Este artículo aborda los modos en que el trabajo sexual ha sido discutido por diversas posiciones feministas. Desde un feminismo radical, no se cree posible considerar esta actividad como una forma de trabajo ya que se concibe a la prostitución enraizada en profundas desigualdades de género. Sin embargo, desde el feminismo liberal y los movimientos de profesionales del sexo se propugna la defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales y la normatización de su actividad. Los asistentes sociales -debido a las especificidades de la construcción histórica de su profesión- tienden a posicionarse en una línea de intervención próxima a la de las feministas radicales, y por tanto a acccionar, en su práctica profesional con trabajadores sexuales, sin actualizarse respecto de las demandas que estos actores sociales vienen reivindicando.
trabajo sexual; feminismo radical; feminismo liberal; trabajo social; Portugal