Se reporta el primer caso de un envenenamiento por un centípedo (Scolopendra gigantea Linneaus 1758) en un recién nacido. Cuando fue examinada, aproximadamente a las 6 horas de la picadura, la niña de 28 días de nacida, estaba irritable, con un llanto incontrolable e intenso dolor, edema e hipertermia local y presencia de coágulos en los orificios de la picadura. El llanto incontrolable en neonatos, puede plantear la posibilidad de una picadura de insecto o arácnido.