La educación supone una salida: salida de la minoría hacia la mayoría de edad; una salida al exterior. Sin embargo, la reducción de la experiencia de la formación a la enseñanza erosiona, en sus fundamentos y en su sentido, la magnitud y la importancia de esta salida. Bajo las condiciones de nuestras sociedades actuales, la educación supone una salida, no al mundo, sino a esa pequeña parte del mundo que es el centro de trabajo, la oficina o la fábrica. Esta salida no es una experiencia plena, y además está gobernada, administrada, diseñada y planificada por una pedagogía posteducativa cuya impostura pedagógica explora críticamente este texto.
impostura pedagógica; pedagogía posteducativa; corrupción pedagógica; experiencia educativa