RESUMEN
Introducción:
Varios estudios ya relataron la respuesta de muchos biomarcadores después de entrenamiento de fuerza, pero los estudios que utilizan herramientas de diagnóstico por imagen de bajo costo son raros.
Objetivo:
Evaluar el uso de la temperatura de la piel y del espesor del músculo (EM) para monitorear la respuesta muscular (hasta de 96 horas después) al entrenamiento de fuerza de alta intensidad.
Métodos:
Este es un estudio longitudinal de corta duración con 13 voluntarios entrenados y saludables del sexo masculino. Los voluntarios realizaron cinco conjuntos de ejercicios bi-set para bíceps con el brazo dominante, con pesas, con carga de 70% de una repetición máxima (1RM). Las imágenes de ultrasonido (US) y térmicas fueron obtenidas antes e inmediatamente después de la última serie, 24, 48, 72 y 96 horas después del ejercicio.
Resultados:
El análisis fue dividido en dos etapas: respuesta muscular aguda (hasta 24 horas después del entrenamiento) y respuesta muscular tardía (de 24 a 96 horas después del entrenamiento). El espesor de los flexores del codo mostró el valor de pico inmediatamente después del último conjunto de entrenamiento. La temperatura de la piel (en los flexores del codo) y el espesor de los flexores del codo aumentaron continuamente de 24 a 96 horas después del entrenamiento de fuerza. Existe una alta correlación (r = 0,941, p = 0,017) entre la temperatura de la piel y el espesor del músculo desde el final del ejercicio hasta 96 horas después del entrenamiento de fuerza.
Conclusiones:
Las imágenes de US mostraron alta sensibilidad para alteraciones fisiológicas en el músculo en las primeras 24 horas después del ejercicio. Por otro lado, las imágenes térmicas presentaron mayor sensibilidad para alteraciones fisiológicas que las imágenes de US entre 24 y 96 horas después del entrenamiento.
Palabras clave:
sistema musculoesquelético; fenómenos fisiológicos musculoesqueléticos; ultrasonido; termografía; entrenamiento de resistencia
