El Traité des Dégénérescences, de Benedict-Augustin Morel, publicado en 1857, expone una teoría del carácter hereditario de los trastornos mentales que tuvo gran influencia en el pensamiento psiquiátrico hasta el inicio del siglo XX. Segundo su propuesta, fuertemente impregnada de una perspectiva religiosa católica, el hombre habría sido criado perfecto por Dios. A degeneración, correlativa del pecado original, consistiría en la transmisión a la descendencia de las taras, vicios e trazos mórbidos adquiridos por los antecesores. En la medida que estos estigmas fuesen sendo transmitidos a través de las generaciones, sus efectos tenderían a acentuarse, llevando a la completa desnaturalización de aquel linaje, llegando hasta su extinción por esterilidad. A consecuencia de esta teoría, muchos proyectos de intervención social de cuño higienista fueron desarrollados, como modo de impedir la propagación de la degeneración de la raza.
Morel; herencia; degeneración; psicopatología