8
    De acuerdo a la crónica biográfica, escrita por Luis Zalamea (1994Zalamea, L. (1994). Un Quijote visionario. Bogotá, CO: Editorial Presencia., p. 102), el alto consumo de chicha y la violencia que era asociada a esta bebida, llamaba la atención del padre Salcedo, quien reconocía, además, la falta de opciones para la diversión del pueblo campesino. “Nuestro Quijote se propuso romper el círculo vicioso de pobreza/tedio/vicio. Desde el púlpito, movilizó a los campesinos para la construcción del teatro en proyecto, destinado no sólo a la proyección de películas sino a otras manifestaciones artísticas y culturales que los entretuvieran y los alejaran de las chicherías”.
  • 9
    Beca y Vaz (2022Beca, K. K., & Vaz, A. F. (2022). El domingo y la cultura popular: consideraciones sobre el tiempo. In M. A. Taborda de Oliveira, & M. A. Linhales (Orgs.), Corpos, natureza, sensibilidades em perspectiva transnacional (p. 703-742). Campinas, SP: Mercado de Letras.), en un trabajo de investigación que analiza las conceptualizaciones en torno al tiempo, especialmente el tiempo libre y su vínculo con la cultura popular y la tradición judeo-cristiana, permiten preguntarse por las construcciones históricas que han posibilitado la naturalización del domingo como un mandato al descanso y día del señor.
  • 10
    No debemos olvidar la importancia que el deporte cobra en la cultura occidental después de la Segunda Guerra. La Iglesia lo sabía muy bien y valoró su práctica en ámbitos diversos, incluso los campesinos.
  • 11
    Aparecen, permanentemente, publicaciones sobre qué es el teatro, elementos constitutivos, cómo hacerlo, su historia, y diferentes obras que podrían montarse en la comunidad. Además de reportes enviados por los campesinos sobre obras presentadas en comunidades rurales.
  • 12
    Cursos completos para aprender a tocar el tiple y cantar en las Escuelas Radiofónicas, publicados en los suplementos del periódico.
  • 13
    Cursos para aprender a dibujar, publicados en los suplementos del periódico.
  • 14
    Ver: Baia (2012Baia, A. (2012). Associação Cristã de Moços no Brasil: um projeto de formação intelectual, moral e física (1890-1929) (Tese Doutorado em Educação). Faculdade de Educação da UFMG, Belo Horizonte.), Moctezuma (2016Moctezuma, L. (Coord.). (2016). Formando el cuerpo del ciudadano: aportes para una historia de la educación Física en Latinoamérica. Morelos, CO: Universidad Autónoma del Estado de Morelos.) y Silva (2017Silva, G. C. (2017). A Associação Cristã de Moços e experiências de escolarização da Educação Física no Brasil: sujeitos, ideias e práticas acemistas em circulação (Tese Doutorado em Educação). Faculdade de Educação da UFMG, Belo Horizonte.).
  • 15
    Vale la pena señalar que para Elías y Dunning, esas actividades recreativas ‘para la relajación frente a las tensiones del trabajo’ hacen referencia al ocio. Contrario al concepto que maneja ACPO. Los autores definen la distinción entre ocio y tiempo libre de una manera que no formaba parte de la cultura campesina. En este sentido, pensar desde su ‘espectro del tiempo libre’ es observar un intento de cambio de las constumbres de los campesinos de acuerdo con modelos considerados ‘civilizadores’, o sea violentos.
  • 16
    En los números del periódico trabajados no hay ninguna mención a la práctica del ‘tejo’, por ejemplo. Deporte colombiano, proveniente de los indígenas y ampliamente practicado en regiones como Boyacá, lugar de origen de ACPO.
  • 17
    De acuerdo con Virginia Gutiérrez de Pineda (1994)Gutiérrez de Pineda, V. (1994). Familia y cultura en Colombia (3a ed.). Medellín, CO: Editorial Universidad de Antioquia.,el ingreso de este santo en la vida agrícola hace parte del proceso de transculturación de los ritos nativos de la cosecha, desde la época colonial en el territorio nacional, especialmente en la región andina (donde se ubica Sutatenza-Boyacá). Con el nombre de San Isidro Labrador era, entonces, ya apropiado en la tradición católica de esta región.
  • 18
    Para Benjamin en su crítica del historicismo, el tiempo no es lineal o cronológico. La idea de ociosidad que el autor desarrolla tiene que ver con la negación moderna del ocio. En el ocio, podemos agregar, está presente la posibilidad de encuentro e intercambio de experiencias. Por eso las consideraciones de autor sirven como referencia para pensar de manera crítica como la apología de la modernización representó el cambio o la muerte de una cultura tradicional de acuerdo con la violencia del discurso del progreso.
  • 22
    Rondas de evaluación: R1: dos invitaciones, ninguno informe recibido. R2: dos invitaciones, dos informes recibidos.
  • 23
    Cómo citar este artículo: Oliveira, M. A. T., & Quintero, S. E. U. Tiempo, religión y moral: educación, trabajo y ocio desde las lógicas desarrollistas en Acción Cultural Popular - Colombia (década de 1960). Revista Brasileira de História da Educação, 23. DOI: http://doi.org/10.4025/rbhe.v23.2023.e251
  • Financiación: La RBHE cuenta con el apoyo de la Sociedad Brasileña de Historia de la Educación (SBHE) y del Programa Editorial (Chamada Nº 12/2022) del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). Este articulo forma parte de los resultados del proyecto Evidencias de (auto)formación de trabajadores en prensa: afectando los sentidos, produciendo sensibilidades (entre las últimas décadas del siglo XIX y principios del siglo XXI), que cuenta con el apoyo del CNPq en la modalidad de beca de investigación, núm. 307361/2018-7 y Cuerpos, naturaleza y sensibilidades en una perspectiva transnacional (entre las últimas décadas del siglo XIX y la década de 1970), con financiación del CNPq bajo el n. 409171/2018-2. Ambos son desarrollados en los marcos del Núcleo de Pesquisas sobre Educação dos Sentidos e das Sensibilidades - NUPES, de la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil. La investigación de Sara Urrea-Quintero contó con apoyo del PROEX/CAPES con una beca de doctorado.

Editado por

Editor asociado responsable: Alicia Civera Cerecedo (Cinvestav - México) E-mail: malixa44@hotmail.com https://orcid.org/0000-0003-0021-2911

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    07 Abr 2023
  • Fecha del número
    2023

Histórico

  • Recibido
    22 Mar 2022
  • Acepto
    31 Ago 2022
  • Publicado
    26 Ene 2023
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