Acessibilidade / Reportar erro

Capital social y asimilación ocupacional de los migrantes internos en Perú

Social capital and occupational assimilation of internal migrants in Peru

Capital social e assimilação ocupacional de migrantes internos no Peru

Resumen

La migración interna es uno de los fenómenos que más ha configurado la población, la economía y la geografía peruanas en el último siglo. En este estudio se parte de la premisa de que la migración es un proceso complejo que puede tener efectos diferenciados sobre las personas dependiendo de una diversidad de factores. Esto cobra particular relevancia si se busca evaluar el desempeño de los migrantes en un mercado rígido como el laboral. Así, se plantean mecanismos como la contribución de la sociedad civil y de otras disposiciones institucionales que pueden proveer una gama de beneficios y servicios a sus miembros cuando los mercados no son perfectos, como en el caso de las elecciones ocupacionales. Por lo anterior, el presente trabajo muestra cómo el capital social interviene en la asimilación ocupacional de los migrantes internos en Perú. Para ello, se presenta un modelo teórico en el cual se plantea que dos tipos de capital social (étnico y adquirido) pueden ofrecer distintos tipos de servicios, dependiendo del nivel de complementariedad de este con el nivel educativo y con el tiempo que el migrante lleve en su lugar de destino (migrantes recientes y establecidos). A partir de la Encuesta Nacional de Hogares (2014) y de una estimación mediante logit multinomial, se encuentra que el capital social étnico incrementa la probabilidad de desempeñar una ocupación elemental únicamente para los migrantes recientes y que el capital social adquirido incrementa la probabilidad de desempeñar una ocupación de alta calificación para los migrantes establecidos.

Palabras clave
Migración; Elección ocupacional; Capital social

Abstract

Internal migration is one of the phenomena that has shaped the Peruvian population, economy and geography in the last century. This study is based on the premise that migration is a complex process which may cause different effects on people depending on a variety of factors. This is particularly relevant if the aim is to evaluate the performance of migrants in a rigid market, such as the labor market. To that end, mechanisms are proposed, such as the contribution of civil society as well as other institutional arrangements, which can provide a range of benefits and services to members when markets are not perfect, as in the case of occupational elections. Therefore, the present work shows how social capital intervenes in the occupational assimilation of internal migrants in Peru. A simple theoretical model is presented in which it is stated that two types of social capital (ethnic and acquired) can offer different types of services to its members, depending on the level of complementarity of the same with the educational level and the duration of the migrant’s stay in their place of destination (recent and established migrants). Using the National Household Survey (2014) and a multinomial logit estimation, it is found that ethnic social capital increases the probability of performing an elementary occupation for recent migrants only, and that, for established migrants, the social capital acquired increases the probability of performing a highly qualified occupation.

Key words
Migration; Social capital; Occupational assimilation.

Resumo

A migração interna é um dos fenômenos que moldaram a população peruana, a economia e a geografia no século passado. Este estudo baseia-se na premissa de que a migração é um processo complexo que pode ter efeitos diferentes sobre as pessoas, dependendo de uma variedade de fatores. Isso torna-se particularmente relevante se o objetivo é avaliar o desempenho dos migrantes em um mercado rígido, como o mercado de trabalho. Assim, são propostos mecanismos, como o contributo da sociedade civil e outros arranjos institucionais, que podem oferecer uma série de benefícios e serviços aos seus membros quando os mercados não são perfeitos, como no caso das eleições profissionais. Portanto, o presente estudo mostra como o capital social intervém na assimilação ocupacional de migrantes internos no Peru. Um modelo teórico simples é apresentado em que se afirma que dois tipos de capital social (étnico e adquirido) podem oferecer diferentes tipos de serviços aos seus membros, dependendo do nível de complementaridade do mesmo com o nível educacional e o tempo que o migrante permanece no local de destino (migrantes recentes e estabelecidos). Fazendo uso do Encuesta Nacional de Hogares (2014) e uma estimativa por logit multinomial, descobriu-se que o capital social étnico aumenta a probabilidade de realizar uma ocupação elementar apenas para migrantes recentes e que o capital social adquirido aumenta a probabilidade de desempenhar uma ocupação altamente qualificada para migrantes estabelecidos.

Palavras-chave
Migração; Capital social; Assimilação ocupacional

Introducción

A lo largo de la historia se ha podido documentar que los procesos de desarrollo de una sociedad han estado acompañados por movimientos migratorios. Sin embargo, la migración es un proceso complejo que puede tener efectos diferenciados sobre las personas dependiendo de una diversidad de factores. Así, el presente trabajo tiene como objetivo mostrar cómo el capital social interviene en la asimilación ocupacional de los migrantes internos en el Perú, con especial énfasis en la migración durante el presente milenio.

El nivel de urbanización de Perú se refleja en el número de ciudades que lo constituyen: en 1940 existían solo diez grandes ciudades; en 2007, las ciudades de más de veinte mil habitantes eran 79, y, en 2015 ya existían 93 ciudades de la misma envergadura (SÁNCHEZ, 2015SÁNCHEZ, A. Migraciones internas en el Perú. Organización para las Migraciones, 2015. Disponible en: <http://www.oimperu.org/sitehome/sites/default/files/Documentos/03-03-2015_Publicacion Migraciones Internas_OIM.PDF>.
http://www.oimperu.org/sitehome/sites/de...
). Del mismo modo, en 1940 el 8,9% de la población peruana se registraba como migrante de toda la vida;1 1 La migración reciente —entendida como la migración en los últimos cinco años— solo puede ser observada a partir del censo de 1993. Los cálculos sobre migraciones —denominadas migración de toda la vida— hechos con los censos anteriores solo consideraban las diferencias entre el lugar de origen y lugar de la encuesta. en 1961 dicho porcentaje se había elevado al 15% de la población; en 1972, al 18%, y en las décadas del ochenta y del noventa representaba el 20% de la población (SÁNCHEZ, 2015; INEI, 2011INEI – Instituto Nacional de Estadística e Informática. Perú: migración interna reciente y el sistema de ciudades, 2002-2007. Lima, 2011. Disponible en: <https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1025/libro.pdf>.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecurs...
).

En este sentido, el nivel más alto de migración en Perú se dio en el período 1988-1993, motivado principalmente por la violencia interna y la crisis económica (MOLLER et al., 2010MOLLER, L. C.; JARAMILLO, M.; MONTALVA, V.; DÍAZ, J. J.; RODRÍGUEZ, J.; TELLO, M.; VILLACORTA, L. El mercado laboral peruano durante el auge y caída. Banco Mundial, 2010.).2 2 Ver INEI (2009) para una breve historia del contexto de las migraciones internas y el proceso de urbanización y litorización durante el siglo XX. En particular, el desempleo y el subempleo crecientes, sumados a la caída del salario real, fueron factores que impulsaron los movimientos migratorios (MASSEY; CAPOFERRO, 2006MASSEY, D. S.; CAPOFERRO, C. Salvese quien pueda: structural adjustment and emigration from Lima. The Annals of the American Academy of Political and Social Science, v. 606, n. 1, p. 116-127, 2006. Disponible en: <http://doi.org/10.1177/0002716206288105>.). En otras palabras, los migrantes no se autoseleccionaban respecto al nivel educativo y lugar de destino, como sugieren las principales teorías económicas de migración (LEWIS, 1954LEWIS, W. A. Economic development with unlimited supplies of labour. The Manchester School of Economics and Social Studies, v. 22, n. 2, p. 139-191, 1954. Disponible en: <http://doi.org/10.1111/j.1467-9957.1954.tb00021.x>.; SJAASTAD, 1962SJAASTAD, L. A. The costs and returns of human migration. Journal of Political Economy, v. 70, n. 5, p. 80-93, 1962. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/258726>.; HARRIS; TODARO, 1970HARRIS, J. R.; TODARO, M. P. Migration, unemployment and development: a two-sector analysis. American Economic Review, v. 60, n. 1, p. 126-142, 1970. Disponible en: <http://www.jstor.org/stable/1807860>.; BORJAS, 1999BORJAS, G. The economic analysis of immigration. In: ASHENFELTER, O. C.; CARD, D. (Ed.). Handbook of labor economics. Elsevier, 1999. v. 3, part C, p. 1697-1760.). Si bien las décadas del ochenta y del noventa resultan interesantes de estudiar por la magnitud de los flujos migratorios y la exogeneidad propia de las fuentes de expulsión, la migración en el presente milenio también ha sido considerable y puede arrojar luces sobre la manera en la que las personas se han adaptado al ciclo de crecimiento económico de la última década. En este sentido, en el quinquenio 1988-1993 se observa una migración reciente interdepartamental de 8,4%, que disminuye a 6,2% del total de la población en 2007 (SÁNCHEZ, 2015). En otras palabras, aproximadamente tres millones de peruanos se movilizaron en el quinquenio 2002-2007 y seis millones eran migrantes internos de toda la vida en 2007, una cantidad equivalente al total de la población peruana censada en 1940.

Los departamentos que más atrajeron población en 2007 fueron Madre de Dios, Lima, Callao, Tacna y Tumbes, departamentos con los mayores niveles de empleo adecuado del país, lo cual es coherente con las perspectivas de trabajo a nivel departamental y refleja una persistencia de los corredores de migración abiertos en las décadas del ochenta y del noventa (YAMADA, 2010YAMADA FUKUSAKI, G. Migración interna en el Perú. Lima: Universidad del Pacífico, 2010.). Más aun, entre 2002 y 2007, los principales flujos migratorios se dirigieron hacia las ciudades metropolitanas y grandes (20 mil a más habitantes), con la consecuencia de que no necesariamente se fortaleciera el proceso de urbanización de las otras ciudades (INEI, 2011). Cabe resaltar que la disminución de los flujos migratorios en el último quinquenio censado con respecto al anterior también se puede deber a la emigración internacional, que se ha multiplicado cuatro veces en un poco más de dos décadas y que pasó de 46.596 peruanos que registraron su salida y no retornaron al país en 1990 a cerca de 202.722 en 2012 (OIM; INEI, 2013OIM – Organización Internacional para las Migraciones; INEI – Instituto de Estadística e Informática. Perú: estadísticas de la emigración internacional de peruanos e inmigraciones de extranjeros – 1990-2012. Lima: Organización Internacional para las Migraciones, 2013.).

La literatura con perspectiva económica sobre migraciones en Perú es escasa. De ella se puede resaltar el estudio de Evangelos Falaris (1979FALARIS, E. The determinants of internal migration in Peru: an economic analysis. Economic Development and Cultural Change, v. 27, n. 2, p. 327-341, 1979. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/451096>.), que buscó identificar los determinantes de la migración interna en uno de los períodos más dinámicos de urbanización del país (la década de 1960).3 3 Ya en la década del setenta la población censada urbana representa más de la mitad de la población (59,5%), comparando con 47,4% en 1961 y 35,4% en 1940 (SÁNCHEZ, 2015). Por su parte, Carola Pessino (1991PESSINO, C. Sequential migration theory and evidence from Peru. Journal of Development Economics, v. 36, n. 1, p. 55-87, 1991. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0304-3878(91)90005-G>.) planteó un modelo de migración secuencial —bajo un esquema de información incompleta— en el que tomó en cuenta el aprendizaje que se adquiere con la experiencia de la migración para maximizar los ingresos presentes y futuros.

A su vez, las teorías neoclásicas han planteado como unidades de análisis los Estados-nación o los individuos y empresas racionales sin tomar necesariamente en cuenta la contribución de la sociedad civil o de otras disposiciones institucionales que median en el espacio entre Estados y mercados y que pueden ser factores determinantes del éxito o del fracaso del desarrollo de un país (WOOLCOCK, 1998WOOLCOCK, M. Social capital and economic development: towards a theoretical synthesis and policy framework. Theory and Society, v. 27, n. 2, p. 151-208, 1998. Disponible en: <http://doi.org/10.2307/657866>.). En esta línea, Pierre Bourdieu (1986BOURDIEU, P. The forms of capital. In: RICHARDSON, J. (Ed.). Handbook of theory and research for the sociology of education. Westport, CT: Greenwood, 1986. p. 241-258.) define al capital social como la membresía a un grupo que provee a cada uno de sus miembros del respaldo de un capital colectivo que surge de relaciones más o menos institucionalizadas de reconocimiento y aceptación mutua (o del valor reconocido de las obligaciones, expectativas y confianza, según James S. Coleman (1988COLEMAN, J. S. Social capital in the creation of human capital. American Journal of Sociology, v. 94, p. S95-S120, 1988. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/228943>.) que tienen la potencialidad de ser efectivamente movilizadas con el fin de obtener algún beneficio. Alejandro Portes (1999PORTES, A. Capital social: sus orígenes y aplicaciones en la sociología moderna. De igual a igual, el desafío del Estado ante los nuevos problemas sociales. Fondo de Cultura Económica, 1999.) y Alejandro Portes y Julia Sensenbrenner (1993PORTES, A.; SENSENBRENNER, J. Embeddedness and immigration: notes on the social determinants of economic action. American Journal of Sociology, v. 98, n. 6, p. 1320-1350, 1993. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/230191>.) lo definen como la capacidad –basada en la conducta consumatoria e instrumental– para garantizar beneficios a través de la pertenencia a redes y otras estructuras sociales. De un modo similar, Michael Woolcock y Deepa Narayan (2000WOOLCOCK, M. Social capital and economic development: towards a theoretical synthesis and policy framework. Theory and Society, v. 27, n. 2, p. 151-208, 1998. Disponible en: <http://doi.org/10.2307/657866>.) definen al capital social como las normas y redes que permiten a las personas actuar colectivamente, las cuales pueden ser divididas a partir de la intensidad de los lazos: en las relaciones al interior de una comunidad (bonding social capital), en las relaciones entre comunidades (bridging social capital) y en las relaciones externas a ellas (linking social capital).

De este modo, las redes sociales de individuos pueden proveer una gama de beneficios y servicios a sus miembros cuando los mercados no son perfectos, como en el caso de las transiciones ocupacionales (MUNSHI, 2014). Las redes no solo pueden encontrar trabajo para sus miembros, sino también canalizarlos hacia ocupaciones mejor pagas (MUNSHI, 2003). No obstante, las segmentaciones en la estructura social (como, por ejemplo, en el área laboral) pueden influir sobre la formación de activos (capital social) que podrían aislar aun más a algunos grupos marginalizados (KAZTMAN, 2001MUNSHI, K. Community networks and the process of development. Journal of Economic Perspectives, v. 28, n. 4, p. 49-76, 2014. Disponible en: <http://doi.org/10.1257/jep.28.4.49>.). En Perú, si bien las personas consideran que el nivel educativo y la experiencia laboral son los prerrequisitos más importantes para obtener un empleo, resaltan el rol de las redes sociales como facilitadoras de información: aproximadamente la mitad de los peruanos en edad de trabajar busca empleo por medio de sus amigos, familiares y otros conocidos, proporción que disminuye al aumentar el nivel educativo4 4 El 10% y el 55,2% de aquellos que tienen secundaria incompleta o menos buscan empleo por canales formales y por redes sociales, respectivamente, contrastado con el 22% y el 40% de los que tienen educación superior que lo hacen, en el mismo orden, por los mismos medios. (WORLD BANK, 2011WORLD BANK. Strengthening skills and employability in Peru: final report. Washington, DC: World Bank, 2011. Disponible en: <http://documents.worldbank.org/curated/en/2011/05/14963817/strengthening-skills-employability-peru-final-report>.
http://documents.worldbank.org/curated/e...
).

Las redes sociales pueden influir en los procesos migratorios por dos grandes canales. Un primer canal es la influencia sobre las decisiones de migrar, ya sea como recursos de información o asistencia directa provista por los migrantes previos (GARIP, 2008GARIP, F. Social capital and migration: how do similar resources lead to divergent outcomes? Demography, v. 45, n. 3, p. 591-617, 2008. Disponible en: <http://doi.org/10.1353/dem.0.0016>.; MASSEY; AYSA, 2011MASSEY, D. S.; AYSA, M. Social capital and international migration from Latin America. International Journal of Population Research, 2011. Disponible en: <http://doi.org/10.1155/2011/834145>.
http://doi.org/10.1155/2011/834145...
), entre los que se resaltan los efectos de las redes familiares (PALLONI et al., 2001PALLONI, A.; MASSEY, D. S.; CEBALLOS, M.; ESPINOSA, K.; SPITTEL, M. Social capital and international migration: a test using information on family networks. American Journal of Sociology, v. 106, n. 5, p. 1262-1298, 2001. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/320817>.), la importancia de la comunidad a la que se incorporan cuando las habilidades aprendidas en el lugar de origen se devalúan en el país de destino (PORTES; SENSENBRENNER, 1993) y la medida en que el capital social local (relacionado al lugar de origen) disminuye las probabilidades de migrar (ZHAO; YAO, 2013ZHAO, L.; YAO, X. Does local social capital deter labor migration? Evidence from rural China. Zhejiang University, 2013 (Working paper). Disponible en: <http://www.lepp.zju.edu.cn/upload/2013-05/13053118576110.pdf>.
http://www.lepp.zju.edu.cn/upload/2013-0...
). Un segundo canal son las implicancias del capital social sobre diversas variables laborales de los migrantes.

Antes de revisar el caso particular de los migrantes, conviene evaluar los mecanismos por los que opera el capital social en las elecciones ocupacionales. James D. Montgomery (1991MONTGOMERY, J. D. Social networks and labor-market outcomes: toward an economic analysis. The American Economic Review, v. 81, n. 5, p. 1408-1418, 1991.) muestra que los trabajadores “bien conectados” tienen mejor desempeño que aquellos que buscan empleo por canales formales. Del mismo modo, Dale Mortensen y Tara Vishwanath (1994MORTENSEN, D. T.; VISHWANATH, T. Personal contacts and earnings. It is who you know! Labour Economics, v. 1, n. 2, p. 187-201, 1994. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0927-5371(94)90004-3>.) y Adriana Kugler (2003KUGLER, A. D. Employee referrals and efficiency wages. Labour Economics, v. 10, n. 5, p. 531-556, 2003. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/S0927-5371(03)00047-2>.) sugieren que los individuos que obtienen información sobre empleos a través de sus contactos reciben mayores salarios y tienen menores tasas de deserción laboral. Contrario a lo anterior, Samuel Bentolila, Claudio Michelacci y Javier Suarez (2010BENTOLILA, S.; MICHELACCI, C.; SUAREZ, J. Social contacts and occupational choice. Economica, v. 77, n. 305, p. 20-45, 2010. Disponible en: <http://doi.org/10.1111/j.1468-0335.2008.00717.x>.) muestran que los trabajos buscados mediante contactos se obtienen más rápido pero pagan un menor salario debido a que los trabajadores sacrifican su ventaja productiva con el fin de conseguir un trabajo más fácilmente.

En el caso particular de las migraciones, Krishna Patel y Francis Vella (2013PATEL, K.; VELLA, F. Immigrant networks and their implications for occupational choice and wages. Review of Economics and Statistics, v. 95, n. 4, p. 1249-1277, 2013. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/REST_a_00327>.) notan que los inmigrantes en Estados Unidos eligen las mismas ocupaciones que sus compatriotas y esto tiene un efecto positivo sobre sus ingresos. Kaivan Munshi (2003MUNSHI, K. Networks in the modern economy: Mexican migrants in the U. S. labor market. The Quarterly Journal of Economics, v. 118, n. 2, p. 549-599, May 2003. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/003355303321675455>.) identifica que las redes sociales de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos influyen positivamente sobre la probabilidad de que se empleen y en el tipo de trabajo que obtienen debido a que los migrantes establecidos proveen referencias de trabajo a los otros miembros de su comunidad.

El estudio etnográfico puede arrojar ciertas luces sobre los mecanismos de influencia en Perú. Lissete Aliaga (2003ALIAGA, L. ¿Qué haría yo si no tuviera capital social? Las redes sociales en los ambulantes y sus activos para la subsistencia y/o desarrollo. Debates en Sociología, n. 28, p. 107-131, 2003.) nota que, en un principio, la familia (vínculos adscritos) funciona como un medio de diversificación geográfica de los negocios, pero que luego no existe mayor vinculación con ella en las estrategias ligadas al negocio, sino que se mantiene en términos de vínculos relacionados con actividades recreacionales o culturales y que en su lugar cobran importancia el vecindario o los compañeros de trabajo o de asociación (vínculos adquiridos), los cuales permiten generar una diferenciación socioeconómica y acceder a un mayor nivel de información especializada. De un modo similar, Marco Aspilcueta (2007ASPILCUETA, M. Migración y empresarialidad urbana: comerciantes aymaras en Lima. Debates en Sociología, n. 32, p. 33-49, 2007.) nota, en el caso de los puneños en Lima, que las redes familiares son más favorables para el migrante al momento de establecerse y buscar capital para emprender alguna actividad productiva o comercial. Una vez establecido, su inserción depende más del mercado de bienes y servicios y menos de sus redes familiares. Sin embargo, se resalta que la red familiar se mantiene como un “seguro” ante cualquier eventualidad. Finalmente, Ludwig Huber y Andreas Steinhauf (1998HUBER, L.; STEINHAUF, A. Redes sociales y desarrollo económico en el Perú: los nuevos actores. Debates en Sociología, n. 22, p. 115-141, 1998.) también entienden que, en muchos casos, se da una ruptura de las redes étnicas después del aprendizaje en el lugar de destino, y que los lazos de parentesco o paisanaje pueden funcionar en un esquema de relaciones multíples que influyen positiva o negativamente en la economía del migrante.

Marco analítico

El capital social puede intervenir en la elección ocupacional de los migrantes por dos canales principales: puede proveer incentivos para migrar u ofrecer ayuda en la búsqueda de empleo. En el primer caso, las redes sociales proveen medios de adaptación en el lugar de destino y, en el segundo caso, una gama de servicios con el fin de superar algunas rigideces del mercado laboral. Más específicamente, en Perú las personas utilizan estas redes con el fin de conseguir información sobre los puestos disponibles y, además, existe evidencia de que los trabajadores no cuentan con los mecanismos suficientes para demostrar sus habilidades (signaling) (WORLD BANK, 2011WORLD BANK. Strengthening skills and employability in Peru: final report. Washington, DC: World Bank, 2011. Disponible en: <http://documents.worldbank.org/curated/en/2011/05/14963817/strengthening-skills-employability-peru-final-report>.
http://documents.worldbank.org/curated/e...
).

George Borjas, Stephen Bonars y Stephen Trejo (1992bBORJAS, G. J.; BRONARS, S. G.; TREJO, S. J. Self-selection and internal migration in the United States. Journal of Urban Economics, v. 32, n. 2, p. 159-185, 1992b. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0094-1190(92)90003-4>.) analizan los factores que intervienen en la decisión de migrar: las personas cuyas habilidades estén más desajustadas (mismatched) con la estructura de compensación de su departamento de origen tienen mayores probabilidades de migrar. Sin embargo, si se asume que el mercado laboral presenta rigideces, el migrante hará uso de su capital social en su lugar de destino con el fin de reducir la probabilidad de estar desempleado o con el de incrementar la probabilidad de conseguir un empleo preferido, por lo cual los incentivos para migrar y la elección del lugar de destino no se encontrarán únicamente determinados por este mismatch. Es decir, a medida que la dotación de capital social fuera mayor, el número de potenciales migrantes se incrementaría y la dispersión de tasas de retorno salarial con respecto al departamento de origen perdería un poco de importancia. De acuerdo a lo anterior, la composición del capital social puede ser uno de los factores que determine la decisión de migrar y hacia dónde, así como también las elecciones ocupacionales. En particular, se tiene que los migrantes pueden poseer un nivel de capital social relacionado con la etnia , y otro adquirido .5 5 Estos términos deben ser tratados con cuidado. Por un lado, la referencia a la etnia ha sido muy utilizada en los trabajos de migración internacional y capital social (por ejemplo, hindúes en Estados Unidos); sin embargo, en el caso de la migración interna su uso no es tan evidente dado que los pobladores de un país comparten muchos elementos étnicos en común. No obstante, planteo que sí existe una diferencia étnica en un grado más sutil a nivel departamental, ya sea por uso del lenguaje o por otros atributos. Por otro lado, las redes adquiridas refieren a la dotación de contactos que se desarrolla en el lugar de destino.

En el lugar de destino, los migrantes se desenvolverán en el mercado laboral de acuerdo al nivel educativo alcanzado (educi) y al de su capital social . En particular, llámese el grado de complementariedad entre y y al de y educi: φεЄ. Se asume que Pr (φAЄ > φεЄ) > Pr (φεЄ > φAЄ ); es decir que se considera que el nivel de habilidades de las redes étnicas está determinado de forma exógena, por lo que sería más probable que los vínculos sociales adquiridos, relativos a los vínculos relacionados con la etnia, tengan un mayor grado de complementariedad con el nivel educativo. Más aun, se puede establecer un punto de corte ω (0 < ω < 1 ) a partir del cual estas redes sociales pueden ser realmente útiles para la búsqueda de empleo. En este sentido, se tendrían cinco escenarios:

  1. φAЄ > φεЄ > ω

  2. φεЄ > φAЄ > ω

  3. φAЄ > ω > φεЄ

  4. φεЄ > ω > φAЄ

  5. ω > φAЄ > φεЄ ó ω > φεЄ > φAЄ

Los puntos 1 y 2 comprenden a los individuos cuyo capital social es útil en las elecciones ocupacionales. En 3 y 4 se tiene a los que solo pueden utilizar sus vínculos adquiridos o sus redes étnicas , respectivamente. Aquellos que no tienen ningún tipo de capital social que pueda ser vinculado a las variables laborales se encuentran en 5. Cabe resaltar que aquellos con una dotación de capital social que se encuentre debajo del punto de corte ω pueden demandar otro tipo de servicios de este, como apoyo con los costos del viaje, ayuda financiera para empezar un negocio o para estudiar, para conseguir vivienda, etcétera.6 6 La idea detrás de este supuesto es que a nivel étnico existen lazos de reciprocidad, basados en la solidaridad circunscripta o un sentido del deber.

Además, se consideran tres tipos de ocupaciones: las que requieren un nivel educativo o de habilidades bajo, medio o alto. Formalmente:

  • Yi= Ocupación del migrante

  • l Bajo

  • m Medio

  • h Alto

Y i k = F k ( e d u c i , s ~ A i , s ~ ϵ i , e d u c i s ~ A i , e d u c i s ~ ϵ i ) k = l , m , h (1)

Donde (1) es la función de probabilidad de desempeñar una determinada ocupación. Así, se tendría que un mayor nivel educativo incrementa la probabilidad de desempeñar una ocupación en las categorías alta y media (por ejemplo, ƏFh,m /Ə educi > 0; ƏFii < 0 y ƏFh /Ə educi > ƏFm /Ə educi), y tomando (1) se tendría que el capital social adquirido incrementa la probabilidad de desempeñar una ocupación en la categoría alta (por ejemplo,ƏFh/Əs~ A>0;Ə2Fh/Əs~ AƏeduci>0 ) y el capital social relacionado con la etnia puede ser más beneficioso para aquellos que desempeñan una ocupación que requiere un nivel de habilidades bajo (por ejemplo,Ə2Fh/Əs~ ε ,Əeduci<0;ƏFh/Əs~ ε >0 ).

Lo anterior puede variar dependiendo del estatus migratorio del individuo. Así, se podría dividir a los migrantes de acuerdo a su estadía en el lugar de destino en migrantes recientes (m~ r) y migrantes establecidos (m~ e). Adicionalmente, si se asume que las redes étnicas son más relevantes para los migrantes recientes que para los establecidos (i.e Pr(s~ ε >s~ A)>Pr(s~ A>s~ ε ) para m~ r y, al contrario,Pr(s~ A>s~ ε )>Pr(s~ ε >s~ A) para m~ e 7 7 El supuesto de que las redes adquiridas cobran mayor relevancia con el tiempo en contraposición a las redes étnicas es coherente con la realidad, como sugieren Aliaga (2003), Aspilcueta (2007) y Huber y Steinhauf (1998). ), se tendría que

P r ( Y i k | m ~ r ) = F k ( e d u c i , s ~ A i , s ~ ϵ i , e d u c i s ~ A i , e d u c i s ~ ϵ i ) k = l , m , h (2)
P r ( Y i k | m ~ e ) = F k ( e d u c i , s ~ A i , s ~ ϵ i , e d u c i s ~ A i , e d u c i s ~ ϵ i ) k = l , m , h (3)

Donde (2) y (3) son las funciones de probabilidad de desempeñar una determinada ocupación. Se plantea la idea de que las redes adquiridas toman tiempo para desarrollarse y que las étnicas son muy relevantes en los estadios iniciales de la migración. En otras palabras, las redes sociales étnicas inducirían mayores flujos migratorios, pero su efecto sobre la probabilidad de estar empleado o de desempeñar una ocupación sobre otra sería ambiguo. De hecho, se podría pensar que los migrantes recientes que se apoyen en este tipo de capital social podrían tener menos ingresos al inicio o mayores tasas de desempleo. Esta predicción es compatible con la discusión planteada por Borjas, Bronars y Trejo (1992aBORJAS, G. J.; BRONARS, S. G.; TREJO, S. J. Assimilation and the earnings of young internal migrants. The Review of Economics and Statistics, v. 74, n. 1, p. 170-175, 1992a. Disponible en: <http://www.jstor.org/stable/10.2307/2109556>.), quienes notan un patrón de asimilación de ingresos en el que los migrantes internos ganan inicialmente menos que los nativos, pero este castigo salarial se reduce a medida que los primeros pasan más tiempo en el lugar de destino.

En cambio, una vez que los migrantes se encuentran establecidos, adquieren un capital social más compatible con su nivel de habilidades, por lo que se esperaría una relación positiva entre la elección ocupacional, el nivel educativo y el capital social adquirido. Además, se esperaría que la relación laboral con las redes asociadas a la etnia se diluya en el tiempo. Asimismo, estos no solo estarán empleados por más tiempo, sino que es probable que hubieran ascendido en su lugar de empleo o que hubieran adquirido una reputación positiva, por lo que, en el caso de que las empresas requirieran referencias, estos tendrían incentivos para referir a otros trabajadores con niveles de habilidades similares, y estas empresas seleccionarán a sus trabajadores entre los miembros desempleados de las redes de sus trabajadores más hábiles en lugar de buscar entre la proporción total de trabajadores desempleados del mercado local.

Metodología

Datos

Con el fin de probar las predicciones planteadas en la sección anterior, se utilizará la Encuesta Nacional de Hogares de 2014. En dicho año se encuestaron 31.690 viviendas, que correspondieron a 124.154 individuos. El muestreo, probabilístico, multietápico y estratificado, permite tener un nivel de inferencia nacional, urbano y rural, a nivel de cada uno de los departamentos y de las regiones naturales del Perú. Se utilizó principalmente la información del módulo de empleo que encuesta a individuos a partir de los 14 años de edad y que comprende 87.871 encuestados, de los cuales 84.930 son residentes del hogar entrevistado. De estos, 60.134 son ocupados, de modo que representan una tasa de ocupación de 70,8%.

Si bien esta encuesta se ha hecho anualmente desde 2004, la pregunta fundamental que permite determinar el estatus migratorio de los individuos solo se incluyó a partir de 2014. En este sentido, los migrantes estos se pueden clasificar en tres tipos según su estatus (PESSINO, 1991PESSINO, C. Sequential migration theory and evidence from Peru. Journal of Development Economics, v. 36, n. 1, p. 55-87, 1991. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0304-3878(91)90005-G>.): no migrantes, migrantes recientes y migrantes establecidos. Los no migrantes son aquellos que reportan el mismo departamento de nacimiento, la misma residencia (cinco años previos a la encuesta) y el mismo lugar donde la encuesta fue aplicada. Los migrantes recientes son aquellos que residieron cinco años en un departamento distinto a aquel en el que fueron encuestados. En este caso no se consideró el departamento de nacimiento; es decir, los migrantes recientes pueden incluir a aquellos que migran por primera vez, así como a los migrantes de retorno y a los migrantes frecuentes (los que migran al menos a dos departamentos distintos). Los migrantes establecidos comprenden a los que reportan que el departamento donde vivían cinco años antes de la encuesta es el mismo donde esta se realizó, el cual, además, difiere de su lugar de nacimiento (Figura 1). Para todos los casos descritos se eliminaron las observaciones en las que se reportaba que hubieran nacido o vivido en otro país. Del total de ocupados (60.134), 45.550 son no migrantes (75,7%), 12.740 son migrantes establecidos (21,2%), y 1.844 son migrantes recientes (3,1%).

FIGURA 1
Tipología de estatus migratorio

En la Tabla 1 se puede ver que los migrantes recientes se encuentran en las cohortes más jóvenes: más del 69% tiene entre 14 y 34 años de edad. Por el contrario, más de la mitad de los migrantes establecidos tiene entre 35 y 65 años. También es importante notar que, en promedio, los migrantes recientes tienen un mayor nivel educativo que el resto (μr-μr = 0,578; error estándar = 0,033). Con respecto a los departamentos de origen, cabe resaltar tres puntos salientes: Lima Metropolitana —la ciudad que más flujos ha recibido en toda la historia migratoria del país— está perdiendo predominio y los otros departamentos se están convirtiendo en nuevos focos de atracción; más del 60% de los migrantes establecidos nació en la Sierra y esta región natural se mantiene como el mayor foco de expulsión (más del 38% de los migrantes recientes).

TABLA 1
Matriz de transição de fluxos migratórios

La división de las ocupaciones sigue la clasificación internacional uniforme de ocupaciones (CIUO, por sus siglas en inglés) (OIT, 1998OIT – Organización Internacional del Trabajo. Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones. 1998. Disponible en: <http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/isco/isco88/major.htm>.
http://www.ilo.org/public/spanish/bureau...
), que divide a las ocupaciones en grupos según el nivel de competencias y de especialización requeridos. De acuerdo a estos criterios, y con el fin de mantener grupos con observaciones balanceadas, se apilaron los diez grandes grupos considerados en la CIUO en cuatro8 8 También se probó hacer un ranking de ocupaciones, de acuerdo a salarios. A pesar de la evidente ventaja de tener una variable continua, se descartó esta opción dado que trabajar con salarios tiene el doble inconveniente del error de medición y el posible sesgo de los empleos que no reportan salarios (selección no aleatoria). del siguiente modo: G1=0/3; G2=4/5; G3=6; G4=7/9.9 9 En G1 se agrupan las ocupaciones técnicas y profesionales; en G2, los empleados de oficinas y trabajadores de servicios; en G3, los agricultores y trabajadores pesqueros; y en G4, las ocupaciones elementales o de trabajo no calificado. Con respecto a las variables de capital social, dado que no existe un consenso sobre la definición teórica del capital social, la investigación empírica ha tenido problemas para su clasificación y estimación cuantitativa. Para el caso de Perú, la mayoría de las investigaciones sobre el capital social se encuentran en trabajos de naturaleza cualitativa (PORTOCARRERO et al., 2006PORTOCARRERO S. F.; MILLÁN, F. A.; LOVEDAY, L. J.; TARAZONA, B.; PORTUGAL, D. A. Capital social y democracia: Explorando normas, valores y redes sociales en el Perú. Lima: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, 2005.; ALTAMIRANO, 2000ALTAMIRANO, T. Liderazgo y organizaciones de provincianos en Lima Metropolitana. Culturas migrantes e imaginarios sobre el desarrollo. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.; ALIAGA, 2003; BLONDET, 1987BLONDET, C. Muchas vidas construyendo una identidad: las mujeres pobladoras de un barrio limeño. In: JENIN, E. (Ed.). Ciudadanía e identidad: las mujeres en los movimientos sociales latino-americanos. Ginebra: Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), 1987. p. 19-73.; PANFICHI, 2001PANFICHI, A. Redes de sobrevivencia y liderazgo político en barrios populares de Lima. In: PLAZA, O. (Ed.). Actores y escenarios al inicio del nuevo milenio. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2001., entre otros). También se pueden documentar los esfuerzos para construir una tipología del capital social, como en el caso de las asociaciones rurales (DIEZ, 1999DIEZ, A. Organizaciones de base y gobiernos locales rurales. Mundos de vida, ciudadanía y clientelismo. In: VARADLES, E.; TANAKA, M.; ZAPATA, A. (Ed.). Repensando la política en el Perú. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1999.) y de las distintas clasificaciones a partir de la pertenencia a organizaciones (DE SILVA et al., 2006DE SILVA, M. J.; HARPHAM, T.; TUAN, T.; BARTOLINI, R.; PENNY, M. E.; HUTTLY, S. R. Psychometric and cognitive validation of a social capital measurement tool in Peru and Vietnam. Social Science and Medicine, v. 62, n. 4, p. 941-953, 2006. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/j.socscimed.2005.06.050>., 2007DE SILVA, M. J.; HARPHAM, T.; HUTTLY, S. R.; BARTOLINI, R.; PENNY, M. E. Understanding sources and types of social capital in Peru. Community Development Journal, v. 42, n. 1, p. 19-33, 2007. Disponible en: <http://doi.org/10.1093/cdj/bsi071>.; CHIARELLA, 2010; TELLO, 2006TELLO, M. Aspectos teóricos del capital social y elementos para su uso en el análisis de la realidad. Lima: Consorcio de Investigaciones Económicas (CIES), 2006.; INURRITEGUI, 2006INURRITEGUI, M. 2006 El rol del capital social en la pequeña agricultura comercial de los valles de Piura. In: Trivelli, C.; Escobal, J.; Revesz, B. (Ed.). Pequeña agricultura comercial: dinámica y retos en el Perú. Lima: Instituto de Estudios Peruanos (IEP).; CARROLL; BEBBINGTON, 2000CARROLL, T. F.; BEBBINGTON, A. J. Peasant federations and rural development policies in the Andes. Policy Sciences, v. 33, n. 3/4, p. 435-457, 2000. Disponible en: <doi:10.1023/A:1004824803848>.). En este estudio se mantiene la tipología del marco teórico de capital social adquirido y étnico. El capital social adquirido se aproximará a partir de la agrupación de las organizaciones de modo similar que el trabajo de Cristina Chiarella (2010CHIARELLA, C. Efectos del capital social en una sociedad heterogénea: una evaluación para el caso peruano. S. l.: Consorcio de Investigación Económica y Social, Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), 2010.), siguiendo el desarrollo teórico de Woolcock y Narayan (2000WOOLCOCK, M.; NARAYAN, D. Social capital: implications for development theory, research, and policy. The World Bank Research Observer, v. 15, n. 2, p. 225-249. Disponible en: <http://doi.org/10.1093/wbro/15.2.225>.), que divide al capital social adquirido en vinculante y relacional.10 10 Las organizaciones incluidas en cada subtipo de capital social adquirido son las siguientes. Vinculante: asociación de trabajadores o sindicatos, asociación de profesionales, agrupaciones o partidos políticos, comité local administrativo de salud, asociación vecinal, proceso de presupuesto participativo, consejo de coordinación local distrital. Relacional: clubes y asociaciones deportivas, clubes culturales, rondas campesinas, asociación de regantes, clubes de madres, asociación de padres de familia, vaso de leche, comedor popular, comunidad campesina, asociación agropecuaria. El capital social étnico se divide a partir del “tamaño” de la red; es decir, de la proporción de migrantes del mismo departamento de origen del migrante, siguiendo a Munshi (2003MUNSHI, K. Networks in the modern economy: Mexican migrants in the U. S. labor market. The Quarterly Journal of Economics, v. 118, n. 2, p. 549-599, May 2003. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/003355303321675455>.) y Patel y Vella (2013PATEL, K.; VELLA, F. Immigrant networks and their implications for occupational choice and wages. Review of Economics and Statistics, v. 95, n. 4, p. 1249-1277, 2013. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/REST_a_00327>.). Para esto se tomaron las seiscientas posibles combinaciones de departamentos (25 departamentos de origen con 24 posibles departamentos de destino),11 11 Se hacen las estimaciones para 25 dominios de estudio (24 departamentos del Perú más Lima Metropolitana), puesto que el diseño muestral de la encuesta permite inferenciar estos niveles. Cabe resaltar que Lima Metropolitana está compuesta por los 43 distritos del departamento de Lima y los nueve distritos de la provincia constitucional del Callao; el resto de los distritos conforman Lima Provincias. se observó el total de migrantes en cada departamento y su composición, según el origen de los migrantes. Nótese que la variable del capital social adquirido será una dummy que tome el valor de 1 si el individuo es miembro activo o dirigente de alguna de las organizaciones y de 0 si fuera de otro modo. En cambio, la variable del capital social étnico es una variable continua que puede tomar cualquier valor entre 0 y 1 (Figura 2). De los 12.740 migrantes establecidos ocupados, 12.106 responden a las preguntas que permiten construir la variable de capital social adquirido y lo mismo sucede con 1788 de los 1844 migrantes recientes. Por construcción, no existen missings para la variable de capital social étnico.

FIGURA 2
Capital social étnico en Perú – 2014

Se puede observar en la Tabla 2 que, tal como se propone en el marco teórico, las mayores tasas de desempleo abierto son las de los migrantes recientes, y las menores, las de los migrantes establecidos.12 12 El mercado laboral peruano se caracteriza por tener bajas tasas de desempleo. El dato oficial para 2014 –que se construye con la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO)– es de 3,7%, cifra que coincide con el promedio ponderado de las tasas de desempleo abierto presentadas en la Tabla 2. Asimismo, la menor tasa de participación es la de los migrantes recientes, lo cual sugiere que uno de los motivos por los que se migra es el estudio. Resulta interesante notar los años que los migrantes llevan en la misma ocupación: los migrantes recientes laboran en una ocupación G1 por casi cinco años y, dado que coincide con la cantidad de años que llevan viviendo en el departamento actual, esto podría sugerir que su asimilación ocupacional es casi inmediata. También parece que las ocupaciones de rango medio y elementales son las de mayor rotación, puesto que son las que tienen menos años en promedio para todos los individuos.

TABLA 2
Matriz de transição de fluxos migratórios

También se puede notar en la Tabla 2 que las dotaciones de capital social vinculante son mayores para los migrantes establecidos que para los recientes, lo cual es coherente con la hipótesis planteada de que este tipo de red toma tiempo en adquirirse y desarrollarse. En cambio, el capital social relacional es similar para ambos tipos de migrantes. Esto último es reflejo de la necesidad de redes de sobrevivencia y de esparcimiento, las cuales son independientes del estatus migratorio. También se debe tomar en cuenta que, tal como propone Briggs (1997DE SOUZA BRIGGS, X. de S. Social capital and the cities: advice to change agents. National Civic Review, n. 86, p. 111-117, 1997. Disponible en: <https://www.hks.harvard.edu/saguaro/pdfs/SKandCities.pdf>.), el capital social vinculante es aquel que permitiría movilizar potencialmente recursos (to get ahead o for social leverage) mientras que el capital social relacional es aquel que ayuda a hacer frente a los desafíos diarios (to get by o for social support). Por lo anterior, las estimaciones se harán con base en el capital social vinculante (adquirido) y en el capital social étnico.

Estimación

La estimación se hará con el modelo logit multinomial. Se escogió la especificación no ordenada puesto que no es posible establecer un ordenamiento a priori de las ocupaciones. En particular, se plantea el siguiente modelo:

  • Yi = Ocupación = 1

  • = 1 si el individuo desempeña una ocupación G1

  • = 2 si el individuo desempeña una ocupación G2

  • = 3 si el individuo desempeña una ocupación G3

  • = 4 si el individuo desempeña una ocupación G4

P r ( Y i | X i ) = e β i x i 1 + k = 1 3 e β i x i , j = 1 , 2 , 3 , 4 (4)

Nótese que se han normalizado los coeficientes asociados a la categoría base a 0. Se ha elegido como categoría de base el G4, ya que agrupa a las ocupaciones consideradas elementales, y porque permitirá analizar de manera más directa la probabilidad relativa de desempeñar cualquier otra ocupación con respecto a G4. Dicho de otro modo, esto permitiría determinar el rol que cumplen las dotaciones de capital social como expulsoras del sector rural (G3) así como de movilización hacia ocupaciones mejor pagadas (G1 y G2). Adicionalmente, se puede definir el logaritmo del ratio de probabilidades, como:

I n [ P r ( Y t | x ) P r ( Y t | x ) ] = x t ( β j β k ) = x t β j (5)

Más específicamente, se puede establecer la especificación de las variables relevantes para la elección de una determinada ocupación:

I n [ P r ( Y t | x ) P r ( Y t | x ) ] = β j 1 s ~ A i + β j 2 e d u c i + β j 3 e d u c i s ~ A i n = 4 k β j n X n i (6)
I n [ P r ( Y t | x ) P r ( Y t | x ) ] = β j 1 s ~ ε i + β j 2 e d u c i + β j 3 e d u c i s ~ ε i n = 4 k β j n X n i (7)

Donde representa el capital social adquirido; s~ ε , el capital social relacionado con la etnia; educ, el nivel educativo alcanzado y xni representa una serie de variables de control específicas del individuo y de controles estructurales del departamento. La estimación, que se hará mediante un proceso de máxima verosimilitud, implica el cálculo de tres ecuaciones, una para categoría distinta a la base. Estas ecuaciones se estimarán de manera separada para los migrantes recientes y los establecidos.

Resultados

En la Tabla 3 se presentan las estimaciones derivadas del logit multinomial. Estos resultados nos permiten observar relaciones entre los distintos tipos de capital social y las ocupaciones, según estatus migratorio del individuo. Por las características particulares del logit multinomial no se evaluarán las magnitudes de los coeficientes, sino únicamente los signos de los coeficientes, los cuales reflejan la probabilidad relativa de desempeñar una determinada ocupación (G1, G2 o G3) con respecto a desempeñarla en la categoría elemental (G4). En las columnas 1 y 2 se presentan las estimaciones con el capital social adquirido para los migrantes recientes y establecidos, respectivamente; en las columnas 3 y 4, las estimaciones con el capital social étnico para los migrantes recientes y establecidos, respectivamente. A pesar de incluir más controles en la estimación, solo se presentan los resultados de los años de educación, puesto que es un factor importante en el desarrollo teórico de las relaciones que se presentan.

TABLA 3
Resultados del logit multinomial

Lo primero que se puede notar es que existen diferencias en dos niveles: el efecto heterogéneo del capital social, según su composición y tipo de migrante. Por un lado, el capital social étnico reduce la probabilidad relativa de desempeñar una ocupación G1 y G2 para los migrantes recientes y no muestra ninguna relación en el caso de los migrantes establecidos. Por otro lado, el capital social adquirido incrementa la probabilidad relativa de desempeñar una ocupación G1 únicamente para los migrantes establecidos. El signo de los años de educación es el esperado.

Los resultados pueden entenderse más claramente cuando se observan los efectos marginales, que muestran el efecto parcial de cada variable independiente sobre las ocupaciones (Tabla 4). Lo primero que puede notarse es que el capital social étnico no tiene ninguna relación con la elección ocupacional de los migrantes establecidos. Esto es coherente con la hipótesis propuesta de que los migrantes establecidos diluyen este tipo de redes en el plano laboral. Por el contrario, los migrantes recientes sí hacen uso de este tipo de redes, incrementando la probabilidad de desempeñar una ocupación elemental, lo cual puede ser reflejo de cómo estas redes funcionan cuando la complementariedad con el nivel de habilidades exigida es baja.

TABLA 4
Efectos marginales

Lo segundo que se destaca es que se sigue manteniendo la relación positiva del capital adquirido con las ocupaciones G1 para los migrantes establecidos. La dinámica detrás de este resultado es que este grupo ha logrado desarrollar redes que son complementarias de su nivel educativo y que, además, pueden ser efectivamente movilizadas. Además, se puede observar que, para el caso de los migrantes recientes, solo se encuentra una relación positiva en las ocupaciones G4. Esto se puede deber a un tipo de redes u organizaciones específicas de rápida maduración que pueden servir de medios de información sobre nuevos empleos en un grupo ocupacional de bastante rotación y bajos requisitos. Nuevamente, se nota que los signos de los años de educación son los esperados en cada grupo ocupacional.

También resulta interesante observar cómo cambian los efectos marginales cuando la variable de interacción –años de educación– varía (Figura 3). Evidentemente, el rango de años de educación relevante para cada grupo ocupacional es distinto, por lo que solo se analizarán los años alrededor de la media –que presentan significancia estadística mínima del 90%– para cada grupo y tipo de migrante. Se omiten los intervalos de confianza para claridad en la presentación. Las relaciones más interesantes se encuentran en las ocupaciones G1 y G4.

FIGURA 3
Efectos marginales del capital social sobre la probabilidad de desempeñar una determinada ocupación, según años de educación

Con respecto a las ocupaciones G1, el capital social adquirido presenta una relación positiva para los migrantes establecidos en todo el espectro comprendido entre los 8 y 16 años de educación, alcanzando su mayor valor en los 14 años (el promedio para los migrantes establecidos que se encuentran en este grupo ocupacional es 14,78). Por el contrario, el capital social étnico presenta, para ambos tipos de migrantes que tienen tres o más años de educación superior, una relación negativa.

Finalmente, se notan algunos puntos interesantes con respecto a las ocupaciones elementales. Primero, el capital social adquirido tiene una relación positiva con los migrantes recientes que tienen entre cuatro y diez años de educación, relación que se vuelve negativa para los que tienen más de 16 años de educación. La razón por la cual la red adquirida puede ayudar a los migrantes recientes a desempeñar ocupaciones elementales está relacionada con la definición empírica de esta. En este sentido, las organizaciones de las cuales los migrantes son miembros pueden brindarles recursos de información y ofrecer candados para mantener su empleo cuando todavía no han podido crear una reputación favorable. El cambio en pendiente para los migrantes más educados se puede deber a que se da una recomposición de las redes. En segundo lugar, el capital social étnico tiene una relación positiva para los migrantes recientes que tienen más de diez años de educación.

Pruebas de robustez

En esta sección se presentan tres especificaciones distintas del modelo. Primero, se incorporan, de manera conjunta, los dos tipos de redes (capital social étnico y adquirido). Segundo, en lugar de definir el capital social étnico como la proporción de migrantes en cada lugar de destino, se calcula únicamente como la proporción de migrantes ocupados en cada lugar de destino. Esto es similar a lo realizado por Munshi (2003MUNSHI, K. Networks in the modern economy: Mexican migrants in the U. S. labor market. The Quarterly Journal of Economics, v. 118, n. 2, p. 549-599, May 2003. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/003355303321675455>.), quien sugiere que es precisamente este pool de migrantes el que mejor está habilitado para proveer referencias de empleo. Tercero, se extiende la definición del capital social adquirido, incluyendo a todas las organizaciones, sin distinción de si el individuo es miembro activo o dirigente de ellas. De este modo, ya no tiene importancia clasificar el capital social adquirido vinculante y capital social adquirido relacional puesto que esta medida los incorpora a ambos. La idea detrás de esta especificación es que es posible que para cada grupo ocupacional la relevancia de distintos tipos de organizaciones sea distinta.

Del mismo modo que en la sección anterior, solo se interpretarán los resultados de los efectos marginales. Con respecto a la primera especificación, se puede notar que la inclusión de ambos tipos de redes no cambia los principales hallazgos, esto es: el capital social adquirido solo tiene una relación positiva con los migrantes establecidos en G1 y el capital social étnico solo tiene una relación negativa con los migrantes recientes en G2 y una positiva para ellos en G4.

TABLA 5 Efectos marginales de las pruebas de robustez
Variables Migrante reciente Migrante establecido Migrante reciente Migrante establecido Migrante reciente Migrante establecido
(1) (2) (3) (4) (5) (6)
G1
Capital adquirido 0,11 0,12*** 0,12 0,09***
(0,07) (0,02) (0,07) (0,01)
Capital étnico -0,21 -0,03 -0,20 -0,04
(0,15) (0,04) (0,16) (0,05)
Años de educación 0,05*** 0,04*** 0,05*** 0,04*** 0,05*** 0,04***
(0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01)
G2
Capital adquirido -0,07 0,01 -0,05 -0,03*
(0,05) (0,03) (0,04) (0,01)
Capital étnico -0,16* 0,02 -0,16** 0,03
(0,08) (0,04) (0,08) (0,04)
Años de educación 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01
(0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01)
G3
Capital adquirido -0,03 -0,01 0,06** 0,05**
(0,02) (0,01) (0,03) (0,02)
Capital étnico 0,04 0,01 0,02 0,01
(0,02) (0,01) (0,02) (0,01)
Años de educación -0,01*** -0,01*** -0,01*** -0,01*** -0,01*** -0,01***
(0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01)
G4
Capital adquirido 0,07 -0,01 -0,02 -0,02
(0,04) (0,03) (0,03) (0,02)
Capital étnico 0,14* -0,03 0,15** -0,04
(0,07) (0,04) (0,07) (0,04)
Años de educación -0,04*** -0,04*** -0,04*** -0,04*** -0,04*** -0,04***
(0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01) (0,01)
  • Fuente: Elaboración propia con datos de ENAHO (2014).Nota: Las columnas (1) y (2) derivan del modelo con ambas variables de capital social. Las columnas (3) y (4) derivan del modelo con la especificación del capital social étnico basado en los migrantes ocupados. Las columnas (5) y (6) derivan del modelo con la especificación del capital social adquirido incluyendo todas las organizaciones. Los efectos marginales han sido calculados tomando la media de todas las variables de control, excepto el nivel educativo, al cual se le imputó el valor promedio para grupo ocupacional y para cada tipo de migrante. Para el caso del capital social adquirido se ha evaluado el cambio discreto de 0 a 1 en la variable. Errores estándar entre paréntesis.* p<,1; ** p<,05; *** p<,01.
  • Sobre la segunda especificación, se puede observar que la redefinición del capital social étnico no cambia los resultados. En otras palabras, se mantiene que no se encuentre ninguna relación con los migrantes establecidos y, en el caso de los migrantes recientes, se encuentran las mismas relaciones en G2 y G4, con un pequeño incremento en los coeficientes. Finalmente, los resultados de la tercera especificación presentan algunas novedades. Primero, se mantiene que solo haya una relación positiva en G1 para los migrantes establecidos aunque el coeficiente ahora sea menor. Esto se debe a que las redes ya no son tan específicas para una ocupación de un alto nivel de habilidades. Segundo, se encuentra una relación positiva en las ocupaciones G3 para ambos tipos de migrantes. Esto no debería sorprender, puesto que varias de las organizaciones incorporadas son específicas del ámbito rural, como las asociaciones agropecuarias o las rondas campesinas. En todos los casos, los signos de los años de educación son los mismos.

    Conclusiones

    La migración interna es uno de los fenómenos socioeconómicos que más ha configurado la población, la economía y la geografía peruanas en el último siglo. En este estudio se parte de la premisa de que la migración es un proceso complejo que puede tener efectos diferenciados sobre las personas dependiendo de una diversidad de factores. Esto cobra particular relevancia si se busca evaluar el desempeño de los migrantes en un mercado rígido, como el laboral. Así, en la literatura revisada se plantean mecanismos, como la contribución de la sociedad civil y de otras disposiciones institucionales, las cuales pueden proveer una gama de beneficios y servicios a sus miembros cuando los mercados no son perfectos, como en el caso de las elecciones ocupacionales. Siguiendo esta corriente de la literatura, en el presente trabajo se ha buscado mostrar cómo el capital social interviene en la asimilación ocupacional de los migrantes internos en el Perú, con especial énfasis en la migración durante el presente milenio. La hipótesis planteada es que el capital social tiene un efecto heterogéneo sobre la elección ocupacional de los migrantes internos, que depende a su vez de la composición de las redes sociales y del estatus migratorio de los individuos.

    Los resultados muestran que el capital social étnico incrementa la probabilidad de desempeñar una ocupación elemental únicamente para los migrantes recientes. Un segundo hallazgo es que el capital social adquirido incrementa la probabilidad de desempeñar una ocupación de alta calificación para los migrantes establecidos y de que un migrante reciente desempeñe una ocupación elemental. En este sentido, uno de los aportes de este documento es que permite entender los mecanismos subyacentes a la propuesta teórica de Borjas, Bronars y Trejo (1992b): si bien no se descarta la idea de que los individuos evalúen las dispersiones salariales relevantes antes de tomar la decisión de migrar, las redes sociales pueden servir también como mecanismos de información sobre las dispersiones efectivas, lo cual se vuelve muy relevante en un mercado sumamente rígido como el laboral. En futuras investigaciones se pueden complementar los resultados estudiando la dinámica de las redes sociales (los procesos de generación y cambio de redes, según características de los migrantes), ya sea a partir de trabajos cualitativos o del uso de encuestas más especializadas que capturen mejor la composición de las redes sociales. En este sentido, pueden cobrar relevancia los estudios que incorporen el uso por parte de los trabajadores o de los empleadores de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para, por ejemplo, la búsqueda de empleo. También se puede hacer un estudio comparativo con otros países que tengan una estructura del mercado laboral similar a la peruana, con alta predominancia de canales informales de búsqueda de información, así como también se puede actualizar el estudio al período 2018-2019, cinco años después del análisis presentado, con el fin de analizar cambios en las cohortes estudiadas.

    Notes

    • 1
      La migración reciente —entendida como la migración en los últimos cinco años— solo puede ser observada a partir del censo de 1993. Los cálculos sobre migraciones —denominadas migración de toda la vida— hechos con los censos anteriores solo consideraban las diferencias entre el lugar de origen y lugar de la encuesta.
    • 2
      Ver INEI (2009) para una breve historia del contexto de las migraciones internas y el proceso de urbanización y litorización durante el siglo XX.
    • 3
      Ya en la década del setenta la población censada urbana representa más de la mitad de la población (59,5%), comparando con 47,4% en 1961 y 35,4% en 1940 (SÁNCHEZ, 2015).
    • 4
      El 10% y el 55,2% de aquellos que tienen secundaria incompleta o menos buscan empleo por canales formales y por redes sociales, respectivamente, contrastado con el 22% y el 40% de los que tienen educación superior que lo hacen, en el mismo orden, por los mismos medios.
    • 5
      Estos términos deben ser tratados con cuidado. Por un lado, la referencia a la etnia ha sido muy utilizada en los trabajos de migración internacional y capital social (por ejemplo, hindúes en Estados Unidos); sin embargo, en el caso de la migración interna su uso no es tan evidente dado que los pobladores de un país comparten muchos elementos étnicos en común. No obstante, planteo que sí existe una diferencia étnica en un grado más sutil a nivel departamental, ya sea por uso del lenguaje o por otros atributos. Por otro lado, las redes adquiridas refieren a la dotación de contactos que se desarrolla en el lugar de destino.
    • 6
      La idea detrás de este supuesto es que a nivel étnico existen lazos de reciprocidad, basados en la solidaridad circunscripta o un sentido del deber.
    • 7
      El supuesto de que las redes adquiridas cobran mayor relevancia con el tiempo en contraposición a las redes étnicas es coherente con la realidad, como sugieren Aliaga (2003), Aspilcueta (2007) y Huber y Steinhauf (1998).
    • 8
      También se probó hacer un ranking de ocupaciones, de acuerdo a salarios. A pesar de la evidente ventaja de tener una variable continua, se descartó esta opción dado que trabajar con salarios tiene el doble inconveniente del error de medición y el posible sesgo de los empleos que no reportan salarios (selección no aleatoria).
    • 9
      En G1 se agrupan las ocupaciones técnicas y profesionales; en G2, los empleados de oficinas y trabajadores de servicios; en G3, los agricultores y trabajadores pesqueros; y en G4, las ocupaciones elementales o de trabajo no calificado.
    • 10
      Las organizaciones incluidas en cada subtipo de capital social adquirido son las siguientes. Vinculante: asociación de trabajadores o sindicatos, asociación de profesionales, agrupaciones o partidos políticos, comité local administrativo de salud, asociación vecinal, proceso de presupuesto participativo, consejo de coordinación local distrital. Relacional: clubes y asociaciones deportivas, clubes culturales, rondas campesinas, asociación de regantes, clubes de madres, asociación de padres de familia, vaso de leche, comedor popular, comunidad campesina, asociación agropecuaria.
    • 11
      Se hacen las estimaciones para 25 dominios de estudio (24 departamentos del Perú más Lima Metropolitana), puesto que el diseño muestral de la encuesta permite inferenciar estos niveles. Cabe resaltar que Lima Metropolitana está compuesta por los 43 distritos del departamento de Lima y los nueve distritos de la provincia constitucional del Callao; el resto de los distritos conforman Lima Provincias.
    • 12
      El mercado laboral peruano se caracteriza por tener bajas tasas de desempleo. El dato oficial para 2014 –que se construye con la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO)– es de 3,7%, cifra que coincide con el promedio ponderado de las tasas de desempleo abierto presentadas en la Tabla 2.

    References

    • ALIAGA, L. ¿Qué haría yo si no tuviera capital social? Las redes sociales en los ambulantes y sus activos para la subsistencia y/o desarrollo. Debates en Sociología, n. 28, p. 107-131, 2003.
    • ALTAMIRANO, T. Liderazgo y organizaciones de provincianos en Lima Metropolitana. Culturas migrantes e imaginarios sobre el desarrollo. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000.
    • ASPILCUETA, M. Migración y empresarialidad urbana: comerciantes aymaras en Lima. Debates en Sociología, n. 32, p. 33-49, 2007.
    • BENTOLILA, S.; MICHELACCI, C.; SUAREZ, J. Social contacts and occupational choice. Economica, v. 77, n. 305, p. 20-45, 2010. Disponible en: <http://doi.org/10.1111/j.1468-0335.2008.00717.x>.
    • BLONDET, C. Muchas vidas construyendo una identidad: las mujeres pobladoras de un barrio limeño. In: JENIN, E. (Ed.). Ciudadanía e identidad: las mujeres en los movimientos sociales latino-americanos. Ginebra: Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), 1987. p. 19-73.
    • BORJAS, G. The economic analysis of immigration. In: ASHENFELTER, O. C.; CARD, D. (Ed.). Handbook of labor economics. Elsevier, 1999. v. 3, part C, p. 1697-1760.
    • BORJAS, G. J.; BRONARS, S. G.; TREJO, S. J. Assimilation and the earnings of young internal migrants. The Review of Economics and Statistics, v. 74, n. 1, p. 170-175, 1992a. Disponible en: <http://www.jstor.org/stable/10.2307/2109556>.
    • BORJAS, G. J.; BRONARS, S. G.; TREJO, S. J. Self-selection and internal migration in the United States. Journal of Urban Economics, v. 32, n. 2, p. 159-185, 1992b. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0094-1190(92)90003-4>.
    • BOURDIEU, P. The forms of capital. In: RICHARDSON, J. (Ed.). Handbook of theory and research for the sociology of education. Westport, CT: Greenwood, 1986. p. 241-258.
    • DE SOUZA BRIGGS, X. de S. Social capital and the cities: advice to change agents. National Civic Review, n. 86, p. 111-117, 1997. Disponible en: <https://www.hks.harvard.edu/saguaro/pdfs/SKandCities.pdf>.
    • CARROLL, T. F.; BEBBINGTON, A. J. Peasant federations and rural development policies in the Andes. Policy Sciences, v. 33, n. 3/4, p. 435-457, 2000. Disponible en: <doi:10.1023/A:1004824803848>.
    • CHIARELLA, C. Efectos del capital social en una sociedad heterogénea: una evaluación para el caso peruano. S. l.: Consorcio de Investigación Económica y Social, Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), 2010.
    • COLEMAN, J. S. Social capital in the creation of human capital. American Journal of Sociology, v. 94, p. S95-S120, 1988. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/228943>.
    • DE SILVA, M. J.; HARPHAM, T.; TUAN, T.; BARTOLINI, R.; PENNY, M. E.; HUTTLY, S. R. Psychometric and cognitive validation of a social capital measurement tool in Peru and Vietnam. Social Science and Medicine, v. 62, n. 4, p. 941-953, 2006. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/j.socscimed.2005.06.050>.
    • DE SILVA, M. J.; HARPHAM, T.; HUTTLY, S. R.; BARTOLINI, R.; PENNY, M. E. Understanding sources and types of social capital in Peru. Community Development Journal, v. 42, n. 1, p. 19-33, 2007. Disponible en: <http://doi.org/10.1093/cdj/bsi071>.
    • DIEZ, A. Organizaciones de base y gobiernos locales rurales. Mundos de vida, ciudadanía y clientelismo. In: VARADLES, E.; TANAKA, M.; ZAPATA, A. (Ed.). Repensando la política en el Perú. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1999.
    • FALARIS, E. The determinants of internal migration in Peru: an economic analysis. Economic Development and Cultural Change, v. 27, n. 2, p. 327-341, 1979. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/451096>.
    • GARIP, F. Social capital and migration: how do similar resources lead to divergent outcomes? Demography, v. 45, n. 3, p. 591-617, 2008. Disponible en: <http://doi.org/10.1353/dem.0.0016>.
    • HARRIS, J. R.; TODARO, M. P. Migration, unemployment and development: a two-sector analysis. American Economic Review, v. 60, n. 1, p. 126-142, 1970. Disponible en: <http://www.jstor.org/stable/1807860>.
    • HUBER, L.; STEINHAUF, A. Redes sociales y desarrollo económico en el Perú: los nuevos actores. Debates en Sociología, n. 22, p. 115-141, 1998.
    • INEI – Instituto Nacional de Estadística e Informática. Perú: migraciones internas, 1993-2007. Lima, 2009. Disponible en: <http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib0801/libro.pdf>.
      » http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib0801/libro.pdf
    • INEI – Instituto Nacional de Estadística e Informática. Perú: migración interna reciente y el sistema de ciudades, 2002-2007. Lima, 2011. Disponible en: <https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1025/libro.pdf>.
      » https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1025/libro.pdf
    • INURRITEGUI, M. 2006 El rol del capital social en la pequeña agricultura comercial de los valles de Piura. In: Trivelli, C.; Escobal, J.; Revesz, B. (Ed.). Pequeña agricultura comercial: dinámica y retos en el Perú. Lima: Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
    • Kaztman, R. Seducidos y abandonados: el aislamiento social de los pobres urbanos. Revista de la Cepal, n. 75, p. 171-189, 2001.
    • KUGLER, A. D. Employee referrals and efficiency wages. Labour Economics, v. 10, n. 5, p. 531-556, 2003. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/S0927-5371(03)00047-2>.
    • LEWIS, W. A. Economic development with unlimited supplies of labour. The Manchester School of Economics and Social Studies, v. 22, n. 2, p. 139-191, 1954. Disponible en: <http://doi.org/10.1111/j.1467-9957.1954.tb00021.x>.
    • MASSEY, D. S.; ARANGO, J.; HUGO, G.; KOUAOUCI, A.; PELLEGRINO, A.; TAYLOR, J. E. Theories of international migration: a review and appraisal. Population and Development Review, v. 19, n. 3, p. 431-466, 1993. Disponible en: <http://doi.org/10.2307/2938462>.
    • MASSEY, D. S.; AYSA, M. Social capital and international migration from Latin America. International Journal of Population Research, 2011. Disponible en: <http://doi.org/10.1155/2011/834145>.
      » http://doi.org/10.1155/2011/834145
    • MASSEY, D. S.; CAPOFERRO, C. Salvese quien pueda: structural adjustment and emigration from Lima. The Annals of the American Academy of Political and Social Science, v. 606, n. 1, p. 116-127, 2006. Disponible en: <http://doi.org/10.1177/0002716206288105>.
    • MOLLER, L. C.; JARAMILLO, M.; MONTALVA, V.; DÍAZ, J. J.; RODRÍGUEZ, J.; TELLO, M.; VILLACORTA, L. El mercado laboral peruano durante el auge y caída. Banco Mundial, 2010.
    • MONTGOMERY, J. D. Social networks and labor-market outcomes: toward an economic analysis. The American Economic Review, v. 81, n. 5, p. 1408-1418, 1991.
    • MORTENSEN, D. T.; VISHWANATH, T. Personal contacts and earnings. It is who you know! Labour Economics, v. 1, n. 2, p. 187-201, 1994. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0927-5371(94)90004-3>.
    • MUNSHI, K. Networks in the modern economy: Mexican migrants in the U. S. labor market. The Quarterly Journal of Economics, v. 118, n. 2, p. 549-599, May 2003. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/003355303321675455>.
    • MUNSHI, K. Community networks and the process of development. Journal of Economic Perspectives, v. 28, n. 4, p. 49-76, 2014. Disponible en: <http://doi.org/10.1257/jep.28.4.49>.
    • OIT – Organización Internacional del Trabajo. Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones. 1998. Disponible en: <http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/isco/isco88/major.htm>.
      » http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/isco/isco88/major.htm
    • OIM – Organización Internacional para las Migraciones; INEI – Instituto de Estadística e Informática. Perú: estadísticas de la emigración internacional de peruanos e inmigraciones de extranjeros – 1990-2012. Lima: Organización Internacional para las Migraciones, 2013.
    • PALLONI, A.; MASSEY, D. S.; CEBALLOS, M.; ESPINOSA, K.; SPITTEL, M. Social capital and international migration: a test using information on family networks. American Journal of Sociology, v. 106, n. 5, p. 1262-1298, 2001. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/320817>.
    • PANFICHI, A. Redes de sobrevivencia y liderazgo político en barrios populares de Lima. In: PLAZA, O. (Ed.). Actores y escenarios al inicio del nuevo milenio. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2001.
    • PATEL, K.; VELLA, F. Immigrant networks and their implications for occupational choice and wages. Review of Economics and Statistics, v. 95, n. 4, p. 1249-1277, 2013. Disponible en: <http://doi.org/10.1162/REST_a_00327>.
    • PEREYRA, O. Más allá del mito del progreso: estrategias de supervivencia y movilidad social en familias aymaras del altiplano puneño. Debates en Sociología, n. 28, p. 133-153, 2003.
    • PESSINO, C. Sequential migration theory and evidence from Peru. Journal of Development Economics, v. 36, n. 1, p. 55-87, 1991. Disponible en: <http://doi.org/10.1016/0304-3878(91)90005-G>.
    • PORTES, A. Capital social: sus orígenes y aplicaciones en la sociología moderna. De igual a igual, el desafío del Estado ante los nuevos problemas sociales. Fondo de Cultura Económica, 1999.
    • PORTES, A.; SENSENBRENNER, J. Embeddedness and immigration: notes on the social determinants of economic action. American Journal of Sociology, v. 98, n. 6, p. 1320-1350, 1993. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/230191>.
    • PORTOCARRERO S. F.; MILLÁN, F. A.; LOVEDAY, L. J.; TARAZONA, B.; PORTUGAL, D. A. Capital social y democracia: Explorando normas, valores y redes sociales en el Perú. Lima: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, 2005.
    • SÁNCHEZ, A. Migraciones internas en el Perú. Organización para las Migraciones, 2015. Disponible en: <http://www.oimperu.org/sitehome/sites/default/files/Documentos/03-03-2015_Publicacion Migraciones Internas_OIM.PDF>.
      » http://www.oimperu.org/sitehome/sites/default/files/Documentos/03-03-2015_Publicacion Migraciones Internas_OIM.PDF
    • SJAASTAD, L. A. The costs and returns of human migration. Journal of Political Economy, v. 70, n. 5, p. 80-93, 1962. Disponible en: <http://doi.org/10.1086/258726>.
    • TELLO, M. Aspectos teóricos del capital social y elementos para su uso en el análisis de la realidad. Lima: Consorcio de Investigaciones Económicas (CIES), 2006.
    • WOOLCOCK, M. Social capital and economic development: towards a theoretical synthesis and policy framework. Theory and Society, v. 27, n. 2, p. 151-208, 1998. Disponible en: <http://doi.org/10.2307/657866>.
    • WOOLCOCK, M.; NARAYAN, D. Social capital: implications for development theory, research, and policy. The World Bank Research Observer, v. 15, n. 2, p. 225-249. Disponible en: <http://doi.org/10.1093/wbro/15.2.225>.
    • WORLD BANK. Strengthening skills and employability in Peru: final report. Washington, DC: World Bank, 2011. Disponible en: <http://documents.worldbank.org/curated/en/2011/05/14963817/strengthening-skills-employability-peru-final-report>.
      » http://documents.worldbank.org/curated/en/2011/05/14963817/strengthening-skills-employability-peru-final-report
    • YAMADA FUKUSAKI, G. Migración interna en el Perú. Lima: Universidad del Pacífico, 2010.
    • ZHAO, L.; YAO, X. Does local social capital deter labor migration? Evidence from rural China. Zhejiang University, 2013 (Working paper). Disponible en: <http://www.lepp.zju.edu.cn/upload/2013-05/13053118576110.pdf>.
      » http://www.lepp.zju.edu.cn/upload/2013-05/13053118576110.pdf

    Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      2018

    Histórico

    • Recibido
      26 Nov 2017
    • Acepto
      29 Ago 2018
    Associação Brasileira de Estudos Populacionais Rua André Cavalcanti, 106, sala 502., CEP 20231-050, Fone: 55 31 3409 7166 - Rio de Janeiro - RJ - Brazil
    E-mail: editor@rebep.org.br