Se presenta el primer reporte, hasta donde tengamos información, de hiperinfección por Strongyloides stercoralis (HS) e hipereosinofilia asociados a inmunosupresión por Rituximab (el único medicamento recibido durante 1 año y 10 meses), en un paciente con linfoma de células del manto (LCM). La paciente tuvo una historia de 3 años con LCM, y desarrolló 2 accesos de HS durante el 2008, incluyendo meningitis, neumonía y presencia de larvas de S. stercoralis en los pulmones. Se tuvo la oportunidad única de observar la citotoxicidad contra las larvas filariformes en la expectoración, luego del tratamiento con Ivermectina, mostrando la inmovilización y muerte de las larvas, asociada a la presencia de eosinófilos adheridos a la cutícula del parásito.