A pesar del amplio discurso de la integridad del ser humano verificamos que la formación de los profesionales de la salud ha estado priorizando la competencia técnica y se ha desconsiderado la necesidad de instrumentalizar el proceso de crecimiento de nuestro interior. El objetivo de este estudio es reflexionar sobre el desarrollo de la persona, mientras instrumento básico del propio trabajo. Consideramos que no hay como desvincular la dimensión profesional de la personal, pues interactuamos dentro de una totalidad. Así, entendemos que la persona reside en el Ser profesional o -de forma dialéctica- que el profesional integra la persona humana que este es. Tales consideraciones, que juzgamos fundamentales en el desarrollo de cada uno, generalmente no forman parte del aprendizaje de vida, personal o profesional. Nuestra intención, en esta reflexión, es hacer que ese aspecto se vea como fundamento en la formación del profesional enfermero, de ahí, ampliando la posibilidad de integrar y trascender cualquiera de los lados, a partir de la perspectiva holística, que contempla el desarrollo de la persona de forma integral e integrada.
enfermería; enseñanza; gestalt