El artículo relata una entrevista inicial de psicoanálisis durante la cual un discurso quejoso y estereotipado acerca de la homosexualidad se transforma en un primer pedido de análisis.
Partiendo de fragmentos clínicos y elementos teóricos, el autor cuestiona el intento falacioso de compreender todo el sufrimiento psíquico por la via de una categoria identitaria (homosexualidad) que, a rigor, es externa al dispositivo analítico. Al abstenerse de cualquier valoración en relación a esta preferencia amorosa, el analista desobtura su escucha permitiendo la asociación libre, abriendo así espacio para el comienzo de la rememoración y para el surgimiento de otras significaciones y sufrimientos.