Open-access Organizaciones de la sociedad civil y caravanas: el fortalecimiento de la agencia migrante

Civil Society Organizations and Caravans: Strengthening the Migrant Agency

Resumen

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) dedicadas a la población migrante que transita por el territorio mexicano realizan una amplia gama de acciones de asistencia humanitaria e incidencia sociopolítica. Con base en diversas fuentes (hemerográficas, revisión de la literatura académica y trabajo de campo) este artículo analiza la trascendencia de las actuaciones de las OSC en la agencia de los integrantes de caravanas de migrantes, tanto para el logro de metas migratorias como de objetivos políticos. Asimismo, se describen las principales características de las caravanas y se propone el análisis de estas como espacios de desarrollo de la agencia migrante.

Palabras clave: migración en tránsito; tercer sector; activismo; caravanas migrantes; México

Abstract

Civil society organizations (CSOs) dedicated to the migrant population transiting through Mexican territory carry out a wide range of humanitarian assistance and socio-political advocacy actions. Based on various sources (newspapers, review of academic literature and field work), this article analyzes the significance that the different actions of CSOs in the caravans had on the agency of the members of such caravans to the achievement of their immigration and political goals. Likewise, the main characteristics of the caravans are described, and their analysis is proposed as spaces for the development of migrant agency.

Keywords: transit migration; third sector; activism; migrant caravans; Mexico

Introducción

Uno de los actores clave en el andamiaje institucional que atañe a los flujos migratorios que transitan por en México son las organizaciones de la sociedad civil (OSC). Este actor emerge con fuerza en la atención a los migrantes por motivos religiosos y de solidaridad en el contexto de flagrantes vulneraciones de derechos humanos de los migrantes en sus travesías por el territorio mexicano. Estas organizaciones intervienen en un escenario de riesgos e impunidad para los migrantes generado por las políticas migratorias que buscan contener los flujos migratorios y por la criminalidad que se lucra de quienes migran -ante la inacción de las autoridades- (Willers, 2023; Díaz, 2023).

Las OSC no solo protegen, se solidarizan y dan asistencia a los migrantes -alojamiento, alimentos, servicios médicos, consejos para el viaje, entre otros-, sino que también participan en la gestión de las migraciones -el tamaño, la velocidad y la dirección de los flujos- y ejercen un rol de incidencia sociopolítica sobre la materia migratoria (Perelló, Lacomba, 2020; Agudo, 2020). Diversas OSC que se dedicaban exclusivamente al aspecto humanitario están incursionando en la incidencia política; así como otras creadas recientemente, se dedican principalmente a reclamar los derechos de los migrantes, a buscar cambios legislativos, etc. (Agudo, 2020; Müller, 2020). Estas tendencias en el accionar de las OSC se han observado tanto para los flujos migratorios tradicionales -migrantes que viajan solos o en pequeños grupos, con o sin la contratación de coyotes- como para las caravanas de migrantes -grupos amplios de migrantes que hacen sus travesías migratorias juntos-.

En los últimos años, la capacidad que demostraron decenas de miles de migrantes en tránsito por México para atravesar territorios y fronteras, así como lidiar con las políticas de contención de los flujos migratorios y de protección de los derechos humanos de los migrantes, de manera individual, en pequeños grupos y/o en caravanas, se explica en gran medida por el soporte de las OSC como recurso institucional de primer nivel.

El objetivo de este trabajo es analizar la trascendencia de las acciones de las OSC en la agencia de los integrantes de las caravanas de migrantes, tanto para el logro de metas migratorias como de objetivos políticos. Con base en la triangulación de diversas fuentes1 y con una mirada en perspectiva histórica -se examinan las caravanas que se han producido desde 2018 hasta comienzos de 2023-, este artículo: primero, se discuten las principales características de las caravanas y se propone el análisis de estas marchas como espacios de desarrollo de la agencia migrante. Segundo, se analizan las diferentes actuaciones -solidaridad y asistencia humanitaria, pronunciamientos y monitoreos, génesis de las caravanas, así como, acompañamiento y liderazgo- de las OSC en las caravanas y su trascendencia en el desarrollo de la agencia migrante.

Las caravanas y la agencia de los migrantes

Aunque el término “caravanas migrantes” ha sido empleado para referir a una variedad de desplazamientos colectivos, por lo general, refiere a conjuntos amplios o masivos de migrantes que realizan el cruce de fronteras y territorio juntos; con ello buscando lograr más seguridad durante el tránsito (Ortega, Morales, 2021; Rocha, 2022). Estas marchas cuentan con ciertas características reconocibles: visibilidad durante el tránsito; la situación de irregularidad a la que se ven orillados la mayoría de sus miembros; así como la manera de transitar y transportarse -frecuentemente realizan importantes tramos del recorrido caminando y mediante aventones-. El predominio de personas de bajos recursos que tienen “vetados” los documentos convencionales (por ejemplo, las visas de trabajo o la reunificación familiar) para acceder y migrar a otros países, y que carecen de los recursos para sufragar el coste de los coyotes (Varela, McLean, 2019; Izcara, 2021). También fue habitual que parte de quienes marcharon en estos grupos tuvieran la intención, no encontraran más opción o se vieran compelidos a solicitar protección internacional (refugio/asilo) en México o Estados Unidos, sobre todo en este último país.

Desde las caravanas que partieron de Honduras y El Salvador en otoño de 2018 y comienzos de 2019, hasta la actualidad, se han organizado alrededor de 30 caravanas de migrantes que han trascendido en mayor o menor medida en los medios de comunicación. Todas ellas han sido muy diferentes en cuanto: al punto de partida en países de origen o tránsito -Honduras, El Salvador, México, entre otros-, el recorrido que realizaron en la región, el tamaño -desde unos pocos cientos hasta miles de personas-, la nacionalidad de los migrantes -destaca la participación de migrantes de Honduras, pero también de El Salvador, Haití, Cuba, Venezuela y Guatemala y de otros países-, el conjunto de acciones políticas que llevaron a cabo -protestas, manifestaciones, huelgas de hambre o el propio hecho de marchar en caravanas (Varela, McLean, 2019; Rizzo, 2021)-, las respuestas de los gobiernos -desde la permisividad hasta el bloqueo y desmantelamiento de las mismas-, entre otras. Además, las marchas también fueron distintas en cuanto a la participación de las OSC; desde situaciones en las que los apoyos fueron muy amplios y variados, hasta casos en los que la participación de las organizaciones fue limitada.

El análisis de la (in)movilidad migratoria de individuos, grupos y caravanas muestra que los migrantes tienen una mayor capacidad de agencia individual y colectiva -de la que le atribuyen ciertos discursos gubernamentales, académicos y periodísticos- para lograr objetivos migratorios, así como, ya sea en menor medida de tipo político2. Al unirse y avanzar con las marchas, sobrepasando fronteras y territorios, así como reduciendo los riesgos en los caminos, los migrantes hacen gala de una agencia colectiva para el logro de sus planes migratorios desafiando las restricciones que los Estados imponen a su libre movilidad. Algunas de las caravanas lograron avanzar largos recorridos por Centroamérica y México sin que las autoridades les detuvieran -como es el caso de las caravanas de finales de 2018 (Rojas, 2018; El Colef, 2018)-; otras consiguieron que las autoridades les concedieran tarjetas de visitantes por razones humanitarias (TVRH), después de realizar diversas protestas y reivindicaciones en la ciudad de Tapachula y marchar en caravana hacia el norte -esto es lo que sucedió con algunas de las caravanas que partieron de dicha ciudad en octubre de 2021 (De Jesús, 2021; Secretaría de Gobernación, 2021)-.

No obstante, las caravanas migrantes no han sido siempre una estrategia efectiva de los migrantes irregulares para lidiar con los Estados en pro de lograr sus propósitos migratorios. Varias de las caravanas han sido reprimidas por las autoridades de los países de tránsito como México, mostrando así su cooperación con las políticas de contención estadounidenses (Forbes Staff, 2019, 2023; De Jesús, 2020). Otro de los mayores obstáculos que enfrentaron las caravanas de migrantes fue cruzar la frontera México-Estados Unidos. Mayormente los integrantes de las marchas tuvieron que lidiar con este escollo de manera individual, ya fuese cruzando de manera irregular -con o sin coyote- o eventualmente ganando acceso aquel país a través de un arduo proceso de asilo ante las autoridades estadounidenses (El Colef, 2019; Frank-Vitale, Núñez, 2020).

En cuanto a su faceta de actuar en colectivo para la realización de acciones políticas, las caravanas pueden ser mejor entendidas tomando en consideración su antecedente paradigmático: los viacrucis migrantes en la década de 2010. Los viacrucis han sido entendidos como manifestaciones político-religiosas que realizaron migrantes junto con miembros de las OSC (Vargas, 2018; Martínez, 2018). Fueron varias las reivindicaciones y protestas que realizaron estas marchas -denunciar los malos tratos que recibieron de las autoridades, la salvaguardia de los derechos humanos de los migrantes, la no criminalización, entre otros- con la intención de promover los derechos de los migrantes y ciertas políticas migratorias favorables a los mismos. Aunque inicialmente hicieron pequeños recorridos entre albergues de ciudades del sur del país, a partir de 2014 varios de ellos recorrieron prácticamente todo el territorio nacional hasta la frontera México-Estados Unidos donde sus miembros solicitaron asilo, dando lugar a lo que se podría denominar caravanas viacrucis. Este énfasis en el logro de metas migratorias se evidenció en convocatorias posteriores, por ejemplo, con la caravana viacrucis que partió en marzo de 2018, muchos de sus miembros solicitaron asilo ante las autoridades estadounidenses desde Tijuana (Semple, 2018; Martínez, 2018).

En el caso de las caravanas de finales de 2018, las reivindicaciones de tipo político quedaron en gran medida opacadas por los objetivos migratorios de quienes participaron en las mismas. Incluso las manifestaciones y protestas que se realizaron estuvieron enfocadas en que se les facilitase lograr sus metas migratorias. Así, en una de la manifestaciones y protestas más sobresaliente, que sucedió en Tijuana en noviembre de 2018, los migrantes denunciaban su difícil situación en la ciudad y solicitaban que les dejasen pasar a Estados Unidos o que las autoridades estadounidenses agilizasen sus procesos de asilo (El Colef, 2018; Martínez, 2019). En cualquier caso, hay que tener en cuenta que marchar en estas caravanas llevaba implícito -al igual que cuando se produce una migración clandestina de manera individual- retar al sistema de gestión de las migraciones actual de los Estados que excluye ampliamente a las personas de más bajos recursos económicos y de ciertas nacionalidades, a través de diversos mecanismos3; este conjunto de acciones de desobediencia civil se podrían traducir con el tiempo, en cambios en la manera en que se gestionan las migraciones a nivel global (Torre, 2022).

Cuanto mayor es la permisividad de las autoridades mexicanas con el tránsito de las caravanas, menor resulta ser el accionar político de las mismas. Así la marcha que llegó procedente de Honduras en enero de 2019 a la que las autoridades respondieron favorablemente con la entrega de documentos (TVRH) al internarse en México, hizo que la posibilidad de conflicto entre sus integrantes y las autoridades se redujese considerablemente. Por el contrario, las caravanas surgidas entre agosto y octubre de 2021 en Tapachula, tuvieron que realizar más actuaciones de corte político, ante la situación de inmovilidad que sufrían los migrantes en dicha ciudad (Rojas, 2021). Algo que también observó en caravanas previas que partieron de Tapachula en 2019 y posteriores en 2022 y 2023. Al igual que las caravanas viacrucis, estas marchas compaginan metas migratorias de avanzar hacia el norte con reivindicaciones políticas. La generación de estas caravanas se debe en gran medida a un contexto migratorio en el sur del país -especialmente en Tapachula- de políticas migratorias de contención que impiden a los migrantes avanzar hacia el norte y políticas migratorias de protección que dificultan/dilatan la obtención de documentos, como son la TVRH o la tarjeta de residencia permanente, para transitar libremente por el territorio mexicano (CNDH México, 2022). Entonces, los migrantes junto con miembros de las OSC realizaron protestas, huelgas de hambre, vigilias, rezos, bloqueo de carreteras y en última instancia partieron en caravanas para exigir el derecho a la libre movilidad por el territorio, pedir que los trámites se resolviesen sin tanta demora, hacer patente su difícil situación en Tapachula, protestar por el trato recibido por parte de las autoridades migratorias y que estas no les tratasen como si fueran delincuentes (Torre, 2023).

Acciones de las OSC y su trascendencia en la agencia de los migrantes

Las actuaciones de la OSC se pueden clasificar en un continuo entre dos extremos: la asistencia humanitaria y la incidencia sociopolítica (Agudo, 2020; Müller, 2020). Dado que las caravanas pueden servir de plataforma para las reivindicaciones políticas (por ejemplo, el derecho humano a la libre movilidad, la promoción de vías regulares para migrar, el cuestionamiento de las fronteras, entre otras), las OSC no solo participaron en las marchas desde la perspectiva humanitaria, sino que varias organizaciones potenciaron el actuar más político de los integrantes de las mismas.

Solidaridad y asistencia humanitaria

A su paso por los diferentes territorios, las caravanas recibieron el apoyo de las OSC, así como de la ciudadanía en general, con todo tipo de servicios: alimentos, ropa y calzado, donaciones, servicios médicos (incluyendo atención psicosocial y salud mental), orientación para trámites migratorios y legales, apoyos para el transporte, etc. El apoyo que tradicionalmente reciben los migrantes acudiendo a los albergues se “trasladó” a los espacios por donde las caravanas de migrantes transitaban y a los lugares donde permanecían durante un tiempo. La asistencia no fue igual para todas las caravanas, mientras que algunas recibieron gran cantidad de ayuda por parte de los diferentes actores sociales, otras solo recibieron el apoyo de un número reducido de organizaciones. Así, por ejemplo, las caravanas de otoño de 2018, gracias a la notoriedad mediática de las mismas, contó con una elevada atención y asistencia de las OSC, así como por parte de algunos sectores de la ciudadanía mexicana.

La prestación de todo este tipo de servicios por parte de las OSC sirve para fortalecer la agencia de los migrantes, puesto que coadyuvan al restablecimiento/fortalecimiento de las capacidades físicas y mentales, que pueden haber sido mermadas durante sus experiencias migratorias o con anterioridad a la movilidad; informarles sobre procesos que abren nuevas perspectivas y vías para lograr sus objetivos migratorios; ofrecerles conocimientos sobre sus derechos lo que facilita su capacidad de defensa, así como una mayor resiliencia ante las situaciones adversas y obstáculos que se presentan en los procesos burocráticos.

Pronunciamientos y monitoreos

Las OSC realizaron pronunciamientos y exhortos para que las autoridades migratorias mexicanas atendiesen y salvaguardasen los derechos humanos de los integrantes de las caravanas. Uno de estos pronunciamientos se produjo respecto a las caravana procedente de Honduras en enero de 2021, varias decenas de organizaciones solicitaron a los gobiernos de la región (El Salvador, Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos) que atendieran a las caravanas de migrantes garantizando el respeto irrestricto de los derechos humanos de sus integrantes y que se diera la oportunidad de solicitar la condición de refugiado a aquellos que huyen de la violencia o de los desastres naturales en Centroamérica (Al Otro Lado et al., 2021).

Los monitoreos de las caravanas migrantes son labores de vigilancia que hicieron varias de las organizaciones sobre el recorrido de las marchas, desde que salieron de su lugar de origen y mientras marchaban, para desde una perspectiva de derechos humanos conocer la situación de los migrantes en sus travesías hacia el norte. Un ejemplo de estos monitoreos fue el realizado por Red Jesuita con Migrantes Centroamérica y Norteamérica (RJM-CANA) y Red OSC (2019). Resulta difícil dimensionar el impacto de los pronunciamientos y monitoreos de las OSC en la agencia migrante, en la medida en que las autoridades mexicanas hicieron caso omiso a las mismas. No obstante, el escrutinio de las OSC sobre el devenir de las caravanas pudo disuadir actuaciones de las autoridades en perjuicio de los migrantes (por ejemplo, formas de represión que implicara excesivo uso de la fuerza y que vulnerasen sus derechos humanos).

Génesis de las caravanas

Existe una tendencia de los actores gubernamentales y periodistas en explicar la existencia de varias de las caravanas a la voluntad de determinados activistas y OSC. En el caso de la primera de las caravanas de finales de 2018, Bartolo Fuentes fue señalado como promotor y organizador de la misma; este señaló que le estaban atribuyendo unos superpoderes de convencer a tanta gente para unirse a las caravanas, pero que su labor fue solo la de asesorar a un grupo de migrantes que se había conformado previamente en redes sociales de Internet (CNN, 2018).

La evidencia recabada sobre las caravanas por periodistas, académicos y otros actores sociales da cuenta de que las caravanas nacen, crecen y avanzan por los territorios de un modo que no puede atribuirse de manera exclusiva a las acciones de las OSC o activistas. La labor de coordinación y convocatoria de miembros de las OSC es solo un aspecto más para tener en cuenta en los procesos de generación y desarrollo de las caravanas. Tanto el comienzo, como el desarrollo de las caravanas, son procesos complejos en los que intervienen diversos factores en origen y tránsito: la pobreza y la violencia en el origen, la violencia en el tránsito o las políticas migratorias de los países de tránsito o destino, el accionar de los medios de comunicación y los procesos de toma decisiones de los migrantes para unirse a las caravanas; es decir, se trata de todo un conjunto de variables estructurales y microsociales (Rosas-Lopez et al., 2023).

Sin obviar todas estas circunstancias bajo las cuales se generan las caravanas, se puede afirmar que las OSC fueron un elemento facilitador relevante de varias de las caravanas. Por ejemplo, las que se dieron en Tapachula desde el año 2019 y posteriormente. Varios miembros de las OSC encabezaron, coordinaron y convocaron muchas de las protestas, huelgas, manifestaciones y caravanas en el sur de México (Sánchez, 2019; Olivares, 2021; Pérez, 2021). A estas convocatorias los migrantes se adhirieron, no fruto del engaño o porque se vieran obligadas a ello, sino como muestra de su agencia para el seguimiento de sus intereses.

Con el apoyo a la génesis de las caravanas, las OSC promovieron las agencias colectivas de los migrantes -además de las individuales-. Dado que las caravanas sirven a los migrantes para avanzar por fronteras y territorios acercarse sus destinos migratorios, las OSC que coadyuvan a la generación de las caravanas están fortaleciendo la agencia migratoria, pues estarían ampliando el abanico de formas de movilidad para el tránsito de los migrantes con esta forma de migrar en grupo que confiere protección a sus integrantes y que está abierta a los migrantes de más bajos recursos. Asimismo, en tanto que ciertas OSC promueven determinadas acciones colectivas por medio de estas marchas para el logro de objetivos políticos, estaría buscando incrementar la agencia política de los migrantes.

En sentido contrario, algunas miembros de la OSC consideran que caravanizar las migraciones es logística y políticamente no deseable, pues consideran que marchar en grandes grupos impide que los albergues asuman de manera adecuada la tarea de asistir a los migrantes, pone a los migrantes en riesgo y desde el punto de vista político consideran que se perjudica a México y se benefician ciertas agendas políticas antiinmigrantes como la de Donald Trump (Tenorio, 2018; Solalinde, Correa-Cabrera, 2019).

Acompañamiento y liderazgo

Siguiendo la definición del Diccionario del español de México, el acompañamiento de las OSC a las caravanas podría entenderse, de una manera restrictiva, como el caminar y marchar junto con los migrantes de las caravanas. No obstante, en el ámbito del estudio de las migraciones y del actuar del tercer sector, “acompañar” tiene un significado considerablemente más amplio. Algunos miembros de las OSC, con base en su experiencia continua en las rutas migratorias y participando en caravanas de migrantes, realizaron un acompañamiento integral: al caminar junto con los migrantes de las caravanas a lo largo de sus travesías, proteger sus derechos humanos, proveerles orientación sobre las rutas, apoyarles en la logística y la organización, obtener y gestionar recursos y servicios para los migrantes, promover la autogestión, representarles ante los medios de comunicación y ante las autoridades, reivindicar junto a ellos su derechos, entre otros (Torre, 2021). Por lo tanto, el acompañamiento supone al mismo tiempo asistencia humanitaria y acciones de incidencia sociopolítica y para el empoderamiento de los migrantes.

Cabe preguntarse si se está procurando la autonomía de los migrantes con este acompañamiento, elevando sus propias voces y empoderando a los migrantes o, por el contrario, se está disminuyendo su agencia, suplantando sus voces e imponiéndoles agendas externas. Al igual que con la participación en la génesis de las caravanas, el hecho de que el acompañamiento incluya una vertiente de cierta incidencia en el plano político, implica más suspicacias por parte de otros actores sociales (incluidas otras organizaciones del tercer sector) que cuando las OSC se abocan a la ayuda humanitaria. En este sentido, el consenso entre la OSC es que el acompañamiento debe poner en el centro al migrante, sus derechos e intereses, empoderar a los migrantes, que tomen sus propias decisiones y se autogestionen; no de imponerles vías de acción.

Más allá de la asistencia básica (conseguirles alimentos, fondos y lugares donde pernoctar, entre otros) uno de los aspectos clave del acompañamiento a las caravanas fue la proveeduría a los migrantes de estructuras organizativas para la toma de decisiones -por ejemplo, las asambleas-, procurar logística -como tener personas voluntarias que se dedicasen a la vigilancia, coordinar el avance o la limpieza-, así como, el nombramiento de sus propios representantes para tratar con los medios y las autoridades. De igual manera, se debe destacar la labor de información sobre las rutas migratorias sobre la gestión del derecho al asilo en México y Estados Unidos (Martínez, 2019; Rizzo, 2021).

Todas estas acciones tienen un claro efecto de empoderar a las caravanas como colectivo, procurando la fortaleza grupal para enfrentar a las autoridades, así como las vicisitudes y riesgos del camino. Sin embargo, se ha señalado que ciertas OSC (por ejemplo, Pueblo Sin Fronteras) en su actuar con las caravanas asumen un rol directivo en asambleas y se vuelven también predominantes en los medios de comunicación y en el trato con las autoridades (El Colef, 2019; Camus et al., 2020). Con independencia de las intenciones de los integrantes de las OSC, sus acciones de acompañamiento a las caravanas se traducen en la generación de ciertos liderazgos formales en las mismas, debido a la experiencia previa en otras caravanas, el hecho de que canalicen recursos, que tengan una dilatada experiencia atendiendo a los medios de comunicación y en el diálogo con las autoridades, etc. Son frecuentemente voceros y representantes de los intereses de la caravana (Martínez, 2019). Su influencia en el devenir de las caravanas se vuelve muy extenso, pero sin que esto signifique per se que actúen de manera ilegítima. No obstante, en ocasiones la línea, que separa las conductas que pueden ser de acompañamiento y otras que son más de influenciar por intereses que no corresponden a los migrantes -incluso imponer, ciertas agendas de las OSC a los integrantes de las caravanas)- es muy delgada. Cabe destacar que la evidencia empírica y análisis respecto a cómo se ejerce el rol de acompañamiento es todavía escaso, por lo que los discursos que apuntan a que algunas OSC involucradas en la organización de las caravanas obran de mala fe no están cabalmente argumentados, sino ideológicamente sesgados.

Como parte del acompañamiento las OSC han apoyado y alentado las iniciativas hacia la acción política: a manifestarse para exigir su derecho al asilo, que obtengan un cierto trato por parte de las autoridades (les dejen pasar) o reclamen los derechos humanos a la libre movilidad de los migrantes. Incluso que se generen “activistas” entre los migrantes de la caravana. La legitimidad de que las OSC promuevan que los migrantes de las caravanas actúen políticamente ha sido puesta en tela de juicio, así como discutido cuáles serían los límites en todo caso de dicha promoción.

Durante sus travesías por el territorio mexicano no suelen darse las condiciones para que los migrantes se impliquen en acciones políticas -ya que estos están centrados en alcanzar a su destino lo más rápido posible y su paso por México es efímero-; son las OSC las que realizan más frecuentemente acciones con objetivos más políticos en representación de los migrantes, en aspectos que consideran de mayor interés para los migrantes (Da Silveira, 2015; Basok, Candiz, 2020). Cuando se dan condiciones más propicias para el involucramiento -por ejemplo, cuando los migrantes se encuentran aprisionados en ciudades en el sur de México sin poder avanzar hacia el norte-, se ha observado que los migrantes son más proclives a la participación en acciones políticas e incluso reivindican cambios en las leyes y políticas migratorias. El involucramiento de los migrantes es en gran medida temporal, en tanto que no existan vías para que logren dar continuidad a sus trayectorias migratorias. Así cuando las autoridades les dejan pasar o les otorgan algún tipo de documento que les permite el libre tránsito, el nivel de acción política de los migrantes se diluye. Lo que tiene una mayor permanencia y continuidad en la lucha migrante es la participación de determinadas OSC que abogan por la defensa de los derechos humanos de los migrantes (derecho la libre movilidad, derecho al asilo, etc.) u otras causas.

Las OSC que participaron más activamente en las caravanas tienen su propia agenda política y modus operandi con respecto al fenómeno migratorio y respecto a las marchas, pero esto no significa que exploten o manipulen a los migrantes o que persigan objetivos ocultos. Las organizaciones pueden legítimamente buscar el logro de ciertos intereses, agendas específicas y propias de grupos de interés particulares (Díaz et al., 2020). No obstante, habría que tener en cuenta ciertos límites en el actuar de las OSC con migrantes, especialmente cuando se trata de poblaciones vulnerables como las que integran las caravanas: no realizar falsas promesas a los migrantes, no utilizar, manipular o engañar a los migrantes, no imponer agendas políticas y discursos, no menospreciar las voces e intereses de los migrantes, entre otras. Para que la OSC ganen legitimidad, parte de la literatura especializada en el tercer sector sugiere que se hagan explícitos, claros y transparentes los intereses que defienden, los financiamientos que reciben, la forma en que se contratan a sus miembros y designan sus administradores (Díaz et al., 2020).

El acompañamiento que cumple con los estándares anteriormente anunciados buscaba incrementar las agencias colectivas de los migrantes para el logro de objetivos migratorios y políticos. No obstante, el acompañamiento que cayese en la manipulación y el engaño, sin duda aminoraría la agencia migrante. En cualquier caso, no se debe ver a los integrantes de las caravanas como sujetos sin capacidad para repeler a aquellos “activistas” que buscasen sacar partido de estos. Al contario existe evidencia de que los integrantes de las diversas caravanas rechazaron aquellos “apoyos” que no consideraban alineados con sus intereses.

Conclusiones

Los migrantes participantes en las caravanas con el apoyo de las OSC han demostrado una gran capacidad de agencia para el logro de objetivos migratorios, pues varios miles de migrantes sin recursos han avanzado por el territorio mexicano junto a ellas de manera relativamente segura. Para alcanzar sus metas han tenido que entrar en confrontación con las autoridades. En diversas ocasiones la fuerza del colectivo parecía rebasar a las autoridades migratorias mexicanas y guatemaltecas que habrían cedido ante las marchas. Sin embargo, en otros momentos los gobiernos se mostraron implacables en el desmantelamiento de caravanas. Asimismo, los migrantes han realizado acciones y reivindicaciones de tipo político, en este caso los resultados han sido limitados. Las caravanas como aspiración política de los migrantes y las OSC que les defienden de que se produzca cambios en las legislaciones y políticas favorables a los migrantes, ha tenido solo algunos resultados limitados para los integrantes de las caravanas. Por el contrario, las marchas habrían coadyuvado en la generación de un contexto, en el que las respuestas de los gobiernos de México y Estados Unidos, al menos en el medio plazo, fueron contrarias a las deseadas por quienes las apoyan, pues se habría producido una contraofensiva: un auge de las políticas de contención de los flujos migratorios (Garibo, Call, 2020; Nuñez-Chaim et al., 2023). En cualquier caso, la presión que ejercen los participantes de las caravanas, junto con las OSC, aumentó el nivel de escrutinio de las acciones que realizan las autoridades en relación con los migrantes, lo que constituye una presión continúa para que se respete los derechos humanos de los migrantes, así como el cumplimiento de las legislaciones nacionales y tratados internacionales en la materia. Futuras investigaciones deberán analizar con más perspectiva histórica en qué medida las caravanas de migrantes sirven a los diferentes propósitos de los migrantes y en qué medida no lo hacen o los pueden perjudicar.

El análisis realizado muestra que todo el conjunto de acciones realizadas por las OSC con las caravanas son un pilar relevante en el desarrollo de la capacidad de agencia de los integrantes de varias de las caravanas. Los aspectos apoyos más asistenciales de las OSC son fundamentales para restituir las capacidades de los migrantes para procurarse movilidades migratorias los más exitosa y seguras que les sea posible. Siendo la participación de las OSC en la génesis de las marchas y el acompañamiento a la mismas los dos aspectos que ha suscitado mayores discusiones, porque ambas actuaciones suponen un mayor involucramiento político de miembros de OSC y de los migrantes, así como incidir sobre la manera en que se producen las movilidades migratorias en tránsito por México; en suma, una apuesta por elevar la lucha migrante y de la búsqueda de la incidencia sociopolítica. Por lo tanto, los diferentes posicionamientos que existen en el tercer sector sobre cómo abordar el fenómeno de las caravanas requiere de un análisis a mayor profundidad para entender el rol que las OSC tienen en las caravanas. Resultaría de especial interés que futuras investigaciones se interroguen sobre cómo el actuar de las OSC en el marco de las caravanas ha generado procesos de coordinación entre las organizaciones centroamericanas, mexicanas y estadounidenses o la generación de redes para articular el trabajo de atención a los migrantes.

  • 1
    Textos periodísticos noticiosos, revisión de la literatura académica y el trabajo de campo realizado en Tijuana con las caravanas de finales de 2018 y comienzos de 2019.
  • 2
    La agencia es el reflejo de un cierto grado de capacidad (que puede ser muy limitado) de los seres humanos (o grupos sociales) de tomar sus propias decisiones e imponerlas en el mundo, por lo tanto, de confrontar y modificar las estructuras que limitan las oportunidades y libertad (De Haas, 2021). De manera operativa, la agencia migrante puede definirse como los diferentes recursos (personales, materiales, institucionales y sociales) que los migrantes emplean para el logro de sus objetivos durante sus procesos migratorios (Hernández, Torre, 2022). Recuperar la agencia migrante es especialmente relevante en un mundo en el que las políticas migratorias y otros factores estructurales imponen importantes barreras a la movilidad en cada modalidad migratoria por la que pueda optar el individuo (Carling, 2002). En este sentido, aunque este trabajo se centre en el análisis del fortalecimiento de la agencia a partir de las acciones realizadas por las OSC con los integrantes de las caravanas, no se resta importancia a otros factores que dan forma a las capacidades de los migrantes para movilizarse como son sus características individuales y sus redes sociales.
  • 3
    Visados y todo un conjunto de políticas migratorias de control (fronterizas, al interior del territorio y extraterritorialmente).
  • Editores de sección
    Roberto Marinucci, Barbara Marciano Marques

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    17 Jun 2024
  • Fecha del número
    2024

Histórico

  • Recibido
    14 Mayo 2023
  • Acepto
    22 Mar 2024
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