Conceptos y temas relacionados a la salud de los adolescentes en la formación en enfermería^*

Resumen

Objetivo:

analizar la estructura de los programas de enseñanza y los contenidos del componente de salud y desarrollo del adolescente en la formación de los estudiantes de enfermería.

Método:

estudio observacional descriptivo, realizado en Colombia, Ecuador y Perú. Se aplicó el Instrumento para (auto)evaluar el componente de salud y desarrollo del adolescente en la formación de pregrado de los proveedores de salud. Se utilizaron estadísticas descriptivas.

Resultados:

participaron 95 escuelas (84,1% del total). De los docentes encargados de la enseñanza de la salud de los adolescentes, el 31,6% no tenía formación específica en la materia y el 18,9% no tenía formación en el ámbito de la educación/pedagogía. Los principales temas que podrían incorporarse a la formación son: comportamiento, identidad de género y orientación sexual, bullying y cyberbullying, uso de las tecnologías digitales, violencia en el noviazgo, paternidad y retraso puberal.

Conclusión:

el profesorado tiene una formación limitada en temas pedagógicos/educativos y en temas específicos de la salud del adolescente. El plan de estudios debe actualizarse con contenidos del desarrollo y salud del adolescente, incluir conocimientos sobre las leyes y políticas, y ampliar la capacidad de las enfermeras para generar, analizar y utilizar datos para la toma de decisiones.

Descriptores:
Salud del Adolescente; Enfermería; Programas de Estudio; Programas de Graduación en Enfermería; Enseñanza; Capacitación de Recursos Humanos en Salud

Resumo

Objetivo:

analisar a estrutura dos programas de ensino e os conteúdos do componente Saúde e Desenvolvimento do Adolescente na formação dos estudantes de enfermagem.

Método:

estudo observacional descritivo, realizado na Colômbia, Equador e Peru. Aplicou-se o Instrumento de (auto)avaliação do componente Saúde e Desenvolvimento do Adolescente na graduação de profissionais de saúde. Utilizou-se estatística descritiva.

Resultados:

95 Escolas de Enfermagem participaram (84,1% do total). Dos professores responsáveis pelo ensino da saúde dos adolescentes, 31,6% não tinham formação específica na matéria e 18,9% não tinham formação no campo da educação/pedagogia. Estes são os principais tópicos que poderiam ser incorporados à formação: comportamento, identidade de gênero e orientação sexual, bullying e cyberbullying, uso de tecnologias digitais, violência entre parceiros, paternidade adolescente e puberdade tardia.

Conclusão:

os professores têm formação limitada em questões pedagógicas/educacionais e em temas específicos da saúde dos adolescentes. O currículo precisa ser atualizado com conteúdos relacionados a saúde e desenvolvimento dos adolescentes; deve-se incluir conhecimento de leis e políticas e expandir a capacidade dos profissionais de enfermagem para que possam gerar, analisar e utilizar dados para a tomada de decisões.

Descritores:
Saúde do Adolescente; Enfermagem; Programas de Estudo; Programas de Graduação em Enfermagem; Ensino; Capacitação de Recursos Humanos em Saúde

Abstract

Objective:

analyze the structure of teaching programs and contents of the adolescent health and its development in nursing education.

Method:

descriptive observational study conducted in Colombia, Ecuador and Peru. Data was collected by the Instrument for (self-)evaluation of the adolescent health and development component in undergraduate nursing programs, and investigated using descriptive statistics.

Results:

A total of 95 nursing schools participated in the study (84.1% of the total). Of the faculty responsible for teaching contents relating to adolescent health, 31.6% had no specific training on the topic and 18.9% had no educational/pedagogical training. Behavior, gender identity and sexual orientation, bullying and cyberbullying, use of digital technologies, partner violence, parenting, and pubertal delay were the main topics which could be incorporated into nursing education.

Conclusion:

the faculty of the schools analyzed have limited education in pedagogical/educational topics and specific adolescent health issues. Curricula should be updated, including knowledge of laws and policies, thus expanding nurses’ ability to generate, analyze and use data for decision making.

Descriptors:
Adolescent Health; Nursing; Curriculum; Education, Nursing, Diploma Programs; Teaching; Health Human Resource Training

Destacados:

(1) El 31,6% del profesorado no tiene formación específica en salud del adolescente.

(2) El 18,9% del profesorado no tiene formación en el ámbito de la educación/pedagogía.

(3) Se necesita avanzar en el uso de metodologías activas y multimedia interactivo.

(4) Se necesita ampliar conocimientos sobre las leyes y políticas sobre la población adolescente.

(5) Se necesita abordar temas actuales y relevantes sobre la salud de los adolescentes.

Introducción

La adolescencia es una etapa importante del desarrollo humano, pues los adolescentes enfrentan a diversos factores como el crecimiento físico, los cambios hormonales, el desarrollo sexual, las nuevas emociones, la expansión de las habilidades cognitivas y el desarrollo moral y de las relaciones¹; razón por la cual demandan enfoques específicos de comunicación y habilidades de cuidado para esta etapa de su desarrollo².

Los adolescentes representan el 16% (1.200 millones) de la población mundial y constituyen un grupo importante para el desarrollo económico y social. Aunque se les considera un grupo saludable, globalmente los adolescentes enfrentan a barreras de acceso a la salud; se estima que en 2019 murieron alrededor de 0,9 millones de adolescentes por afecciones prevenibles o tratables, por lo que invertir en la salud de esta población es fundamental para garantizar la salud de las generaciones futuras y para avanzar en la cobertura universal de la salud¹.

En América Latina y el Caribe existe una debilidad en la inversión, democratización y sostenibilidad de las intervenciones dirigidas a los adolescentes, incluyendo las acciones para asegurar que los sistemas y servicios respondan a sus necesidades³. De este modo, se espera que los servicios de salud actúen de manera intersectorial y constituyan un espacio de acogida para esta población; que se acerquen a ellos y adopten de manera efectiva acciones dirigidas a las necesidades particulares de este grupo⁴.

En temas de la salud sexual, reproductiva, materna, neonatal y de los adolescentes, es obligatorio identificar y abordar las brechas de atención, como las barreras de acceso relacionadas con la edad, la pobreza, la ubicación geográfica, la discapacidad, el origen étnico, el conflicto, la orientación sexual, la identidad de género y la religión⁵. En este sentido, el Plan de acción para la salud de la mujer, el niño, la niña y adolescentes 2018-2030, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sugiere acciones en cuatro líneas estratégicas, a saber: fortalecer un entorno político transformador para reducir las desigualdades; promover la salud y el bienestar universales, efectivos y equitativos; ampliar el acceso equitativo a servicios de salud completos, integrados, cualificados y centrados en la persona, la familia y la comunidad; y, finalmente, fortalecer los sistemas de información para la recopilación, disponibilidad, accesibilidad, calidad y difusión de información estratégica⁶.

A nivel de profesionales de la salud, es necesario invertir en educación y formación; planificación, gestión y regulación de los profesionales de salud y de condiciones laborales; liderazgo y gobernanza; y prestación de servicios⁵. Teniendo en cuenta la inserción y el rol de las enfermeras en los servicios y sistemas de salud, el fortalecimiento del personal de enfermería implica prioridades políticas que se centran en la inversión en la educación, el empleo, el liderazgo y la maximización de las contribuciones de las enfermeras en sus entornos de trabajo, como se defiende en las Orientaciones Estratégicas Mundiales sobre Enfermería y Partería 2021-2025⁷.

En la formación de enfermeras en las Américas existen importantes disparidades, que se expresan en las discrepancias en las proporciones de profesionales en determinadas regiones geográficas o tipos de servicios y también en los niveles de formación y competencias de estos profesionales, factores que repercuten en la capacidad de la fuerza de trabajo de enfermería y en la calidad de los cuidados prestados⁸. En este contexto, comprender y mejorar los procesos de formación de este profesional tendrá un impacto positivo en la salud de la población.

Los programas de formación de enfermería deben ser capaces de garantizar un aprendizaje eficaz de los estudiantes, así como de cumplir las normas de calidad y las necesidades de salud⁷.

La atención a los programas de enseñanza es aún más importante en el contexto de la pandemia experimentada en los últimos años, que ha impuesto cambios significativos en el modelo de enseñanza, con posible impacto en la calidad de la educación⁹. Si, por un lado, la pandemia del COVID-19 impuso importantes cambios en la enseñanza⁹, por otro, nos muestra la necesidad de que los sistemas de salud y educación vuelvan su atención a los grupos vulnerables, haciendo obligatorio que la educación de enfermería se convierta en un espacio para responder a las desigualdades en salud¹⁰.

Para hacer frente a estas desigualdades, los profesionales y servicios de salud deben desarrollar competencias y habilidades para que no se conviertan en un obstáculo para avanzar en la cobertura sanitaria universal de los adolescentes². La enfermera en formación, y a través de estrategias de formación continua, debe desarrollar competencias específicas centradas en la promoción de la salud de los adolescentes¹¹, especialmente de las poblaciones en situación de vulnerabilidad.

Ante la necesidad de acciones y estrategias dirigidas a mejorar la salud de los adolescentes, este trabajo pretende comprender cómo se desarrolla la formación de los enfermeros y cuáles son sus necesidades de formación y cualificación en tema de la salud de los adolescentes. Así, el objeto de este estudio es analizar la estructura de los programas de enseñanza y los contenidos del componente de salud y desarrollo del adolescente en la formación de los estudiantes de enfermería.

Método

Diseño del estudio, lugar y período

Estudio observacional descriptivo, de enfoque transversal, realizado en Colombia, Ecuador y Perú, en el año 2021.

Participantes

Se consideraron elegibles todas las escuelas y facultades de enfermería de los tres países, con una población de 113 instituciones, de las cuales 47 en Colombia, 24 en Ecuador y 42 en Perú¹². La muestra de conveniencia resultó en 95 escuelas de enfermería de los tres países, lo que corresponde a una tasa de participación del 84,1%. Con eso, la participación por países fue: Colombia 39 (82,9%), Ecuador 23 (95,8%) y Perú 33 (78,6%).

Instrumentos

Se aplicó el Instrumento para (auto)evaluar el componente de salud y desarrollo del adolescente en la formación de pregrado de los proveedores de salud, desarrollado y validado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en español. Las cuestiones están estructuradas en cuatro secciones: Características generales del currículo; Disponibilidad de cursos/módulos dedicados a salud y desarrollo del adolescente en el currículo; Examen de las áreas que constituyen el fundamento de la salud del adolescente; y Examen de diversos temas específicos relativos a la salud del adolescente². Las respuestas de la encuesta no eran obligatorias. Además de las preguntas propuestas por el instrumento, los participantes tenían la opción de presentar un enlace y/o un documento del programa de estudios de su institución.

Recolección de datos

La invitación a participar fue enviada por correo electrónico a todas las instituciones registradas en el Directorio de Escuelas de Enfermería de la OPS¹². Previamente a la recolección de datos, se celebraron reuniones con los participantes para presentar el proyecto y aclarar cualquier duda. Las 113 escuelas fueron invitadas a participar en las reuniones de orientación, y la asistencia a estas reuniones era opcional. Como recurso adicional de las directrices de participación, se puso a disposición un vídeo de presentación del proyecto y de las directrices de respuesta a la encuesta.

Las instituciones fueron instruidas para responder con la participación de los principales involucrados, tales como: director, coordinador de curso y profesores de disciplinas de áreas afines.

La invitación se envió a las instituciones, independientemente de su participación en las reuniones de orientación; se pidió una respuesta en el plazo de una semana, con un recordatorio enviado después de este plazo y un nuevo recordatorio después de 15 días. Además, se establecieron contactos con universidades colaboradoras para contribuir en la difusión de la encuesta.

La recogida de datos se llevó a cabo entre octubre y noviembre de 2021, realizada por los investigadores mediante la herramienta SurveyMonkey. El tiempo promedio para completar el instrumento fue de una hora y media.

Tratamiento y análisis de datos

Los registros obtenidos se editaron en una hoja de cálculo, conformando una base de datos electrónica, con posterior exportación al software IBM SPSS Statistics, versión 28. Se utilizaron estadísticas descriptivas para caracterizar los programas de enseñanza. Para el análisis de cada una de las secciones de la encuesta, se ha tenido en cuenta el total de 95 escuelas, aunque algunos ítems no hayan sido contestados por todos los participantes.

Aspectos éticos

El proyecto fue sometido al análisis del Comité de Revisión Ética de la Organización Panamericana de la Salud, y su realización fue autorizada, bajo el número de protocolo 0435.01.

Todos los participantes tuvieron acceso al formulario de consentimiento informado, disponible en la página de participación en la encuesta, espacio en el que el participante informaba su aprobación para participar en este estudio. Los participantes que seleccionaron la opción “No estoy de acuerdo” tuvieron su participación suspendida.

Resultados

Participaron un total de 95 escuelas de enfermería de los tres países, 39 de Colombia (41,1%), 23 de Ecuador (24,2%) y 33 de Perú (34,7%). Los programas de cinco años son los más frecuentes (46,3%), seguidos de los de cuatro años y medio (31,6%) y los de cuatro años (20%).

Se observa la concentración de programas de enfermería en la capital y en las principales ciudades, señalando la disparidad en la distribución de cursos y oportunidades de formación en todas las regiones del país.

Los planes de estudio se aprueban por medios formales en el 98,9% de los cursos. El contenido lo determinan los grupos de trabajo (96,8%) y no solo el coordinador. La actualización del plan de estudios se lleva a cabo periódicamente, sin repetirse de un año a otro (86,3%), teniendo en cuenta las normativas/leyes locales y el contexto sanitario (95,8%). Los procesos de acreditación y de evaluación del desempeño del profesorado fueron reportados en el 96,8%. Hay una participación de estudiantes en el 98,9%.

Al analizar la medida en que el currículo se basa en las competencias, en el 92,6% de los cursos, las competencias están predefinidas y formalizadas. Cabe destacar que en el 17,9% de los cursos los métodos de enseñanza no se adaptan a los objetivos, en el 26,3% de los profesores no tienen formación en educación/pedagogía y en el 21,1% de los profesores no reciben orientación para la educación basada en competencias.

Los métodos didácticos más frecuentes son el uso de las prácticas clínicas (85,3%), los estudios de casos (81,1%) y el uso de pacientes simulados (61,1%); por otro lado, las escenificaciones (28,4%) y los multimedios interactivos (53,7%) son menos frecuentes.

Los métodos de evaluación más frecuentes son los exámenes prácticos estructurados (98,9%), los exámenes escritos (97,9%) y la observación directa de los estudiantes. En el 14,7% de los cursos no se utiliza la evaluación de la historia clínica de los pacientes como método de evaluación de los estudiantes.

La mayoría de las escuelas (n=86) afirma que existe un curso o módulo dedicado a la salud de los adolescentes, aunque en el 45,3% de ellas esto no ocurre de forma independiente (Tabla 1); o el tema forma parte de otras enseñanzas, tales como: Salud del niño (83,2%), Enfermería comunitaria/familiar (77,9%) y Salud de la mujer (74,7%).

Tabla 1
Enseñanza sobre la salud de los adolescentes, en caso de que exista un curso estructurado o módulo dedicado a la salud de los adolescentes (n=95). Colombia, Ecuador y Perú, 2021

	Sí	No	No sabe
	n(%)	n(%)	n(%)
El tema salud y desarrollo del adolescente se enseña de manera “independiente”.	42 (44,2)	43 (45,3)	1 (1,1)
El tema salud y desarrollo del adolescente forma parte de otras enseñanzas:
• Salud de la mujer	71 (74,7)	15 (15,8)	0 (0)
• Salud del niño	79 (83,2)	6 (6,3)	1 (1,1)
• Enfermería comunitaria/familiar	74 (77,9)	11 (11,6)	1 (1,1)
• Enfermería en salud mental	68 (71,6)	17 (17,9)	1 (1,1)
Hay una combinación de lo anterior.	66 (69,5)	18 (18,9)	2 (2,1)
Hay una persona o un grupo a cargo de la coordinación de todos los cursos relativos a salud y desarrollo del adolescente.	62 (65,3)	24 (25,3)	0 (0)
Los docentes a cargo se reúnen para coordinar el contenido de sus cursos.	75 (78,9)	11 (11,6)	0 (0)
Los docentes a cargo de la enseñanza de salud del adolescente han sido formados específicamente en la materia.	56 (58,9)	30 (31,6)	0 (0)
Los docentes a cargo de la enseñanza de salud del adolescente han sido formados en la esfera de la educación/pedagogía.	66 (69,5)	18 (18,9)	2 (2,1)

De los docentes encargados de la enseñanza de la salud de los adolescentes, el 31,6% no tenía formación específica en la materia y el 18,9% no tenía formación en el ámbito de la educación/pedagogía.

De las escuelas que informaron no tener un curso o módulo dedicado a la salud de los adolescentes (n=7), la mayoría informó que hay interés por parte de la institución en incluir la salud del adolescente en los currículos y las actividades educativas, sin embargo, creen que los docentes necesitan más formación para acrecentar su competencia en esta materia. En opinión de estas escuelas, el tema debería formar parte de otras enseñanzas, como: Salud de la mujer, Enfermería comunitaria/familiar, Enfermería en salud mental y Salud del niño.

De los conceptos básicos relativos a la salud y desarrollo del adolescente, la mayoría de los temas que están relacionados con Entender la adolescencia; Entorno de la consulta y destrezas de comunicación; Leyes y políticas que afectan a la prestación de atención sanitaria a los adolescentes, se enseñan en las escuelas (Tabla 2).

Tabla 2
Conceptos básicos relativos a la salud y desarrollo del adolescente (n=95). Colombia, Ecuador y Perú, 2021

	Sí, este tema se enseña en nuestro currículo	No, este tema no se enseña, pero debería enseñarse	Este tema no se enseña y no es pertinente
	n(%)	n(%)	n(%)
Entender la adolescencia
Definiciones y conceptos de la adolescencia	90 (94,7)	2 (2,1)	0 (0)
Crecimiento normal y pubertad, incluidas las repercusiones en la imagen corporal	86 (90,5)	6 (6,3)	0 (0)
Desarrollo cognitivo	83 (87,4)	9 (9,5)	0 (0)
Desarrollo psicosocial	86 (90,5)	6 (6,3)	0 (0)
Desarrollo de la sexualidad	88 (92,6)	3 (3,2)	1 (1,1)
Evaluación de las etapas del desarrollo	89 (93,7)	3 (3,2)	0 (0)
Factores de protección y riesgo en relación con el desarrollo del adolescente	81 (85,3)	11 (11,6)	0 (0)
Epidemiología de los resultados sanitarios y la conducta relacionada con la salud del adolescente	72 (75,8)	20 (21,1)	0 (0)
Actitudes, creencias y prácticas locales respecto de los adolescentes	68 (71,6)	24 (25,3)	0 (0)
Entorno de la consulta y destrezas de comunicación
Cómo crear un clima de confianza en la consulta (privacidad, confidencialidad)	67 (70,5)	25 (26,3)	0 (0)
Efectuar una anamnesis, incluida una evaluación psicosocial	77 (81,1)	14 (14,7)	1 (1,1)
Exploración física	87 (91,6)	5 (5,3)	0 (0)
Factores que influyen en la comunicación eficaz con usuarios adolescentes	68 (71,6)	24 (25,3)	0 (0)
Comunicación con los padres	70 (73,7)	21 (22,1)	1 (1,1)
Normas de género en la atención sanitaria de los adolescentes	66 (69,5)	25 (26,3)	1 (1,1)
Educación a la salud	85 (89,5)	7 (7,4)	0 (0)
Entrevistas motivacionales	56 (58,9)	35 (36,8)	1 (1,1)
Leyes y políticas que afectan a la prestación de atención sanitaria a los adolescentes
Leyes y políticas nacionales que afectan a la prestación de atención sanitaria a los adolescentes	67 (70,5)	25 (26,3)	0 (0)
Enfoque de la atención sanitaria basado en los derechos humanos	77 (81,1)	15 (15,8)	0 (0)
Ética	81 (85,3)	11 (11,6)	0 (0)
Evaluación de la competencia del adolescente para tomar decisiones	60 (63,2)	31 (32,6)	1 (1,1)
Salud escolar y función de las escuelas en la promoción de la salud	75 (78,9)	17 (17,9)	0 (0)
Promoción de la salud del adolescente en la comunidad	83 (87,4)	9 (9,5)	0 (0)

En relación a los temas que no se enseñan, pero que deberían enseñarse, se presentaron con mayor frecuencia: Entrevistas motivacionales (36,8%); Evaluación de la competencia del adolescente para tomar decisiones (32,6%); Cómo crear un clima de confianza en la consulta (26,3%); Normas de género en la atención sanitaria de los adolescentes (26,3%), Leyes y políticas nacionales que afectan a la prestación de atención sanitaria a los adolescentes (26,3%); Actitudes, creencias y prácticas locales respecto de los adolescentes (25,3%); Factores que influyen en la comunicación eficaz con usuarios adolescentes (25,3%); Comunicación con los padres (22,1%); Epidemiología de los resultados sanitarios y la conducta relacionada con la salud del adolescente (21,1%); y Salud escolar y función de las escuelas en la promoción de la salud (17,9%).

En el análisis de los temas relacionados con el manejo de situaciones clínicas específicas de los adolescentes (Tabla 3), los temas más frecuentes que se enseñan de forma centrada en las necesidades de los adolescentes en más del 50% de las escuelas son: Vacunaciones, Anamnesis de la salud sexual y reproductiva, Menstruación normal e higiene menstrual, Actitudes y conductas sexuales, Perturbación de la imagen corporal y trastornos alimentarios, Prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) incluido el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), Embarazo de adolescentes, atención prenatal y posnatal, Dolores menstruales, Menorragia/metrorragia, menstruación irregular, Nutrición y alimentación sana, necesidades nutricionales, Pubertad precoz, Diagnóstico de ITS incluido el VIH, Sobrepeso y obesidad, Trastornos del desarrollo, Consumo de tabaco, Consumo de alcohol y trastornos conexos, Anemia, Consumo de drogas y trastornos conexos, Conducta autoagresiva y suicidio, y Afecciones cutáneas.

Tabla 3
Enseñanza de temas relacionados con el manejo de situaciones clínicas específicas de los adolescentes (n=95). Colombia, Ecuador y Perú, 2021

	Sí, el tema está incluido, y centrado en las necesidades/la situación del adolescente	Sí, el tema está incluido, pero no centrado en el adolescente	No, el tema no está incluido, aunque debería estarlo, y centrarse en el adolescente	No, el tema no está incluido y no es pertinente
	n(%)	n(%)	n(%)	n(%)
Retraso puberal masculino	46 (48,4)	17 (17,9)	22 (23,2)	4 (4,2)
Retraso puberal femenino	47 (49,5)	16 (16,8)	22 (23,2)	4 (4,2)
Baja estatura	46 (48,4)	21 (22,1)	20 (21,1)	2 (2,1)
Pubertad precoz	52 (54,7)	13 (13,7)	21 (22,1)	3 (3,2)
Vacunaciones	66 (69,5)	20 (21,1)	2 (2,1)	1 (1,1)
Dolores abdominales	43 (45,3)	32 (33,7)	11 (11,6)	3 (3,2)
Anemia	49 (51,6)	32 (33,7)	5 (5,3)	3 (3,2)
Fatiga	39 (41,1)	36 (37,9)	10 (10,5)	4 (4,2)
Cefalea	41 (43,2)	35 (36,8)	9 (9,5)	4 (4,2)
Afecciones cutáneas	48 (50,5)	14 (14,7)	20 (21,1)	7 (7,4)
Mala visión	36 (37,9)	35 (36,8)	13 (13,7)	5 (5,3)
Mala audición	36 (37,9)	35 (36,8)	14 (14,7)	4 (4,2)
Infecciones respiratorias, neumonía, asma	45 (47,4)	35 (36,8)	5 (5,3)	4 (4,2)
Problemas ortopédicos	30 (31,6)	39 (41,1)	16 (16,8)	4 (4,2)
Enfermedades endémicas	31 (32,6)	41 (43,2)	13 (13,7)	4 (4,2)
Problemas dentales y salud bucal	35 (36,8)	32 (33,7)	16 (16,8)	6 (6,3)
Identidad de género y orientación sexual	43 (45,3)	20 (21,1)	20 (21,1)	6 (6,3)
Actitudes y conductas sexuales	57 (60)	15 (15,8)	11 (11,6)	6 (6,3)
Anamnesis de la salud sexual y reproductiva	61 (64,2)	17 (17,9)	9 (9,5)	2 (2,1)
Menstruación normal e higiene menstrual	58 (61,1)	18 (18,9)	11 (11,6)	2 (2,1)
Dolores menstruales	55 (57,9)	19 (20)	13 (13,7)	2 (2,1)
Menorragia/metrorragia, menstruación irregular	54 (56,8)	23 (24,2)	9 (9,5)	3 (3,2)
Diagnóstico de ITS* incluido el VIH†	52 (54,7)	27 (28,4)	7 (7,4)	3 (3,2)
Prevención de las ITS* incluido el VIH†	55 (57,9)	24 (25,3)	7 (7,4)	3 (3,2)
Tratamiento de la ITS*	45 (47,4)	31 (32,6)	10 (10,5)	3 (3,2)
Tratamiento del VIH†	45 (47,4)	33 (34,7)	8 (8,4)	3 (3,2)
Problemas especiales de los adolescentes infectados por el VIH† en el periodo perinatal	36 (37,9)	34 (35,8)	14 (14,7)	5 (5,3)
Problemas prepuciales	28 (29,5)	29 (30,5)	25 (26,3)	7 (7,4)
Dolor agudo del escroto	24 (25,3)	28 (29,5)	29 (30,5)	8 (8,4)
Contracepción, incluida la contracepción de emergencia	41 (43,2)	30 (31,6)	13 (13,7)	5 (5,3)
Embarazo de adolescentes, atención prenatal y posnatal	55 (57,9)	28 (29,5)	3 (3,2)	3 (3,2)
Paternidad adolescente	40 (42,1)	22 (23,2)	23 (24,2)	4 (4,2)
Aborto sin riesgos	34 (35,8)	34 (35,8)	15 (15,8)	6 (6,3)
Intervenciones preventivas en favor de las prácticas sexuales sin riesgo	46 (48,4)	23 (24,2)	18 (18,9)	2 (2,1)
Epidemiología de las enfermedades crónicas de la adolescencia	43 (45,3)	23 (24,2)	19 (20)	4 (4,2)
Problemas psicosociales y afecciones crónicas	44 (46,3)	25 (26,3)	16 (16,8)	4 (4,2)
Adhesión al tratamiento	33 (34,7)	32 (33,7)	18 (18,9)	6 (6,3)
Transición a la atención adulta	32 (33,7)	19 (20)	29 (30,5)	9 (9,5)
Evaluación de problemas de salud mental	43 (45,3)	33 (34,7)	10 (10,5)	3 (3,2)
Depresión	45 (47,4)	34 (35,8)	8 (8,4)	2 (2,1)
Perturbación de la imagen corporal y trastornos alimentarios	56 (58,9)	24 (25,3)	8 (8,4)	1 (1,1)
Conducta autoagresiva y suicidio	48 (50,5)	30 (31,6)	9 (9,5)	2 (2,1)
Trastornos de ansiedad y fobias	42 (44,2)	35 (36,8)	9 (9,5)	3 (3,2)
Trastorno de déficit de atención con hiperactividad	33 (34,7)	35 (36,8)	16 (16,8)	5 (5,3)
Trastornos del pensamiento y delirio	29 (30,5)	39 (41,1)	15 (15,8)	6 (6,3)
Trastornos del desarrollo	50 (52,6)	25 (26,3)	10 (10,5)	4 (4,2)
Uso y mal uso de las tecnologías digitales	31 (32,6)	24 (25,3)	28 (29,5)	6 (6,3)
Epidemiología del consumo de sustancias	46 (48,4)	25 (26,3)	13 (13,7)	5 (5,3)
Consumo de tabaco	50 (52,6)	25 (26,3)	11 (11,6)	3 (3,2)
Consumo de alcohol y trastornos conexos	49 (51,6)	26 (27,4)	11 (11,6)	3 (3,2)
Consumo de drogas y trastornos conexos	48 (50,5)	28 (29,5)	9 (9,5)	4 (4,2)
Medicación y automedicación de los trastornos mentales	28 (29,5)	39 (41,1)	17 (17,9)	5 (5,3)
Nutrición y alimentación sana, necesidades nutricionales	53 (55,8)	31 (32,6)	3 (3,2)	2 (2,1)
Sobrepeso y obesidad	51 (53,7)	34 (35,8)	2 (2,1)	2 (2,1)
Insuficiencia ponderal e inanición	28 (29,5)	36 (37,9)	19 (20)	6 (6,3)
Desnutrición y carencia de micronutrientes	40 (42,1)	39 (41,1)	7 (7,4)	3 (3,2)
Intimidación e intimidación cibernética	22 (23,2)	26 (27,4)	33 (34,7)	8 (8,4)
Violencia familiar y de pareja	38 (40)	40 (42,1)	10 (10,5)	1 (1,1)
Violencia juvenil y en las relaciones de noviazgo	37 (38,9)	22 (23,2)	24 (25,3)	6 (6,3)
Agresión sexual	37 (38,9)	33 (34,7)	16 (16,8)	3 (3,2)
Lesiones causadas por los accidentes de tránsito	34 (35,8)	34 (35,8)	14 (14,7)	7 (7,4)
Otras lesiones	30 (31,6)	33 (34,7)	19 (20)	7 (7,4)
Actividad física y deportes	42 (44,2)	36 (37,9)	7 (7,4)	4 (4,2)

• *Infecciones de Transmisión Sexual (ITS); ^†Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)

Los temas más frecuentes que no se incluyen pero que deberían estar y centrarse en el adolescente son: Intimidación e intimidación cibernética (34,7); Transición a la atención adulta (30,5); Dolor agudo del escroto (30,5); Uso y mal uso de las tecnologías digitales (29,5); Problemas prepuciales (26,3); Violencia juvenil y en las relaciones de noviazgo (25,3); Paternidad adolescente (24,2); Retraso puberal femenino (23,2); Retraso puberal masculino (23,2); Pubertad precoz (22,1); Afecciones cutáneas (21,1); Identidad de género y orientación sexual (21,1); y Baja estatura (21,1).

Discusión

En el análisis de la oferta y distribución de cursos de enfermería, se debe considerar la necesidad de ampliar las oportunidades de formación, lo que implica entender la demanda local de nuevos profesionales, en un escenario en el que se observan importantes diferencias en la composición de la fuerza laboral de enfermería, como en la relación entre enfermeras y asociados, que es de 19,36 en Colombia, 49,55 en Ecuador y 43,20 en Perú¹³.

En cuanto a la estructura del programa de enseñanza, se recomienda que los planes de estudio se basen en las competencias, sean capaces de garantizar un aprendizaje eficaz y se ajusten a las necesidades de salud de la población⁷.

En la preparación y actualización del plan de estudios, las escuelas señalaron que se trata de un proceso colectivo, con la participación de diversos actores, lo que aumenta las posibilidades de éxito de su aplicación¹⁴. Los cursos también informaron de procesos sistematizados de acreditación y evaluación, procesos esenciales para garantizar la calidad de los programas en la teoría y la práctica¹⁵, siempre que se cumplan los criterios para utilizar un método riguroso de evaluación de programas¹⁶.

Para una calidad de la enseñanza, es primordial contar con un programa permanente de actualización y capacitación del personal docente, para asegurar que los profesores estén debidamente formados en los mejores métodos y tecnologías pedagógicas, con experiencia clínica demostrada en las áreas de contenido⁷.

Desde la perspectiva de la salud de los adolescentes, la formación previa y la incorporación de enfoques basados en la evidencia es un reto, por lo que se recomienda una formación específica².

Además de profesores mejor cualificados, es necesario incorporar métodos de enseñanza y evaluación diferentes y adecuados para satisfacer las necesidades de aprendizaje de los estudiantes^7,17.

Al adoptar los nuevos y variados métodos de enseñanza, los programas pueden beneficiarse de la creación de un entorno de aprendizaje clínico basado en grupos reducidos y en la interacción entre estudiantes, educadores y enfermeros¹⁸ desde la perspectiva de las metodologías activas de aprendizaje.

Las actividades que cuentan con práctica clínica y una mayor interacción entre los estudiantes y el escenario de la práctica, en situaciones como el contexto comunitario, por ejemplo, permiten a los estudiantes comprender el papel de la enfermera proporcionándole un desarrollo profesional y personal¹⁹ y, por lo tanto, deben ser estimuladas y mejoradas.

La incorporación de métodos de enseñanza también debe considerar el perfil de los estudiantes y la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación¹⁷.

Las actividades que promueven la educación digital, el uso de multimedios interactivos y las sesiones de simulación han sido más utilizadas en la formación de los enfermeros, y se necesita una mayor inversión para garantizar el apoyo a los profesores y el uso eficaz de los recursos⁷.

La simulación virtual es una posible estrategia para facilitar el desarrollo teórico y clínico, con respuesta positiva por parte de los estudiantes, e incluso es un recurso útil en el contexto de la pandemia del COVID-19, para proporcionar experiencias de aprendizaje, aumentar la confianza de los estudiantes en el desempeño de las habilidades, además de ser un método de evaluación del desempeño de los estudiantes, siempre que los objetivos de la actividad estén claramente definidos^20-21.

La deficiencia en el uso de métodos de enseñanza multimedia refuerza la necesidad de que la enfermería acelere los procesos de transformación digital de la profesión, tanto en el ámbito de la enseñanza como en los contextos de la investigación y la práctica²².

Aunque la educación digital para profesionales de la salud tiene el potencial de desarrollar competencias, es importante considerar que sus resultados varían debido a varios factores, como la modalidad, el método de instrucción, los métodos de evaluación, las pedagogías de aprendizaje, la población y el tema/disciplina²³.

La experiencia de la pandemia, con la imposición de la enseñanza de la enfermería a distancia, ha mostrado experiencias diferentes para los estudiantes al principio o al final del curso, ya que los del principio del curso tienen un aprendizaje con predominio de conceptos teóricos, mientras que los del final del curso tienen actividades que valoran la formación clínica. Además de considerar esas diferencias, la calidad de la interacción con el profesor debe ser un punto de atención a la hora de incorporar estas tecnologías²⁴.

En cuanto a la enseñanza sobre temas de salud de los adolescentes, la mayoría de las escuelas tienen un módulo dedicado al tema, aunque no siempre de forma independiente, ya que, en parte de los cursos, el tema forma parte de otras enseñanzas, como: Salud del niño, Enfermería comunitaria/familiar y Salud de la mujer.

La enseñanza de temas relacionados a la salud de los adolescentes se ha desarrollado en ambos modelos, de forma independiente o integrada. En la experiencia de los cursos de medicina, se han utilizado ambos modelos. En la enseñanza independiente se destaca la importancia del tema como área de aprendizaje, aunque se señala como inconveniente la posibilidad de que el alumno olvide el contenido a lo largo del curso. En la enseñanza integrada con otras materias suele haber más repetición y refuerzo a lo largo del proceso formativo, requiriendo el planteamiento del tema como temas de interés y no solo complementarios².

Aunque se considera un grupo de edad saludable, los adolescentes se ven afectados por una serie de afecciones que a veces no se tienen en cuenta. Las lesiones de accidentes de tránsito, las enfermedades diarreicas, la tuberculosis, la violencia interpersonal y la automutilación son las principales causas de mortalidad, mientras que sus principales problemas de salud son los relacionados con el comportamiento, como el consumo de alcohol y tabaco, las relaciones sexuales sin protección, la mala alimentación, la actividad física inadecuada, las enfermedades como la tuberculosis y los trastornos mentales¹. En general, estas afecciones se abordan en los cursos de enfermería, aunque algunas en menor medida, como las lesiones causadas por accidentes de tráfico y otras lesiones.

Cabe destacar que parte de los temas relacionados con el manejo de las situaciones clínicas se abordan en el plan de estudios, pero no de forma centrada en los adolescentes, lo que puede convertirse en una barrera para que los estudiantes entiendan el tema como relevante para este público.

El énfasis dado a las condiciones clínicas pertinentes a la salud de los adolescentes es especialmente importante considerando las particularidades de este grupo y su perfil de utilización de los servicios de salud. La demanda de servicios de salud puede verse afectada por varias condiciones, como el género, la educación y el perfil social²⁵, siendo los servicios comunitarios un punto clave de atención, generalmente por enfermedad, en detrimento de las acciones de promoción de la salud⁴. Entre los factores que limitan el acceso de la población adolescente a los servicios de salud se encuentran los largos tiempos de espera, la falta de priorización de la atención y las barreras geográficas⁴.

En cuanto a la atención integral de esta población, además de las cuestiones relacionadas con la accesibilidad de los servicios de salud, se debe considerar la complejidad de las acciones y la posibilidad de intervenciones intersectoriales; como se observa en el consumo de alcohol, en el que son factores de protección para los adolescentes la relación entre las prácticas del servicio de salud y la escuela, y la relación familiar armonizada²⁶.

Entre los temas que no se enseña, pero deberían enseñarse y centrarse en los adolescentes está la Intimidación e intimidación cibernética. Este es un tema importante para los profesionales de la salud, debido a su prevalencia y a los posibles perjuicios para la salud de los adolescentes, una vez que la intimidación cibernética tiene una prevalencia de hasta el 35,4%, y las víctimas presentan más problemas emocionales y psicosomáticos, dificultades sociales, síntomas depresivos de moderados a graves, consumo de sustancias e ideación e intentos de suicidio²⁷. Estos resultados son corroborados por otros estudios que apuntan a un mayor riesgo de autolesión, comportamiento suicida²⁸ y depresión en adolescentes víctimas de intimidación cibernética, lo que evidencia la necesidad de acciones de prevención y gestión²⁹.

De forma complementaria, el uso y el mal uso de las tecnologías digitales ocupa el segundo lugar de los temas que no se enseñan, pero que deberían enseñarse y centrarse en los adolescentes. El uso excesivo de las tecnologías digitales se asocia a la disminución del bienestar, siendo los adolescentes el grupo más vulnerable³⁰. Se ha demostrado que la adicción y el uso excesivo de los teléfonos inteligentes es un factor preocupante por sus efectos en la salud de esta población, como la disminución de las horas de sueño, el dolor de cuello y los trastornos mentales; además, el uso excesivo de las redes sociales se ha asociado a la disminución de la autoestima y la satisfacción corporal, al elevado riesgo de ciberacoso, a la mayor exposición a material pornográfico y a comportamientos sexuales de riesgo³¹.

La violencia juvenil y en las relaciones de noviazgo es otro tema que no se aborda y debería ser abordado y centrado en el adolescente. La violencia perpetrada por el marido o la pareja, en el año 2018, afectó a casi una de cada cuatro adolescentes de entre 15 y 19 años que estuvo casada o tuvo pareja¹.

A pesar de la alta prevalencia de adolescentes que enfrentan algún tipo de violencia (sexual, física, psicológica o institucional), existe un silenciamiento y una cierta invisibilidad sobre el tema, debido a la reproducción de patrones sociales de género³². Es preocupante que este grupo tenga pocas redes de apoyo y que los profesionales de la salud no sean considerados una fuente de ayuda por los adolescentes³³.

Se entiende que el enfrentamiento de la violencia contra los adolescentes requiere discusiones sobre el tema por parte de diferentes instituciones y la implementación de acciones intersectoriales, que incluyen el fortalecimiento de las acciones de salud pública y el establecimiento de un vínculo efectivo con los profesionales de la salud, con vistas a formar una red de apoyo y protección^34-35, considerando, entre otras cosas, el impacto de la pandemia del COVID-19 en la prevalencia de la violencia³⁵.

Otro tema de interés es el de la paternidad adolescente. Los padres adolescentes provienen de forma desproporcionada de familias monoparentales y de un nivel socioeconómico bajo de los padres. En consecuencia, los hijos de padres adolescentes corren un mayor riesgo de ser prematuros, de tener bajo peso al nacer y de sufrir trastornos psicológicos^36-37.

Desde el punto de vista clínico, cuestiones como el retraso puberal o la pubertad precoz también pueden desencadenar trastornos emocionales y psicosociales, y es necesario considerar el tratamiento oportuno, así como el apoyo a los adolescentes y las familias³⁸.

Otro punto relacionado con el posible sufrimiento psicológico de los adolescentes es la identidad de género y la orientación sexual. Los adolescentes que son víctimas de la intolerancia a la identidad de género y la orientación sexual corren un mayor riesgo de falta de oportunidades, abandono de los estudios, pérdida de los vínculos familiares y comportamiento suicida³⁹. Estos jóvenes tienen necesidades de salud específicas y a veces se enfrentan a obstáculos para acceder a los servicios de salud y a las acciones de promoción de la salud y el bienestar⁴⁰.

Ante los problemas expuestos, se aboga por la adopción de la salud escolar en la enfermería desde la perspectiva de ampliar conocimientos en materia de salud y las conductas de promoción de la salud⁴¹, especialmente en la población vulnerable, que tiene puntuaciones más bajas en términos de alfabetización en salud⁴².

Las enfermeras escolares tienen la capacidad de apoyar a esta población estableciendo un vínculo efectivo, escuchando atentamente sus sentimientos y necesidades de salud, interviniendo de forma temprana y continua, en colaboración con la familia, la escuela y los servicios de salud, basándose en la atención integral⁴³. Desde el punto de vista del sistema educativo, está demostrado que la enfermería escolar contribuye a mejorar la salud, reducir el ausentismo y mejorar el rendimiento escolar de los estudiantes⁴⁴. Por esta razón, la OMS apoya la creación de centros de salud en las escuelas como un importante recurso comunitario para atender las necesidades de salud de los adolescentes y aumentar su participación en los servicios de salud⁴⁵.

Limitación

La utilización de la autoevaluación de forma aislada no permite conocer otras perspectivas o indicadores de evaluación de los programas de enseñanza, sin embargo, el alto índice de participación de las escuelas de enfermería y los resultados que aquí se presentan son importantes indicativos de los procesos de formación de los estudiantes de enfermería en América Latina.

Implicaciones para el avance del conocimiento

Los resultados de este estudio señalan limitaciones en cuanto a la capacidad docente para formar a los enfermeros, por lo que indican la necesidad de mantener un proceso de formación continua de los profesores en temas relacionados con la actualización pedagógica y la salud de los adolescentes.

Los temas identificados como carencias en la formación pueden ser utilizados en el desarrollo de cursos de formación continua y permanente, según la realidad de cada país; además de fomentar el desarrollo de la producción científica en una línea de investigación sobre la salud de los adolescentes.

Por último, los resultados del estudio refuerzan la importancia de avanzar en el tema de la salud escolar y aplicar medidas eficaces de interacción entre los servicios sanitarios y las escuelas. Enfermeros, en sus diferentes ámbitos de actuación, deben abogar por la salud de los adolescentes, ampliando sus capacidades y liderando acciones.

Conclusión

El análisis de la estructura y el contenido de los programas de enseñanza en los tres países permite establecer paralelos e inferencias para los demás países de América Latina y el Caribe.

La falta de preparación adecuada de los profesores en el campo de la educación/pedagogía y en el tema específico de salud de los adolescentes limita la aplicación efectiva del programa de enseñanza.

En los procesos de formación, es necesario avanzar en el planteamiento de estrategias para entender al adolescente y establecer una comunicación efectiva con este público. Los estudiantes/enfermeros necesitan apropiarse de los datos sanitarios/epidemiológicos y de las leyes y políticas para orientar su toma de decisiones.

Con el fin de revisar el contenido de las asignaturas, para contemplar temas actuales y relevantes en el contexto de la salud y el desarrollo de los adolescentes, se recomienda incorporarse a los planes de enseñanza, de forma centrada en los adolescentes, temas como: comportamiento (decisión y actitud), identidad de género y orientación sexual, bullying y cyberbullying, uso de las tecnologías digitales, violencia en el noviazgo, paternidad en la adolescencia, retraso puberal.

Por último, se entiende que el avance de la salud de esta población puede lograrse mediante estrategias que consideren la implementación de la salud escolar y medidas efectivas de interacción entre los servicios de salud y las escuelas.

Agradecimientos

Agradecemos al equipo colaborador del proyecto en la realización de este estudio -Universidad Nacional de Colombia: Gloria Mabel Carrillo, Luz Mery Hernández; Universidad de Guayaquil: Alicia Jeanette Donoso Triviño, Aleymis Torres Chils, Dinora Rebolledo Malpica, María Araceli García Martínez; Universidad Nacional Mayor de San Marcos: Luísa Hortensia Rivas Díaz, Yesenia Deifilia Retamozo Siancas, Yissella Betzabeth Acuache Quispe, Rosa Albina Velásquez Perales, Juana Matilde Cuba Sancho, Santa Dolores Torres Álvarez, Marina Hermelinda Condezo Martel.

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• *
  Este artículo hace referencia a la convocatoria “La salud del adolescente y el papel de la(o) enfermera(o)”. Editado por la Universidade de São Paulo, Escola de Enfermagem de Ribeirão Preto, Centro Colaborador de la OPS/OMS para el Desarrollo de la Investigación en Enfermería, Ribeirão Preto, SP, Brasil. La publicación de este suplemento contó con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). Los artículos se han sometido al proceso estándar de revisión por pares de la revista para suplementos. Las opiniones expresadas en este suplemento son exclusivas de los autores y no representan las opiniones de la OPS/OMS. Apoyo financiero de la Organização Panamericana de Saúde (OPS/OMS) y del Global Affairs Canadá (GAC).

Editado por

Editora Asociada: Sueli Aparecida Frari Galera

Fechas de Publicación

• Publicación en esta colección
  23 Set 2022
• Fecha del número
  2022

Histórico

• Recibido
  23 Mar 2022
• Acepto
  10 Mayo 2022