Es necesario dirigir una mirada crítica para nuestras prácticas y relaciones que establecemos en la vida personal y profesional para tenermos un vivir ético. En este texto, discutimos prácticas de gobernabilidad construidas en relaciones que los profesionales de salud y los enfermeros en especial establecen entre sí, con las instituciones de salud, con los clientes y con la profesión. Es posible concluir que, para alguien cuidar y conducir el otro, como lo hacen los enfermeros en sus prácticas, primeramente necesitan demostrar que pueden conducir a sí mismos, que conocen los límites de su práctica y que pueden respetar al otro como alguien diferente de sí propios.
enfermería; poder (psicología); ética; autonomía personal