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Percepción de dolor musculoesquelético en estado de confinamiento: factores asociados

Resúmenes

Objetivo:

describir la percepción de dolor musculoesquelético en la población y cómo el estado de confinamiento (adoptado como medida de control de contagio por COVID-19) ha interferido en la misma, así como identificar los factores sociodemográficos, laborales, físicos y psicosociales implicados.

Método:

estudio observacional, transversal y analítico, con muestreo probabilístico aleatorio simple, dirigido a residentes en España, mayores de 18 años durante el periodo de confinamiento. Se realizó una encuesta ad-hoc compuesta por 59 ítems.

Resultados:

se cumplimentaron 3247 encuestas. El dolor musculoesquelético persistente o los episodios significativos del mismo se incrementaron un 22,2% durante el confinamiento. La principal localización fue el raquis (49,5%). Los factores relacionados fueron la disminución de la actividad física, el aumento de la posición sentada y del uso de dispositivos electrónicos. El impacto psicológico del confinamiento también se relacionó con la percepción de dolor musculoesquelético.

Conclusión:

el estado de confinamiento provoca un incremento en la percepción de dolor musculoesquelético. La identificación de un perfil poblacional especialmente sensible, así como la identificación de los factores relacionados, permite establecer abordajes multidisciplinares en la promoción de la salud.

Descriptores:
Dolor; Cuarentena; Pandemias; Infecciones por Coronavirus; Factores de Riesgo; Cuidados de Enfermería en el Hogar


Objective:

to describe the perception of musculoskeletal pain in the population and how the state of confinement (adopted as a measure to control contagion by COVID-19) has interfered with it, as well as identifying the sociodemographic, occupational, physical, and psychosocial factors involved.

Method:

an observational, cross-sectional and analytical study, with simple random probabilistic sampling, aimed at residents in Spain over 18 years old during the confinement period. An ad hoc survey was conducted, consisting in 59 items.

Results:

a total of 3,247 surveys were answered. Persistent musculoskeletal pain or significant episodes thereof increased 22.2% during confinement. The main location was the spine (49.5%). The related factors were decreased physical activity, increased seated position, and use of electronic devices. The psychological impact of confinement was also related to the perception of musculoskeletal pain.

Conclusion:

the state of confinement causes an increase in the perception of musculoskeletal pain. The identification of a particularly sensitive population profile, as well as that of the related factors, allows establishing multidisciplinary approaches in health promotion.

Descriptors:
Pain; Quarantine; Pandemics; Coronavirus Infections; Risk Factors; Home Health Nursing


Objetivo:

descrever a percepção da dor musculoesquelética na população e como o estado de confinamento (adotado como medida de controle do contágio pela COVID-19) tem interferido na mesma, bem como identificar os fatores sociodemográficos, ocupacionais, físicos e psicossociais envolvidos.

Método:

estudo observacional, transversal e analítico, com amostragem probabilística aleatória simples, realizado com residentes na Espanha, maiores de 18 anos, durante o período de confinamento, para tanto, foi realizada uma enquete ad-hoc com 59 itens.

Resultados:

foram recebidas 3.247 respostas. Dor musculoesquelética persistente ou episódios significativos da mesma aumentaram em 22,2% durante o confinamento. A localização principal foi a coluna vertebral (49,5%). Os fatores relacionados foram a diminuição da atividade física, o aumento da posição sentada e o uso de dispositivos eletrônicos. O impacto psicológico do confinamento também esteve relacionado à percepção de dor musculoesquelética.

Conclusão:

o estado de confinamento acarreta aumento na percepção da dor musculoesquelética. A identificação de um perfil populacional particularmente sensível, bem como dos fatores relacionados, permite estabelecer abordagens multidisciplinares na promoção da saúde.

Descritores:
Dor; Quarentena; Pandemias; Infecções por Coronavirus; Fatores de Risco; Enfermagem Domiciliar


Introducción

El dolor musculoesquelético presenta una elevada prevalencia en la población y algunas de sus manifestaciones como la lumbalgia o la cervicalgia se encuentran entre las principales causas de discapacidad a nivel mundial(11 James SL, Abate KH, Abay SM, Abbafati C, Abbasi N, Abdelalim A, et al. Global, regional, and national incidence, prevalence, and years lived with disability for 354 diseases and injuries for 195 countries and territories, 1990-2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. Lancet. 2018 Nov 10;392(10159):1789-858. doi: 10.1016/S0140-6736(18)32279-7
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2 Hartvigsen J, Hancock MJ, Kongsted A, Louw Q, Ferreira ML, Genevay S, et al What Low Back Pain Is and Why We Need to Pay Attention. Lancet. 2018 Jun 9;391(10137):2356-67. doi: 10.1016/S0140-6736(18)30480-X
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-33 Traeger AC, Buchbinder R, Elshaug AG, Croft PR, Maher CG. Care for low back pain: can health systems deliver? Bull World Health Organ. 2019;97(6):423-33. doi: 10.2471/BLT.18.226050
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). Su prevención y tratamiento constituye un importante desafío sociosanitario por el deterioro que genera en la calidad de vida, los costes laborales que ocasiona y los cuidados sanitarios que precisan las personas que lo padecen(44 Katz JN. Lumbar disc disorders and low-back pain: socioeconomic factors and consequences. J Bone Joint Surg Am. 2006 Apr;88 Suppl 2:21-4. doi: 10.2106/JBJS.E.01273
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,55 Popescu A, Lee H. Neck Pain and Lower Back Pain. Med Clin North Am. 2020 Mar;104(2):279-92. doi: 10.1016/j.mcna.2019.11.003
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).

El dolor es una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial. Está sometido a la subjetividad de quien lo sufre(66 Alonso Becerra I, Gandoy Crego M, Caamaño Ponte J. Visceral obesity and chronic pain in the institutionalized eldery without cognitive impaiment. Gerokomos. 2013;24(2):74-7. doi: 10.4321/S1134-928X2013000200005
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) y es multifactorial, lo que obliga a un abordaje biopsicosocial e interdisciplinario(77 Farre A, Rapley T. The New Old (and Old New) Medical Model: Four Decades Navigating the Biomedical and Psychosocial Understandings of Health and Illness. Healthcare (Basel). 2017;5(4). doi: 10.3390/healthcare5040088
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). En las algias musculoesqueléticas son múltiples los elementos que pueden estar implicados, desde el daño en tejidos del aparato locomotor que desencadena un dolor de tipo nociceptivo, a otros de índole neuropático o psicosocial. Estos últimos influyen en la percepción y vivencia que se experimenta del dolor. La cronificación de la experiencia dolorosa puede desembocar en un fenómeno de sensibilización central y alodinia(88 Tousignant-Laflamme Y, Martel MO, Joshi AB, Cook CE. Rehabilitation management of low back pain - it's time to pull it all together! J Pain Res. 2017;10:2373-85.).

Para minimizar la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2, contener la progresión de la enfermedad COVID-19 y reforzar el sistema de salud pública, el Gobierno de España declaró el 14 de marzo de 2020, según el Real Decreto 463/2020(99 Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Real (ES). Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. [Internet]. Boletín Oficial del Estado, 14 Mar 2020 [Acceso 11 Sep 2020]. Disponible en: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2020-3692
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), el Estado de Alarma en todo el territorio español. Entre las medidas de contención adoptadas se encontraba la limitación de la circulación de personas por espacios públicos, una situación que se mantuvo de manera estricta hasta la entrada en vigor del Plan de desescalada aprobado el 28 de abril de 2020. En un estado de confinamiento prolongado como este, varios elementos pueden favorecer la aparición de episodios de dolor musculoesquelético o incrementarlos en caso de que ya estuvieran presentes.

Por un lado, la inactividad física, provoca atrofia de la musculatura esquelética y de los tejidos conectivos de soporte(1010 Klein L, Heiple KG, Torzilli PA, Goldberg VM, Burstein AH. Prevention of ligament and meniscus atrophy by active joint motion in a non-weight-bearing model. J Orthop Res. 1989;7(1):80-5. doi: 10.1002/jor.1100070111
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-1111 Skorupska E. Muscle Atrophy Measurement as Assessment Method for Low Back Pain Patients. Adv Exp Med Biol. 2018;1088:437-61. doi: 10.1007/978-981-13-1435-3_20
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) y se ha planteado una relación patognomónica entre la gravedad de la atrofia muscular y el desarrollo, por ejemplo, de dolor lumbar(1111 Skorupska E. Muscle Atrophy Measurement as Assessment Method for Low Back Pain Patients. Adv Exp Med Biol. 2018;1088:437-61. doi: 10.1007/978-981-13-1435-3_20
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). Aparte, el sedentarismo y la inmovilidad son factores que incrementan la rigidez de los tendones, las fascias, los ligamentos y los músculos. La rigidez muscular también ha sido relacionada con el dolor en alteraciones como la lumbalgia y la cervicalgia(1212 Tas S, Korkusuz F, Erden Z. Neck Muscle Stiffness in Participants With and Without Chronic Neck Pain: A Shear-Wave Elastography Study. J Manipulative Physiol Ther. 2018 09;41(7):580-8. doi: 10.1016/j.jmpt.2018.01.007
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-1313 Sadler SG, Spink MJ, Ho A, De Jonge XJ, Chuter VH. Restriction in lateral bending range of motion, lumbar lordosis, and hamstring flexibility predicts the development of low back pain: a systematic review of prospective cohort studies. BMC Musculoskelet Disord. 2017;18(1):179. doi: 10.1186/s12891-017-1534-0
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). Otro efecto negativo asociado al sedentarismo tiene que ver con el detrimento de la estimulación somatosensorial en el aparato locomotor. Una deficiente estimulación propioceptiva favorece el desarrollo de distonías(1414 Okun MS, Nadeau SE, Rossi F, Triggs WJ. Immobilization dystonia. J Neurol Sci. 2002 Sep 15;201(1-2):79-83. doi: 10.1016/s0022-510x(02)00198-3
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-1515 Barr C, Barnard R, Edwards L, Lennon S, Bradnam L. Impairments of balance, stepping reactions and gait in people with cervical dystonia. Gait Posture. 2017;55:55-61. doi: 10.1016/j.gaitpost.2017.04.004
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) y de alteraciones del control neuromuscular, situaciones que pueden producir exceso de tensión muscular, restricciones de la movilidad articular, sobrecargas y dolor(1616 Mousavi-Khatir R, Talebian S, Toosizadeh N, Olyaei GR, Maroufi N. Disturbance of neck proprioception and feed-forward motor control following static neck flexion in healthy young adults. J Electromyogr Kinesiol. 2018;41:160-7. doi: 10.1016/j.jelekin.2018.04.013
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). Además, como consecuencia del sedentarismo, el peso corporal tiende a aumentar, algo que también condiciona la percepción del dolor. Es conocido que el tratamiento sintomático de las personas con sobrepeso tiene mayor duración que el de sujetos con normopeso(1717 Espí-López GV, Muñoz-Gómez E, Arnal-Gómez A, Fernández-Bosch J, Balbastre-Tejedor I, Ramírez-Iñiguez MV, et al. Obesity as a determining factor in low back pain: bibliographic review. Rev Asoc Esp Espec Med Trab. [Internet]. 2019 [cited Sep 3, 2020];28(3):217-28. Available from: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132
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), además de precisar mayores dosis analgésicas(66 Alonso Becerra I, Gandoy Crego M, Caamaño Ponte J. Visceral obesity and chronic pain in the institutionalized eldery without cognitive impaiment. Gerokomos. 2013;24(2):74-7. doi: 10.4321/S1134-928X2013000200005
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). Durante el confinamiento se han producido cambios en los hábitos y las conductas alimentarias caracterizados principalmente por el aumento en la ingesta de productos hipercalóricos(1818 Balluerka Lasa N, Gómez Benito J, Hidalgo Montesinos MD, Gorostiaga Manterola A, Espada Sánchez JP, Padilla García JL, et al. Las consecuencias psicológicas de la Covid-19 y el confinamiento. [Internet]. Bilbao: Universidad del País Vasco; 2020 [Acceso 11 Sep 2020]. Disponible en: http://hdl.handle.net/10810/45924
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), algo que promueve el incremento del índice de masa corporal (IMC)(1919 Mediouni M, Madiouni R, Kaczor-Urbanowicz KE. COVID-19: How the quarantine could lead to the depreobesity. Obes Med. 2020;19:100255. doi: 10.1016/j.obmed.2020.100255
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).

Otro factor desencadenante de dolor musculoesquelético son los malos hábitos posturales. El teletrabajo o un modelo de ocio basado en el consumo de contenidos multimedia y el uso de dispositivos móviles, favorecen el mantenimiento de posiciones poco ergonómicas durante periodos mantenidos, pudiendo producir sobrecargas y dolor(2020 Rodrigues MS, Leite RDV, Lelis CM, Chaves TC. Differences in ergonomic and workstation factors between computer office workers with and without reported musculoskeletal pain. Work. 2017;57(4):563-72. doi: 10.3233/WOR-172582
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).

Por otro lado, la implementación de ejercicios o actividades deportivas extemporáneas, situación generalizada durante el confinamiento como alternativa a la actividad física habitual(2121 Matias T, Dominski FH, Marks DF. Human needs in COVID-19 isolation. J Health Psychol. 2020 June 1,25(7):871-82. doi: 10.1177/1359105320925149
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), puede constituir otra situación generadora de sobrecargas, lesiones y dolor. Las recomendaciones y consejos enfocados a mantener la condición física han sido muy numerosos durante este periodo, de manera que un gran número de personas ha comenzado a realizar actividades sin un correcto acondicionamiento o excediendo sus capacidades funcionales(2222 Givli S. Contraction induced muscle injury: towards personalized training and recovery programs. Ann Biomed Eng. 2015 Feb;43(2):388-403. doi:10.1007/s10439-014-1173-7
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).

Por último, factores de índole psicológico como la ansiedad o el catastrofismo también modifican negativamente la percepción dolorosa(2323 Marshall PWM, Schabrun S, Knox MF. Physical activity and the mediating effect of fear, depression, anxiety, and catastrophizing on pain related disability in people with chronic low back pain. PLoS ONE. 2017;12(7):e0180788. doi: 10.1371/journal.pone.0180788
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24 Dolphens M, Vansteelandt S, Cagnie B, Vleeming A, Nijs J, Vanderstraeten G, et al. Multivariable modeling of factors associated with spinal pain in young adolescence. Eur Spine J. 2016;25(9):2809-21. doi: 10.1007/s00586-016-4629-7
https://doi.org/10.1007/s00586-016-4629-...
-2525 Sá S, Silva AG. Repositioning error, pressure pain threshold, catastrophizing and anxiety in adolescents with chronic idiopathic neck pain. Musculoskelet Sci Pract. 2017;30:18-24. doi: 10.1016/j.msksp.2017.04.011
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). El confinamiento ha obligado a conjugar cuidados familiares, teletrabajo y tareas domésticas, una realidad insólita y compleja para muchas familias que ha podido incrementar los niveles de ansiedad y estrés tanto de la población infantil como de los adultos. A esta situación se ha sumado, por un lado, un alto grado de incertidumbre económica y laboral(2626 Zhang SX, Wang Y, Rauch A, Wei F. Unprecedented disruption of lives and work: Health, distress and life satisfaction of working adults in China one month into the COVID-19 outbreak. Psychiatry Res. 2020;288:112958. doi: 10.1016/j.psychres.2020.112958
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-2727 Mackolil J, Mackolil J. Addressing psychosocial problems associated with the COVID-19 lockdown. Asian J Psychiatr. 2020;51:102156. doi: 10.1016/j.ajp.2020.102156
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) y, por otro, el temor y la inseguridad que genera convivir con una crisis sanitaria de magnitud planetaria, cuyos datos epidemiológicos a nivel global son alarmantes. El miedo a retomar la interacción social y los hábitos previos a la pandemia también pueden incrementar el estrés, la ansiedad y la depresión en la población(2828 Ahorsu DK, Lin C, Imani V, Saffari M, Griffiths MD, Pakpour AH. The Fear of COVID-19 Scale: Development and Initial Validation. Int J Ment Health Addict. 2020;27:1-9. doi: 10.1007/s11469-020-00270-8
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).

Por todo lo anterior, el objetivo de este estudio fue describir la percepción de dolor musculoesquelético en la población y cómo el estado de confinamiento (adoptado como medida de control de contagio por COVID-19) ha interferido en la misma, así como identificar los factores sociodemográficos, laborales, físicos y psicosociales implicados.

Método

Estudio observacional, transversal y analítico, con muestreo probabilístico aleatorio simple, realizado en España. El periodo de reclutamiento y estudio de campo con la difusión y posterior respuesta a la encuesta fue del 1 al 11 de mayo de 2020.

La población estudiada estuvo compuesta por personas mayores de 18 años residentes en España. Los criterios de selección adoptados fueron los siguientes: personas mayores de 18 años residentes en España, con acceso a un dispositivo electrónico con Internet (ordenador, tablet, teléfono móvil, etc.) y que consintieron voluntariamente participar en el estudio tras la invitación a colaborar respondiendo a un cuestionario (del 1 al 11 de mayo de 2020) enviado a través de instituciones públicas y privadas a la población en general, transcurridos cerca de 2 meses de confinamiento domiciliario establecido en todo el territorio español (iniciado el 14 de marzo de 2020).

Las informaciones fueron agrupadas en tres bloques: datos sociodemográficos, dolor y factores relacionados (físicos y psicológicos) antes y durante el periodo de confinamiento; variables sociodemográficas: edad, sexo, peso, altura, estado civil, nacionalidad, comunidad autónoma de residencia, nivel de estudios, situación laboral, nivel de ingresos, lugar de trabajo, espacio exterior de la vivienda y número de personas con las que convive; dolor y factores relacionados (antes y/o durante el periodo de confinamiento): percepción de salud del sistema musculoesquelético, padecimiento de dolencia del sistema musculoesquelético, duración del dolor, localización del dolor, intensidad del dolor (actual, promedio semanal, peor dolor), interferencia de su dolor con otras actividades, estrategias de afrontamiento del dolor, asistencia a fisioterapia y asistencia a enfermería, horas diarias de uso de dispositivos electrónicos, horas diarias en posición sentada, tiempo de actividad deportiva, tipo de actividad deportiva, frecuencia de actividad deportiva, sensación de esfuerzo durante la actividad deportiva, percepción de inquietud o impaciencia, percepción de fatiga, percepción de concentración, percepción de irritabilidad/cansancio, percepción de alteración del sueño y preocupación por estos síntomas.

El instrumento de medida empleado para realizar el estudio fue un cuestionario anónimo online formado por 59 preguntas elaboradas ad hoc, a través de la plataforma Formularios de Google. Fue diseñado en su totalidad por los investigadores, debido a la especificidad de la situación a estudiar, aunque pilotado previamente para garantizar tanto la comprensión de las preguntas y las respuestas incluidas como la duración media requerida para su cumplimentación. El cuestionario final se distribuyó a través de redes sociales, (principalmente WhatsApp, Twitter, Facebook e Instagram) y la International Nursing Network (INN) y fue remitido por correo electrónico a los Colegios Profesionales de Enfermería y Fisioterapia de España. También fue publicado por el Servicio Cántabro de Salud en la APP SCSalud. Además, se publicó una nota de prensa en la web de la revista Enfermería en Desarrollo promoviendo a sus lectores a que cumplimentaran la encuesta y la remitiesen a sus contactos.

La recolección de datos se realizó en base a las variables de estudio a partir de las respuestas indicadas en las encuestas cumplimentadas recibidas.

El cálculo del tamaño de la muestra se basó en la población total española mayor de 18 años (39.047.503 personas), registrada al 1 de enero de 2020 en el Instituto Nacional de Estadística de España, considerando un error Tipo I <5% y un nivel de confianza del 95%. Se requirieron al menos 2401 participantes.

Los datos se analizaron utilizando el programa IBM SPSS v.22. Las variables continuas se describieron utilizando medidas de tendencia central (media) y medidas de dispersión (desviación estándar); mientras que las variables categóricas se describieron a través de tablas de frecuencia absoluta y relativa. Se compararon las características basales, antes y durante el confinamiento, mostradas por los participantes en estudio según variables de gravedad y complicaciones. La comparación de variables categóricas se realizó mediante el test de Chi-Square y la de variables continuas mediante el test t-Student. Se determinaron los intervalos de confianza del 95% por medio de los métodos habituales.

El estudio fue aprobado por el CEI-CEIm de Cantabria (Código 2020.195). En todo momento se cumplieron las Normas de Buena Práctica Clínica y la legislación vigente en cuanto a investigación biomédica (Ley 14/2007, del 3 de julio, de Investigación Biomédica). El tratamiento, la comunicación y la cesión de los datos de carácter personal de todos los participantes se ajustó a lo dispuesto en la normativa aplicable (Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, del 27 de abril de 2016, de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica 3/2018, del 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales).

Resultados

Se recibió un total de 3247 encuestas. Las características sociodemográficas de los participantes están representadas en la Tabla 1.

Tabla 1
Estimaciones de frecuencias para variables sociodemográficas (n=3247). España, 2020

En lo relativo al sistema musculoesquelético, tan solo el 48.5% de los participantes encuestados consideró que su estado de salud previo al confinamiento era bueno. Un 47.2% afirmó tener dolor constante o episodios significativos antes de este periodo, teniendo en el 57.7% de los mismos una duración superior a 6 meses y siendo su localización más habitual el raquis (51.2%) y el miembro inferior. Un 63.5% de los participantes percibió que la situación de confinamiento empeoró su estado de salud musculoesquelético, atribuyéndolo a una disminución de la actividad física o deportiva habitual en un 80.6% de los casos. Durante del periodo de confinamiento, el porcentaje de participantes que afirmaron tener dolor constante o episodios significativos se incrementó en un 22,2%, no obstante, los valores porcentuales de su localización más habitual se mantuvieron similares: raquis (49.5%) y miembro inferior (Tabla 2).

Tabla 2
Estimaciones de frecuencias de la principal localización del dolor percibido antes y durante la situación de confinamiento (n=3247). España, 2020

El 35.1% de los encuestados refirió una intensidad de dolor entre 5-7 puntos Escala Visual Analógica (EVA)(2929 Thong ISK, Jensen MP, Miró J, Tan G. The validity of pain intensity measures: what do the NRS, VAS, VRS, and FPS-R measure? Scand J Pain. 2018 Jan 26;18(1):99-107. doi: 10.1515/sjpain-2018-0012
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) (dolor moderado-intenso) al momento de responder el cuestionario, con un dolor promedio similar en el 36.6% y una intensidad máxima de 7-9 puntos (intenso-muy intenso) en el 38.9% de los participantes.

Durante la situación de confinamiento, se incrementó el tiempo de uso de dispositivos electrónicos, así como el tiempo que los encuestados permanecieron sentados, mientras que se redujo el de actividad física, aumentando únicamente la modalidad anaeróbica, que pasó de un 8.9% a un 13.1%. Pese a todo, siguió predominando la realización de ejercicio de características aeróbicas (30.4%). La actividad deportiva pasó a realizarse de manera más constante a lo largo de la semana, pero con menor duración e intensidad. En la Tabla 3 se presentan los datos relacionados con los factores físicos estudiados antes y durante el confinamiento.

Tabla 3
Estimaciones de frecuencias de los factores físicos asociados antes y durante la situación de confinamiento (n=3247). España, 2020

Los participantes que manifestaban dolor antes del confinamiento consideraban que el mismo no interfería con ninguna de sus actividades (37,1%) y, de hacerlo, limitaba principalmente su actividad deportiva (36,9%), laboral (25,9%) o la realización de las tareas del hogar (25,3%). Las principales estrategias empleadas para el afrontamiento del dolor fueron el tratamiento farmacológico (analgésicos, relajantes musculares, etc.) en prácticamente la totalidad de los encuestados (97,6%), la asistencia a una consulta especializada (45,7%) o la realización de estiramientos (44,0%) o de alguna actividad deportiva (35,4%), de manera aislada o combinada, mientras que una minoría buscaba consejos para el manejo del dolor en Internet o libros de autoayuda (1,5%). El dolor durante el confinamiento interfirió principalmente en la realización de las tareas del hogar (38,9%) y en la realización de actividades deportivas (28,4%), empleando como estrategias de afrontamiento la realización de estiramientos (54,0%) y el consumo de fármacos (50,6%) de manera aislada o combinada, mientras que solo una minoría buscaba consejos para el manejo del dolor en Internet o en libros de autoayuda (3,5%) o acudía a la consulta de un especialista (4,4%).

Por otro lado, cabe destacar que el 35,6% de los participantes manifestó que antes del confinamiento experimentaron regularmente inquietud o impaciencia, el 33,0% tensión muscular, el 29,7% fatigabilidad o cansancio y el 28,2% alteraciones en el sueño. Un 32,3% de los encuestados no refirió tener ningún síntoma de manera regular. Además, del 67,7% que sentían regularmente algún síntoma antes del confinamiento, al 28,8% no les preocupaba nada en absoluto si los síntomas desaparecerían, frente al 43,0% que estaban un poco preocupados y al 25,3% que les preocupaba moderadamente. En este sentido, el porcentaje de participantes que afirmó padecer síntomas de índole psicosocial regulares durante el confinamiento, además de dolor, aumentó de manera significativa (p<0,05), alcanzando un porcentaje del 88.0% sobre el total de encuestados. A su vez, el número de personas que percibió un empeoramiento sintomático se incrementó en todos los síntomas analizados (Tabla 4), aumentado consecuentemente la preocupación por si dichos síntomas llegarían a desaparecer.

Tabla 4
Estimaciones de frecuencias de la percepción de síntomas psicosociales derivados de la situación de confinamiento (n=3247). España, 2020

En relación con la consulta de la fisioterapia, antes al confinamiento el 14,5% de los encuestados acudía habitualmente y el 32,1% lo hacía de manera puntual. Durante el confinamiento solo un 14,8% de estos acudió con la frecuencia habitual y un 65,2% no asistió en ninguna ocasión. A la consulta de enfermería acudía con regularidad antes del confinamiento un 3,6% de los participantes y un 10,9% puntualmente. De estos, el 57,9% asistió a la consulta de enfermería durante el confinamiento con la frecuencia habitual.

Según los datos presentados en la Tabla 5, la relación entre las variables estudiadas y el dolor antes y durante el confinamiento es estadísticamente significativa (p<0,05). A su vez, se observa la existencia de una correlación positiva entre el dolor durante el confinamiento y todos los factores sociodemográficos, físicos y psicosociales estudiados (Tabla 5).

Tabla 5
Estimaciones de frecuencias, correlaciones y significación estadística entre el dolor y factores sociodemográficos, físicos y psicosociales según los sujetos agrupados en factores antes y durante el confinamiento (n=3247). España, 2020

Discusión

Las personas encuestadas fueron principalmente mujeres (71,6%), con una edad media de 43,75 años (Desviación Estándar [DE]=12,71), de nacionalidad española (97,9%) y con un IMC medio de 25.91 (DE=10,64) -en el límite inferior del sobrepeso. En general, los participantes tenían pareja, estudios universitarios y estaban laboralmente activos antes del confinamiento, realizando su actividad profesional fuera del domicilio. Para facilitar la discusión, se analizarán independientemente los datos previos al confinamiento y los correspondientes a dicho periodo.

Dolor musculoesquelético previo al confinamiento y factores asociados. Los resultados obtenidos en relación a la principal localización del dolor musculoesquelético convergen con los datos epidemiológicos publicados hasta la fecha, que sitúan a la lumbalgia y a la cervicalgia entre las diez alteraciones con mayor incidencia en la población mundial(3030 Vos T, Barber RM, Bell B, Bertozzi-Villa A, Biryukov S, Bolliger I, et al. Global, regional, and national incidence, prevalence, and years lived with disability for 301 acute and chronic diseases and injuries in 188 countries, 1990-2013: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2013. Lancet. 2015;386(9995):743-800. doi: 10.1016/S0140-6736(15)60692-4
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). Las localizaciones menos sintomáticas fueron el pecho, el abdomen y la cabeza. Cabe destacar que en más de la mitad los casos, el dolor era crónico, es decir, con una duración superior a los 6 meses(3131 Hawker GA, Mian S, Kendzerska T, French M. Measures of adult pain: Visual Analog Scale for Pain (VAS Pain), Numeric Rating Scale for Pain (NRS Pain), McGill Pain Questionnaire (MPQ), Short-Form McGill Pain Questionnaire (SF-MPQ), Chronic Pain Grade Scale (CPGS), Short Form-36 Bodily Pain Scale (SF-36 BPS), and Measure of Intermittent and Constant Osteoarthritis Pain (ICOAP). Arthritis Care Res (Hoboken). 2011 Nov;63 Suppl 11:240. doi: 10.1002/acr.20543
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) y de alta intensidad. Estos datos evidencian un problema con frecuencia infravalorado(3232 van Hecke O, Torrance N, Smith BH. Chronic pain epidemiology and its clinical relevance. Br J Anaesth. 2013 Jul;111(1):13-8. doi: 10.1093/bja/aet123
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-3333 Mills SEE, Nicolson KP, Smith BH. Chronic pain: a review of its epidemiology and associated factors in population-based studies. Br J Anaesth. 2019 Aug;123(2):e273-83. doi: 10.1016/j.bja.2019.03.023
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). Es reseñable el bajo porcentaje de individuos que, pese a convivir con síntomas graves, acudían a profesionales de la Fisioterapia o la Enfermería para recibir tratamiento o consultar sus dolencias. El dolor crónico resulta especialmente llamativo en la población de edad avanzada, donde la incidencia es muy elevada(3434 Bicket MC, Mao J. Chronic Pain in Older Adults. Anesthesiol Clin. 2015 Sep;33(3):577-90. doi: 10.1136/bmj.h532
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-3535 Blyth FM, Noguchi N. Chronic musculoskeletal pain and its impact on older people. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2017;31(2):160-8. doi: 10.1016/j.berh.2017.10.004
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). Los datos obtenidos en este trabajo coinciden con esta realidad, reflejando un mayor impacto del dolor musculoesquelético en los rangos de edad avanzados (mayores de 65 años).

Entre los indicadores sociodemográficos que muestran relación con el dolor musculoesquelético percibido antes del confinamiento, se destacan los siguientes: el género, siendo las mujeres las que experimentan más dolor habitual; la edad y el IMC, que guardan una proporcionalidad directa con el dolor percibido y el nivel de estudios y la retribución salarial. Disponer de una alta formación académica, así como de una renta elevada posibilitan, por un lado, manejar la información referente a la salud de un modo eficaz, así como hacer uso de coberturas sanitarias no subvencionadas. Ambos elementos pueden justificar la minimización del impacto del dolor musculoesquelético en este segmento de población. Por otro lado, los empleos no cualificados conllevan un nivel de carga y exigencia física más alto que aquellos cualificados, lo que podría repercutir negativamente a nivel musculoesquelético. No obstante, algunas características de los empleos de alta cualificación como el sedentarismo o el estrés podrían considerarse igualmente perjudiciales para el aparato locomotor(3636 Giorgi G, Arcangeli G, Perminiene M, Lorini C, Ariza-Montes A, Fiz-Perez J, et al. Work-Related Stress in the Banking Sector: A Review of Incidence, Correlated Factors, and Major Consequences. Front Psychol. 2017;8:2166. doi: 10.3389/fpsyg.2017.02166
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).

En cuanto a la relación del dolor con la actividad física, los resultados obtenidos indican que mantener un nivel regular de actividad constituye una estrategia eficaz en el manejo del dolor(3737 Geneen LJ, Moore RA, Clarke C, Martin D, Colvin LA, Smith BH. Physical activity and exercise for chronic pain in adults: an overview of Cochrane Reviews. Cochrane Database Syst Rev. 2017;4:CD011279. doi: 10.1002/14651858.CD011279.pub2
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). Además, una intensidad elevada en los entrenamientos se mostró más eficaz en el control del dolor que los entrenamientos suaves. Es posible que los individuos capaces de implementar entrenamientos de elevada intensidad cuenten con adaptaciones alostáticas que aumenten su resistencia al estrés físico(3838 Kjaer M. Role of extracellular matrix in adaptation of tendon and skeletal muscle to mechanical loading. Physiol Rev. 2004;84(2):649-98. doi: 10.1152/physrev.00031.2003
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), si bien una carga de entrenamiento demasiado intensa podría provocar daños acumulativos en el sistema musculoesquelético(3939 Soligard T, Schwellnus M, Alonso J, Bahr R, Clarsen B, Dijkstra HP, et al. How much is too much? (Part 1) International Olympic Committee consensus statement on load in sport and risk of injury. Br J Sports Med. 2016;50(17):1030-41. doi: 10.1136/bjsports-2016-096581
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).

En la población analizada se constató la presencia de numerosos factores psicosociales favorecedores del desarrollo de síntomas musculoesqueléticos: inquietud, impaciencia, irritabilidad, falta de concentración, fatigabilidad y alteraciones en el sueño. Dichos elementos se relacionan claramente con el dolor habitual en la población estudiada. Los factores contextuales de índole psicosocial son puestos en valor en el manejo del dolor musculoesquelético, llegando a considerarse “banderas amarillas” sobre las que debería recaer la atención sociosanitaria(88 Tousignant-Laflamme Y, Martel MO, Joshi AB, Cook CE. Rehabilitation management of low back pain - it's time to pull it all together! J Pain Res. 2017;10:2373-85.). En ciertos cuadros como la lumbalgia crónica inespecífica, el tratamiento cognitivo-conductual ha llegado a proponerse como línea terapéutica prioritaria(4040 Foster NE, Anema JR, Cherkin D, Chou R, Cohen SP, Gross DP, et al. Prevention and treatment of low back pain: evidence, challenges, and promising directions. Lancet. 2018;391(10137):2368-83. doi: 10.1016/S0140-6736(18)30489-6
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).

Evolución del dolor durante el confinamiento y factores asociados. En términos generales, la incidencia del dolor musculoesquelético aumentó durante el periodo de confinamiento, manteniéndose invariables las regiones corporales principalmente afectadas. Desde el punto de vista sociodemográfico, los participantes que vivían en pareja fueron los más afectados, especialmente las mujeres. En numerosos casos, al esfuerzo de conciliar obligaciones profesionales y tareas domésticas se ha sumado el cuidado continuo de los hijos, de familiares dependientes, el apoyo en las tareas escolares, así como la necesidad de compartir espacios físicos y recursos electrónicos con los integrantes de la familia. Desde una perspectiva de género, esta situación ha recaído fundamentalmente en las mujeres, viéndose reforzada la brecha existente(4141 Wenham C, Smith J, Morgan R. COVID-19: the gendered impacts of the outbreak. Lancet. 2020;395(10227):846-8. doi: 10.1016/S0140-6736(20)30526-2
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). Es probable que esta situación, más que repercutir directamente sobre la carga física, haya desencadenado o incrementado estresores de índole psicológico netamente relacionados con la percepción dolorosa.

En lo referente a la actividad física y deportiva, el dolor musculoesquelético percibido durante el confinamiento presenta una clara asociación con el aumento, en primer lugar, del uso de dispositivos electrónicos (más de 8 horas al día); en segundo lugar, de la permanencia en posición sentada (más de 8 horas diarias); y, por último, de una exigua práctica deportiva (menor de 1 hora diaria). Estos elementos pueden considerarse indicadores de sedentarismo(4242 Tremblay MS, Colley RC, Saunders TJ, Healy GN, Owen N. Physiological and health implications of a sedentary lifestyle. Appl Physiol Nutr Metab. 2010 Dec;35(6):725-40. doi: 10.1139/H10-079
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), una condición que provoca, entre otros desórdenes, atrofia muscular y de los tejidos esqueléticos de sostén, aumento de la rigidez miofascial, déficits somatosensoriales y, vinculado a todo lo anterior, dolor musculoesquelético(4343 Bontrup C, Taylor WR, Fliesser M, Visscher R, Green T, Wippert P, et al. Low back pain and its relationship with sitting behaviour among sedentary office workers. Appl Ergon. 2019 Nov;81:102894. doi: 10.1016/j.apergo.2019.102894
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). Durante el confinamiento aumentó la práctica de actividades anaeróbicas y de disciplinas como el Yoga o el Pilates, descendiendo la práctica de actividades aeróbicas.

Cabe resaltar el beneficio de contar con jardín o terraza en el domicilio en relación a la percepción de dolor musculoesquelético. Un espacio de estas características invita a mantener un régimen adecuado de actividad física al ofrecer más posibilidades que espacios cerrados y reducidos, lo que repercute positivamente en el dolor y en la calidad de vida, sin olvidar otros beneficios psicológicos o emocionales.

De manera general, las estrategias utilizadas para combatir el dolor musculoesquelético durante el confinamiento han consistido en tratamientos farmacológicos. Esto puede deberse a las dificultades para desplazarse fuera del domicilio para recibir otro tipo de tratamientos como consecuencia de las restricciones a la movilidad, y así lo demuestra la disminución de consultas de fisioterapia o enfermería durante este período. La estrategia no farmacológica más utilizada fueron los estiramientos musculares seguidos de la aplicación de frío o de calor. Esto indica, por un lado, el aumento de la percepción de tensión muscular en los participantes, algo que podría relacionarse con factores psicológicos como el estrés o las alteraciones en el sueño, así como con el aumento de las conductas sedentarias y el mantenimiento de posturas prolongadas(4444 Fernandes IMC, Pinto RZ, Ferreira P, Lira FS. Low back pain, obesity, and inflammatory markers: exercise as potential treatment. J Exerc Rehabil. 2018 Apr;14(2):168-74. doi: 10.12965/jer.1836070.035
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-4545 Lundberg U. Psychological stress and musculoskeletal disorders: psychobiological mechanisms. Lack of rest and recovery greater problem than workload. Lakartidningen. 2003;100(21):1892-5.). Por otro lado, la percepción de inflamación, de ahí el recurso terapéutico de la crioterapia. Estos procesos inflamatorios no traumáticos pueden derivar de la adopción de determinadas posturas durante un tiempo prolongado, por ejemplo, la posición sentada(4646 Szczygiel E, Zielonka K, Metel S, Golec J. Musculo-skeletal and pulmonary effects of sitting position - a systematic review. Ann Agric Environ Med. 2017;24(1):8-12. doi: 10.5604/12321966.1227647
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). No obstante, no se puede descartar un origen traumático de estos cuadros ya que en numerosas ocasiones comenzaron a practicarse actividades deportivas dentro del domicilio inspiradas en recomendaciones genéricas de redes sociales o programas de televisión(4747 Wilke J, Mohr L, Tenforde AS, Vogel O, Hespanhol L, Vogt L, et al. Activity and Health During the SARS-CoV2 Pandemic (ASAP): Study Protocol for a Multi-National Network Trial. Front Med (Lausanne). 2020;7:302. doi: 10.3389/fmed.2020.00302
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). Es posible que no se estuviera suficientemente acondicionado para este tipo de ejercicios o que no se atendieran las recomendaciones básicas para una buena práctica sin riesgo de lesiones.

Resulta muy llamativa la aparición, en algunos casos, y el incremento en otros, de los síntomas de índole psicológico en la población estudiada durante el confinamiento, es decir, la influencia que tanto la pandemia como el confinamiento asociado han tenido en la estabilidad emocional y conductual de las personas(1818 Balluerka Lasa N, Gómez Benito J, Hidalgo Montesinos MD, Gorostiaga Manterola A, Espada Sánchez JP, Padilla García JL, et al. Las consecuencias psicológicas de la Covid-19 y el confinamiento. [Internet]. Bilbao: Universidad del País Vasco; 2020 [Acceso 11 Sep 2020]. Disponible en: http://hdl.handle.net/10810/45924
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). Investigaciones durante brotes infecciosos anteriores han puesto de manifiesto repercusiones psicológicas en la población(4848 Parrado-González A, León-Jariego JC. Covid-19: factors associated with emotional distress and psychological morbidity in spanish population. Rev Esp Salud Pública. 2020 Jun 8;94:e202006058.). Es probable que los sentimientos de pérdida de control y de encontrarse atrapado propios del confinamiento intensifiquen sustancialmente los síntomas(4848 Parrado-González A, León-Jariego JC. Covid-19: factors associated with emotional distress and psychological morbidity in spanish population. Rev Esp Salud Pública. 2020 Jun 8;94:e202006058.). También hay que destacar, por ineludibles, la inestabilidad y la incertidumbre a nivel laboral (una amplia mayoría de los participantes se vieron obligados a teletrabajar, sufrieron alguna regulación contractual o fueron despedidos), así como la necesidad de conjugar en el domicilio las obligaciones laborales/escolares y lúdicas de todos los integrantes del núcleo familiar. En numerosos casos, a esto habría que sumar la insuficiencia o obsolescencia de los equipos informáticos y las coberturas de Internet, algo que no haría sino incrementar los niveles de tensión y estrés percibidos.

Entre las limitaciones del estudio se encuentra tanto la dispersión de la muestra como el predominio femenino de la misma. Sin embargo, el elevado número de respuestas obtenido permite definir numerosos rasgos de la población española que habitualmente percibe dolor musculoesquelético, así como la influencia que el confinamiento ha tenido sobre el mismo.

El presente estudio aporta nuevas evidencias sobre la elevada prevalencia del dolor musculoesquelético en la población sana, así como su compleja multifactorialidad. Se ha comprobado que muchos de los factores causales implicados en la aparición o en el agravamiento de este tipo de sintomatología se presentan de manera inherente a un estado de confinamiento domiciliario como el acaecido durante la pandemia de COVID-19, en 2020.

Los resultados obtenidos en este estudio permitirán adecuar estrategias de promoción y prevención de la salud desde una perspectiva biopsicosocial que mejoren, en última instancia, la calidad de vida de la población. Asimismo, estas podrían extrapolarse a nivel internacional, entre poblaciones de características similares, dado que la pandemia continúa requiriendo de medidas de confinamiento, más o menos restrictivas, a nivel mundial, para contener la expansión del virus.

Conclusión

El confinamiento ha provocado un incremento en la percepción de dolor lumbar y cervical en las mujeres, especialmente las mayores de 65 años, encontrándose como factores relacionados la disminución de la intensidad y la duración de la actividad física aeróbica, el aumento del uso de dispositivos electrónicos, el incremento de la permanencia en posición sentada y el empeoramiento de la sintomatología psicosocial.

La definición de un perfil poblacional especialmente sensible al impacto del confinamiento en lo que a la percepción de dolor musculoesquelético se refiere, así como la identificación de los factores causales implicados en dicha percepción, permitirá establecer abordajes multidisciplinares en la promoción de la salud.

Agradecimientos

Nuestro agradecimiento a Pedro Herrera Carral, en representación del equipo de la Subdirección de Cuidados del Servicio Cántabro de Salud, por el respaldo científico-técnico aportado.

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Editado por

Editor Asociado: César Calvo-Lobo

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    28 Jun 2021
  • Fecha del número
    2021

Histórico

  • Recibido
    11 Set 2020
  • Acepto
    06 Dic 2020
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