Resumen
Ailton Krenak (Mantena, 29 de septiembre de 1953), es un líder indígena brasileño, ambientalista, filósofo, poeta y escritor del pueblo indígena Krenak. Ailton también es profesor Honoris Causa de la Universidad Federal de Juiz de Fora (UFJF) y es considerado uno de los más grandes líderes del movimiento indígena brasileño, con reconocimiento internacional. En septiembre de 2022, Ailton Krenak concedió una entrevista a la docente e investigadora feminista Karina Bidaseca en Buenos Aires, Argentina. Acercarse al pensamiento de Ailton Krenak es una manera de comprender las voces colectivas de los pueblos que reclaman sus vidas y territorios en medio al ecocidio en Latinoamérica, así como nos brinda elementos para reflexionar sobre la construcción colectiva auto-organizada y emancipadora en tiempos de crisis multicausales.
Palabras clave:
ecocídio; resistências indígenas; auto-organización
Abstract
Ailton Krenak (born in Mantena, September 29, 1953) is a Brazilian indigenous leader, environmentalist, philosopher, poet, and writer of the Krenak indigenous people. Ailton is also a professor Honoris Causa at the Federal University of Juiz de Fora (UFJF) and is considered one of the greatest leaders of the Brazilian indigenous movement, with international recognition. In September 2022, Ailton Krenak gave an interview to the feminist professor and researcher Karina Bidaseca in Buenos Aires, Argentina. Engaging with Ailton Krenak's thought is a way to understand the collective voices of the peoples who reclaim their lives and territories amidst ecocide in Latin America, just as it provides us with elements to reflect on self-organized and emancipatory collective construction in times of multi-causal crises.
Keywords:
ecocide; indigenous resistances; self-organization
Buenos Aires, septiembre de 2022.
ENTREVISTADORA: Buenas tardes, es un gran honor estar aquí con Ailton Krenak, es casi un sueño haberte conocido finalmente, después de un año de querer tener esa conversación. Estoy profundamente agradecida. Les presentamos, para quienes conozcan y han leído este libro maravilloso que se llama “Ideas para postergar el fin del mundo”, publicado y traducido recientemente por la editorial Prometeo a la lengua castellana, de la colección dirigida por Rita Segato (Krenak, 2021). Ailton nació en 1953 en la región del valle del río Doce, territorio del pueblo Krenak. Es un reconocido activista por los derechos de los pueblos indígenas de Brasil y uno de los líderes más destacados del movimiento desde aquél despertar, en 1987, en el Congreso Nacional Brasileño cuando pintas tu rostro de negro y dices: “el pueblo indígena, siempre vivió al margen de todas las riquezas, un pueblo que vive en una casa cubierta de paja y duerme en el suelo, de ningún modo debe ser considerado enemigo de la Nación”. Ailton, quisiera que nos cuentes ¿Cuáles son esas ideas para postergar el fin del mundo? ¿Cuál es tu visión acerca de lo que sucede hoy en los territorios indígenas de nuestra Améfrica Ladina, al decir de Lélia Gonzalez? Gracias.
Krenak: Es una buena oportunidad para establecer contactos, colaboraciones entre pueblos que viven en el continente, en América Latina, desde una realidad regional. La situación es muy grave en Brasil, lo que también refleja las mismas dificultades en los países de habla hispana. Brasil es este país de habla portuguesa atrapado en un océano de lenguas diferentes, pero que vive las mismas contradicciones ambientales y sociales, y las mismas crisis económicas. Y ahora también estamos viviendo un ciclo de graves crisis políticas, de política interna. Con dificultad para formar nuevos liderazgos, con un fortalecimiento y avance muy grande del poder económico sobre los territorios de los pueblos nativos, principalmente en la Amazonía, pero también en Mato Grosso do Sul, Goiás. Y todos estos territorios están siendo maniobrados por la presión del mercado para arrendar tierras, vender tierras, invadir tierras. Es como si repitiéramos este ciclo de hace 30 años, en los años 1970 y 80, ahora en el siglo XXI. Una expansión de las fronteras agrícolas y una disputa muy desigual sobre quién puede quedarse en la tierra. Las comunidades indígenas, ribereñas y tradicionales que no comercian con este mercado se ven presionadas a marcharse o participar en una economía corporativa y depredadora. Veo que las ideas para posponer el fin del mundo, las ideas para posponer esta tragedia, tienen que surgir de estas resistencias locales, de esta capacidad de pensar otro mundo. Más allá de una prescripción, son una provocación. Un espíritu, una provocación, de gente que dice: mira, es necesario dejar esta desigualdad radical, este prejuicio, y producir otras experiencias de convivencia. Más allá de la agenda política de cada país, es importante pensar cómo estos pueblos plurales en cultura, en diversidad, pueden producir otras visiones de mundo. Este es el tema que desarrollo en este libro.
ENTREVISTADORA: Yo pensaba… cuando mencionas la posibilidad de una solidaridad a nivel regional de los pueblos. Porque la visión es aún esperanzadora, entonces mi pregunta es: ¿ves posible regenerar un planeta que ha sido tan dañado como el nuestro? ¿Qué posibilidades de luchas y resistencias tenemos entre los pueblos que están siendo oprimidos por las corporaciones internacionales, el extractivismo, el monocultivo de la soja, o del pino en provincias en nuestro país como es Misiones, y en una comunidad en particular Puente Quemado II, en donde el monocultivo del pino no deja crecer la floresta, ha consumido el agua, hay escasez, contaminación del agua por los agrotóxicos… ¿Qué esperanza pueden tener esas poblaciones, viviendo con inseguridad alimentaria, en un lugar tan depredador como es ese planeta que habitamos hoy en el siglo XXI?
Krenak: Es muy importante poder distinguir el tiempo, el tiempo histórico, el tiempo social, del tiempo geológico. La tierra, el planeta, tiene una cuenta de tiempo diferente a la nuestra. La esperanza en la restauración es todo, sólo que no en nuestro tiempo. Vivo en la orilla de un río que ha sido devastado por la actividad minera. Se ha dañado tanto que el agua que hay en la cuenca de ese río no se puede utilizar, todavía está enferma, estará enferma durante un tiempo. Ese río será restaurado. Deja de meterte con él y se regenerará, el río. Los habitantes de las orillas del río no tienen el mismo tiempo que él. Por lo tanto, hay que destacar la situación de la gente y la situación de la naturaleza, de lo que llamamos naturaleza, del territorio. Donde hay monocultivo, donde hay veneno, agrotóxicos y toda esta depredación, se produce un efecto en el suelo, en la tierra, en la atmósfera de la tierra, que el tiempo de la naturaleza cura. El tiempo de la naturaleza es uno y el tiempo de los humanos es otro. La tierra tiene un tiempo geológico, períodos, eras geológicas, y algunos científicos piensan que si el Antropoceno, si esta distopía avanza, lo que puede ocurrir es que los humanos se extingan.
ENTREVISTADORA: Es muy interesante sin duda, porque pensar en la temporalidad nuestra es seguir ejerciendo esa supremacía del hombre sobre el universo. Tú me hablabas de cómo contribuir a esos momentos en que los pueblos indígenas llegan a Brasilia, en que acontecen las asambleas indígenas de las mujeres Guaraní-Kaiowá. El año pasado hemos compartido parte de esas vidas, las vidas de las lideresas que llegaban a Brasilia a denunciar lo que sucedía en las aldeas en los territorios, en los cuerpos-territorios. Esa fusión entre las violencias contra las mujeres, las niñas, las violaciones... que como vemos esta herida fue incrementándose. ¿Cuáles serían los motivos de las violencias en los territorios?
Krenak: Es una violencia dirigida. No es caótica, es dirigida. En el caso de nuestros parientes Kayá Guaraní en Mato Grosso do Sul, se centra directamente en una disputa territorial. El agronegocio no tolera la presencia de los tekoá (Tekoha), de las aldeas. Y no tolera la presencia de los guaraníes con su integridad cultural. Tienen integridad y esto ofende al régimen de monocultivo. Quieren ocuparla, incluso expulsando a las familias indígenas. Y estamos resistiendo y no podrán sacar a los indígenas de allí. Van a tener que aprender a respetar y convivir con la presencia indígena y les vamos a imponer muchas restricciones. No podrán seguir lanzando veneno desde los aviones sobre los campos de soja y sobre los pueblos. Y vamos a presionar cada vez más a la justicia para que se les responsabilice, se les penalice, y también es una forma de imponernos. Ninguno de estos empresarios ha nacido en Mato Grosso. Fueron allí a tomar la tierra de otras personas. Se trata de una acción típicamente colonial, pero también podría calificarse de robo.
ENTREVISTADORA: Hace poco leí una novela que se llama “Em”, de una escritora vietnamita de nombre Kim Thuy. En uno de los textos, ella mencionaba que la guerra estadounidense – como le llaman en Vietnam – también se promovió a partir de los agentes naranjas, los agentes que rozaban los árboles pero que, además, impusieron la idea de traer árboles de caucho en los años 1960, desde la Amazonia de Brasil hacia Vietnam. Esos árboles estaban llenos de heridas, porque una de las cosas más tristes y conmovedoras es ver cómo se lastiman los árboles para extraer el caucho que se usa para los elementos de consumo y derivados del nylon. Me sorprendió mucho leer cómo parte de esa guerra es la colonización de la naturaleza, es decir, el trasplante del árbol de caucho desde Brasil para ser llevados a Vietnam requería una fuerte deforestación de los árboles nativos como es el caso del bambú. Eso no es nuevo para nosotros hoy que estamos viviendo con la deforestación de territorios, pero si son nuevas las consecuencias. Todavía no podemos lidiar con esas consecuencias, el ser humano se torna más hostil en el territorio de su propio hábitat. ¿Que pensás de eso? Y, por otro lado, ¿qué ha sido la pandemia y que relación hay con la aparición del Covid-19, cuando una tesis sostiene que la deforestación fue lo que provocó la colonización del virus de los cuerpos humanos.
Krenak: En los años 1980 conocí algunos slogans, algunas campañas dirigidas a la conservación de los bosques, y esas campañas dirigidas a la conservación de los bosques anunciaban que el monocultivo iba a reclamar todas las regiones de biodiversidad, de diversidad biológica expresiva para sustituirla por el monocultivo, porque era una vocación y una tendencia del mercado. El mercado de la madera, el de la energía, el de todo. El mercado del petróleo incluido. Seguimos desde los años 90 con todas las recomendaciones de los convenios de biodiversidad, Cop-10, Cop-30, Cop-60, seguimos ignorando este compromiso y los gobiernos son cada vez más omisos e indiferentes a esta toma de territorios realizada por la expansión económica, por la depredación, por una economía que sabemos que está drogada, que causa daños a todo, y destruir la base de esta economía comunitaria, los bosques, las aguas, es hacer inviables estas comunidades, hacerlas salir, dejar el bosque para que esos territorios sean reclamados por el capitalismo, por el mundo de la agricultura forestal.2
En Brasil, millones de hectáreas de tierra están inmovilizadas por las plantaciones de eucalipto. En la última década, Brasil ha ocupado la posición de primer exportador de pasta de papel en América Latina. El mayor exportador de pasta de papel, como 1.000 millones de toneladas de pasta. Y para eso tuvo que comprar tierras en varias regiones del país, en Mato Grosso, en São Paulo, en Minas Gerais, en Espírito Santo, en Rio Grande do Sul, en Bahía. Así, millones de hectáreas de tierra cultivable, inmovilizadas para producir fibra. Esto ya ha sucedido en otras partes del mundo y seguirá sucediendo. Pensar en formas de resistir y cuestionar esta monocultura, tanto del capital como de las mercancías, porque todo se está convirtiendo en una monocultura, es fortalecer la voz de los que todavía viven en la tierra. Cuestionar, por ejemplo, el modo de vida urbano. Esta forma urbana crea una especie de abismo entre el cuerpo de las personas y el lugar de donde provienen los alimentos, las medicinas, el refugio, todo. La tierra proporciona todas estas cosas para que la gente viva una vida artificial dentro de la ciudad y esta separación del cuerpo de la tierra produce una humanidad alienada, fácil de ser manipulada y expuesta a situaciones pandémicas como la de Covid. En Brasil, la pandemia causó un enorme número de muertes. Llegamos a casi 700 mil personas que murieron durante su apogeo.
Sigue causando mucho daño y la gente no cambia por ello. La gente sufre daños, sufre pérdidas, pero sigue alienada e insiste en habitar estas estructuras en quiebra. Porque son mantenidos artificialmente por el capitalismo. El 80% de la población de Brasil se encuentra en zonas urbanas. El ochenta por ciento. No sé aquí en Argentina cuál es la proporción de personas que están en la ciudad y las que están en el campo. Pero es escandaloso que el 80% de la población de un país se concentre en las ciudades, en esas torres, en esos edificios, separados de todo, viviendo una ficción. Porque comen lo que no producen aquí, beben lo que no producen aquí, consumen todo lo que viene de fuera y quieren experimentar esta felicidad. Esta prosperidad que no es cierta, porque se hace a costa de la matanza, la invasión, la depredación, la destrucción, y la gente piensa que es normal. Deja de ser una comunidad implicada y se convierte en un sálvese quien pueda. Un elogio de esta individualidad. Y también un cierto elogio a las personas que lograron ascender, que lograron mantenerse en este sistema económico con ventajas. Y los que no tienen ventajas...
ENTREVISTADORA: Somos exiliados, refugiados del planeta tierra, de los lugares en los cuales se producen los incendios forestales en mayores extensiones hoy mismo como en Rosario, Córdoba en Argentina otros momentos en la Patagonia, en Brasil sucede lo mismo, en el sur de España, en California Estados Unidos. Lo que sucede es que esos pinos toman las cenizas y tienen como también una cualidad, es que no mueren, se activan con el fuego. Ese proceso de invasión del eucalipto y de los pinos que vienen del norte sobre la floresta nativa es impactante. Por lo menos en nuestros trabajos en Misiones los pueblos Mbyá guaraní nos hablan de como las empresas están vendiendo los bonos verdes, bonos de carbono, construyéndose como un negocio en el mercado capitalista y financiero. ¿Cual sería realmente el impacto de eso a mediano plazo, lo que estaría implicando para los pueblos indígenas en términos del derecho a respirar el aire puro, el oxígeno contaminado y el agua también? ¿Y la venta del carbono en otros mercados?
Krenak: Así que este asunto del carbono es una expansión del negocio. Hay una expresión que es la de servicios ambientales, que tiene que ver con el tema del carbono, con la producción de áreas cada vez más devastadas, ya sea por la agricultura o por la actividad forestal industrial, está alterando el clima, cambiando el paisaje. Siguen reclamando el derecho a incluir un precio a un servicio que ellos llaman medioambiental. Junto con esto, la idea de la captura de carbono y la tradición de la plantación de estos nuevos bosques, de oxígeno, que mejorará la atmósfera. Esto se ha convertido en un negocio, un negocio dudoso, porque incluso los que han estado siguiendo este debate durante 20 años todavía no pueden encontrar pruebas de que la conservación de los bosques o la plantación de bosques, los bosques, produzcan un efecto regulador del clima. Lo que sí sabemos es que un bosque nativo como la Amazonia, el océano, son organismos que capturan carbono y ofrecen oxígeno. Estas dinámicas ecológicas, climáticas, están siendo apropiadas por el mercado como un negocio más y para las comunidades, a medio y largo plazo, supone más pérdidas, pérdidas locales, y también una agudización de los conflictos en el campo, más disputa. Esto es lo que estamos viviendo en los últimos diez años debido a este contacto entre el desarrollo de nuevas áreas económicas, la construcción de presas en los ríos, la producción de energía a partir de centrales hidroeléctricas, la idea de construir más centrales nucleares en Brasil.3 Brasil quiere ampliar su parque nuclear, quiere construir una central en Pernambuco, en la cuenca del río São Francisco, incluso en una situación económica desfavorable, de riesgo, los empresarios y el gobierno insisten en expropiar aún más la vida de las comunidades, eliminando los ríos con las presas y aislando los paisajes con la implantación de una infraestructura muy grande y agresiva. No se puede construir una central nuclear en cualquier sitio, se necesita refrigeración, se necesitan muchas otras condiciones para ello y nos enfrentamos a esto, no tenemos una receta para resolver este problema. Estamos dispuestos a cuestionar esta forma de preceder al mundo e insistir en nuestra propia forma de ser.
ENTREVISTADORA: Ailton, ¿cuál sería su mensaje final, antes de despedirnos, para la generación de los diferentes mundos de la vida?
Krenak: Un pensamiento inspirador es ese pensamiento que viene de nuestros antepasados, que viene de nuestros ancestros, que nos enseña que todo lo que ha pasado hasta ahora puede guiarnos mejor para que no vuelva a pasar al día siguiente, al año siguiente. Que somos corresponsables de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. No podemos convertirnos en víctimas, somos copartícipes de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Es en este contexto donde se insertan las ideas para posponer el fin del mundo. No como una víctima, sino como alguien que tiene propuestas, que articula un pensamiento sobre la realidad que estamos viviendo y cree que esta es la manera de hacerlo. Afrontar cada día. En algunos casos, un día a la vez.
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El texto es una transcripción íntegra de la entrevista realizada por Karina Bidaseca (CONICET_UNSAM y UBA), y luego traducida al español por Roberta Gobbi Baccarim y Michelly Aragão Guimarães Costa.
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2
Ver Krenak (2023).
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3
Ver Krenak (2022).
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Apoyo financiero:
Ninguno.
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Aprobación del Comité de Ética:
no aplica.
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Disponibilidad de los Datos:
Uso de datos no informado; no se generaron ni utilizaron datos de investigación.
Referencias
Editado por
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Editor:
Gabriel Bandeira (UFRGS, Brasil).
Disponibilidad de datos
Uso de datos no informado; no se generaron ni utilizaron datos de investigación.
Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
17 Oct 2025 -
Fecha del número
2025
Histórico
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Recibido
13 Abr 2023 -
Acepto
24 Mayo 2024
