RESUMEN
En este trabajo analizaremos las consideraciones sobre la neutralidad y la sexualidad del Dasein en sus articulaciones con la dispersión fáctica y la libertad en las elaboraciones de Heidegger entre 1927 y 1929.En este marco nos proponemos argumentar que tales consideraciones tienen como función poner de manifiesto el carácter primario de la estructura ontológica del Ser-con y el horizonte originario de la temporeidad, desde la cual circunscribe el empuje de las dinámicas respectivas. Para ello, en primer lugar analizaremos la consideración de la neutralidad y la dispersión en Sein und Zeit en el marco de sus especificaciones respecto del Dasein cotidiano. Luego, distinguiremos las especificaciones y reelaboraciones en su curso de Marburg (1928), respecto del estatuto ontológico que le confiere a la neutralidad en sus relaciones con la concreción fáctica y la libertad. Finalmente dedicaremos el último apartado al análisis e interpretación del sentido de la neutralidad y la dispersión que articula de modo diferencial en su curso de Freiburg (1928-1929). Junto a ello, buscamos aportar con la clarificación del lugar que ocupa las consideraciones de la corporalidad física en este período, en diálogo con interpretaciones relevantes de su obra.
Palabras clave:
Neutralidad; Géneros sexuales; Dispersión; Libertad; Horizonte temporal
ABSTRACT
In this work we will analyze the considerations about Dasein´s neutrality and sexuality in their articulations with the factual dispersion and freedom in Heidegger’s elaborations between 1927 and 1929. In this framework we propose to argue that such considerations have the function of highlighting the primary character of the ontological structure of Being-with and the original horizon of temporality, from which it circumscribes the thrust of the respective dynamics. To do this, we will first analyze the consideration of neutrality and dispersion in Sein und Zeit within the framework of its specifications regarding everyday Dasein. Then, we will distinguish the specifications and reworkings in his course from Marburg (1928), regarding the ontological status that he confers on neutrality in its relations with factual concretion and freedom. Finally, we will dedicate the last section to the analysis and interpretation of the meaning of neutrality and dispersion that he articulates in a differential way in his Freiburg course (1928-1929). Next to it, we seek to contribute with the clarification of the place occupied by the considerations of physical corporeality in this period, in dialogue with relevant interpretations of his work.
Keywords:
Neutrality; Sex genders; Dispersion; Freedom; Temporal horizon
“Un cierto egoísmo preserva de enfermar, pero al final uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo, y por fuerza enfermará si a consecuencia de una frustración no puede amar” (Freud. Introducción al narcisismo).
Los estudios e interpretaciones en torno a la consideración de la corporalidad en la obra de Heidegger se dividen en general entre la cuestión del tratamiento del cuerpo en Sein und Zeit (SuZ) y las dilucidaciones respectivas en los Zollikoner Seminare de la década de 1960. En el primer caso, las breves distinciones en SuZ han permitido colegir una comprensión de la experiencia irreductiblemente encarnada, al menos, tal y como ha sido articulado por la recepción crítica francesa de mitad del siglo pasado.1 1 Entre sus primeros exponentes distinguimos a De Waelhens (1942/1950) y Merleau-Ponty en su Phénoménologie de la Perception. Véase De Waelhens, 1942, pp. V-XV. En este marco se inscribe la ya clásica observación de Sartre respecto de la falta de un tratamiento relevante del cuerpo en la analítica de 1927, que ve correlativo con la omisión de las distinciones de géneros sexuales en la tematización del Dasein (Sartre, 1943SARTRE, J.-P. « L’Être et le Néant ». Paris : Gallimard, 1943., p. 433).
Desde allí podemos distinguir dos grandes vías específicas en el estudio de estas consideraciones sobre la corporalidad: las relativas a los fenómenos hápticos y aquellas concernientes al tratamiento de la neutralidad y sexualidad del Dasein. Por una parte, los estudios y análisis sobre la tematización de los fenómenos hápticos y gestuales en las elaboraciones de Heidegger han sido brevemente abordados por Derrida y J.L. Nancy, en el marco de una tentativa deconstructiva de las consideraciones metafísicas relativas al cuerpo (Derrida, 2011______. “El tocar, Jean-Luc Nancy”. Bs. As., Amorrortu, 2011., pp. 199-264; Nancy,2010NANCY, J-L. “Corpus”. Madrid: Arena libros, 2010.).En esta línea podemos encontrar estudios e interpretaciones recientes sobre estas cuestiones, en el marco de su clarificación del programa ontológico de Heidegger que orienta sus especificaciones metódicas respecto a la corporalidad y sus concreciones fácticas (Bulo Vargas (2012)BULO-VARGAS, V. “Entre naturaleza y técnica: una cuestión de tacto”. Revista de Filosofía, Vol. 68, 2012, pp. 55-64. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.4067/S071843602012000100005
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; Llorente (2016)LLORENTE, J. “Heidegger y el estatuto ontológico del cuerpo. Una confrontación con la fenomenología de la carnalidad de Michel Henry”. Ideas y Valores, Vol. 65, Nr. 162, 2016, pp. 261-289. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.15446/ideasyvalores.v65n162.48418 .
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; Rodríguez Suárez (2019)RODRÍGUEZ SUÁREZ, L. P. “La naturaleza hermenéutica de la experiencia corporal y del fenómeno del dolor según Heidegger”. Claridades. Revista de filosofía, Nr. 11, 2019, pp. 187-211. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.24310/Claridadescrf.v11i1.5454
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y Johnson, 2020JOHNSON, F. “¿Cómo pensar el cuerpo al margen de la idea de sujeto corporal? Mera presencia y claro del ser en Zollikoner Seminare de Heidegger”. Revista Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, 37 (1), 2020, pp. 85-98. Recuperado de: https://doi.org/10.5209/ashf.62324
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).
Por otra parte, la cuestión de la sexualidad del Dasein recibe un tratamiento de Heidegger a partir de la consideración de la neutralidad, especialmente en sus elaboraciones entre 1927 y 1929. Tales distinciones han sido incluidas en el marco del debate en torno a la corporeidad en su obra y leídas en clave crítica, en especial, a partir de las lecturas en la serie de textos Geschlecht de J. Derrida (1985DERRIDA, J. (1985). “Geschlecht II. La mano de Heidegger”. En: DERRIDA, J.Psyché. Invenciones del otro. Bs As., Ed. La Cebra, 2017. pp. 495-534.. Cf. Derrida, 2020______. “Geschlecht III: Sex, Race, Nation, Humanity”. G. Bennington, K. Chenoweth; R. Therezo (eds.). Chicago: University of Chicago Press, 2020.). En este marco, la cuestión de las diferencias sexuales se inscribe en las especificaciones de las dinámicas relacionales entre la dimensión ontológica y la dimensión óntica del Dasein. Por esta vía se desarrollan estudios que distinguen la neutralidad y la dispersión del Dasein con el objeto de precisar y articular la perspectiva heideggeriana de la corporalidad.2 2 En este trabajo discutiremos especialmente con las interpretaciones respectivas de Berciano (1992), Escudero (2011), Gómez Pedrido (2013) y Lagos-Berríos (2020). No obstante, en estas elaboraciones Heidegger insiste en delimitar primero las condiciones de posibilidad para una adecuada tematización del cuerpo físico, a partir de la dilucidación de las estructuras ontológicas que hacen posible cualquier experiencia significativa del cuerpo en virtud de su estar-en-el-mundo.
En este sentido, las estructuras cooriginarias del Dasein representan el punto de partida y el enfoque desde el cual nuestro autor plantea aquellas cuestiones.
Estas distinciones se tornan fundamentales para cotejar cómo comprende Heidegger el pasaje entre las dos dimensiones del Dasein y sus respectivas implicancias en lo referente a la sexualidad, la corporalidad y la libertad.
En el siguiente trabajo nos proponemos analizar diferentes tratamientos en torno a la neutralidad en trabajos fundamentales de Heidegger del período 1927-1929, en el marco de aquellas interpretaciones y recepciones de su obra. A diferencia de lecturas orientadas principalmente por la dilucidación de la cuestión de la corporalidad en su obra, en este ensayo nos proponemos dar cuenta del campo temático fundamental en el que se inscriben tales tratamientos. En este sentido, nuestra hipótesis consiste en sostener que las consideraciones de Heidegger sobre la neutralidad, la diferencia sexual, la dispersión y la libertad metafísica cumplen la función de poner de manifiesto el carácter primario de la estructura ontológica del Ser-con y el horizonte originario de la temporeidad, desde la cual circunscribe el empuje de las dinámicas respectivas. En este sentido, estas consideraciones bien pueden entenderse también como formas de clarificación del estatuto práctico y relacional del Dasein, desde una perspectiva que busca desmarcarse del arrastre comprensivo y semántico de la metafísica de la subjetividad.
Para dar cuenta de ello, en primer lugar, analizaremos la consideración de la neutralidad y la dispersión en SuZ (1927HEIDEGGER, M. (1927) [SuZ] “Sein und Zeit”. Tübingen: Niemeyer (trad.: “Ser y Tiempo”. Trad. J. E. Rivera. Santiago, ed. Universitaria de Chile, 1997; trad. J. Gaos, Buenos Aires: FCE, 2000) (GA 2).), en el marco de sus especificaciones respecto del Dasein cotidiano y las variaciones en sus modalidades de mismidad. Luego, distinguiremos las continuidades y reelaboraciones en su curso de Marburg (1928), donde las relaciones entre neutralidad metafísica, diferencia sexual y corporalidad tienen mayores especificaciones. En este contexto buscaremos poner en evidencia el estatuto ontológico y originario que le confiere a la neutralidad y cómo desde allí Heidegger articula sus especificaciones en torno a la concreción fáctica y la libertad metafísica del Dasein. Finalmente dedicaremos el último apartado al análisis e interpretación del sentido de la neutralidad y la dispersión que articula en sus elaboraciones en el curso de Freiburg inmediatamente posterior (1928-1929).
Por medio de estos recorridos, en particular, nos proponemos desarrollar las interpretaciones de la analítica de finales de la década de 1920, en el horizonte de una apropiada articulación de la perspectiva cooriginaria e interrelacionada del Dasein desde la que parte Heidegger. Junto a ello, en general, buscamos colaborar con la clarificación del lugar que ocupan las consideraciones relacionadas a la corporalidad física en este período de sus elaboraciones, en diálogo con interpretaciones y discusiones en la recepción de su obra.
1. Enfoques sobre neutralidad y dispersión entre 1927-1928
Es posible distinguir en la analítica de Heidegger las dilucidaciones concernientes a la dimensión ontológica y aquellas relativas a la dimensión óntica del Dasein. En este marco, el análisis del Dasein, entendido como apertura o ahí (Da) del ser, da cuenta de ámbitos originarios y anteriores a toda concreción o determinación fáctica.
Esta distinción tiene un específico tratamiento en elaboraciones entre 19271929 en torno al concepto de neutralidad del Dasein y de su dispersión fáctica. En este contexto, Heidegger especifica una dinámica que imbrica el ámbito ontológico con la concreción fáctica, en una tentativa por apartarse de lecturas dualistas o de aquellos análisis que los consideran de modo independiente. En tal sentido vemos necesario distinguir el ámbito analítico específico en el que nuestro autor inscribe tales especificaciones, esto es, las elaboraciones concernientes a la estructura del Ser-con (Mitsein).
En el siguiente apartado analizaremos e interpretaremos tales consideraciones en su obra de finales de la década de 1920. Nuestro objeto es circunscribir dicha perspectiva desde la que nuestro autor se propone dar cuenta de las condiciones de posibilidad para la concreción y determinación del Dasein. Para ello, en primer lugar abordaremos su consideración de lo neutro y la dispersión en SuZ en sus especificaciones relativas a la cotidianidad del Uno y las dinámicas de la mismidad. En segundo lugar, analizaremos sus consideraciones de la neutralidad metafísica del Dasein en su curso de 1928, mediante un análisis de sus especificaciones sobre el carácter positivo y posibilitador de la neutralidad que le permiten desarrollar consideraciones en torno a la libertad metafísica del Dasein.
1.a. Consideraciones en Sein und Zeit
Podemos encontrar una referencia a lo neutro en SuZ en el contexto de la analítica del sí mismo del Dasein y en su despliegue en la cotidianidad del Uno (das Man). En el horizonte de tal referencia distinguimos una dilucidación de la estructura del Ser-con del Dasein en su inmediata situación fáctica, en especial consideración del ámbito desde el cual se puede dar cuenta de las variables o desplazamientos respecto a sus modos de mismidad.
En tal sentido, nuestro autor especifica que primariamente las posibilidades de la existencia del Dasein se manifiestan al arbitrio y orientación de los otros. Este entramado primario de coexistencia se caracteriza por lo impersonal, por un “quién” que Heidegger caracteriza como neutro (Neutrum) (Heidegger, SuZ, p. 126 [151]). Esta neutralidad relativa al Uno se reviste de notas semánticas vinculadas a una falta de determinación: remite a una modalidad de ser-todos que no puede comprenderse como una suma de elementos discretos, positivos o plenos. Este carácter indeterminado e impersonal de lo neutro se contrapone a la posibilidad personal y determinada que caracteriza al Dasein en sus dinámicas propias de mismidad.
No obstante, Heidegger entiende al Uno como un fenómeno originario de la estructura positiva del Dasein, correspondiente al quién en su cotidianidad. En este sentido podemos comprender la insistencia de Heidegger en que la propiedad no remite a un desprendimiento de esta relación cotidiana con otros, sino a una “modificación existentiva del Uno entendido como un existencial esencial” (ibid, p. 130 [154]).Ello nos permite poner énfasis en su carácter relacional sin remisión a dos modos independientes.
En este contexto comprensivo nuestro autor destaca que el Uno cotidiano puede variar históricamente en su fuerza y determinación. Estas posibilidades y su margen de variación también sugieren un carácter potencial y dinámico en el campo de significación de lo neutro y da cuenta de una contingencia histórica correlativa con la contingencia de la mismidad del Dasein. Aquí también podemos articular sus referencias a la dispersión (Zerstreuung) (ibid., pp. 128s. [152s.]), que relaciona a la estructura del Dasein y a la inautenticidad en la cotidianidad.
En el primer caso, el parágrafo 12 desarrolla la consideración de la perspectiva ontológica como la adecuada para dar cuenta de la espacialidad y la corporalidad viva. En este contexto, Heidegger destaca que la facticidad implica que el Dasein ya se ha dispersado (zerstreut) y escindido (zersplittert) en las concreciones del ser-en (In-Seins) el mundo. Desde aquí distingue maneras o modos respectivos cuya modalidad es el ocuparse (Besorgen), a saber: habérselas con algo, producir, cultivar y cuidar, usar, abandonar y dejar perderse, emprender, llevar a término, averiguar, interrogar, contemplar,discutir y determinar (ibid, p. 56[83]). Estos modos variables de dispersión articulan tanto la modalidad de mismidad impropia, como la propia: reencontramos una alusión al carácter contingente y variable de la determinación fáctica del Dasein. Sin embargo, Heidegger insiste en aclarar su perspectiva de análisis: no se trata aquí de una relación con el mundo desde el enfoque tradicional sujeto-objeto, sino desde un marco relacional irreductible, pues el Dasein ya se halla en determinados modos de relación con los entes, los otros y también con su mismidad.
En el segundo caso, la dispersión es también considerada en referencia al Uno, en especial, respecto de la tendencia inauténtica a la curiosidad (Neugier). Entendida como un modo de ver y encuentro perceptivo con el mundo, dicha tendencia se basa en el desinterés, en el paso de una cosa a otra, sin comprensión determinada y orientada hacia la distracción constante. Esta modalidad, que implica un modo de hallarse en todas partes y en ninguna, da cuenta de un sentido de dispersión correlativo a un desarraigo respecto de las relaciones primarias del Dasein. En el horizonte de estas especificaciones se encuentra la caracterización de la caída (Verfallen) del Dasein en la cotidianidad, como una modalidad de estar perdido en lo público del Uno, desde donde el Dasein tiene la posibilidad de un retorno propio a sí mismo.
Pero ello no supone un estado original más puro o elevado, sino que pone de manifiesto una determinación existencial del Dasein fáctico en la que primariamente ya siempre se encuentra: las posibilidades primariamente se dan al modo de la impropiedad. La existencia propia remite a otra modalidad de asumir tales posibilidades desde este ámbito interrelacional cuya dinámica es anterior a toda consideración óntica de la “corrupción de la naturaleza humana” (ibid, p. 179[202]) Es decir, la caída se articula como modalidad cotidiana de la estructura originaria del Ser-con, de un modo primario respecto a toda determinación fáctica correlativa.
En el mismo sentido, nuestro autor caracteriza la movilidad de torbellino (Wirbel) de la caída, que originariamente arrastra al Dasein hacia el Uno, y el estado de lanzamiento (Wurf) del Dasein que es tomado en este torbellino. Como figura primaria de la dispersión, el lanzamiento pone de manifiesto el aspecto dinámico del arrojamiento (Geworfenheit) del Dasein en el mundo, es decir, también da cuenta del marco de apertura, inacabamiento y contingencia que se articula en su determinación fáctica.
En suma, estas distinciones en torno a la neutralidad y la dispersión en SuZ permiten a Heidegger circunscribir un enfoque desde el carácter cooriginario del ser-en-el-mundo y el Ser-con del Dasein. Allí se pone en juego la posibilidad proyectiva del Dasein, lo cual permite a nuestro autor caracterizar la contingencia y la determinación desde su ontología esencial respectiva. Con ello, nuestro autor busca apartarse de una definición u orientación a priori de la modalidad de ser de la existencia del Dasein, lo cual requiere una mayor clarificación de las relaciones entre lo ontológico y lo fáctico concreto, así como también de las distinciones entre lo general y lo singular del Dasein.
1.b. La neutralidad metafísica del Dasein en el curso de Marburg (1928)
Dichas clarificaciones podemos encontrarlas en los parágrafos 10-13 del curso del semestre de verano en Marburg, Metaphysische Anfangsgründe der Logik im Ausgang von Leibniz (MAL) (1928______. (1928) [MAL] “Metaphysische Anfangsgründe der Logik im Ausgang von Leibniz (SS 1928)”. Ed. K. Held, 1978 [trad.: Principios metafísicos de la lógica, trad. García Norro, Madrid: Síntesis, 2009]. (GA 26).). En este contexto encontramos una consideración del término Neutralidad (Neutralität), no solo articulado en su comprensión relativa a la corporeidad, sino también en lo referente a los géneros sexuales. Aquí el término se presenta directamente ligado a la ontología del Dasein y no ya por una mediación en referencia al Uno. Si bien tales consideraciones son puntuales y breves, veremos que la inscripción temática también desarrolla el marco de la indagación desde la estructura originaria del Ser-con.
En este curso, un conjunto de aclaraciones ponen nuevamente al Dasein en el centro de sus análisis. Nuestro autor destaca que su abordaje se circunscribe a una perspectiva ontológica desde la cual se articulan las especificaciones fácticas u ónticas: es su constitución de ser en general la que permite distinguir la comprensión de ser que le es propia (Heidegger, MAL, p. 171 [160]). En el mismo sentido se desarrollan aquí las cuestiones relativas a la neutralidad, la sexualidad y la dispersión.3 3 Una de las interpretaciones críticas más relevantes de estas especificaciones de Heidegger podemos encontrarla en la serie Geschlecht de J. Derrida. Allí este pensador considera que la neutralidad imposibilita asignar una corporalidad al Dasein a nivel ontológico, con lo cual quedaría reducida a una mera manifestación óntica. Véase Derrida, 1983, pp. 473-94.
Específicamente, Heidegger destaca su elección del término neutral Dasein, en lugar de hombre o sujeto. Encontramos así la neutralidad relacionada de modo general al Dasein y acompañada de un conjunto de especificaciones. En primer lugar, el término le permite marcar el carácter anterior de la interpretación respecto a su concreción fáctica. En esta línea, especifica que el Dasein no es ninguno de ambos géneros (Geschlechtern) (Heidegger, MAL, p 172 [160]),4 4 En este curso el término en referencia a lo sexual está articulado como Geschlecht/Geschlechtlitkeit. La traducción de Geschlechtern por sexos es problemática pues, como observa Derrida, remite a un término específico sobre el cual Heidegger parece no querer expresarse (Derrida, 1983, pp. 475ss.). En este trabajo traduciremos el término y sus derivados en el marco de la expresión “géneros sexuales”, teniendo en cuenta las referencias heideggerianas a un ámbito anterior a la concreción físico-biológica del Dasein. En este sentido distingue un intérprete: “En este contexto se puede aplicar la categoría de género, pues ésta expresa precisamente el carácter social y cultural de nuestro constante proceso de autointerpretación” (Escudero, 2011, p. 191). sin remitir con ello a una negatividad o indiferencia, sino a una “originaria positividad y carácter poderoso (Mächtigkeit) de su esencia” (Heidegger, MAL, p. 172 [161]). En segundo lugar, destaca que tal carácter conlleva la posibilidad de toda concreción fáctica, esto es, no remite a un vacío sino a una dimensión potencial de lo posible. Como fuente originaria, esta neutralidad es condición de toda posibilidad concreta. Ello le permite subrayar cuán lejos se encuentran sus análisis de una antropología o una ética específica: ni recetas para la existencia, ni pronósticos, ni “sabidurías” de lo concreto y fáctico.
Así la neutralidad implica una especificación del modo de ser esencial (wesentlich) del Dasein. Sin embargo, podemos encontrar interpretaciones sobre el sentido de la neutralidad en este curso con divergencias respecto a su función e implicancias. Por un lado, distinguimos lecturas que encuentran allí un modo particular de señalar la anterioridad del ámbito ontológico, no como un a priori, sino como referencia al Dasein específico de/para los existentes (Berciano, 1992BERCIANO, M. “¿Qué es realmente el “Dasein” en la filosofía de Heidegger?”. Thémata. Revista de Filosofía, N. 10, 1992, pp. 435-450. Recuperado de: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/27244/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y.
https://idus.us.es/bitstream/handle/1144...
, pp. 442ss.). Por otro lado, ciertos análisis subrayan que la diferencia de los sexos no se comprende como originaria, sino más bien se articula como derivada. En tal sentido estas lecturas infieren que solo la neutralidad sexual sería originaria: el género sexual solo es un momento del arrojamiento del Dasein, una de sus posibilidades fácticas ante el estado de indeterminación originario (Campillo, 2003CAMPILLO, N. “Ontología y diferencia de lo sexos”. En: TUBERT, S. (ed.). Del sexo al género: los equívocos de un concepto. Madrid: Cátedra, 2003. pp. 83-122., pp. 95s. Cf. Lagos Berríos, 2020, p. 3). Finalmente destacamos las interpretaciones que se proponen delimitar en este contexto los supuestos relativos a la corporalidad, las cuales sostienen que la neutralidad existencial debe ser entendida como “la condición de posibilidad para que la corporalidad viviente del Dasein forme parte de su estructura ontológica” (Gómez Pedrido, 2013GÓMEZ PEDRIDO, M. “La neutralidad (Neutralität) del Dasein como condición ontológica de su corporalidad viviente (LeibKörper) en el Heidegger posterior a Ser y tiempo”. En: I Jornadas Internacionales Filosofías del Cuerpo/ Cuerpos de la Filosofía. Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Buenos Aires, 2013. pp. 215-223. Recuperado de: https://www.aacademica.org/maria.luz.moreno/5.pdf.
https://www.aacademica.org/maria.luz.mor...
, pp. 222ss.).
A nuestro entender, el sentido de la neutralidad articulado en este curso en primer lugar representa un desarrollo de la perspectiva elaborada en SuZ, esto es, una especificación ontológica que articula y clarifica al marco interrelacional desde el que nuestro autor enfoca la analítica del Dasein. Aun así, las consideraciones de este marco implican la posibilidad de una concreción y una modalidad de mismidad relacionada a lo que Heidegger distingue como aislamiento metafísico del hombre (metaphysisch Isolierung des Menschen), lo cual le permite desarrollar sus especificaciones sobre la concreción fáctica y la dispersión.
En efecto, Heidegger distingue la dispersión originaria relacionada a la corporeidad (Leiblichkeit) y a los géneros sexuales. Ello le permite ligar la corporalidad a la facticidad y al Ser-con otros en el mundo, tal como detalla: “El Dasein como fáctico, cada uno entre los otros, está disperso en un cuerpo y, a una con ello, entre los otros, cada uno dividido en un determinado género sexual (bestimmte Geschlechtlichkeit)” (Heidegger, MAL, p. 175 [161]). Aquí el sentido de la dispersión se vincula con la escisión implicada en la concreción del ser-múltiple inherente a la neutralidad, lo cual remite a una apertura y diseminación en el Dasein fáctico, que debe entenderse:
no como en la representación de una gran causa original que fuera dividida en su unidad óntica en muchos individuos, sino en la iluminación de la interna posibilidad del ser múltiple que [...] yace en cada Dasein, y para la que la corporeidad constituye un factor de organización (ibid., p. 173 [162]).
Tenemos aquí la referencia a una determinación necesaria de lo múltiple de la neutralidad a través de una dispersión, que aquí Heidegger distingue como dinámica esencial del Dasein. Aun con ello, el pasaje a la concreción, entendida como una dinámica entre la dimensión ontológica y óntica del Dasein, se explicita aquí de modo un tanto oscuro5 5 Un intérprete entiende el pasaje entre dispersión ontológica y fáctica como un proceso de multiplicidades y des-enlaces que afectan al Dasein con la diferencia sexual marcada en el cuerpo. Distingue ambas dimensiones como dos significaciones que se hallan contenidas en el análisis general de la dispersión, lo cual permite distinguir en el Dasein fáctico el aspecto dividido, desunido y escindido por la sexualidad hacia un sexo determinado. Véase Gómez-Arzapalo y Villafaña, 2009, p. 92. .
Esta opacidad en los desarrollos de la analítica ha sido problematizada desde diversas perspectivas. En efecto, la explicitación de aquella dinámica en parte se inscribe en las discusiones acerca del carácter problemático de la diferenciación entre propiedad y originariedad en las elaboraciones de la época de SuZ. En tal contexto, Fleischer y Haar señalan una diferencia de fundamentación entre lo propio, impropio y originario en SuZ, entendiendo el pasaje de un modo de ser a otro a través de esta última dimensión: el ámbito originario de la temporeidad6 6 Distinguimos aquí la temporeidad (Zeitlichkeit), como determinación del ser del Dasein por el tiempo y la temporalidad (Temporalität), en tanto determinación del ser mismo por el tiempo. funda la dimensión propia e impropia (Haar, 1990HAAR, M. « Heidegger et l´essence de l´homme ». Grenoble: Jérôme Million, 1990., pp. 45ss.; Fleischer, 1991FLEISCHER, M. “Die Zeitanalysen in Heideggers ‘Sein und Zeit’. Aporien, Probleme und ein Ausblick”. Würzburg: Königshausen und Neumann, 1991., pp. 24ss; 33-9). Frente a ello, encontramos perspectivas que parten de una equiparación de lo originario y lo propio, así como también del componente ontológico y su contraparte óntica (Heinz, 1986HEINZ, M. (1986) “The Concept of Time in Heidegger´s Early Works”. En: A Companion to Martin Heidegger’s Being and Time (ed. J. Kockelmans). Washington: University Press of America, 1986., pp. 185-2005; Dahlstrom, 1995DAHLSTROM, D. “Heidegger’s Concept of Temporality: Reflections on a Recent Criticism”. Review of Metaphysics, 49, 1995., nota 43). En tales interpretaciones, no habría temporeidad originaria independiente de la propiedad para las dinámicas entre los modos de ser. Por esta vía, la dimensión originaria vincula formalmente lo óntico y ontológico.
A nuestro juicio, aquellas lecturas no siguen en todos los casos la propia dinámica discursiva de Heidegger y la modalización que ello imprime a la comprensión de sus elaboraciones. En este sentido, entendemos que distinguir pliegues o desdoblamientos en el marco de los pasajes en estas dinámicas se enmarca en la interpretación del ámbito originario en su diferencia respecto de las modalidades de ser. De esta manera, subrayamos que la modalización se haya vinculada con lo que algunos autores articulan como el carácter no suficiente del Dasein en sus modalidades de ser (Bauer, 2016BAUER, E. « Verstehen als Existenzial menschlichen Daseins ». Existenzanalyse, 33(1), 2016, pp. 4-14. Recuperado de: https://www.existenzanalyse.net/wp-content/uploads/EA_1_2016_Bauer.pdf .
https://www.existenzanalyse.net/wp-conte...
, pp. 10-14), esto es, una falta de fundamento que le es constitutiva.
Estas distinciones nos permiten insistir en el carácter irreductible del entramado relacional entre las estructuras del Dasein inscripto en el horizonte originario de la temporeidad, con sus respectivos pliegues entre sus dimensiones existencial-óntica y existenciario-ontológica, frente a las lecturas que interpretan estas dinámicas sugiriendo un sustrato personal o individual.7 7 Una intérprete sostiene que la bidimensionalidad estructural del Dasein permite destacar una escisión (Spaltung), en la modalidad tensiva del “entre”, para sus relaciones con el Ser, en Basso Monteverde, 2014, pp. 277ss. A nuestro entender, un abordaje de este proceso que descuide la perspectiva y el carácter estructural múltiple del Dasein corre el riesgo de deslizarse hacia una interpretación subjetivista de estas elaboraciones.8 8 Por ejemplo, aquí nos diferenciamos de las interpretaciones de Vélez López, 2014, pp. 127-36. Este ámbito primario parece implicar un doblez interno sustentado en su falta de fundamento. Es por ello que aquí nos referimos a pliegues o desdoblamientos no definitivos de la misma existencia entre sus dos dimensiones.9 9 Aquí discutimos con la interpretación de una dinámica de alternancia disyuntiva, en Ortiz de Landázuri, 2016, pp. 96s.
Bajo la misma modalidad e interpretación inscribimos la consideración de la neutralidad ontológica como una plena positividad anterior a toda concreción, en referencia al carácter múltiple del ser del Dasein, al cual también le copertenecen las dinámicas de dispersión de lo múltiple, que en este curso Heidegger especifica como fundadas en el carácter originario del arrojamiento (Heidegger, MAL, p. 173 [162]).
Desde este marco y sus pliegues, nuestro autor desarrolla otras dinámicas que parten del carácter irreductible del Ser-con otros, en su vínculo con el ámbito originario de la temporeidad.
1.c La libertad metafísica y la temporeidad
Como vimos, la dispersión arrojada y neutral del Dasein se articula aquí desde el Ser-con originario, dimensión previa al ser con otros en la facticidad, cuya dinámica de concreción se explica desde tal carácter de dispersión, tal como especifica:
Pues la corporeidad y los géneros sexuales fácticos de cada caso sólo aclaran - y esto sólo dentro de los límites de la accidentalidad esencial de toda aclaración - en qué medida el Ser-con de un Dasein fáctico precisamente llega a estar impulsado en esta dirección fáctica determinada, en la que otras posibilidades llegan a suprimirse o permanecen cerradas (ibid., p. 175 [163]).
Asimismo, ésta se funda en la libertad metafísica del Dasein, una dimensión ontológica que permite determinar el proyecto en la existencia, a partir de sus relaciones más originarias con la temporeidad. Desde tales especificaciones es posible clarificar la contingencia y determinación en el existir fáctico del Dasein.
Es por esta imbricación entre dimensiones de análisis que la libertad metafísica no puede entenderse relativa a una voluntad racional, una conciencia rectora o un yo primario. En esta línea, nuestro autor subraya que una dirección fáctica coimplica la clausura de otra que se hallaba como posible en la neutralidad originaria: el Dasein puede perderse o recuperarse propiamente a sí mismo solo gracias al empleo de la fuerza o empeño (Einsatzes) de lo proyectado en su arrojamiento (ibid., p. 176 [164]). Ahora bien, si entendemos el Dasein como una apertura constituida por un entramado de estructuras ¿cómo es posible situar esta fuerza o empeño que articula su libertad metafísica?10 10 Un desarrollo de estas consideraciones en torno a la libertad en la analítica puede encontrarse en: Vom Wesen der menschlichen Freiheit. Einleitung in die Philosophie (1930a); Vom Wesen der Wahrheit (1930b), entre otros.
Por un lado, recordemos que estas consideraciones se mantienen inscriptas en su perspectiva de la neutralidad del Dasein. Por otro, es necesario insistir aquí en la relación entre las dos dimensiones de la analítica del Dasein: la neutralidad y el aislamiento metafísico no excluyen la concreción y su análisis respectivo, incluso esta caracterización también permite entender el proyecto metafísico del Dasein en el marco de una interpretación adecuada y ontológicamente originaria.11 11 En tal sentido, Escudero interpreta aquí una resistencia heideggeriana a la referencia directa de la naturaleza sexual del Dasein, lo cual inscribe en el marco de su intento de desmantelar la tradición ontológica de la sustancia que considera al existente humano como un ente reducido a la mera presencia, y agrega: “Con todo, el “ahí”, el Da del Dasein, es decir, el espacio de significado compartido debe permanecer asexuado y neutro, ya que ese “ahí” existe antes de que nos interpretemos en términos de prácticas de género, de características biológicas, de preferencias religiosas y de rasgos étnicos”. Véase Escudero, 2011, pp. 191.
Desde este enfoque, las variaciones y dinámicas concretas pueden explicarse por el carácter inesencial de la mismidad del Dasein y el ser-múltiple de su neutralidad ontológica, precisamente allí donde nuestro autor sitúa la libertad metafísica del Dasein en tanto apertura originaria. En este contexto, el sentido de la relación neutralidad-libertad no remite a individuo alguno, ni esencia que se diversifique en los individuos, sino a la posibilidad de diversificación en sí misma: la positividad del origen y el poder de lo originario en el Dasein mismo (Berciano, 1992BERCIANO, M. “¿Qué es realmente el “Dasein” en la filosofía de Heidegger?”. Thémata. Revista de Filosofía, N. 10, 1992, pp. 435-450. Recuperado de: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/27244/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y.
https://idus.us.es/bitstream/handle/1144...
, p. 443).
En efecto, la neutralidad expresa su libertad metafísica: abre al Dasein a su concreción por medio de un arrojamiento que lo dispersa en el mundo y lo diversifica en/desde el Ser-con. Desde allí, la libertad se torna concreta solo a partir del propio poder-ser con otros y en medio de los entes, que incluso se le resisten en su trato cotidiano. En ello distingue la impotencia metafísica (metaphysische Ohnmachten) del Dasein en tanto que libre, lo cual se encuentra imbricado en dinámicas relativas a la temporeidad:
Hay que entender la impotencia metafísicamente, es decir, como esencial: no puede ser rebatida señalando el dominio sobre la naturaleza, la técnica, que hoy impera en el mundo como una bestia desencadenada, puesto que este dominio es la auténtica demostración de la impotencia metafísica del Dasein, que puede alcanzar la libertad solo en su historia (ibid., p. 279 [250]).
Finalmente, en los parágrafos 12-13 nuestro autor circunscribe el empuje en estas dinámicas en el marco de tales relaciones entre libertad y temporeidad. En especial, distingue el carácter de horizonte unitario de los éxtasis temporales como condición temporal, tanto de la posibilidad de mundo, como de la trascendencia del Dasein. Más aun, puntualiza que la temporalización (o impulso de la temporeidad) permite el ingreso en el mundo de los entes y la apertura de las relaciones respectivas del Dasein (ibid, pp. 269s. [242s.]).
Con ello, la dimensión originaria de la temporalidad se revela como fuente primordial originaria de toda inteligibilidad, trascendencia y horizonte de toda posibilidad. En este sentido, el horizonte de la temporalidad puede entenderse como neutro con respecto a toda determinación del proyecto del Dasein.
En suma, en estas especificaciones de la neutralidad podemos distinguir un enfoque desde ciertos presupuestos trascendentales que la inscriben en la dimensión ontológica del Dasein, en su carácter de potencia, posibilidad y multiplicidad, respecto de las dinámicas correlativas de dispersión fáctica. En esta dimensión originaria la estructura interrelacionada del Dasein, el carácter irreductible del Ser-con y el impulso de la temporeidad permite a Heidegger dar cuenta de dinámicas relacionales y situacionales respecto de la facticidad, aunque no clarificado de un modo suficiente. Estas relaciones entre la dimensión ontológica y la concreción fáctica son ampliadas en su curso de 1928-1929, a partir de un cambio de acento en sus consideraciones sobre la neutralidad.
2. Elaboraciones en el curso de Freiburg (1928-1929)
En el siguiente apartado continuaremos con la interpretación y análisis de la neutralidad y la dispersión en un curso inmediatamente posterior. Allí encontramos un énfasis diferente de la neutralidad ligada a la idea de rompimiento, es decir, al pasaje efectivo a la concreción fáctica. Por esta vía buscaremos cotejar en qué medida Heidegger aquí está pensando en una dinámica preindividual, no voluntaria, ni racional, sin descuidar el enfoque interrelacionado y ontológico del Dasein. De esta manera insistimos en una lectura que no desatienda el marco desde el cual Heidegger despliega estas distinciones.
Para ello, primero distinguiremos la modalidad en que desarrolla aquí la primacía del Ser-con en sus vinculaciones con las diferencias sexuales. Luego abordaremos sus especificaciones en torno al rompimiento de la neutralidad que permiten dar cuenta de un énfasis diferente respecto de sus anteriores consideraciones. Finalmente, analizaremos algunas figuras de la determinación y restricción fáctica que Heidegger propone para pensar la dinámica de singularización del Dasein, las cuales nos permitirán conectar y precisar, desde otro enfoque, la neutralidad con el horizonte originario de la temporeidad.
2.a. La primacía del ser-unos-con-otros
En el curso del semestre de invierno de 1928-1929______. (1928-1929) [EP] “Einleitung in die Philosophie (Winter semester 1928/29)”. Ed. O. Saame et I. Saame-Speidel, 2001 [trad.: “Introducción a la filosofía”, trad. M. Jiménez Redondo, Madrid: Cátedra, 2001] (GA 27).Einleitung in die Philosophie (EP), Heidegger amplía diversos aspectos de la analítica del Dasein, incluyendo también reformulaciones y variaciones respecto a los análisis en SuZ, en especial, en lo que respecta al problema de la interpretación de la comunidad y las relaciones con otros en la tradición metafísica. En este marco retoma su diferenciación respecto del concepto moderno de sujeto, cuya comprensión prescindió de estructuras cooriginarias como el ser-unos-con-otros (Miteinandersein) y el ser cabe lo que está-ahí-delante (Sein bei Vorhandenem) (Heidegger, EP, p. 118 [127]), o bien condujo a considerarlas como estructuras independientes, lo que ha derivado en una sobredeterminación en los análisis de las relaciones intersubjetivas, como en los tradicionales análisis de Husserl (ibid., pp. 140ss. [152ss.]). Tal diferenciación está en línea con lo que Escudero (2011)ESCUDERO, J. A. “Heidegger y el olvido del cuerpo”. Lectora, Nr. 17, 2011, pp. 181-198. Recuperado de: https://revistes.ub.edu/index.php/lectora/article/view/7214
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vincula al nombre técnico del Dasein: ni existencia humana concreta ni sujeto autónomo, sino un entramado correlativo a la situación y al espacio de significados, abierto con anterioridad a la emergencia del cuerpo humano y sus diferencias sexuales (Escudero, 2011ESCUDERO, J. A. “Heidegger y el olvido del cuerpo”. Lectora, Nr. 17, 2011, pp. 181-198. Recuperado de: https://revistes.ub.edu/index.php/lectora/article/view/7214
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, p. 183).
Específicamente, en el parágrafo 20 de su curso, nuestro autor retoma la primacía de la estructura que aquí denomina con-ser-con (Mit-sein-mit), lo cual requiere una reelaboración de las consideraciones en torno a la comunidad y mismidad, la identidad y el poder-ser del Dasein, en el marco de sus posibilidades y su situación.
Adentrándose en el carácter constitutivo del primario estar unos-con-otros (Mit-einander), Heidegger especifica sus estructuras o elementos cooriginarios, que le permiten tomar distancia de las consideraciones tradicionales de la empatía (Einfühlung) y del yo o la conciencia como puntos de partida para el análisis de las relaciones intersubjetivas. En tal sentido destaca que el ego ya “se encuentra con el otro en la calle” (Heidegger, EP, p. 145 [157]) y desde allí debe mostrarse, esto es, encontrarse en relación y en situación de un modo irreductible. Esta determinación originaria es la que puede explicar toda relación concreta con el otro, incluso toda autoaprehensión del yo, implicada y correlacionada con otras estructuras.
Precisamente en este marco Heidegger distingue al hombre como Neutrum y destaca que el existir fáctico del Dasein implica una ruptura de la neutralidad: “en tanto que Dasein es fácticamente o bien masculino (männlich) o bien femenino (weidlich), es decir, es un ser sexuado (Geschlechtswesen); y esto incluye un muy determinado uno-con-otro y uno-a-otro (Mit und Zueinander)” (ibid., p. 146 [158]). Encontramos aquí, por un lado, la singular mención de un rompimiento y, por otro, la sugerencia específica de que el ámbito de lo posible, inherente a la neutralidad del Dasein, no se halla determinado por el género sexual.
2.b. Neutralidad y rompimiento
Más en detalle, la neutralidad designa aquí la esencia del Dasein que debe romperse para articularse en su concreción fáctica y, por supuesto, corporal. Ello implica también que del carácter originario del ser-unos-con-otros deriva (y es condición de) la posibilidad fáctica de concretarse como masculino o femenino.
De esta manera la neutralidad se articula con lo que Gómez Pedrido (2013)GÓMEZ PEDRIDO, M. “La neutralidad (Neutralität) del Dasein como condición ontológica de su corporalidad viviente (LeibKörper) en el Heidegger posterior a Ser y tiempo”. En: I Jornadas Internacionales Filosofías del Cuerpo/ Cuerpos de la Filosofía. Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Buenos Aires, 2013. pp. 215-223. Recuperado de: https://www.aacademica.org/maria.luz.moreno/5.pdf.
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distingue como un segundo sentido: neutro es aquí el modo como la existencia se arroja al mundo, es decir, señala una condición de posibilidad no necesariamente vinculada al carácter originario de la ontología fundamental del Dasein. Desde esta lectura es posible plantear otro enfoque de las articulaciones entre la existencia neutra y la corporalidad: aquí, sin relación primaria entre neutralidad y ser-en-el-mundo, la existencia del Dasein no parece reducirse a esta neutralidad, dado que precisa una ruptura para articular y desarrollar la existencia en el arrojamiento a la facticidad. Aquí el arrojamiento ya no se halla implicado solo en la dispersión originaria de la neutralidad, sino que es articulado como el efecto de su rompimiento. De este modo se abre la pregunta por la interpretación de la articulación entre neutralidad y ser-en-el-mundo, así como también sobre el ámbito de rompimiento como tal.12
12
Un intérprete entiende que el rompimiento interno de la neutralidad es posible porque el Dasein puede afectarse desde un cuerpo, en Gómez Pedrido, 2013, p. 221.
En su carácter esencial, Heidegger menciona la rota neutralidad (gebrochene Neutralität) del Dasein desde la cual puede problematizarse o pensarse la ruptura de la misma. En este marco precisa que la ruptura de la neutralidad solo puede pensarse por referencia a ella misma (Heidegger, EP, p. 147 [159]). Pero es necesario circunscribir de modo apropiado esta autorreferencia.
En efecto, nuestro autor distingue que la existencia corporal del Dasein condiciona la aprehensión fáctica de unos y otros en relación, aunque ello presupone y se determina por el ser-unos-con-otros en el contexto del trato en la estructura del ser-cabe (Sein-bei) algo común en el mundo. Es decir, la corporalidad debe entenderse a partir de esta estructura relativa a la relación con otros y en el mundo común. Para ejemplificar esta relación entramada entre Dasein, Ser-con y mundo, presenta una breve caracterización de la amistad: ésta no nace de una relación yo-tú sino de una pasión por una cosa común, que incluye la modalidad o el cómo ello es articulado por cada uno en dicha relación. Más aun, Heidegger destaca que el Dasein es siempre ya cooriginariamente sercabe, ser-con y ser-sí-mismo (Selbst-sein) y desde esa base deben analizarse las relaciones intersubjetivas, la corporalidad, los géneros sexuales y las dinámicas de mismidad. Esto permite pensar el rompimiento de la neutralidad desde la potencia y positividad articulada desde este entramado originario.
En la misma línea, en el parágrafo 37 encontramos un conjunto de consideraciones en torno a la dispersión en el marco de sus tematizaciones de la facticidad y del arrojamiento. Allí especifica que el Dasein se dispersa en aquellos tres momentos relativos a la facticidad, sin implicar una separación en fragmentos, sino que : “es en esta dispersión como el Dasein tiene y cobra la unidad entera y original que le es propia (eigene ursprüngliche ganze Einheit)” (ibid., p. 333 [349]). De esta manera, la dispersión refiere a una diseminación (Streuung) originaria del Dasein en estas tres estructuras esenciales, la cual es condición de que pueda demorarse en el ser-unos-con-otros, o agotarse en el ocuparse (Beschäftigung) de las cosas o perderse/asumirse en la autorreflexión, es decir, solo porque se mantiene unitariamente en el todo de la dispersión.
Respecto de las determinaciones que siguen al rompimiento de la neutralidad, especifica que aquellas tres relaciones esenciales se revelan determinadas y restringidas por el arrojamiento del Dasein, a saber: a) se circunscribe el Sercon a un determinado círculo; b) el ser-cabe se desarrolla desde determinadas condiciones de accesibilidad o alcance y c) las relaciones consigo mismo se reducen a ciertas posibilidades de entenderse, enfrentarse y arreglárselas con uno mismo. Es en este marco de restricción (y solo desde él) donde el Dasein puede singularizarse (vereinzeln), es decir, desde un conjunto de restricciones que indican una situación determinada. Por ello la singularización no implica un aislamiento en sentido tradicional, sino aquello que permite poner al Dasein en este entramado de relaciones con el ente, el otro, su mismidad y en sus restricciones situacionales.
En este contexto, Heidegger desarrolla el vínculo entre neutralidad y temporeidad, a partir de la consideración del nihil originario del Dasein neutro. En efecto, distingue que el Dasein es trascendente en el mundo pues su neutralidad le permite constituirse como un nihil originario, en tanto se temporaliza en dicha neutralidad. Con ello refiere a una negatividad constitutiva que hace posible el arrojamiento fáctico al mundo. En este sentido, la negatividad originaria bien se puede relacionar con el rompimiento de la neutralidad: ambas son constitutivas de la esencia del Dasein. Por ello Heidegger especifica la negatividad como carácter de No (Nicht-charakter), en relación a la finitud y contingencia que se articula en un poder-no-ser (Nichtseinkönnen): una nihilidad positiva que pertenece a la trascendencia del Dasein y su arrojamiento. En este sentido, subraya: “Solo respecto a la nihilidad original de la existencia cobra todo lo que llamamos positivo su fuerza y su singularidad” (ibid., p. 336 [352]).
2.c. Algunas interpretaciones en torno al enfoque de la neutralidad
Estas especificaciones en el curso de 1928-1929 permiten precisar el enfoque del que parte Heidegger para dar cuenta de la neutralidad y la sexualidad del Dasein. En efecto, la perspectiva ontológica en la que se enmarcan estos análisis permite distinguir el carácter entramado e irreductible de las relaciones en el mundo, con los otros y con el sí mismo, a partir de lo cual piensa las dinámicas entre neutralidad y la concreción fáctica. Aún con aquél énfasis en el rompimiento de la neutralidad, con el cual el Dasein se arroja a la existencia, y su negatividad constitutiva, la distinción entre el carácter potencial/múltiple de esta dimensión originaria, en su anterioridad respecto de cualquier determinación/restricción en la facticidad, se pone de manifiesto como la apuesta teórica efectiva para dar cuenta de las dinámicas contingentes, situacionales, comprensivas e históricas: la neutralidad articula al Dasein con su trascendencia en el mundo, lo cual expresa su libertad en relación con los otros y la situación.
Estas consideraciones han permitido desarrollar diversas interpretaciones y lecturas posteriores. Entre ellas destacamos las lecturas críticas de J. Derrida desarrolladas en Geschlecht I (1983), en torno a la diferencia sexual en estos textos y el supuesto metafísico binario que le subyace, en un intento de interpretar esta diferencia y deconstruir tal lógica dual en su aparente lugar secundario respecto de la diferencia ontológica. Para ello, este pensador se propone ampliar aquél ámbito de potencia del Dasein distinguiendo allí una sexualidad originaria, prediferencial y plural, respecto a la dimensión óntica y fáctica (Derrida, 1983______. “Geschlecht I. Diferencia sexual, diferencia ontológica”. En: DERRIDA, Psyché. Invenciones del otro. Ed. La Cebra, Bs As., 1983. pp. 473-494., p. 480). Desde allí, otras lecturas analizan la contingencia y multiplicidad que anteceden las diferencias sexuales fácticamente determinadas (Grosz, 1997GROSZ, E. “Ontology and Equivocation: Derrida’s Politics of Sexual Difference, en Feminist Interpretation of Jacques Derrida”. Ed. N. J. Holland. Pennsylvania: Pennsylvania State University Press, 1997. pp. 73-101., pp. 89s. Cfr. Quesada, 2014QUESADA, R. “Sexualidad diseminación y lectura”. Theoría, Nr. 27, 2014, pp. 29-41. Recuperado de: https://doi.org/10.22201/ffyl.16656415p.2014.27.496
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, p. 41), lo cual ha permitido desarrollar la pregunta por la génesis de esta binariedad de la diferencia y de la dominación histórica de una sobre otra (Collin, 2000COLLIN, F. “Diferencia y Diferencio: la cuestión de las mujeres en la filosofía”. En: AA.VV. Historia de las mujeres. (Tomo V). Madrid: Taurus, 2000. pp. 291-321., p. 308. Cf. Rodrigues, 2010RODRIGUES, C. “Diferença sexual, direitos e identidade: um debate a partir do pensamento da desconstrução”. Cadernos Pagu. 34, 2010, pp. 209-233. Recuperado de: https://periodicos.sbu.unicamp.br/ojs/index.php/cadpagu/article/view/8644956.
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, pp. 213ss.).
Por esta vía podemos encontrar estudios que interpretan la neutralidad como condición de posibilidad para que la corporalidad del Dasein sea entendida como constitutiva de su dimensión ontológica (Gómez Pedrido, 2013GÓMEZ PEDRIDO, M. “La neutralidad (Neutralität) del Dasein como condición ontológica de su corporalidad viviente (LeibKörper) en el Heidegger posterior a Ser y tiempo”. En: I Jornadas Internacionales Filosofías del Cuerpo/ Cuerpos de la Filosofía. Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Buenos Aires, 2013. pp. 215-223. Recuperado de: https://www.aacademica.org/maria.luz.moreno/5.pdf.
https://www.aacademica.org/maria.luz.mor...
, p. 216). Asimismo, otros autores distinguen aquí una tentativa heideggeriana por desmarcarse de un abordaje tradicional y subjetivista del Dasein que lo reduzcan a la mera presencia (Escudero, 2011ESCUDERO, J. A. “Heidegger y el olvido del cuerpo”. Lectora, Nr. 17, 2011, pp. 181-198. Recuperado de: https://revistes.ub.edu/index.php/lectora/article/view/7214
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, pp. 189s.). En todo caso, estos estudios recientes se destacan por una investigación prioritaria de las relaciones entre neutralidad y corporalidad en la analítica de finales de la década de 1920 (Lagos-Berríos, 2020LAGOS-BERRÍOS, R. “Heidegger y la cuestión del cuerpo en Ser y tiempo: buscando el lugar del cuerpo en la analítica existencial del Dasein”. Límite. Revista interdisciplinaria de Filosofía y Psicología, 15(3), 2020, pp. 1-16. Recuperado de https: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50652020000100203
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50652020...
, pp. 6ss. Cfr. Verano Gamboa, 2016-2017VERANO GAMBOA, L. “El ser corporal: Dasein y lenguaje en el pensamiento de Martin Heidegger”. Convivium, 29/30, 2016-2017, pp. 185-202. Recuperado de: https://www.raco.cat/index.php/Convivium/article/view/334698
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, pp. 194ss.). A nuestro entender, la neutralidad debe ser analizada como una tentativa de Heidegger por clarificar el enfoque entramado y relacional del Dasein como punto de partida para todo análisis óntico de la existencia humana, el cual permite desarrollar una comprensión ligada a un proceso de devenir ontológico y no a una base de estructuras biológicas fijas o determinadas (Rae, 2019RAE, G. “Freud and Heidegger on the ‘Origins’ of Sexuality”. Human Studies, Vol. 42 Nr. 2, 2019, pp. 543-563. Recuperado de: https://link.springer.com/article/10.1007/s10746-019-09525-3.
https://link.springer.com/article/10.100...
, p. 547).
A modo de conclusión
Para terminar realizaremos un conjunto de puntualizaciones por nuestro recorrido e interpretación del tratamiento de estas cuestiones en la analítica del período entre 1927-1929. Con ello buscamos subrayar el marco ontológico desde el cual nuestro autor articula sus consideraciones respectivas. De esta manera proponemos distinguir un abordaje apropiado para la lectura e interpretación de las especificaciones relativas a la corporeidad, la diferencia sexual y la libertad del Dasein en el contexto del proyecto ontológico que Heidegger insiste en mantener como horizonte de sus elaboraciones en este período.
En primer lugar abordamos sus consideraciones de la neutralidad desde las dinámicas cotidianas de mismidad en SuZ, en especial, a partir de lo cual analizamos sus consideraciones en torno a las variaciones o dinámicas respecto a las modalidades de ser del Dasein. Luego detallamos su caracterización del Dasein como neutro en su curso de Marburg de 1928, poniendo de manifiesto el énfasis en el carácter posibilitador inscripto en su dimensión ontológica y esencial. Ello le permite a Heidegger un mayor desarrollo de la consideración de la libertad metafísica del Dasein respecto a sus planteamientos en SuZ. No obstante, en estas puntualizaciones nuestro autor subraya los aspectos interrelacionados y cooriginarios, haciendo especial hincapié en la consideración del Ser-con y el ser-en-el-mundo, desde los cuales es posible plantear una fuente y positividad anterior a toda concreción en diferencias sexuales y corporales determinadas.
En este sentido, dicha neutralidad se inscribe en el marco de un proyecto ontológico que busca distinguir las condiciones para un pensamiento apropiado de las cuestiones fácticas y corporales de la existencia. Las relaciones inescindibles Dasein-Otros-Mundo se articulan en un mundo simbólicamente interrelacionado, por lo cual el modelo tradicional de conocimiento basado en la percepción cede su lugar al modelo de la comprensión para plantear las relaciones intramundanas e incluso deslindarse del tradicional enfoque de la relación cuerpo-mente.
En dicha perspectiva, el Dasein es trascendente respecto a los entes del mundo pues se articula en una precomprensión que constituye la apertura de su ser-en-el-mundo. Del mismo modo puede pensarse las relaciones con los otros, con el propio cuerpo y las cuestiones concernientes a las diferencias sexuales. El Dasein, entendido como apertura en un horizonte de sentido dado, ya no permite seguir los esquemas u orientaciones de las perspectivas subjetivistas o centradas en el yo y la conciencia. Los modelos de acción práctica y de relación con los entes en el mundo pueden explicarse desde estas estructuras cooriginarias y su apertura.
En segundo lugar distinguimos otro sentido en el que articula la neutralidad y la dispersión del Dasein en su curso de Freiburg de 1928-1929. Allí vimos que Heidegger pone el acento en la consideración del arrojamiento y la concreción fáctica por medio del rompimiento de la neutralidad, entendida aquí como condición de posibilidad, esto es, ya no en su aspecto de fuente u origen de potencia sino poniendo un énfasis en sus relaciones con la facticidad. Aun así vimos que Heidegger continúa poniendo el acento en el carácter primario del ser-unos-con-otros para pensar las relaciones comunitarias y desde allí las relaciones con el cuerpo propio y del otro, la proyección del Dasein y su libertad metafísica. Ello implica pensar toda relación con sí mismo desde una relación irreductible con las significaciones compartidas con los otros en el mundo común.
En este curso, la consideración del rompimiento de la neutralidad determinada por el uno-con-otro permite cotejar las implicancias que tiene en la facticidad y en la concreción como masculino o femenino. La neutralidad supone un rompimiento que se revela aquí como condición de un arrojamiento de la facticidad, y ya no solo como condición de una dispersión originaria de la neutralidad. Los tres momentos de la dispersión fáctica del Dasein (ser-cabe; Ser-con; ser-sí mismo) señalan una diseminación originaria que le es constitutiva. Ello no solo refiere a la unidad irreductible de estas correlaciones sino también al ámbito originario desde el cual Heidegger dilucida las determinaciones y sus posibles variaciones.
La referencia de esta ruptura en relación a la misma neutralidad también la interpretamos en el marco en que realiza estas consideraciones: el empuje de tal ruptura proviene de una neutralidad que se constituye interrelacionalmente. Desde una perspectiva de mayor originariedad, esta dinámica de ruptura tiene su fuente primaria en la temporización de la temporeidad, esto es, en el empuje desde su horizonte extático, que en este período de las elaboraciones de Heidegger aún es analizado desde la perspectiva del Dasein (Butierrez, 2021BUTIERREZ, L. “Tiempo y singularización. Enfoques de las dinámicas relacionales del Dasein en elaboraciones de Heidegger entre 1927-1930”. Revista Areté, 33(1), 2021, pp.27-47.).
Así, si entendemos el Dasein como una apertura donde se da un entramado concreto y el ahí respectivo, como una remisión de significación compartida con otros, podemos comprender que dicho ámbito se da originariamente de un modo neutro y sin género sexual determinado: un entramado relacional/ remisional de significaciones y comprensiones ya abiertos que son anteriores a toda característica biológica, de género, etc.
Podemos distinguir diversas implicancias de esta perspectiva. Por un lado, el sentido de la neutralidad aquí articulado indica que el Dasein se determina en un cuerpo, en un género y se inscribe en un campo simbólico que lo antecede. En tal sentido, las variaciones de significados para determinar el género sexual del Dasein pueden ir más allá del marco binario considerado por Heidegger (Derrida, 1983______. “Geschlecht I. Diferencia sexual, diferencia ontológica”. En: DERRIDA, Psyché. Invenciones del otro. Ed. La Cebra, Bs As., 1983. pp. 473-494., pp. 493s.), debido a su potencialidad para trascender las diferencias sexuales y toda determinación óntica significada. Es decir, el carácter anterior y primario de la neutralidad respecto al género supone que éste no abarca ni define la totalidad de ser de la existencia del Dasein. Hay un más potencial, una fuerza positiva de origen donante que permite pensar la contingencia y la variación en la determinación y los significados en el mundo. Siguiendo la caracterización de la cotidianidad que puntualizamos en SuZ, es posible de allí inferir la posibilidad de una relación propia y auténtica con la corporalidad sexuada que se articule en un pliegue o desplazamiento respecto a los significados cotidianos en los que esta ha sido comprendida: por ejemplo, este enfoque sugiere que las determinaciones de género en la cotidianidad del Uno no se hallan asumidas de modo propio por el Dasein, lo cual permite entenderlas como significaciones convencionales desde las que inicialmente se articulan los cuerpos sexuados en la facticidad. Esta dimensión y sus variaciones aquí no pueden ser pensadas por fuera de los modos de convivencia desde los cuales el Dasein modaliza su mismidad y sus relaciones con el propio cuerpo.
Aun así, en este trabajo entendemos que tales distinciones de Heidegger entre 1927 y 1929 no tienen como horizonte una dilucidación específica de la cuestión de la corporalidad, la diferencia sexual y la libertad, sino que se enmarcan en la tentativa de articular un cambio de enfoque: a nuestro juicio estas especificaciones le permiten en primer lugar clarificar y explicitar la consideración del carácter primario de la estructura del Ser-con y el horizonte originario de la temporeidad para pensar las dinámicas propias del Dasein.
Ello implica desarrollar su tentativa por lograr un desplazamiento de la perspectiva y comprensión tradicional de la metafísica de la subjetividad, desde la cual se han articulado las respectivas tematizaciones. Es precisamente esta modalización relacional con la tradición comprensiva y discursiva la que se articula en diálogo con estas elaboraciones. Ello bien puede interpretarse como una figura discursivo-práctica de aquellas elaboraciones teóricas de las relaciones irreductibles con otros, es decir, una figura específica de la dispersión desde/en el Ser-con otros articulada en estas relaciones del pensamiento de Heidegger con aquella tradición filosófica desde la que parte de un modo ineludible.
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Entre sus primeros exponentes distinguimos a De Waelhens (1942DE WAELHENS, A. (1942) « Une philosophie de l’ambiguïté ». En : MERLEAUPONTY, M. La structure du comportement. Paris: Presses Universitaires de France, 1990. pp. V-XV./1950______. « La phénoménologie du corps ». Revue Philosophique de Louvain, 48 (19), 1950, pp. 371-397. Recuperado de: https://www.persee.fr/doc/phlou_0035-3841_1950_num_48_19_4299 .
https://www.persee.fr/doc/phlou_0035-384... ) y Merleau-Ponty en su Phénoménologie de la Perception. Véase De Waelhens, 1942DE WAELHENS, A. (1942) « Une philosophie de l’ambiguïté ». En : MERLEAUPONTY, M. La structure du comportement. Paris: Presses Universitaires de France, 1990. pp. V-XV., pp. V-XV. -
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En este trabajo discutiremos especialmente con las interpretaciones respectivas de Berciano (1992)BERCIANO, M. “¿Qué es realmente el “Dasein” en la filosofía de Heidegger?”. Thémata. Revista de Filosofía, N. 10, 1992, pp. 435-450. Recuperado de: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/27244/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y.
https://idus.us.es/bitstream/handle/1144... , Escudero (2011)ESCUDERO, J. A. “Heidegger y el olvido del cuerpo”. Lectora, Nr. 17, 2011, pp. 181-198. Recuperado de: https://revistes.ub.edu/index.php/lectora/article/view/7214
https://revistes.ub.edu/index.php/lector... , Gómez Pedrido (2013)GÓMEZ PEDRIDO, M. “La neutralidad (Neutralität) del Dasein como condición ontológica de su corporalidad viviente (LeibKörper) en el Heidegger posterior a Ser y tiempo”. En: I Jornadas Internacionales Filosofías del Cuerpo/ Cuerpos de la Filosofía. Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Buenos Aires, 2013. pp. 215-223. Recuperado de: https://www.aacademica.org/maria.luz.moreno/5.pdf.
https://www.aacademica.org/maria.luz.mor... y Lagos-Berríos (2020)LAGOS-BERRÍOS, R. “Heidegger y la cuestión del cuerpo en Ser y tiempo: buscando el lugar del cuerpo en la analítica existencial del Dasein”. Límite. Revista interdisciplinaria de Filosofía y Psicología, 15(3), 2020, pp. 1-16. Recuperado de https: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50652020000100203
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50652020... . -
3
Una de las interpretaciones críticas más relevantes de estas especificaciones de Heidegger podemos encontrarla en la serie Geschlecht de J. Derrida. Allí este pensador considera que la neutralidad imposibilita asignar una corporalidad al Dasein a nivel ontológico, con lo cual quedaría reducida a una mera manifestación óntica. Véase Derrida, 1983______. “Geschlecht I. Diferencia sexual, diferencia ontológica”. En: DERRIDA, Psyché. Invenciones del otro. Ed. La Cebra, Bs As., 1983. pp. 473-494., pp. 473-94.
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En este curso el término en referencia a lo sexual está articulado como Geschlecht/Geschlechtlitkeit. La traducción de Geschlechtern por sexos es problemática pues, como observa Derrida, remite a un término específico sobre el cual Heidegger parece no querer expresarse (Derrida, 1983______. “Geschlecht I. Diferencia sexual, diferencia ontológica”. En: DERRIDA, Psyché. Invenciones del otro. Ed. La Cebra, Bs As., 1983. pp. 473-494., pp. 475ss.). En este trabajo traduciremos el término y sus derivados en el marco de la expresión “géneros sexuales”, teniendo en cuenta las referencias heideggerianas a un ámbito anterior a la concreción físico-biológica del Dasein. En este sentido distingue un intérprete: “En este contexto se puede aplicar la categoría de género, pues ésta expresa precisamente el carácter social y cultural de nuestro constante proceso de autointerpretación” (Escudero, 2011ESCUDERO, J. A. “Heidegger y el olvido del cuerpo”. Lectora, Nr. 17, 2011, pp. 181-198. Recuperado de: https://revistes.ub.edu/index.php/lectora/article/view/7214
https://revistes.ub.edu/index.php/lector... , p. 191). -
5
Un intérprete entiende el pasaje entre dispersión ontológica y fáctica como un proceso de multiplicidades y des-enlaces que afectan al Dasein con la diferencia sexual marcada en el cuerpo. Distingue ambas dimensiones como dos significaciones que se hallan contenidas en el análisis general de la dispersión, lo cual permite distinguir en el Dasein fáctico el aspecto dividido, desunido y escindido por la sexualidad hacia un sexo determinado. Véase Gómez-Arzapalo y Villafaña, 2009GÓMEZ-ARZAPALO Y VILLAFAÑA, F. “Heidegger y la falsa paradoja del amor”. En: ROCHA DE LA TORRE (ed.). Martin Heidegger: la experiencia del camino. Barranquilla: Ediciones Uninorte, 2009. pp. 79-94., p. 92.
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Distinguimos aquí la temporeidad (Zeitlichkeit), como determinación del ser del Dasein por el tiempo y la temporalidad (Temporalität), en tanto determinación del ser mismo por el tiempo.
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Una intérprete sostiene que la bidimensionalidad estructural del Dasein permite destacar una escisión (Spaltung), en la modalidad tensiva del “entre”, para sus relaciones con el Ser, en Basso Monteverde, 2014BASSO MONTEVERDE, L. “Aportes para una interpretación de la estructura del Dasein de acuerdo a su carácter bidimensional”. Areté. Revista de Filosofía, XXVI, (2), 2014, pp. 273-293. Recuperado de: http://www.scielo.org.pe/pdf/arete/v26n2/a05v26n2.pdf.
http://www.scielo.org.pe/pdf/arete/v26n2... , pp. 277ss. -
8
Por ejemplo, aquí nos diferenciamos de las interpretaciones de Vélez López, 2014VÉLEZ LÓPEZ, G. “La semilla del humanismo. Moralidad y ontología fundamental en Heidegger”. Revista Co-herencia, Vol. 10, Nr. 20, 2014, pp. 121139. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/cohe/v11n20/v11n20a06.pdf
http://www.scielo.org.co/pdf/cohe/v11n20... , pp. 127-36. -
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Aquí discutimos con la interpretación de una dinámica de alternancia disyuntiva, en Ortiz de Landázuri, 2016ORTIZ DE LANDÁZURI, C. “Dasein, personeidad, intersubjetividad y persona núcleo. El sujeto relacional después de Heidegger, en Zubiri, Apel y Polo”. Rev. Metafísica y persona, (15), 2016, pp. 87-125. Recuperado de: https://doi.org/10.24310/Metyper.2015.v0i13.2721
https://doi.org/10.24310/Metyper.2015.v0... , pp. 96s. -
10
Un desarrollo de estas consideraciones en torno a la libertad en la analítica puede encontrarse en: Vom Wesen der menschlichen Freiheit. Einleitung in die Philosophie (1930a______. (1930a) “Vom Wesen der menschlichen Freiheit. Einleitung in die Philosophie (Summer semester 1930)”. Ed. H. Tietjen, 1994. (GA 51).); Vom Wesen der Wahrheit (1930b______. (1930b). “Vom Wesen der Wahrheit”. En: Wegmarken. Ed. F.-W. von Herrmann, 3rd ed. 2004 [T.C.: “Hitos”, trad.: Helena Cortés y Arturo Leyte, Madrid, Alianza, 2007], pp. 177-201[151-171]. (GA 9).), entre otros.
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En tal sentido, Escudero interpreta aquí una resistencia heideggeriana a la referencia directa de la naturaleza sexual del Dasein, lo cual inscribe en el marco de su intento de desmantelar la tradición ontológica de la sustancia que considera al existente humano como un ente reducido a la mera presencia, y agrega: “Con todo, el “ahí”, el Da del Dasein, es decir, el espacio de significado compartido debe permanecer asexuado y neutro, ya que ese “ahí” existe antes de que nos interpretemos en términos de prácticas de género, de características biológicas, de preferencias religiosas y de rasgos étnicos”. Véase Escudero, 2011ESCUDERO, J. A. “Heidegger y el olvido del cuerpo”. Lectora, Nr. 17, 2011, pp. 181-198. Recuperado de: https://revistes.ub.edu/index.php/lectora/article/view/7214
https://revistes.ub.edu/index.php/lector... , pp. 191. -
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Un intérprete entiende que el rompimiento interno de la neutralidad es posible porque el Dasein puede afectarse desde un cuerpo, en Gómez Pedrido, 2013GÓMEZ PEDRIDO, M. “La neutralidad (Neutralität) del Dasein como condición ontológica de su corporalidad viviente (LeibKörper) en el Heidegger posterior a Ser y tiempo”. En: I Jornadas Internacionales Filosofías del Cuerpo/ Cuerpos de la Filosofía. Departamento de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Buenos Aires, 2013. pp. 215-223. Recuperado de: https://www.aacademica.org/maria.luz.moreno/5.pdf.
https://www.aacademica.org/maria.luz.mor... , p. 221.
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Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
02 Mayo 2022 -
Fecha del número
Jan-Apr 2022
Histórico
-
Recibido
14 Oct 2020 -
Acepto
14 Mayo 2021