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Modos de ser, modos de ver la estirpe de mnemosine

Modos de ser, modos de ver la estirpe de mnemosine

Refúgios do eu: educação, história, escrita autobiográfica.

MIGNOT, Ana Chrystina Venancio, BASTOS, Maria Helena Camara e CUNHA, Maria Teresa Santos. (Orgs.)

Florianópolis: Mulheres, 2000. 239p.

Al explicar la ilustración escogida para la portada del libro Refúgios do eu, un grabado del siglo XIX que nos presenta a una niña volcada sobre el papel en acto de escribir, las coordinadoras del volumen, Ana Chrystina Venancio Mignot, Maria Helena Camara Bastos y Maria Teresa Santos Cunha, profesoras de distintos postgrados en Educación en diferentes universidades de Brasil, apuntan que dicha imagen "sugere que ao se debruçar sobre os papéis ela se debruça sobre si mesma" (p. 17). Una sugerencia que tiene todas las cartas para ser perfectamente verosímil, toda vez que cada ejercicio de escritura personal es, en realidad, una suerte de viaje al interior de uno mismo. Incluso, como a veces se ha dicho, la ocasión para exorcizar nuestros propios fantasmas y hacerlos visibles.

Conforme añaden las coordinadoras, la rapariga del grabado pudo enfrentarse a la página en blanco tanto para dejar en ella su visión del mundo como para depositar su vida o una parte de la misma, para confesar sus temores o para revelar algunos de sus secretos, quién sabe si hasta los más íntimos. Circunstancias que hacen de cada evento de escritura el lugar donde se experimenta el secreto encuentro del sujeto escritor, el refugio del yo, justo cuando éste se hace visible mediante la corporeidad que le otorga el texto. He aquí buena parte de las interrogaciones, aspectos y problemas que alientan los productos autobiográficos sobre los cuáles se indaga y mucho en las colaboraciones que integran este libro, un excelente y completo recorrido por el territorio de la escritura del yo. Que, por otro lado, se engarza como un eslabón importante en esa cadena de estudios sobre el escribir autobiográfico y memorialista que en Brasil se ha ido soldando a lo largo de los años 90, con una mención destacada para la labor desempeñada y promovida por el GEDOMGE (Grupo de Estudos Docência, Memória e Gênero).

De igual modo que en otras latitudes, americanas y europeas, todo ello ha permitido fisgonear en los archivos personales y desempolvar no pocos «objetos autobiográficos», constituidos así en rico filón para una amplia gama de investigaciones planteadas desde atalayas bien diversas ¾ literaria, histórica, antropológica, de género, educativa, psicológica, etc. ¾ demostrando, de paso, que el único camino que puede hacer progresar los estudios sobre la cultura de lo escrito transita necesariamente por el abordaje interdisciplinar y por la conjugación de miradas. Ese planteamiento, evocado también en esta obra, conduce a una clara valorización de los escritos autobiográficos en la medida que éstos son piezas llenas de información, ya sea para la evocación de las costumbres y mentalidades de un determinado momento, ya sea para la configuración de las identidades, ya sea, en fin, por las referencias y apuntes que proporcionan de cara a cualquiera de las operaciones que tengan por objeto la reconstrucción del tiempo pasado.

Ana Chrystina Venancio Mignot abunda en estos pormenores basándose en el archivo personal de Armanda Alvaro Alberto, profesora y directora de la Escuela Regional de Meriti, amén de una persona muy empeñada en la reforma educativa y en la cuestión feminista en el Brasil de los años 20 y 30 del pasado siglo. La riqueza de sus papeles, conservados por la familia, le permite indagar en el recorrido vital de Armanda, y con ella en el movimiento de renovación pedagógica y en el debate político de su tiempo. Partiendo de eso, la autora, quien tiene muy en cuenta las tesis de Philippe Artières sobre los acervos personales, reconstruye la trayectoria de Armanda según se representa en cada uno de los documentos producidos o guardados por ella (fotografías, memorias escolares, recortes de prensa), concluyendo que "ao guardar velhos papéis em seu baú de memórias, Armanda procurou legar às futuras gerações sua crença na importância da educação, traduzida na intransigente defesa de uma escola de qualidade, sem discriminação econômica, racial, sexual, social. Editou sua vida como uma mulher à frente de seu tempo, na dianteira, na vanguarda. Eternizou a imagem pioneira. Guardou para se guardar, para nos guardar do esquecimento" (p. 139).

Nótese, para seguir, que mujer, educación y cultura escrita son ejes principales que guían el conjunto de los trabajos. Sólo escapa parcialmente a esas coordenadas Jean Hébrard, cuya contribución explora la genealogía de las escrituras personales buscando la conexión entre los diarios y memorias de la época contemporánea y sus precedentes, más heterogéneos e híbridos, de la moderna. Recurre para ello al análisis etimológico de los vocablos asociados a dichas prácticas ("cahier", "carnet", "livre", "registre") y rastrea sus significados en los tres principales dominios de producción que dieron lugar a dichas escrituras: el administrativo (civil, religioso y judicial), el mercantil y el escolar, llegando a la conclusión de que uno de esos soportes, el cuaderno, tan ligado al mundo de la escuela, se convirtió en el siglo XIX en el "espaço gráfico mais banal e comum que pode existir" (p. 59).

Cavilar sobre el vocabulario empleado para designar los escritos personales y sobre la materialidad de los mismos conduce obligadamente a reflexionar sobre las condiciones que regulan dichas modalidades del escribir y las estrategias diseñadas en cada "objeto autobiográfico", ya que ello incide directamente en los horizontes de expectativas que cada persona se marca al escribir su vida o algún aspecto de la misma. Es esto algo que inspira la factura de este libro pues, como advierten las coordinadoras, su interés por los escritos personales es parte de una comprensión ampliada de la noción de documento según la ha formulado la historia cultural. Lo que quiere decir que, al enfrentarse a dichos textos, tanto importa el análisis de la forma material de las prácticas y de las maneras de resolver la relación con el instrumento escritura, como atender a las comunidades discursivas que interpretan dichos escritos y los inscriben en unas determinadas coordenadas espacio-temporales.

Así Zahidé Lupinacci Muzart estudia las propiedades de los diarios personales femeninos comparando determinados ejemplares del siglo XIX, sobre todo de viajeras extranjeras puesto que los de escritoras brasileñas son más difíciles de encontrar, con otros de finales del XX, "llevados" directamente en la Red. Ello le ha permitido constatar que los diarios en Internet han cedido en la tradicional introspección íntima, mientras que señalan más claramente la búsqueda de un interlocutor con el que compartir "seu olhar pelo mundo, por sua cidade, seu bairro, sua rua, numa volta à aldeia, ou seja, numa busca de solidariedade, de comunidade, de calor humano" (p. 188); por lo que, afirma, "o diário perdeu o segredo, a intimidade, mas continua a ser o registro do efêmero e do descontínuo tal como no século XIX, e, antes de mais nada, continua a ser uma maneira de viver" (p. 189). Al decir de Régine Robin/ Rivka A., una de las diaristas on line, el diario como testimonio de "a vida como um deambular urbano" (p. 188).

Pero en la medida que las escrituras del yo manifiestan la autoexploración del sujeto, leerlas y analizarlas "é buscar o processo de significação, o própio discurso numa prática significante", conforme sostiene Tânia Regina Oliveira Ramos, quien centra su indagación en las agendas de unas garotas de 13 a 17 años, esto es, auténticas piezas de formación. A través de ellas se percibe, señala la autora, cómo las niñas experimentan su crisis de identidad, su camino de afirmación y, en fin, la voluntad de mostrarse como personas completas, sin fisuras y sin brechas. Y lo hacen mediante un discurso fragmentado y disperso a través del cual la vida se construye no como un acontecer continuo y progresivo, sino como el resultado de "juntar pedaços do cotidiano" (p. 197). De ahí una práctica de escritura que juega con las palabras y las imágenes, y que se materializa en un "libro de vida" formado por anotaciones de la más variada índole (preocupaciones personales, comentarios de películas o de canciones, declaraciones de amor, etc.), fotografías, recortes y testimonios varios, al punto de configurar un lenguaje muy simbólico en el que "querer dizer o indizível parece ser um traço recorrente da escrita femenina" (p. 199).

Las cartas de adolescentes es el tema que desarrolla Maria Rosa Rodrigues Martins de Camargo, cuyo enfoque, muy atento a las ideas de Roger Chartier, toma en consideración las vinculaciones entre las prácticas y los soportes, y sus implicaciones en los procesos de apropiación y representación. Enunciados dichos planteamientos, la autora trata de aplicarlos a la correspondencia de dos adolescentes entre diciembre de 1990 y el mismo mes de 1996. Por un lado, estudia el objeto, es decir, la carta en sí misma, atendiendo a los aspectos materiales (tipología de los soportes y de los sobres), pero también a los lugares de la escritura y de la lectura, a la ceremonia epistolar; y por otro, reflexiona sobre el acto mismo del escribir ahondando en las funciones y en las estrategias del discurso epistolar, para concluir que las cartas, en la medida que espacios de escritura y de lectura, son igualmente lazos de unión entre las personas: "A carta é o veículo. A escrita, modos de ser. E a leitura, modos de ver" (p. 227).

Asimismo, la memoria y la identidad, según se comparecen en los escritos personales de autoría femenina, asoman como otros de los vectores que recorren las páginas de esta obra. Lilian Maria de Lacerda analiza con detalle la literatura autobiográfica de las escritoras brasileñas entre 1893 y 1998, cuyo itinerario está marcado "por descontinuidades entre os processos de escritura da memória femenina e os processos de sua divulgação, em função da censura social à mulher e das condições do própio comércio livreiro e editorial brasileiro" (p. 81). A partir de ahí se ocupa del binomio memoria/verdad y de la función que desempeña el olvido, ingrediente primordial en la configuración del recuerdo: "as fronteiras entre memória e esquecimiento são sutis" (p. 88); a la vez que disecciona la escritura memorialista como una actividad que tiene mucho de catártica pero que tampoco es enteramente ajena a la cultura del ocio, esto es, a las maneras en las que cada cual trata de «matar o tempo» (p. 96), según palabras de Maria Eugênia de Castro, una de las autoras citadas.

Ana Canen y Libânia Nacif Xavier lo plantean a partir de la obra Os meus romanos, alegrias e tristezas de uma educadora alemã no Brasil, de Ina Von Binzer, en la que se reúnen las cartas que esta preceptora escribió entre 1881 y 1883, esto es, en el período anterior a la abolición de la esclavitud. Si inicialmente la educadora mira y describe la realidad brasileña desde la pretendida superioridad europea, después irá cambiando su óptica para incidir más en la riqueza y diversidad cultural que tiene delante de sus ojos, de modo que "de uma atitude profundamente etnocêntrica manifestada nas primeiras cartas, a autora vai, pouco a pouco, compreendendo melhor o complexo funcionamento da sociedade escravista imperial, adaptando-se ao ethos brasileiro e efetivando uma nova síntese identitária" (p. 69). Ello supone la discusión del concepto mismo de memoria nacional como algo uniforme y monolítico, reemplazado por otro más adecuado para definir una realidad social señalada por la mezcla de identidades.

Ahí la memoria de la profesora sirve para analizar el choque y el mestizaje de culturas, mientras que en el caso de la escritora Sophia Lyra, su producción nos acerca a la situación de la mujer en el Brasil de los años 30. Es cierto, como expone Maria Arisnete Câmara de Morais, que la obra de Sophia y, en especial, su Vida íntima das moças de ontem (1980), "evidencia os mecanismos que enunciam e representam os papéis da mulher na sociedade, fazendo sua própia história" (p. 113); pero ni muchos menos se debe obviar que su modelo de «mulher que contesta, que batalha em busca de seu espaço» (p. 116), aunque fuera compartido por otras burguesas de la época, no tenía mucho que ver con las actitudes y los horizontes de vida de las mujeres de las clases populares, que, por supuesto, tampoco gozaron del mismo hábito de lectura seria y sistemática que Sophia Lyra tuvo desde niña.

La implicación de la lectura en la formación y en la configuración de la identidad personal la vemos igualmente en el diario de la joven Cecília de Assis Brasil, cuyo estudio aborda Maria Helena Camara Bastos. Nacida en Washington, hija de Joaquim Francisco de Assis Brasil, un personaje de renombre, abogado, político, diplomático y poeta, el diario de Cecilia de Assis, escrito entre 1916 y 1928, está repleto de anotaciones tocantes a sus lecturas preferidas, a los libros que sus padres no le permitían leer, a los lugares donde leía y a tantos otros aspectos cuyo tenor desvela que, efectivamente, "a leitura era central no universo cotidiano de Cecilia" (p. 149). Casi no podía ser de otra manera dados los más de 15.000 volúmenes que había en la biblioteca del padre.

El diario como la práctica más genuina de la escritura íntima es también el "objeto autobiográfico" sobre el que tratan los trabajos de Maria Teresa Santos Cunha y los ya referidos de Zahidé Lupinacci Muzart y Tânia Regina Oliveira Ramos. Si éstas los consideraron desde el hecho de la escritura y el orden del discurso, Maria Teresa Santos revisa los de varias profesoras para profundizar en las imbricaciones entre la memoria y la actividad educativa, que, junto con la autobiografía, forman el trípode conceptual que sustenta Refúgios do eu. Pero no lo hace por lo que tengan de escritos íntimos, sino atendiendo a las observaciones y reflexiones sobre la vida pública, lo que, dicho sea de paso, era también un rasgo bastante común en los objetos-memoria de la época moderna. Aquí esa mirada está ligada a los anhelos profesionales de dos jóvenes catarineses que pergeñaron sus notas entre 1964 y 1974, justo cuando se estaban preparando para ser maestras, por lo que sus diarios sirven para mostrar cómo vivieron y representaron su ingreso en la vida profesional, al punto de componer "um mosaico que integra as maneiras de se perceber no mundo" (p. 178).

A la postre, las distintas colaboraciones exploran diferentes prácticas y modalidades de la escritura del yo, e insisten en el valor del testimonio individual. Al hacerlo, Refúgios do eu deja ver sus conexiones con la historiografía que más ha propiciado el retorno del sujeto y lleva dicho enfoque a un campo, el de la historia de la educación, donde, en palabras de Antonio Viñao Frago, responsable del prólogo, "lo habitual, hasta fechas no muy lejanas, era tanto el predominio de los discursos esencialistas y normativistas, como el de una historia abstracta e irreal de unas ideas o, como se decía, de un pensamiento pedagógico, desvinculado de sus contextos de producción y recepción, al que se recurría como fondo de citas de autoridad, cuando no de recetas, para justificar o evaluar determinadas propuestas o medidas educativas" (p. 9).

Rescatado el sujeto como protagonista del devenir histórico y su palabra como testimonio elocuente, cada una de las escrituras traza, de facto, un camino que siempre se mueve entre dos estaciones: la del individuo y la del colectivo, la del sujeto personal y la del sujeto social. Las autobiografías exploran la intimidad y lo específico del ser humano; pero a la vez iluminan sobre las concretas coordenadas de espacio y tiempo en las que se sitúan, según deja ver el aprovechamiento que de ellas se hace y se propone en Refúgios do eu. El libro contiene un buen ramillete de incursiones en vidas anónimas e incluso corrientes, casi como si se tratara de un ladrón en casa ajena, al modo que Philippe Artiéres ha descrito su "intromisión" en las existencias de una decena de criminales de finales del siglo XIX y principios del XX.1 1 Le livre des vies coupables. Autobiographies de criminels (1896-1909), textes édités et présentés par Philippe Artières, Paris, Albin Michel, 2001, p. 7. Sirviéndose de ese material, se desmenuzan muchos ingredientes de la "educación de los sentimientos", es decir, aquélla encargada de transmitir lo que se esperaba de la mujer, canalizada a través de la familia, de los confesores y de los educadores, tan determinante en la instrucción y en la formación lectora de las mujeres, sobre todo en el siglo XIX y en la primera mitad del XX;2 2 Maria Teresa Santos Cunha, Armadilhas da sedução. Os romances de M. Delly, Belo Horizonte, Autêntica editora, 1999. lo mismo que se detiene en múltiples consideraciones sobre los avatares de la enseñanza en el Brasil de ambas centurias, singularmente conforme los vieron y experimentaron las mujeres protagonistas de estas "vidas de papel".3 3 Tomo el término de un reciente libro sobre los archivos y las escrituras autobiográficas cuya lectura puede completar la de la obra aquí comentada. Me refiero a Vite di carta, a cura di Quinto Antonelli y Anna Iuso, Napoli, L'ancora, 2000.

Sus páginas, comprometidas y rigurosas, demuestran que no hay escrito insignificante en la selva de los textos, pues, como afirma Ana Chrystina Venancio Mignot, cualquiera de los personales "fornecem informações sobre o cotidiano, formas de ver o mundo através de fatos comuns da experiência humana, hábitos, costumes. Contêm pequeninas coisas com grande poder lembrança" (p. 124). Representan fragmentos de memoria y, en consecuencia, según plantea Margarida de Souza Neves en el epílogo, incluso deben ser explicados como 'metáforas expresivas' que conectan con los clásicos artes de la memoria, de tal modo que los autores de la moderna escritura autobiográfica "não deixam de assumir uma função análoga à do mnemom da mitologia grega, a de ser aquele que lembra. São eles que, como Sísifos ou como Penélopes, assumem modernamente a tarefa interminável de fazer da memória a arte de dizer a vida" (p. 236).

Por ello que, como sostuviera Giuseppe Tommasi Di Lampedusa en sus Ricordi d'infanzia (1961), "quello di tenere un diario o di scrivere a una certa età le proprie memorie dovrebbe essere un dovere 'imposto dallo Stato'", agregando que "il materiale che si sarebbe accumulato dopo tre o quattro generazioni avrebbe un valore inestimabile",, para afirmar que "non esistono memorie, per quanto scritte da personaggi insignificanti, che non racchiudano valori sociale e pittoreschi di prim'ordine". Salvo la "certa età" como requisito para escribir un diario, que dejaría fuera tantas cartas y cuadernos de adolescentes y jóvenes, lo demás suena rotundo y enteramente cierto. Su mejor prueba, Refúgios do eu.

ANTONIO CASTILLO GÓMEZ

  • 1
    Le livre des vies coupables. Autobiographies de criminels (1896-1909), textes édités et présentés par Philippe Artières, Paris, Albin Michel, 2001, p. 7.
  • 2
    Maria Teresa Santos Cunha,
    Armadilhas da sedução. Os romances de M. Delly, Belo Horizonte, Autêntica editora, 1999.
  • 3
    Tomo el término de un reciente libro sobre los archivos y las escrituras autobiográficas cuya lectura puede completar la de la obra aquí comentada. Me refiero a
    Vite di carta, a cura di Quinto Antonelli y Anna Iuso, Napoli, L'ancora, 2000.
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      19 Ago 2002
    • Fecha del número
      2001
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