En el artículo, trataremos específicamente de los movimientos huelguistas como manifestaciones de la apropiación por los militantes de la forma política corporativa - o sea, manifestaciones de la radicalización y del enfrentamiento del discurso y de la acción de las entidades vinculadas a su lucha por una mayor eficacia política. No podemos, en ese análisis, dejar de lado la coyuntura especial en que se dan las manifestaciones de esa adaptación. Lo que nos interesa más directamente es el intenso movimiento de la sociedad civil en 1934 y 1935 y la mayor agresividad del Partido Comunista. Enfocaremos dos tipos específicos de huelgas: las que tuvieron el soporte de los sindicatos oficiales y la de los ferroviarios de la Estrada Oeste de Minas, que se hizo sin el apoyo del Sindicato. El tercer tipo, lo que tiene el respaldo del Sindicato, pero no la adhesión de las bases, a saber, la huelga de los trabajadores bancarios, no será analizado por limitaciones de tamaño del artículo.
huelgas; sindicatos oficiales; corporativismo