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Motivaciones, significados y riesgos en los encuentros sexuales de hombres gays de La Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el contexto del covid-19

Motivations, meanings and risk in gay men sexual encounters in the Ciudad Autonoma de Buenos Aires in the context of covid-19.

Motivações, significados e riscos nos encontros sexuais de homens gays na Cidade Autônoma de Buenos Aires no contexto do covid-19

Resumen

Se buscó identificar las motivaciones que llevan a los hombres gay del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) a romper el Aislamiento Preventivo Social Obligatorio (APSO) con fines de encuentro sexual en el contexto de la pandemia de covid-19. Se realizó un estudio cualitativo-exploratorio, con veinte entrevistas semiestructuradas a igual número de personas. La muestra fue intencional no representativa, el contacto se estableció mediante la aplicación de GRINDR y TINDER pactando las entrevistas de manera telefónica o presencial. Se encontró que los entrevistados habían roto la cuarentena motivados principalmente por “la calentura”, la dificultad para mantener “la abstinencia sexual” y por las “ganas de tener sexo”, en el contexto de una alta valoración personal de la libertad y de familiaridad con la clandestinidad. Algunos realizan medidas de disminución del riesgo de covid-19, como el uso de cubrebocas y alcohol en gel, otros consideran que no son población en riesgo.

Palabras clave:
covid-19; sexualidad; hombres gays; Argentina

Abstract

We aimed to identify the motivations of gay men on the AMBA to break the governmental policy of Obligatory Preventive Social Isolation (APSO) with the purpose of sexual encounter. We designed a qualitative-exploratory study, where twenty semi-structured interviews were applied to equal number of gay men. The sample was intentional and not representative, the contact was established through the application of GRINDER and TINDER arranging the interviews by telephone or in person. We found that interviewees have broken quarantine mainly motivated by “the fever”, the difficulty of keeping the “abstinence”, and the “desire to have sex”, in the context or a highly personal value of freedom and the familiarity with clandestine behavior. Some took measures to lower the risk of covid-19, by using covered mouths and alcohol-based gel, others mentioned that they are not part of a risk group.

Keywords:
covid-19; sexuality; gay men; Argentina

Resumo

Buscou-se identificar as motivações que levam homens gays da AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) a romper o Isolamento Social Preventivo Obrigatório (APSO) para fins de encontros sexuais no contexto da pandemia covid-19. Realizou-se um estudo qualitativo-exploratório, com vinte entrevistas semi estruturadas com o mesmo número de pessoas. A amostra foi intencional não representativa, o contato foi estabelecido por meio dos aplicativos GRINDR e TINDER, agendando as entrevistas por telefone ou pessoalmente. Constatou-se que os entrevistados romperam a quarentena motivados principalmente pelo «tesão», pela dificuldade de manter a «abstinência sexual» e pelo «desejo de fazer sexo», no contexto de uma alta valorização pessoal da liberdade e de familiaridade com a clandestinidade. Alguns relataram medidas para reduzir o risco de COVID 19, como o uso de máscaras e álcool em gel, outros consideram que não são população de risco.

Palavras-chave:
covid-19; sexualidade; homens gays; Argentina

Introducción: El covid-19 en Argentina

En la Argentina el primer caso de covid-19 fue detectado el 03 de marzo del 2020 según el Ministerio de Salud de la Nación y, a partir de este momento, el gobierno tomó diferentes medidas para poder controlar la circulación del virus. Entre estas medidas propuso el uso de cubrebocas obligatorio, el uso de alcohol en gel, el uso del transporte público solo para personal esencial (trabajadores de farmacias, supermercados y personal de salud), la obligación de esos trabajadores de tramitar permisos de circulación, el distanciamiento social (no inferior a 1.5 metros de distancia entre una persona y otra) y el inicio del aislamiento preventivo social obligatorio (APSO) que dio inicio el día 20 de marzo. Desde entonces a la fecha la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cambió a fase de DISPO (Distanciamiento social y preventivo) aun con el aumento continuo de casos (236.405 personas diagnosticadas con covid-19 hasta el día 07/03/2021).

En este contexto de encierro y vigilancia social que se ha suscitado por la aparición y circulación mundial del COVID-19, nos parece relevante tratar de dar respuesta a los siguientes cuestionamientos: ¿cómo han vivido los hombres gays el APSO? ¿Cómo han gestionado su sexualidad? ¿Cuáles son los significados que se ponen en juego al momento de gestionar su sexualidad en un contexto de APSO y de riesgo de infección? ¿Cuáles son las estrategias de los hombres gay para llevar a cabo las prácticas sexuales? ¿Qué riesgos asumen los hombres gays que los expone al COVID-19 y cómo entienden el riesgo? Y por último ¿Cuáles son las diferentes reacciones de hombres gay después de llevar a cabo prácticas sexuales transgrediendo el APSO?, en base a estos cuestionamientos, podemos decir que el objetivo de este trabajo es reflexionar sobre las motivaciones, significaciones y características de los encuentros sexuales de los hombres gay en el contexto del APSO.

Marco teórico-conceptual

a) El campo sexo-genérico en Argentina

Desde la formación del Frente de Liberación Homosexual en 1971, en Argentina se han generado importantes avances en materia de inclusión y respeto a la diversidad, particularmente en los últimos 20 años. Como prueba de eso tenemos: 1) la aprobación de la ley 26.150Programa Nacional de Educación Sexual Integral. 2006. “ley 26.150 ESI, senado y cámara de diputados de la Nación, Argentina” Disponible en: Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (2006) (2009) | Identidad + Diversidad (adc.org.ar). [Consultado el 02.07.2020]. de educación sexual integral que se aplica en cada provincia y que promueve valores de respeto y no discriminación a la diversidad sexual; 2) el matrimonio igualitario en todo el territorio nacional aprobado mediante la ley 26.618 en el año 2010, y 3) la ley que establece el “derecho a la identidad de género de las personas”, aprobada en la ley 26.743Ministerio de Justicia y derechos humanos de la nación. 2014. “Ley Nº 26.743 Identidad de género” Disponible en: InfoLEG - Ministerio de Economía y Finanzas Públicas - Argentina. [Consultado el 04.07.2020]., en el año 2012. Estos avances han sido importantes en materia de derechos que benefician a la comunidad LGBTIQ de este país. Asimismo, los avances tecnológicos y el turismo global han permitido que, tanto en materia de difusión como en posibilidades de encuentros afectivos o sexuales, la comunidad gay se vea beneficiada tanto en visibilidad como en facilidad para gestionar sus prácticas afectivo/sexuales.

Estas transformaciones legales señalan una transformación importante del campo sexo-genérico (Núñez, 1999NÚÑEZ, Guillermo. 1999. Sexo entre varones. Poder y resistencia en el campo sexual. UNAM, El Colegio de Sonora, México. ) del país y en particular de la Ciudad de Buenos Aires, pues las representaciones jurídicas, las instituciones del estado y la política pública refieren de manera clara la inclusión y la igualdad de todas las personas en su diversidad sexo-genérica. No obstante, en la sociedad argentina, los discursos conservadores de tintes religiosos, heteronormativos y cigenéricos, o abiertamente homofóbicos, antes dominantes en el campo sexo-genérico, que incluso condujeron a la clandestinidad estas prácticas, siguen presentes en amplios sectores de la población y en sus concepciones, valores, actitudes y prácticas cotidianas.

La religiosidad es un aspecto que aún podemos ver muy presente en todas las provincias del país, y Buenos Aires no es la excepción. Podemos encontrar que hoy en día, aún persiste una fuerte injerencia de los sectores religiosos en la vida cotidiana nacional y provincial, donde los ideales de la moral cristiana se ven reflejados en muchos de los discursos justificativos en sectores conservadores del estado y sus instituciones, como puede evidenciarse en los debates del aborto legal o en la justificación para la no adhesión de la ley de educación sexual en algunos colegios católicos de la misma ciudad Autónoma de Buenos Aires. Algunos investigadores incluso señalan que es frecuente encontrar en muchos espacios de orden estatal, los cuáles deberían de garantizar la laicidad: “imágenes de santos, […], pequeños oratorios en los que los transeúntes “toman gracia”, realizan plegarias o adornan con flores u otros objetos religiosos” (Esparza M., Yuni J., Urbano C., 2020:9ESPARZA, Miguel. YUNI, José. URBANO, Claudio. 2020. “Reflexiones teórico-metodológicas sobre algunos dilemas en el estudio de prácticas sexuales clandestinas”, Revista Latinoamericana de Metodología de las ciencias sociales, volumen 10, Argentina.).

En este campo sexo-genérico se constituyen en la vida cotidiana de la Ciudad de Buenos Aires dinámicas complejas que por un lado se expresan en la afirmación de derechos, aspiraciones de libertad y experiencias de inclusión y no discriminación, pero por el otro lado, en una cultura popular en el que se reproducen significados heteronormativos vehiculan sentidos tradicionales de lo “bueno y malo”, lo “normal y lo anormal”, “lo prohibido y lo permitido”, “lo de buen gusto y lo de mal gusto” que aún dejan sentir su peso en la configuración de eso que Bourdieu (1982BOURDIEU, Pierre. 1982. Ce que parler veut dire. L’economie des echanges linguistiques. Fayar, Paris.) llamó: “el sentido de los límites” (Núñez,1999NÚÑEZ, Guillermo. 1999. Sexo entre varones. Poder y resistencia en el campo sexual. UNAM, El Colegio de Sonora, México. ). Los hombres gays que viven y se desenvuelven en ese contexto, se enfrentan a dichas concepciones, valores y actitudes y las transgreden, las enfrentan, las acatan o se acomodan a ellas de manera estratégica a través de prácticas secretas u ocultas. Las razones de esta secrecía pueden ser diversas, pero una de ellas es que aún hay personas que configuran lo sexual y particularmente la experiencia homoerótica como “algo que tiene que ser secreto”. En algunos casos, se trata no sólo de un secreto, a veces incluso de prácticas sexuales clandestinas, porque tienen lugar en espacios o en contextos en los que se prohíbe su expresión pública.

b) La clandestinidad

Ahora bien, en el contexto de la actual pandemia de covid-19, las medidas como el aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO), generan nuevas dificultades para los encuentros sexuales en la población que, por diversas razones, no satisface sus necesidades sexuales en su propio domicilio, se trata de 1) unidades domésticas unipersonales, 2) personas que comparten el domicilio con otras personas que no son sus parejas, 3) personas tienen parejas pero que no comparten con ellas el domicilio, 4) personas que tienen más de una pareja y una de ellas al menos vive fuera de la unidad doméstica, o 5) personas que independientemente de su situación de emparejamiento, gustan de tener diversas experiencias sexuales. En la medida en que salir a la calle está regulado por las nuevas disposiciones del ASPO, las relaciones sexuales fuera de la propia unidad doméstica se convierten en una práctica clandestina, en la medida en que no han sido consideradas por el gobierno como actividades esenciales. Los hombres gays que participaron de este estudio y que residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires suelen vivir preferentemente con sus padres, en unidades domésticas unipersonales o con amistades y participan activamente de los encuentros sexuales casuales. Para ellos, la clandestinidad en el marco de la pandemia covid-19, se suma a una larga historia de clandestinidad y a una dinámica de secrecía construida en un contexto de heteronormatividad que aún persiste.

Es importante reflexionar sobre la concepción de clandestinidad ya que la misma ha sido una condición que ha acompañado las prácticas sexuales entre varones. Jordán define la clandestinidad como: “Secreto, oculto, y especialmente hecho o dicho secretamente por temor a la ley o para eludirla» […] al tratarse del ocultamiento en relación a la ley, […]” (2009:3). Por su parte Taussig (1999) define la clandestinidad como:

“[…] lo oculto, lo encubierto, aquello que sucede en las sombras, pero que no es necesariamente del todo invisible. Más bien se trata de cosas negadas o al menos no reconocidas. En cierta manera, la clandestinidad se refiere a lo oculto, pero sabido: un “secreto público” (En Sutton, 2017:889SUTTON, Bárbara. 2017. “Zonas de clandestinidad y nuda vida: mujeres, cuerpo y aborto”, Revista de estudios feministas, Brasil. p. 889-902. ).

La clandestinidad en nuestro objeto de estudio se ve reflejada en las prácticas transgresoras del APSO, en este caso, las prácticas sexuales de hombres gays que han roto la cuarentena por la “necesidad de acceso a lo sexual” tal y como lo explicitan en sus respuestas.

Pensar las prácticas sexuales clandestinas de hombres gays, no nos remite solamente al lugar donde estas se gestan o se llevan a cabo, sino al sentido que estos hombres les otorgan a dichas prácticas. La apropiación de los espacios (en este caso virtuales) que permiten el acceso a lo sexual en código clandestino, nos muestra diferentes estrategias que tienen estos hombres para eludir la vigilancia social en la que hoy nos encontramos inmersos.

El uso simbólico de reglas, sentidos, placeres y transgresiones a la norma son prueba de ello. Conocer y reconocer los aspectos mencionados nos permite analizar y reflexionar sobre el impacto efectivo o insuficiente de pensar una política de aislamiento social obligatorio que involucre una comunidad que defiende la libertad sexual y que por lo menos en Ciudad de Buenos Aires la experimenta constantemente. Es por ello que es necesario indagar sobre aquellos aspectos que en estos sentidos de clandestinidad/transgresión producen estrategias de acceso a lo sexual en el contexto que nos acontece, donde no se pretende construir juicios de valor que culpabilicen a cierto grupo de personas, sino comprender las concepciones diferenciadas de lo que consideramos “libertad y sexualidad” en tiempos de pandemia, por parte de los propios sujetos.

c) El riesgo

Hasta el momento en la Argentina no se han presentado políticas enfocadas a la atención y al análisis de la sexualidad en tiempos de pandemia, aún con el riesgo que representa la transgresión del APSO con fines de encuentro sexual para el contagio de COVID-19 y el aumento de la cadena de transmisión. Pareciera que lo sexual ha desaparecido de las lógicas sanitarias y sociales, sin embargo, es uno de los aspectos que puede estar provocando la movilidad social, en la clandestinidad, en tiempos de pandemia.

El concepto de riesgo, según Korstanje sugiere:

Una probabilidad de que ocurra alguna eventualidad, pero en lo que refiere al individuo este tiene la posibilidad de evitar cualquier daño en base a la elección que realice sobre sus acciones. No obstante, también en el ejercicio de la libertad, el individuo puede no decidir, asumiendo por esa no-acción su propio riesgo. El sujeto aún en su inacción puede tener la facultad de decidir sobre diferentes cursos posibles, y en base a la decisión que adopte tendrá que enfrentarse constantemente a la incertidumbre que conlleva la imprevisibilidad (2010:37KORSTANJE, Maximiliano. 2010. “Reconsiderando el concepto de riesgo en luhmann”, Revista MAD Nº 22, Chile.).

En lo que se refiere a la comunidad gay, podemos decir que no es algo ajeno a su experiencia, pues al ser un colectivo altamente afectado por la epidemia del VIH-SIDA, el riesgo de infección o de enfermedad ha acompañado su existencia histórica y social, en los últimos casi 40 años. Por lo tanto, la aparición del COVID-19 ofrece un nuevo riesgo en sus vidas que, como el VIH-SIDA, incide en su manera de vivir y gestionar su sexualidad. Cuando se trata de una sexualidad que se da por fuera del ámbito de la unidad doméstica de residencia, esta además se debe de enfrentar al riesgo de la sanción administrativa por parte de la policía y, por lo tanto, involucra la clandestinidad.

Estado del arte

AHF (Aids Healthcare FoundationAHF Argentina. 2020. “Encuesta: sexualidad en cuarentena, hábitos y costumbres” Recuperado de: 4 de cada 10 argentinos vulneró cuarentena por sexo (apnews.com).) Argentina fundada en 1987 es una organización global sin fines de lucro que brinda medicina de vanguardia y defensoría a más de 1,350,000 personas en más de 43 países. Esta asociación llevo a cabo la aplicación de una encuesta vía online durante los meses de mayo y junio del 2020, donde del total de las personas encuestadas, el 53% se identificaban como mujeres, 36% como hombres, 2%trans femenina, 2% no binarios y 1% trans masculino. en relación con la sexualidad en tiempos de la pandemia de covid-19, arrojó que el 49% de los entrevistados mantenía su nivel de deseo sexual, mientras que el 29% afirmó que su deseo sexual había aumentado durante el confinamiento. Esto se ve reflejado en que un 66% de los entrevistados (hombres hetero/gays, mujeres, trans) afirma haber tenido relaciones sexuales durante la cuarentena obligatoria. Por otra parte, el estudio nos muestra que del total de personas que tuvieron prácticas sexuales en este contexto el 61% fue de manera presencial, mientras que el 43% de los que no pasaron el aislamiento con su pareja indicó que rompió la cuarentena. La mayoría de los que así respondieron tenían entre 20 y 39 años de edad. Este estudio, sin embargo, no presentó información desagregada para el caso de los hombres gays.

Metodología

Para contestar las preguntas de investigación se diseñó un estudio cualitativoexploratorio, se aplicaron veinte entrevistas semiestructuradas a hombres gays de la Ciudad de Buenos Aires, la muestra fue intencional, no representativa. El contacto se estableció mediante las aplicaciones de GRINDR y TINDER pactando las entrevistas de manera telefónica (8) o presencial (12). La edad de los entrevistados oscila entre los 21 y los 36 años de edad. (2) de los entrevistados viven en pareja, los demás (18) viven solos, en unidades domésticas unipersonales, sin ningún tipo de compañía. Dentro de las ocupaciones encontramos, (4) estudiantes, (10) profesionales, y trabajadores informales e independientes (6) (repartidores, barberos, chef), todos viven en la ciudad. Solo (8) realizan sus actividades cotidianas desde casa (estudio o trabajo).

Las entrevistas no se ofrecieron de forma inmediata al establecer los contactos con los entrevistados, sino que después de diferentes diálogos (que incluso duraban hasta días) se les proponía participar en el estudio, todas las personas a las que se les propuso realizarles una entrevista accedieron. La entrevista duraba en promedio treinta minutos, y la selección fue de manera aleatoria, el único criterio de exclusión es no haber roto la cuarentena hasta el momento de la realización de la entrevista. Las entrevistas que fueron pactadas de forma presencial se realizaron en los domicilios de los entrevistados, solicitando un permiso al estado por trámites impostergables (modalidad de permiso en APSO1 1 Tipos de permisos para circular en el AMBA (Area Metropolitana de Buenos Aires): Por actividades esenciales-Actividades no esenciales -permiso especial por 24 horas por situaciones puntuales- (En este último es que se encuentra el motivo de trámites impostergables). ).

Los modos de acceso a los encuentros sexuales son variados y en nuestros días para estos jóvenes entrevistados, el internet juega un papel central. Por esta razón y por las reglas mismas del confinamiento producido por el ASPO recurrimos al método de la etnografía virtual, la cual es definida por Hine como: “[…] La interacciones con informantes a través de la tecnología […] y las interacciones entre el etnógrafo y la tecnología. […]” (2004:82HINE, Christine. 2004. “etnografía virtual”, editorial UOC, tercera edición, Barcelona, España. ). En el marco de esta metodología seleccionamos dos aplicaciones para la búsqueda de encuentros afectivos y sexuales: GRINDR Y TINDER. GRINDR es la que mayormente mencionan los entrevistados, todos ellos autodefinidos como gays. En esta aplicación se pueden observar diferentes perfiles de hombres que buscan algún encuentro con otro hombre, donde mencionan sus características físicas y de personalidad, gustos, y alguna fotografía que haga referencia a su físico. En algunos de los perfiles encontramos que muchos no desean revelar su identidad hasta el momento del encuentro, encuentro que se dará siempre y cuando se cumpla con las exigencias que el perfil demande para con el otro. Es común encontrar frases que sintetizan criterios de búsqueda: “macho buscando macho”, “solo varoniles”, “no locas”, “hombre para hombre”, “sexo a pelo” (relaciones sexuales sin protección), “en Pre” (el usuario se encuentra tomando tratamiento pre/exposición, lo que lo que reduce el riesgo de transmisión de VIH, aunque la práctica sexual sea sin preservativo) y algunas relacionadas con el contexto del covid-19: “en cuarentena”, “cuareterna2 2 Término que hace referencia a la larga extensión que ha tenido el APSO en AMBA, y a las renovaciones constantes de este a fin de cada vencimiento. ”, “quédate en casa”, “solo sexo virtual”. En estas descripciones de requisitos para el encuentro, encontramos la fuerte influencia de los estereotipos hegemónicos de masculinidad en la construcción del deseo, así como la importancia del APSO en relación al encuentro sexual físico o virtual.

Los entrevistados hacen alusión a que sus encuentros sexuales se dan por medio de las aplicaciones GRINDR y TINDER, esto es coincidente con la estrategia de realizar un trabajo etnográfico virtual que permitiera en una primera instancia conocer los significados que estas prácticas adquieren para quienes las realizan (Restrepo, 2016RESTREPO, Eduardo. 2016. “Etnografía: alcances, técnicas y éticas”, Primera edición, Bogotá Colombia.:16), y después pactar las entrevistas por esos medios (15 entrevistas por Grindr y 5 por Tinder). Dicha exploración planteada desde un método reconocido, tal como lo es la etnografía, también se acompaña de la experiencia del uso de estas aplicaciones por parte del autor principal de este artículo.

Resultados

a) Los inicios del APSO y la vida sexual

Los hombres gays de la ciudad de Buenos Aires entrevistados tenían, antes de la pandemia, una dinámica de encuentros sexuales mediante aplicaciones, redes sociales o espacios como parques, cines porno, baños, saunas (cruising) o cuartos oscuros en “boliches” (bares). Todos mencionaron que, sin embargo, esta dinámica fue afectada drásticamente por el APSO desde sus inicios.

Al preguntarle a los entrevistados cómo vivieron los inicios de la pandemia y del mandato de aislamiento social, algunos respondieron que estuvieron tranquilos e incluso felices, sea por estar más tiempo en casa o por descansar del trabajo. Dos voces representativas de esta experiencia son la de Angel y Leo. Dijo Angel: “Feliz porque no tenía que ir a la oficina” y Leo comentó: “Tranquilo relajado en casa, en compañía de mi gato, igual salía a trabajar”. Otros como José se inventaron actividades para romper el aburrimiento provocado por el encierro: “Aburrido, pero lleno de actividades en el departamento, con el tiempo empecé a subir y bajar escaleras”.

Otro grupo de entrevistados, sin embargo, hace referencia a emociones como la desesperación, la ansiedad, la preocupación, el estrés por razones económicas, de incertidumbre laboral y por el encierro mismo. Samuel describió así sus primeras experiencias de ASPO: “Emocionalmente estresado económicamente y desesperado y frustrado, por el hecho de no poder salir y convivir con las demás personas de la rutina”. Denis, por su parte, lo expresó de esta manera: “Desesperado porque ya sabía que iba a ser por mucho tiempo, y sabía que iba a estar difícil la situación del país”.

Ahora bien, con relación al tema de la gestión de sus necesidades sexuales, todos mencionaron que recurrieron a la masturbación, algunos a su vez a la estimulación sexual a través de la pornografía. Así lo dijo Marcos: “Con masturbación absoluta”. Esta forma de autoerotismo parecía suficiente y al menos los primeros días y semanas en algunos se vivía con “tranquilidad”. Así lo señaló Miguel: “Tranquilo, en casa me masturbaba”. Otros señalaron, sin embargo, que, al poco tiempo, la masturbación empezó a resultarles “insuficiente”. La voz de Orlando es representativa de esta situación: “Pajeandome todo el tiempo con porno, no se podía salir, pero después del mes el porno no fue suficiente y empecé a invitar chongos a casa”.

Esta experiencia se repite en otros entrevistados, en algunos a los pocos días del APSO y en otros a las semanas o al primer mes. Es el caso de Ricardo, para quien la tranquilidad en el encierro sólo duró un día: “Tranquilo, al segundo día la rompí por primera vez”. En el caso de Joaquín, desde el principio se sintió “perseguido” y su aislamiento sólo duró una semana, luego de la cual procuró la forma de resolver sus necesidades sexuales. Así lo dice Joaquín: “Me sentí perseguido desde un principio, porque sabía que no me iba a quedar encerrado, y así fue, en la primera semana salí a garchar3 3 Termino que es utilizado en la Argentina y que hace referencia al hecho de tener sexo. con un vago de aquí cerca”. Orlando por su parte, comenta que la masturbación le resultó insuficiente después de un mes de practicarla y decidió transgredir el aislamiento, tal y como lo menciona su relato en el párrafo anterior.

Es interesante notar que independientemente de las primeras emociones del aislamiento social, sean estas positivas como la tranquilidad y la felicidad, o negativas como la ansiedad, la preocupación o la desesperación, todos los entrevistados comentan que al principio recurrieron a la masturbación, con ayuda de la pornografía en algunos casos, pero que esto al tiempo (sea un día, una semana o un mes) resultó insuficiente como forma de satisfacción de sus necesidades sexuales, por lo que transgredieron el mandato gubernamental del ASPO, teniendo con ello actividades sexuales clandestinas.

Llama la atención que esta situación no sólo ocurrió con la mayoría de los hombres gay que vivían en unidades domésticas unipersonales, sino también a una de las parejas co-residente. En un momento de su relación la pareja se dio cuenta de su falta de coincidencia sexual y decidieron recurrir a relaciones por fuera de su vínculo, acción que implicaba también la transgresión del ASPO. Así lo cuenta David: “Al principio feliz, relajado, paz y amor…ver películas, series. Y un día venía de trabajar y en ese momento los dos no queríamos ser activos y dijimos verga, entonces lo hablamos, pactamos y sucedió, pero con mucho temor”.

Los entrevistados aceptan haber roto el APSO por razones sexuales, sin embargo, sus motivaciones son diferenciadas en relación con la configuración de sus percepciones del deseo y de la obligatoriedad del aislamiento. Por ejemplo, David nos decía que su motivación fue la siguiente; “La calentura, considero que soy una persona muy caliente y me calienta mucho conocer a alguien charlar y coger, más allá de que estemos en cuarentena, eso no se me ha quitado, pero con menor frecuencia”. Por su parte otros entrevistados refieren no sólo el sexo, sino algo más, la necesidad de “romper el aislamiento”, una frase que refiere a algo más que sexo, sino a un ámbito más amplio que involucra las necesidades humanas de afecto y cercanía con otros seres humano. Así lo expresa Angel: “Ganas de tener sexo, y creo que necesidad de compartir algo con otras personas, el rompimiento de la distancia como para compartir algo con otra persona”. En cualquier caso, lo que queda claro en las respuestas de los entrevistados es que en el período de cuarentena los deseos sexuales no desaparecieron y que el recurso al autoerotismo en un momento dado, a veces al día siguiente, a veces al mes, fue insuficiente para encontrar satisfacción sexual, tal y como lo expresa Mike: “con el APSO he tenido más sexo, antes de eso me ocupaba, salía cansado del laburo y a veces ni me daban ganas de garchar, pero ahora estando tanto tiempo al pedo he garchado más y me dan más ganas”, por su parte Lucas nos dice: “he tenido más sexo en cuarentena, hasta afuera de casa, los chongos4 4 Es un término argentino utilizado principalmente por la comunidad gay para hacer referencia aquellos hombres que se identifican como heterosexuales, pero que de manera ocasional sostienen prácticas sexuales con otros hombres. andan desesperados, sales a caminar y es sexo seguro con todo este tema de encierro ya que muchos no pueden ver a sus minas y andan re calientes”5 5 Este comentario es interesante porque demuestra que en Argentina como en México y otros lugares de LA, las relaciones sexuales entre hombres no se limitan a personas autoidentificadas como gays, sino que se extienden a hombres que no asumen dicha identidad y que mantienen relaciones sexuales y afectivas con mujeres de manera frecuente (Núñez, 2007). .

b) Emociones y significados de la transgresión del ASPO

La transgresión del aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO) no puede entenderse, sin embargo, solamente como producto de una necesidad de gestión de la vida sexual. De hecho, las prácticas sexuales en el contexto de la pandemia y de las medidas de cuarentena expedidas por el gobierno argentino, se acompañan de un conjunto de emociones y significados que tienen los sujetos sobre lo que llaman a menudo “el encierro”. Se trata de emociones como la frustración, la sensación de “pérdida”, la impotencia, la “bronca” (el enojo), la desesperación, así como la fragilidad, todas las cuales acompañan a menudo tanto un repudio a la medida gubernamental de ASPO, como a la epidemia misma, en el marco de aspiraciones de libertad de parte de los sujetos, así como a emociones y reflexiones sobre la vulnerabilidad humana. Denis describió sus emociones de la siguiente manera:

“Me siento desesperado, frustrado, impotente porque esto es algo que nadie había vivido en muchos años y creo que a todos nos ha dado un golpe muy duro porque nunca pensé que la universidad parada… el poder que tienen de privarte de los amigos de los familiares, creo que eso nos pegó muy duro, en lo personal soy muy social que me gusta andar siempre visitando a los amigos, trabajar si tengo la necesidad”.

David, por su parte, se expresó de esta manera: “Bronca, porque siento que hemos perdido un derecho que era la libertad y me hace ver lo frágil que es el mundo ante un bicho invisible, ósea no somos nada”. Miguel repudia este coctel de emociones de repudio al ASPO de la siguiente manera: “(Estoy) Aburrido, y con desesperación, sin saber cuándo se va a terminar esta mierda, el gobierno solo extiende y extiende y es algo que nunca acaba”.

Otros entrevistados utilizan la metáfora del encierro y la prisión para expresar sus emociones. Mike lo dijo así: “Me siento cautivo, encerrado no podemos salir los fines de semana. Dentro de todo soy casero, pero no me gusta lo obligatorio, si me provoca salir, salgo”. En algunos casos, como el de Joaquín, la experiencia del encierro se acompaña no sólo de un repudio al encierro y la obligatoriedad como en el caso de Mike, sino de una aspiración de libertad como rasgo muy importante de su identidad. Dijo Joaquín: “Muy encerrado, como si fuera una prisión, la libertad para mí es muy importante y mantenerme encarcelado, aunque sea por fines sanitarios para mí es muy pesado”.

En otros casos, la aspiración de libertad y de repudio a la cuarentena adquiere claramente una expresión de repudio al gobierno. Lucas lo expresó así: “Con mucha bronca, me siento preso boludo, salís al super y los canas6 6 Término utilizado para hacer referencia a las fuerzas de seguridad (policía). están sobre ti, me desespera tener que estar dando explicaciones de todo lo que hago, y mantenerme encerrado ya ni en pedo”.

Es en este marco de emociones y significados que se dieron las transgresiones al APSO y las búsquedas de encuentros sexuales: por un lado, la pulsión sexual, por el otro, las emociones de frustración, impotencia, ansiedad, desesperación, preocupación, así como los significados de encierro, cárcel, imposición gubernamental y de nociones de libertad.

c) La búsqueda de encuentros sexuales: características.

Los hombres gays entrevistados, mencionaron que la gestión de los encuentros sexuales se pacta por las aplicaciones de Grindr, Tinder o alguna red social (Facebook, Instagram o Twitter) o mediante algún contacto conocido (personas con las que anteriormente han sostenido prácticas sexuales). Los compañeros sexuales son pues, en algunos casos personas conocidas, en otros casos, personas que se contactan a través de redes sociales o aplicaciones creadas para tal fin.

Ahora bien, una vez que se ha pactado un encuentro sexual, uno de los dos tiene que acudir al domicilio del otro, lo que involucra la transgresión del ASPO, con sus posibles implicaciones legales. Para trasladarse, los entrevistados señalaron en su mayoría que buscan encuentros con personas que vivan cerca del domicilio (no más de 2 kilómetros) para caminar y no tener que usar transporte. Otros refieren que utilizan taxi, colectivo o tren”. Todo esto lo hace de manera clandestina y tomando el riesgo de ser detenidos por la policía, ya que solo el 20% de los entrevistados porta el permiso de circulación por pertenecer al grupo de trabajadores esenciales que estipulo el gobierno nacional.

d) La percepción del riesgo antes de realizar el encuentro sexual

Se le pidió a los entrevistados que mencionaron los riesgos que percibieron antes de sostener su encuentro sexual y sus respuestas fueron las siguientes: 1) riesgos relacionados con infectarse, transmitir el virus o contribuir a su propagación: “riesgo de infectarse de covid-19”, “riesgo de ser portador y contagiar a otras personas”, así como contribuir a “una mayor propagación del virus”. 2) riesgos relacionados con las consecuencias legales de la transgresión del APSO: “riesgo legal penal: ir a la cárcel o ser multado”, 3) riesgos de “contagios de Infecciones de transmisión sexual” (ITS) y 4) riesgos de “encontrarle el gusto a la transgresión”.

Es interesante notar que los riesgos que perciben los hombres gays entrevistados no se limitan al covid-19 o a las implicaciones policiacas o legales, sino que, en su manera de entender el riesgo, aparecen las ITS, un riesgo que preexiste al covid-19 y que ha sido particularmente relevante, en el caso del VIH-Sida, para la población de hombres gay. Más interesante aún, resulta la respuesta que identifica como riesgo la posibilidad de “encontrarle el gusto a la transgresión”, esto es, la posibilidad de hacer de la transgresión una fuente de placer o, dicho de otra manera, la posibilidad de erotizar la transgresión en sí misma. Esta última respuesta nos señala un ámbito importante para futuros estudios, sobre todo por sus posibles vínculos con la cultura gay y el papel central que en ella puedan tener los valores de la libertad, del placer erótico y de la noción de derechos, los cuáles entran en conflicto con los riesgos de contraer el covid-19 y los riesgos legales.

Como una estrategia metodológica para entender mejor su percepción del riesgo, se les pidió que identificaran con un número del 1 al 10, el grado de riesgo que asumieron al haber tenido un encuentro sexual. Las respuestas suelen coincidir y el número promedio fue de 6.8. A pesar de este número que es ligeramente alto, todos los entrevistados coincidieron en señalar que el deseo sexual es mayor que el temor que le producen los demás riesgos, incluido el riesgo de contagio. Además, es interesante que los entrevistados agregan sentidos de emoción y placer ante la toma de riesgo. Este elemento es de suma importancia al momento de reflexionar en torno a la transgresión constante del APSO con fines de encuentro sexual.

e) Características de los encuentros sexuales y medidas para la disminución del riesgo de covid-19

El número de veces que los entrevistados han transgredido el APSO con fines sexuales es en promedio de 9 veces por persona, (con un máximo de 15 y un mínimo de 2 veces) y el promedio de personas diferentes con las que se han encontrado durante el tiempo que va de la cuarentena (periodo marzo-junio de 2020) es de 4,7 personas por entrevistado, (con un máximo de 12 y un mínimo de 2 personas). Podemos observar que el número de veces es mayor al número de diferentes individuos con los que tienen encuentros sexuales, ya que algunos entrevistados hacen referencia a que en varias ocasiones se juntan con las mismas personas para evitar mayores riesgos de contagio. En este sentido, podemos señalar la primera medida de disminución de riesgo que señalan los entrevistados: procurar repetir con las mismas personas en la medida de lo posible.

Antes de esta medida, sin embargo, los entrevistados dicen tomar otras medidas para disminuir al máximo el riesgo, tales como: 1) platicar y observar a los posibles compañeros sexuales para “hacerse una idea” de si es una persona de riesgo, 2) preguntarles si han roto la cuarentena previamente y cuántas veces, 3) verificar que usen cubre bocas y 4) al conocerse, sólo saludarse con el codo. Dos ejemplos de estas medidas nos los ofrecen David y Joaquín. David señaló: “Primero he charlado de forma muy sutil antes de que vengan, de donde son, y cuando vienen me fijo el tema del barbijo del alcohol, charla y viendo que ondas para saber que ondas con la persona, y las medidas de protección de siempre como el preservativo”. Joaquín por su parte comentó: “Preguntarle a la persona si ya ha roto la cuarentena en otras ocasiones, y en base a lo que me responda trato de cuidarme más”.

Una vez que las personas con las que se sostendrá el encuentro sexual ya están el domicilio, los entrevistados dicen haber tomado algunas otras medidas para disminuir el riesgo, tales como: 1) ofrecer alcohol para que se laven las manos, 2) pedirles que dejen su calzado en la entrada de la casa, 3) desinfectar a la persona con alcohol en gel y 4) pedirles que se bañen y 5) desinfectar la ropa de cama. Atendamos las voces de los entrevistados. A la pregunta sobre las medidas que toman estas fueron algunas de las respuestas:

Orlando “Brindar alcohol, permitir que se laven las manos”.

Samuel: “Desinfectar a la persona con gel antibacterial, desinfectar la casa con lavandina, lavar las cobijas y el lugar donde estuvieron las personas”.

Abraham; “Ofrezco el baño y la ducha de casa para que se higienicen”.

Luis: “Pido que se saquen las zapatillas7 7 En Argentina al calzado deportivo se le dice zapatilla, a diferencia de otros países que la zapatilla es el calzado de mujer. en la puerta y de ser posible que las dejen afuera, uso de alcohol en gel”.

Lucas: “Uso de cubrebocas y alcohol en gel”.

Richard: “En áreas comunes el uso de barbijo y saludo con codo. A solas nada”.

Es importante mencionar que, aunque la mayoría (15) de los 20 entrevistados dijeron llevar a cabo una o varias de esas medidas, 5 de los entrevistados afirmaron no realizar ninguna medida de disminución de riesgos, así lo señalaron Ricardo, Javier, Miguel, José, Mike. La razón que explica esa conducta es que consideran que cualquier medida es inútil, pues el encuentro sexual por sí mismo, requerirá una exposición total al riesgo. Así la expresa con claridad Ricardo: “Nada, no tiene caso si después vas a garchar, al final no te vas a besar con cubre bocas, o no te van a hacer un pete8 8 Hace alusión al sexo oral. poniéndole alcohol en gel a la pija (risas)”.

En base a las respuestas presentadas encontramos que la mayoría de los entrevistados toma alguna medida para realizar sus encuentros sexuales, sin embargo, algunos reconocen que no toman ninguna medida y que, por más que quieran tomarlas, a “la hora del contacto sexual se rompen todas las precauciones que pudieran haber tenido”, por lo que no le encuentran efectividad al hecho de tomar medidas preventivas cuando se va a tener un contacto más estrecho en el encuentro sexual. Si pensamos en los riesgos que conllevan los numero presentados, en relación con la cadena de contagio que presenta el COVID-19 en Buenos Aires, tenemos que son muchas las posibilidades de que estos hombres se puedan exponer al contagio, teniendo en cuenta que desconocemos cual sería el patrón de movimiento/contacto de las personas con las cuales mantienen encuentros sexuales y que en su mayoría las conocen por esta aplicación de reuniones casuales.

f) Significados de la transgresión del APSO

Es importante indagar sobre las emociones que se generan después de tener las prácticas sexuales clandestinas, por ello, se les plantearon las siguientes preguntas: ¿Qué emociones te genera transgredir el APSO? Las respuestas suelen coincidir en una combinación de emociones, por un lado, tranquilidad y satisfacción, por el otro, incertidumbre por la posibilidad de la infección, miedo a la sanción legal o incluso culpa, tanto por haberse expuesto a la infección, como por la falta de solidaridad hacia la comunidad que sí respeta la cuarentena. Así lo expresó David: “Sentimientos encontrados, culpas, pero después satisfacción y tranquilidad porque he visto que después me he sentido tranquilo, pero al inicio si te genera eso un bajón”. Marco señaló: “Incertidumbre momentánea, en referencia al hecho de contagiarme y contagiar y ser parte de la población que propaga el virus”. Ricardo dijo: “No creo que genere a punto de destacar, pero en algún momento puede ser que haya tenido miedo a sanciones legales”. Por su parte Ramón y Ángel mencionaron, respectivamente: “Algo de culpa por quien la respeta” y “Que cometía un delito, pero pensaba en todo lo que diría si la cana me preguntaba qué hacía en la calle”. Luis, Denis, Abraham, César y Richard también respondieron que la principal emoción fue el temor.

Ahora bien, aunque 10 de los 20 entrevistados señalaron alguna emoción negativa o un conjunto de emociones contradictorias, es importante mencionar que los otros 10 entrevistados mencionaron emociones positivas vinculadas al placer, la libertad, la paz, o simplemente sentirse en sus palabras: “normal”. Javier lo dice así: “La sensación de aislamiento se rompió por unos días, la sensación de soledad también, y la necesidad de contacto físico. Libertad, placer sexual”. Samuel comentó: “Poco de paz, por que salgo de la rutina y socializo con una persona un poco de tiempo y olvidar poco la situación en la que estamos”. José fue muy enfático: “Sentir que disfruto mi libertad”. Orlando, por su parte, vinculó sus emociones de libertad con una experiencia de autonomía sobre su sexualidad: “Sentirme libre nuevamente, esa sensación de hacer lo que se me cante y que no me digan nada”.

En este complejo de emociones positivas, negativas y contradictorias, es claro que los entrevistados parecen experimentar su experiencia sexual, como en generaciones anteriores, con mecanismos sociales de vigilancia, control social, encierro, pero también con afirmaciones de libertad, de autonomía y de desafío al poder. Joaquín parece sintetizar en este sentido, ese complejo emocional: “una sensación de libertad, pero al mismo tiempo me sentía vigilado y perseguido todo el tiempo”.

g) Las razones para la transgresión repetida

Cuando se les consulta si volverían a romper el APSO, en la generalidad de los discursos presentados y en sus repeticiones, encontramos que los entrevistados volverían a transgredir el APSO, ya que consideran que la “mayoría” no cumple con el aislamiento, tal como lo expresa Cesar: “al igual que la mayoría sí, por que todos se hacen los conscientes, pero incluso los heteros rompen la cuarentena a dos manos para garchar, porque yo me tendría que encerrar”. Otros entrevistados hacen referencia a que son muchos días de encierro y prefieren tomar el riesgo que implica dicha transgresión con el objetivo de acceder a lo sexual y lo que eso implica a nivel sensitivo, como lo vemos reflejado en las respuestas de Carlos, Ricardo, Mike, Richard, Abraham: “si para garchar”. Y lo que refiere a lo sensitivo lo vemos reflejado en la respuesta de Ramon: “Sí, porque soy muy calentón y me encanta el sexo”.

Por otra parte, existe una idea generalizada entre estos hombres, de que el hecho de no ser población de riesgo de cierta forma les garantiza un tránsito leve por la enfermedad en caso de un contagio, lo que refuerza la decisión en torno a no cumplir con el aislamiento, tal y como lo sostiene Denis: “si, por que no soy población de riesgo y tomo todas las medidas para cuidarme”, por su parte Miguel nos dice lo siguiente: “Sí, porque en cuestiones de riesgo, es imposible aislar en toda potencia la sociedad, y la carencia sexual sigue siendo una realidad para muchos en esa sociedad, incluso en mi concepto no es si uno vas a romper si no cuando vas a romper, y creo que eso también está calculado en las tasas de transmisiones para no haber colapso de sistema, lo cual es el objetivo de la cuarentena”.

Algunos de los entrevistados conciben el riesgo de contagio de covid-19 como algo relativo que no es un factor que determine su transgresión al APSO, tal y como lo sostiene Ricardo en referencia a volver a romper la cuarentena: “No temo la enfermedad, temo el colapso del sistema como un todo y si temo las consecuencias de tenerla, y transmitir, mismo sin saber, a una persona que puede estar con más problemas que yo considero no tener”. Por su parte Ángel prioriza lo sexual antes que el riesgo tal y como nos dice en su respuesta: “si, no podría estar sin sexo más de una semana, la paja ya me cansó”.

Por otra parte, existe una idea generalizada entre estos hombres, de que el hecho de no ser población de riesgo de cierta forma les garantiza un tránsito leve por la enfermedad en caso de un contagio, lo que refuerza la decisión en torno a no cumplir con el aislamiento, tal y como lo sostiene Denis en otra de sus respuestas: “No, lo veo como un virus normal siendo uno de los que a pesar de que se considera uno de los más peligrosos por el nivel de alcance que tuvo no le temo, me considero una persona sana que si me llega a dar lo podría superar”.

Dentro de las respuestas también encontramos que las motivaciones para volver a romper el APSO se da por la construcción de vínculos de confianza con alguna persona que se conoció durante la pandemia, tal y como lo afirma David: “Si, por que influyen muchos factores, primero la volvería a romper con alguien con el que ya estuve en esta primera parte porque esta persona ya me dio confianza ya me dio seguridad, lo que si no lo volvería hacer con alguien nuevo”. Y también algunos entrevistados en menor medida respondieron que lo harían por el sentido de libertad que les da el hecho de transgredir el aislamiento, y esto lo encontramos en las respuestas de José, Orlando, Leo y Lucas: “Si por libertad”.

Conclusiones

Encontramos que, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires(CABA), algunas de las estrategias de los hombres gays, para gestionar el encuentro sexual en tiempos de pandemia, es mediante el uso de aplicación de ligue (Grindr-Tinder) y que estas resultan efectivas en tanto que la mayoría de quienes las utilizan tienen los mismos objetivos y de igual forma transgreden el APSO. Otro aspecto importante a rescatar es que las prácticas sexuales en tiempos de pandemia, adquieren una significación de clandestinidad, ya que justamente son ilegales y no permitidas en el tiempo que dure la vigencia del APSO en CABA.

Gran parte de los hombres gays entrevistados y que viven en CABA tiene conocimientos precisos en referencia a la importancia de respetar y adherirse al APSO, sin embargo, el contar con dicho conocimiento no determina la no trasgresión a la norma y los cuidados en sus prácticas sexuales. Ya que, de acuerdo a lo expuesto anteriormente encontramos una prioridad por el acceso a lo sexual y el disfrute que este produce. En relación a las reacciones en nuestros entrevistados después de tener experiencias sexuales en tiempos de pandemia, encontramos que están dispuestos a asumir cualquier consecuencia, pero siempre pensando más desde la individualidad antes que en la afectación colectividad que pueda producir dichas transgresiones.

Es importante mencionar que la mayoría de estos hombres (18) viven en hogares unipersonales, y el sostenimiento emocional que requiere la adhesión del APSO se piensa desde la política sanitaria en referencia a la convivencia familiar o con alguna persona con la que se comparta vivienda, sin embargo, la realidad es que en el caso de nuestros entrevistados la mayoría expresa sensaciones de mayor soledad con el transcurso de la cuarentena, ya que no reciben visitas de familias ni de amigos por el temor generalizado que existe ante el contagio, esta situación sumada a aspectos que caracterizan a una parte de la población gay y que hacen referencia a la búsqueda de independencia de lo familiar, (aunque esta independencia nunca fue pensada en una aislamiento de tan larga duración), también son factores que influyen para que estos hombres transgredan la cuarentena con fines de encuentro sexual.

Los hombres gays entrevistados tienen una percepción clara del riesgo, es por eso que buscan que sus prácticas sexuales se den tomando ciertos recaudos de forma preventiva y dentro de sus posibilidades ante el alto número de contagios9 9 51340 casos reportados hasta ese momento. Siendo el AMBA el segundo territorio con más casos. de COVID-19 que presenta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Encontramos que en estos hombres se genera un sentido de culpabilidad sobre el hecho de transgredir el APSO, sin embargo, dicha transgresión se vuelve a repetir, dado que el impulso sexual es muy fuerte en todas las personas y sumado a esto, las experiencias y significados previos de clandestinidad, de libertad y de autonomía que posee la comunidad gay como parte de su histórica experiencia de vida, influyen también en dicha transgresión.

Por lo tanto, estos hombres, aun cuando tienen la intención de respetar la cuarentena obligatoria, al poco tiempo (un día, semana o mes) se ven en la necesidad de salir de sus hogares para poder gestionar lo sexual, ya que no puede sostener el encierro y se aburren del autoerotismo y buscan otros encuentros transgrediendo así el APSO, sus estrategias se vuelcan a la transgresión del mismo para concretar la práctica sexual en condiciones de clandestinidad y así evitar las infracciones legales que se pueda generar ante dicha transgresión. Es necesario pensar en la sexualidad en tiempos de pandemia, pero sobre todo no obviar u omitir la existencia de aquellas personas (hombres gays en nuestro caso) que han transcurrido este aislamiento en soledad, tratando de controlar en un inicio la pulsión sexual para respetar el APSO, pero que en la medida en que la APSO se ha prolongado, los hombres gays estudiados buscan gestionar su vida sexual aún en condiciones de clandestinidad. Es claro que en el diseño de las propuestas sanitarias vigentes no se pensó en la sexualidad de las personas, menos aún en las particularidades de las condiciones de vida de la población de hombres gay.

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Documentos

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  • Programa Nacional de Educación Sexual Integral. 2006. “ley 26.150 ESI, senado y cámara de diputados de la Nación, Argentina” Disponible en: Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (2006) (2009) | Identidad + Diversidad (adc.org.ar). [Consultado el 02.07.2020].

Notas periodísticas

  • AHF Argentina. 2020. “Encuesta: sexualidad en cuarentena, hábitos y costumbres” Recuperado de: 4 de cada 10 argentinos vulneró cuarentena por sexo (apnews.com).
  • 1
    Tipos de permisos para circular en el AMBA (Area Metropolitana de Buenos Aires): Por actividades esenciales-Actividades no esenciales -permiso especial por 24 horas por situaciones puntuales- (En este último es que se encuentra el motivo de trámites impostergables).
  • 2
    Término que hace referencia a la larga extensión que ha tenido el APSO en AMBA, y a las renovaciones constantes de este a fin de cada vencimiento.
  • 3
    Termino que es utilizado en la Argentina y que hace referencia al hecho de tener sexo.
  • 4
    Es un término argentino utilizado principalmente por la comunidad gay para hacer referencia aquellos hombres que se identifican como heterosexuales, pero que de manera ocasional sostienen prácticas sexuales con otros hombres.
  • 5
    Este comentario es interesante porque demuestra que en Argentina como en México y otros lugares de LA, las relaciones sexuales entre hombres no se limitan a personas autoidentificadas como gays, sino que se extienden a hombres que no asumen dicha identidad y que mantienen relaciones sexuales y afectivas con mujeres de manera frecuente (Núñez, 2007NÚÑEZ, Guillermo. 2007. Masculinidad e intimidad. Identidad sexualidad y sida. UNAM, El Colegio de Sonora, México.).
  • 6
    Término utilizado para hacer referencia a las fuerzas de seguridad (policía).
  • 7
    En Argentina al calzado deportivo se le dice zapatilla, a diferencia de otros países que la zapatilla es el calzado de mujer.
  • 8
    Hace alusión al sexo oral.
  • 9
    51340 casos reportados hasta ese momento. Siendo el AMBA el segundo territorio con más casos.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    23 Jun 2021
  • Fecha del número
    2021

Histórico

  • Recibido
    20 Jul 2020
  • Acepto
    08 Mar 2021
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