Acessibilidade / Reportar erro

La Europa asocial: crisis y Estado del bienestar

Asocial Europe: crisis and Welfare State

RESENHA

La Europa asocial. Crisis y Estado del bienestar1 1 . Moreno, Luis. La Europa asocial. Crisis y Estado del bienestar. Barcelona: Península, 2012. 276 p.

Asocial Europe. Crisis and Welfare State

José Adelantado

Profesor titular. Investigador del SAPS y del IGOP, Departamento de Sociología de la Universitat Autónoma de Barcelona, España. E-mail: jose.adelantado@uab.cat

Luis Moreno es profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Instituto de Bienes y Políticas Públicas) y uno de los académicos españoles más reconocidos entre los estudiosos de los Estados del Bienestar (EB). En esta ocasión, presenta un ensayo sobre la segunda crisis del Estado del Bienestar en Europa en su transición desde la edad de plata (1976-2007) a la actual de bronce (2008-¿?); y se interroga sobre la deriva a la que puede conducir el individualismo posesivo, y/o un tipo de neoesclavismo laboral (distintivo del modelo asiático emergente), en contraste con la unidad axiológica que presenta el modelo social europeo (la solidaridad como base moral de legitimidad).

El profesor Moreno ofrece un lúcido análisis comparado sobre los distintos regímenes de bienestar y su funcionamiento, con especial referencia al caso español. Reflexiona sobre el cambio económico-político en los EB, a partir de la fértil tríada analítica de las tres íes: intereses organizados, ideas/ideologías e instituciones. Tal enfoque lo aplica para indagar en la reestructuración de las sociedades (pos)fordistas, teniendo en cuenta que las diferentes orientaciones políticas y económicas de los actores se entrecruzan con procesos tan relevantes como la globalización y la aparición de nuevos riesgos sociales, que cuestionan la viabilidad del modelo social europeo en el marco de una Europa asocial.

El texto, como es habitual en el autor, está redactado en una rica y sosegada prosa castellana que invita a seguir leyendo; lamentablemente cabe adjudicar al editor la incomodidad de tener que leer las numerosas y pertinentes notas (228 en total, 40 páginas del libro) no al pie de la página, sino al final del volumen. Los cuatro capítulos de la obra, además de una presentación en la que se especifica el contexto analítico y el enfoque metodológico, y de una breve conclusión, tratan de lo siguiente:

En el capítulo I se pregunta si el Estado del Bienestar es un epifenómeno de la modernidad, es decir, si simplemente se trata de algo episódico durante el capitalismo del bienestar que no afecta al largo proceso de la modernización, o tiene trazas de mantenerse. Comienza por aclarar el sentido del término "asocial", si los poderes públicos reducen su intervención a la estricta garantía de las libertades negativas, como sostiene el pensamiento neoliberal, y se enfatiza el individualismo posesivo como sustento ético, la desvinculación social y la desafiliación favorecerían la asociabilidad.

Se revisan los marcos normativos precursores de los EB, los principios morales que los sustentan y sus desarrollos posteriores. El pensamiento conservador europeo que encarnan los cristianodemócratas, concilia sus tesis patrimonialistas con un énfasis en las políticas basadas en los postulados del paternalismo al atribuir una función social a la propiedad privada. La ideología socialdemócrata tiene como objetivo elevar el bienestar mediante políticas igualitarias a través de la redistribución de la riqueza por vía fiscal. El credo (neo)liberal entiende que el individuo es responsable de procurarse su propio bienestar y que la intervención del Estado tiene que limitarse a casos de extrema necesidad. Aplica el enfoque de los regímenes de bienestar y distingue cuatro (continental corporatista, nórdico socialdemócrata, anglosajón liberal y mediterráneo familista), con especial atención a la trayectoria del EB en España.

El capítulo se remata con una valoración de los pasos dados en pro de la convergencia europea. Se constata la reducción de diferencias en niveles de gasto social, desigualdad de ingresos y riesgo de pobreza entre los países de la Unión Europea de los 15 (UE-15). Se trae a colación la importancia política de la Cumbre de Lisboa del 2000 y la puesta en marcha de un nuevo modo de gobernanza, el Método Abierto de Coordinación. Finalmente, se muestra la importancia de los valores sociales compartidos por los ciudadanos de la Unión Europea a pesar de las diferencias axiológicas entre tipos de Estado: benevolente (Escandinavia y Países Bajos), asegurador (Europa continental), y Robin Hood progresista (sur de Europa) en relación al igualitarismo y la empatía con los mayores. Finalmente se señala la disonancia entre estos valores generalizados entre las poblaciones y las políticas de corte (neo)liberal aplicadas, y la amenaza que suponen para la cohesión social y legitimidad democrática de estas sociedades.

El capítulo II es un buen análisis de la edad de plata (1976-2007) y versa sobre las causas y efectos que se produjeron al final de la edad de oro del welfare. A mediados de los años 1970, el capitalismo del bienestar había llegado a un punto de saturación en el que las lógicas de acumulación capitalista y de legitimación social colisionaron. En los años 1980 la combinación de los discursos neoliberal y neoconservador procedentes de la Nueva Derecha en el Reino Unido y Estados Unidos, se erigió en una suerte de "pensamiento único" casi hegemónico como canon de economía política en las actuaciones gubernamentales. Se había producido una suerte de consenso entre las estrategias tradicionales de la derecha, centro e izquierda, plasmado en: (1) una profundización del proceso de desregulación, flexibilización y liberalización respecto a las políticas públicas estatales; (2) un apoyo activo desde las instancias gubernamentales a los procesos de internacionalización de los mercados, a la promoción de un individualismo consumista, y a la creciente mercantilización de la vida pública.

La contención de costes y la recalibración de los programas existentes se combinaron con una mayor implicación del Tercer Sector o voluntariado social. Pero las presiones no sólo eran de carácter exógeno, había otras, endógenas con las que interactuaban: (a) la mayor demanda (y coste) de servicios de atención personal, (b) el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida, (c) el persistente desempleo y las bajas tasas de actividad laboral, (d) los efectos no deseados y los desincentivos provocados por el propio EB. Respecto al último punto se explican algunas trampas del bienestar como el efecto Mateo, las apropiaciones indebidas y el riesgo moral.

La retroalimentación de presiones exógenas y endógenas ha dado lugar a la aparición de Nuevos Riesgos Sociales (NRS) en el marco de cambios societarios de gran calado; el profesor Moreno se detiene en la conciliación trabajo-hogar como un aspecto fundamental de los NRS y plantea el caso de las supermujeres y del familismo mediterráneo. La última parte del capítulo plantea las limitaciones de las "mallas de seguridad" y de la "activación laboral" para responder adecuadamente a la escasez de empleos estables y decentes. Sobre el paradigma activador señala que induce una transformación en la atribución de responsabilidades: frente a un Estado garantizador de derechos sociales, se reclama un Estado de corte schumpeteriano, dirigido a facilitar la adaptabilidad de los individuos, y cuya función principal sería responsabilizar a los ciudadanos y facilitarles instrumentos para incrementar su empleabilidad. Sobre las "mallas de seguridad" el autor se detiene especialmente en la cuestión del "merecimiento" y en el caso de la inmigración ¿los pobres, o los inmigrantes merecen ser ayudados?

El capítulo III concentra su análisis en el Modelo Social Europeo (MSE) y algunos problemas que amenazan su continuidad. El MSE es un proyecto articulado en torno a la solidaridad colectiva, la equidad social y la eficiencia productiva. Sin embargo, el peligro populista de dividir a los europeos entre industriosos y vagos podría lastrar irremediablemente el proyecto europeísta. La idea de que los países del sur de Europa se aprovechan del esfuerzo de otros estados miembros ha condicionado en buena parte el debate político desde que se desencadenó la quiebra de 2007. El caso de la estabilidad presupuestaria y los eurobonos sirve de ilustración de tales disquisiciones. También corre peligro la idea de una equidad fiscalidad progresiva que, anclada en la tradición política occidental, está siendo cuestionada por el pensamiento neoconservador al comportar que los estados miembros más ricos sean contribuyentes netos, mientras que los más pobres resulten beneficiarios de los fondos comunes. Y aunque lo que comparten las sociedades europeas es la idea de que los poderes públicos son responsables de amparar la igualdad de oportunidades y la justicia social, lo que implica mantener una alta carga fiscal con sistemas de impuestos progresivos, ello ha sido cuestionado abiertamente por la última crisis económica como soporte legitimador de una Europa social.

Según el profesor Moreno, la colisión normativa entre una Europa cada vez más unificada y una pervivencia soberana de los estados miembros solo es viable con la aplicación del principio federalista, que establece la conciliación de la unidad y diversidad mediante el pacto político entre los países constituyentes de la UE. Por otro lado, en la actual coyuntura del proceso de europeización, la necesidad de una mayor implicación de las instituciones europeas supraestatales no es incompatible con el fortalecimiento de los ámbitos de gobernanza subestatal y local, pues cuando se trata de gestionar servicios sociales de atención personal, como la promoción de la autonomía, la subsidiariedad hacia los niveles de gobernanza más próxima gana legitimidad y eficiencia.

El capítulo IV centra su interés en el conflicto de legitimidades entre el capitalismo y el bienestar en el contex­to de la mundialización. La globaliza­ción y mundialización económica han conllevado una paulatina transferencia de autoridad y poder desde los estados nacionales a los mercados internacionales. Y provocaron durante la edad de plata (1976-2007) una competencia entre las democracias avanzadas del bienestar, e incentivaron patrones de competencia desleal social o fiscal, desregulación generalizada, y pérdida de derechos laborales a fin de ganar competitividad en los mercados internacionales. Los denominados "mercados" habrían consolidado su autoridad con la intención de imponer cambios y reformas en los EB europeos, según las estrategias de las grandes corporaciones y conglomerados financieros los cuales se presentan como demasiado grandes para dejarlos caer. Los fallos en el diseño de la eurozona no han hecho sino agudizar los problemas de la moneda común (por ejemplo, inexistencia de una política fiscal común, falta de coordinación de las políticas económicas, encorsetamiento de las funciones del BCE, que no puede operar como prestamista de último recurso) o falta de voluntad para permitir las transferencias entre países de la UE a través de mecanismos de compensación interterritorial característicos de los sistemas federales.

Los ciudadanos han presenciado cómo ingentes cantidades de dinero público se han puesto a disposición de bancos, aseguradoras y corporaciones financieras con la finalidad de sostener el sistema financiero mundial. Tal vez por su capacidad de prescribir e imponer a los gobiernos europeos recetas de superación de la crisis mediante duros ajustes presupuestarios, han podido esquivar la responsabilidad, especialmente respecto a las distintas formas de fraude, ocultación y escape fiscales. La impunidad de banqueros y financieros enriquecidos cuyas entidades han sido rescatadas o salvaguardadas con dinero público, ha creado perplejidad e indignación.

La conjunción entre ideas e intereses tiene un gran poder explicativo de los triunfos del neoconservadurismo que, procedente de Norteamérica ha encontrado en la crisis económica la oportunidad para presionar un cambio hacia lo asocial en Europa. En realidad, dice el profesor Moreno, tanto las fuerzas de centro izquierda como de centro derecha valedoras del EB europeo se mostraban incapaces de contrarrestar la ola de ideología neoconservadora. "Cristianodemócratas y socialdemócratas aparecen cortados por el mismo patrón discursivo y, a menudo, sus políticas, roles y funciones son intercambiables en sus conductas y patologías de corrupción política. Sus inconsistencias, imposturas y reiteradas impunidades constituyen el principal pasivo para la consolidación del MSE, ilustrado en la ramplona defensa de los intereses nacionales".2 2 . Op. cit., p. 204.

En el breve apartado de conclusiones, se señala que la permanencia del Estado del Bienestar en Europa está asediada por la asociabilidad entendida como la individualización de los riesgos sociales. La alternativa del modelo anglo-norteamericano de globalización neoliberal impondría su lógica mercantilista de bienestar individualizado conducente a la Europa asocial. Y aunque no parece plausible la opción neoesclavista asiática, negadora de derechos conformadores de la modernidad civilizatoria europea, tampoco es descartable la influencia entre ambos modelos. El autor plantea tres posibilidades. Respecto a los escenarios posibles, no sería del todo descartable la vuelta a formas decimonónicas de beneficencia, disciplinamiento laboral y paternalismo social. El escenario probable se presenta como un mantenimiento, aunque minorado, de sistemas de protección social con coberturas básicas para hacer frente a algunos "viejos riesgos sociales". De los escenarios deseables, además de la preservación de servicios y prestaciones, se esperan inversiones sociales para el cuidado y promoción de niños y jóvenes. El MSE y el EB se enfrentan a un futuro incierto, y con él la propia idea social de Europa. El reto político más importante es el paso de la dimensión nacional-estatal a la continental europea. Según el autor, las soluciones no cabe esperarlas de los nacionalismos estatalistas, sino a través de una sintonía y una acción alrededor, principalmente, de las grandes corrientes europeas cristianodemócrata y socialdemócrata.

En conjunto La Europa asocial. Crisis y estado del bienestar, escrita por el profesor Moreno, aporta una sugerente reflexión sobre el pasado y el devenir de los Estados del Bienestar, del Modelo Social Europeo y de la propia Unión Europea en el marco de la globalización, que no debería ser ignorada por los investigadores en este campo, que interesa a los ciudadanos preocupados por su bienestar, y que es recomendable para estudiantes de distintas disciplinas de las ciencias sociales.

Recebido em 18/6/2013

Aprovado em 5/8/2013

  • 1
    . Moreno, Luis.
    La Europa asocial. Crisis y Estado del bienestar. Barcelona: Península, 2012. 276 p.
  • 2
    . Op. cit., p. 204.
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      13 Dic 2013
    • Fecha del número
      Dic 2013
    Cortez Editora Ltda Rua Monte Alegre, 1074, 05014-001 - São Paulo - SP, Tel: (55 11) 3864-0111 , Fax: (55 11) 3864-4290 - São Paulo - SP - Brazil
    E-mail: servicosocial@cortezeditora.com.br