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Problemas de Frontera: Reflexiones acerca de la Relación entre lo Discursivo y lo Extradiscursivo en el Análisis Francés del Discurso

RESUMEN

El Análisis Francés del Discurso (AFD) nació como corriente de análisis al plantear, para la comprensión de su objeto, una intersección entre lingüística e historia y un anudamiento a la teoría de las ideologías, tal como fuera planteada por Althusser. Esta propuesta inauguró un verdadero problema teórico en torno a la relación entre el discurso y su exterior. Buscaremos desarrollar este problema recogiendo dos propuestas de análisis que, a menudo, entablaron una polémica al interior del AFD: una centrada en el concepto de "interdiscurso"; otra, en las categorías de práctica y acontecimiento discursivos. Así, reflexionaremos sobre las tensiones y desafíos que esta relación plantea a nivel conceptual y metodológico.

PALABRAS CLAVE:
Análisis Francés del Discurso; Ideología; Discursivo; Extradiscursivo

RESUMO

A Análise do Discurso Francesa (ADF) nasceu como corrente de análise ao propor, para a compreensão do seu objeto, uma intersecção entre linguística e história e uma união com a teoria das ideologias, tal como foi elaborada por Althusser. Esta proposta inaugurou um verdadeiro problema teórico em torno da relação entre o discurso e o seu exterior. Procuraremos desenvolver este problema retomando duas propostas de análise que, com frequência, travaram uma polêmica no interior da ADF: uma centralizada no conceito de "interdiscurso"; outra, nas categorias de prática e acontecimento discursivos. Assim, refletiremos sobre as tensões e desafios que esta relação estabelece em nível conceitual e metodológico.

PALAVRAS- CHAVE:
Análise do Discurso Francesa; Ideologia; Discursivo; Extradiscursivo

ABSTRACT

French Discourse Analysis (FDA) aroused as a line of analysis when positing that both an intersection between linguistics and history and a link to the theory of ideologies as raised by Althusser are necessary to understand discourse. This proposal unveiled a real theoretical problem concerning the relationship between discourse and its exterior. We will develop such problem taking two proposals for analysis into consideration: one centered on the concept of "interdiscourse" and the other, on the categories of discursive practice and event. Thus, we will consider the tensions and challenges posed by this relation in the conceptual and methodological level.

KEYWORDS:
French Discourse Analysis; Ideology; Discursive; Extradiscursive

Escribir es la manera de quien usa la palabra como un cebo, la palabra que pesca lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra – la entrelínea – muerde el cebo algo se ha escrito

Clarice Lispector1 1 LISPECTOR, 2004, p.23-24.

Introducción

Hacia fines de la década del '60 comenzaron a producirse elaboraciones conceptuales desde múltiples disciplinas acerca de lo discursivo como objeto de análisis de las ciencias sociales. Éstas entrañaron importantes aperturas teóricas, epistemológicas y metodológicas, que resignificaron ciertos métodos propios de la historia, la sociología, y la propia lingüística, y abrieron un campo de indagación específico2 2 Al interior de la lingüística, estas problematizaciones contaban con vastos antecedentes, desde las obras de Saussure, Bajtin y Voloshinov (ROBIN, 1986; MONTERO, 2016). .

Encontramos en el Análisis Francés del Discurso (AFD), corriente de análisis3 3 Podríamos pensar al AFD como un programa de investigación pues conformó una apuesta teórica, metodológica e investigativa unificada en torno a ciertos elementos que expondremos en el próximo apartado. Asimismo, se expresó institucionalmente en el año 1982, con la creación de un proyecto interdisciplinario cuyos antecedentes eran previos: el RCP (Recherche Coopérative Programée) - ADELA (Analyse de Dioscours et Lecture D' Archive). Finalmente, esta perspectiva contribuyó a la constitución de un campo disciplinar con objetos, problemas y métodos propios (MONTERO, 2014). que emergió a comienzos de los años '70, una fértil búsqueda en torno a la construcción del discurso como objeto de análisis, inscribiéndolo en la historia (GUILHAUMOU, 2006GUILHAUMOU, J. Discours et événement. L'histoire langagière des concepts. Annales littéraires, Besançon, Nº 804, 2006.). Esta aventura teórica (MALDIDIER, 1992MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213.) apostaba a comprender lo discursivo en una intersección entre la lingüística y la historia, haciendo base en el materialismo y el psicoanálisis. Asimismo, se emprendió la elaboración teórica sobre el discurso en base a un entrecruzamiento con la teoría de las ideologías, de Althusser. Así, el discurso fue repensado desde su materialidad específica, irreductible a su dimensión lingüística, lo cual constituye una de las ventajas más notables de estos enfoques.

En este orden, las discusiones del AFD acerca de la relación entre lo discursivo y lo extradiscursivo no fueron accesorias respecto de la propia definición y conceptualización del discurso. Sostenemos que, en tanto la empresa del AFD ha buscado la inscripción de lo discursivo en la historia y su anudamiento con los procesos de interpelación ideológica, la problematización de lo extradiscursivo se tornó un problema de indagación constitutivo del discurso como objeto. Lo hizo en los momentos iniciales de elaboración del AFD y continuó siendo un problema de relevancia en el desarrollo de distintos desplazamientos conceptuales que comenzaron a gestarse hacia la década del '80. La continuidad del problema de la relación del discurso con su exterior se debe, a nuestro entender, a que -al plantear este vínculo constitutivo- los estudios del AFD, más que saldar un debate frente a otras perspectivas, abrieron -para sí- un nuevo objeto de indagación.

El objetivo de este trabajo es contribuir a la reflexión acerca de la relación entre lo discursivo y lo extradiscursivo como problema en el AFD. En primer término, retomaremos la que llamamos "apuesta inicial" de esta aventura teórica, que sentó una base común de categorías que redefinieron la relación del discurso con su exterior, tales como las formaciones discursivas y las condiciones de producción. En este primer momento, resultó fundante la puesta en relación del discurso con la ideología (MONTERO, 2014_______. El análisis francés del discurso y el abordaje de las voces ajenas. In: CANALES, M. (Comp.): Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM- FACSO, 2014, p.247-273.), así como el foco en la constitución histórica de los enunciados (GOLDMAN, 1989GOLDMAN, E. El discurso como objeto de la historia. El discurso político de Mariano Moreno. Buenos Aires: Hachette, 1989.). Identificaremos las características del vínculo establecido entre el discurso y su exterior y los problemas que dicha perspectiva inauguró.

Las propuestas de abordajes conceptuales y metodológicos posteriores fueron diversas. Por ello, retomaremos, en un segundo momento del trabajo, dos modalidades de abordaje de la relación del discurso con lo ideológico y, en términos más abarcativos, con lo extradiscursivo, que han polemizado al interior del AFD4 4 Nuestro interés por abordar ambas propuestas surgió de la identificación de una polémica entre ellas en diversos números de la revista Langages, que hemos retomado para el presente trabajo. . Una centrada en la noción de "interdiscurso"; otra orientada a los conceptos de "coyuntura" y "acontecimiento". Las producciones de la década del '70 exhiben preguntas disímiles acerca de la relación del discurso con su exterior, evidenciando distintos énfasis en la tarea de conceptualización del discurso. Este escenario puede vincularse con el pasaje a un segundo momento del AFD que, según distintas periodizaciones, comenzó a manifestarse hacia la década del '80 (MONTERO, 2014_______. El análisis francés del discurso y el abordaje de las voces ajenas. In: CANALES, M. (Comp.): Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM- FACSO, 2014, p.247-273.; MALDIDIER, 1992MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213.; GOLDMAN, 1989GOLDMAN, E. El discurso como objeto de la historia. El discurso político de Mariano Moreno. Buenos Aires: Hachette, 1989.). "Momento enunciativo" (MONTERO, 2014_______. El análisis francés del discurso y el abordaje de las voces ajenas. In: CANALES, M. (Comp.): Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM- FACSO, 2014, p.247-273.) o "estudios de la enunciación" (GOLDMAN, 1989GOLDMAN, E. El discurso como objeto de la historia. El discurso político de Mariano Moreno. Buenos Aires: Hachette, 1989.) son denominaciones que sintetizan el desplazamiento de la indagación hacia las problemáticas propias de la enunciación y del lugar del sujeto en su propio discurso. Así, es posible advertir una revisión crítica de categorías elaboradas durante los años previos y la elaboración de reformulaciones que pretendieron una mayor sensibilidad ante el carácter acontecimental del discurso y el problema de la heterogeneidad y lo otro5 5 Estas transformaciones se situaron en una reconfiguración del campo académico, a partir del retorno al sujeto y el cuestionamiento de las positividades globalizadoras (MALDIDIER, 1992). Pêcheux (2013) refería a las mismas en términos del hundimiento del estructuralismo político francés. .

Las propuestas teóricas y metodológicas que analizaremos se sitúan en esta transición, pues surgen en la década del '70 y cada una va constituyendo su impronta específica en los años subsiguientes. Podemos pensar, tal como señala Guilhaumou (2006)GUILHAUMOU, J. Discours et événement. L'histoire langagière des concepts. Annales littéraires, Besançon, Nº 804, 2006., que los desplazamientos conceptuales operaron un cambio en la significación de los términos del debate, pero no afectaron los lugares por los que éste discurría. Uno de ellos es la relación del discurso con su exterior y en él nos adentraremos a continuación.

1 La apuesta inicial: la aventura por la materialidad discursiva

Una de las elaboraciones más valiosas del AFD es su reconceptualización del discurso. Distintos autores, como R. Robin (1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142., 1986)_______. Postface. L'analyse du discours entre la linguistique et les sciences humaines: l'éternel malentendu. Langages, Paris, 21 année, n.º 81, 1986., M. Pêcheux (1975)PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80. o J. Courtine (1981)COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
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, discutieron la doble reducción que operaba sobre el discurso debido a la predominancia de enfoques empiristas, formalistas y subjetivistas en el contexto académico: del discurso a la lengua, como objeto ideológicamente neutro; y al código, en su función puramente informativa (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142.). Para estos autores, se trataba de liberar la materialidad específica de lo discursivo, dada por la inscripción de efectos de sentido en la historia.

La puesta en relieve de dicha materialidad permitía discutir la noción puramente referencial del discurso, bajo la cual la discursividad no era más que una "vidriera empañada" por las formas subjetivas del lenguaje, desde donde se podían "espiar" las cosas reales (PÊCHEUX, 1994PÊCHEUX, M. Ler o arquivo hoje. In: ORLANDI PUCINELLI, E. (org.). Gestos de leitura da história no discurso. Campinas: UNICAMP, 1994.). Por otro lado, también se criticaba la concepción del discurso como mera superficie de inscripción de procesos que se sucedían por fuera de sí, derivando su carácter de una lógica global o núcleo central (FOUCAULT, 2008FOUCAULT, M. La arqueología del saber. Trad. Aurelio Garzón del Camino. 2. ed. Buenos Aires: Siglo XXI, 2008.). De esta manera, se afectaba sustancialmente la relación del discurso con "las cosas". "No se trata de interpretar el discurso para hacer a través de él una historia del referente" (FOUCAULT, 2008FOUCAULT, M. La arqueología del saber. Trad. Aurelio Garzón del Camino. 2. ed. Buenos Aires: Siglo XXI, 2008., p.77), ni de extrapolar las lógicas de otros procesos sociales al discurso, sino de advertir la relación constitutiva y mediada entre éste y lo extradiscursivo6 6 Al respecto, Aguilar et al. (2014) profundizan en estas dos concepciones acerca del discurso, que el AFD contribuyó a discutir. Las denominan teorías (o ideologías) liberales/idealistas y mecanicistas. Las primeras entienden a lo discursivo como producción de los sujetos, considerándolos responsables de su enunciación, mientras que la segunda deriva la dinámica y sentido del discurso de un principio homogéneo y unitario que le es exterior. . Las concepciones referenciales o del discurso como síntoma de otros fenómenos sociales bloqueaban la problematización de lo discursivo con su exterior: la relación de transparencia o de sintomatización implicaba una negación de lo discursivo como orden específico. Al rescatar la materialidad propia del discurso, que consiste en que éste forma los objetos de los que "habla" y, por ende, produce efectos, la relación con procesos sociales de orden no discursivo comenzó a tornarse problemática.

La tesis de que los objetos se forman al interior del discurso condujo a afirmar que el sentido no está determinado unívocamente por la correlación entre palabras y referentes, sino por la red tejida entre enunciados. Esto constituyó una ruptura teórica nodal. Así llegamos a la noción de formación discursiva (FD), también tomada de Foucault. Para éste el discurso constituye un orden reglado: objetos, tipos de enunciación, conceptos y elecciones temáticas siguen reglas de formación anónimas, al interior del discurso, a partir de las cuales pueden identificarse regularidades. Una FD constituye un conjunto de enunciados que siguen un principio de repartición determinado (aparición, sucesión, repetición, transformación). En este orden, el discurso no sería considerado como sinónimo de todo lo dicho/escrito, sino "un objeto construido, distinto del encadenamiento empírico" (MALDIDIER, 1992MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213., p.204), constituido por las formas de regulación de lo decible/pensable y lo no dicho. Se estableció, entonces, un vínculo íntimo entre "[...] lo dicho aquí (en tal situación) -y dicho así y no de otra manera- y lo dicho en otra parte y de otra manera", pues se pretendía "'oír' la presencia de lo no-dicho al interior de lo que es dicho" (PÊCHEUX, 2013_______. El discurso: ¿estructura o acontecimiento? Décalages, Paris, Vol. 1, N° 4, 2013. Disponible en: [http://scholar.oxy.edu/decalages/vol1/iss4/16]. Acceso 04/11/2016.
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, p.10).

La categoría de FD de Foucault fue reelaborada a partir de su puesta en relación con el concepto de ideología, de L. Althusser (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142.; PÊCHEUX y FUCHS, 1975PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80.; MALDIDIER, 1986, 1992). Con ello, se buscaba restituir la relación entre los procesos discursivos y el devenir de las formaciones sociales, en el marco de una perspectiva de totalidad7 7 Dicha perspectiva estuvo influida por la noción de "totalidad compleja" formulada por Althusser. Ésta constituía un efecto global estructurado por la acumulación de contradicciones desiguales y las relaciones de sobredeterminación que se gestan en una coyuntura dada. La dominancia de una contradicción sobre otras no puede deducirse de antemano, sino a partir del análisis empírico de la coyuntura en cuestión. que situaba a lo discursivo en el seno de la región de las superestructuras. Según Althusser (1976ALTHUSSER, L. La revolución teórica de Marx. Trad. Martha Harnecker. México: Siglo XXI, 1976., 1988), las relaciones ideológicas se encuentran inmediatamente presentes en los procesos de producción y circulación y ejercen determinaciones eficaces sobre la determinación en última instancia de lo económico. En este sentido, Pêcheux y Fuchs señalaban que "es insuficiente considerar la superestructura ideológica como expresión de la 'base económica', como si [...] estuviera constituida por la 'esfera de las ideas' por encima del mundo de las cosas, de los hechos económicos" (1975, p.231; destacado propio)8 8 Hemos encontrado una traducción al castellano del texto original, editada por Gredos (Madrid) en 1978. Sin embargo, dado que en ciertos tramos se desapega del léxico del original francés, conservaremos la referencia a éste. "Il est insuffisant de considérer la superstructure idéologique comme l'expression de 'la base économique', comme si l'idéologie était constituée par la 'sphère des idées' au-dessus du monde des choses, des faits économiques [...]". .

La concepción acerca de la ideología era, de este modo, muy afín a la mirada sobre lo discursivo y su materialidad: las ideologías no eran pensadas como expresión de una falsa conciencia, ni como la producción de un sujeto libre, tampoco como un sistema trascendental que emanaba de la estructura de clases, sino en su carácter de fuerzas sociales en lucha (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142.). Podemos pensar que la conceptualización acerca de lo discursivo estuvo preñada por esta serie de premisas que modelaban lo ideológico. La identificación de estas materialidades alertaba sobre el riesgo de un análisis transitivo y mecanicista de las relaciones entre formación social, ideología y discurso (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142.).

Siguiendo este razonamiento, el discurso no se identificaba ni reducía a la ideología, pero conformaba uno de sus aspectos materiales:

Las formaciones ideológicas9 9 Pêcheux y Fuchs (1975) definen a una formación ideológica como la configuración que adquiere, en la coyuntura ideológica de una sociedad dada, una fuerza capaz de confrontarse a otras, a partir de un ensamble de actitudes y representaciones. Esta confrontación está vinculada a posiciones de clase. entrañan necesariamente como uno de sus componentes una o más formaciones discursivas interligadas que determinan aquello que puede y debe ser dicho [...] en una determinada relación de posiciones al interior de un aparato ideológico e inscrita en una relación de clases (PÊCHEUX y FUCHS, 1975PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80., p.11)10 10 En el idioma original: "Les formations idéologiques [...] comportent nécessairement comme une de leurs composantes une ou plusieurs formations discursives inter-reliées qui déterminent ce qui peut et doit être dit [...] dans un certain rapport de places intérieur à un appareil idéologique et inscrit dans un rapport de classes". .

El régimen de formación de los objetos discursivos ya no iba a referirse, como en Foucault, a reglas anónimas, de la propia dinámica del discurso, sino al proceso de interpelación ideológica en una sociedad atravesada por el conflicto de clases. Por esta vía, el sujeto de la enunciación fue complejizado, al no ser ya garante del sentido de su propio discurso y encontrarse atravesado por su posición de clase, por los procesos de interpelación ideológica y por su propio inconsciente11 11 La cuestión del sujeto del discurso es ampliamente desarrollada por: ROBIN et. al, 1972, PÊCHEUX y FUCHS, 1975; COURTINE, 1981; DUCROT, 1990; AUTHIER- REVUZ, 1990. .

El anudamiento con la teoría de las ideologías permitía reintroducir al discurso en la dinámica de las formaciones sociales y económicas, haciéndose patente el problema de su articulación con lo extradiscursivo (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142.). Emergió, entonces, una idea fundamental dentro de esta apuesta inicial: la de "condiciones de producción". Al descentrarse el sujeto y la situación de enunciación en la comprensión del discurso, esta categoría resultó nodal para "desarmar" el discurso en su carácter evidente y desmenuzar su constitución por las formaciones discursivas, imbricadas en formaciones ideológicas. Las condiciones de producción comprendieron distintos niveles de formación de los procesos discursivos, integrando condiciones relativas a la enunciación, hasta modalidades de formación a partir de redes de enunciados12 12 Al respecto, es fundamental la referencia a Courtine (1981), quien sistematiza la conceptualización sobre las condiciones de producción. Debido a la especificidad de su propuesta no hemos podido tomarlo en los límites de este trabajo. .

La inversión de las concepciones referenciales y mecanicistas del discurso, por la cual se pasaba a considerar que los objetos se forman al interior de los procesos discursivos, permitió interrogar la relación a establecer con el exterior del discurso. La problematización de lo discursivo en su relación con procesos extralingüísticos resultó fundamental para su reconceptualización como objeto teórico. La puesta en relieve de su materialidad fue la punta de lanza para pensar el vínculo con su exterior. De hecho, se trata de un "interior" constitutivamente ligado a su "exterior", porque los procesos de formación discursiva no siguen una lógica autónoma, ni inmanente, sino que están inscriptos en la totalidad social, imbricados en los procesos y luchas ideológicos. Decimos que esta relación se torna problemática pues los autores inicialmente se negaron a considerarla como inmediata o en clave determinista.

Los abordajes que indagaremos a continuación plantean diferentes formas de mediación entre estos dos órdenes. Las mediaciones analíticas presentan una complejidad nada desdeñable si consideramos los distintos "exteriores" de lo discursivo que se ponen en juego en su propia constitución. Un nivel de exterioridad es el de la propia lengua que, en tanto estructura, presenta una relativa autonomía respecto del funcionamiento ideológico y moldea lo discursivo (COURTINE, 1981COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
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). Asimismo, los procesos ideológicos y de luchas y relaciones de fuerzas están imbricados con las formaciones discursivas pero ¿de qué manera?, ¿a través de qué mecanismos? Finalmente, otra serie de procesos sociales, como los económicos, políticos y culturales se encuentran en íntima relación con el despliegue de las luchas ideológicas ¿es posible desentrañar una zona de mediación entre estos y los discursos?

Por otro lado, la conceptualización acerca del tipo de relación entre el discurso y estos diversos "exteriores" se complejizó ante dos cuestiones: las concepciones de tiempo histórico y de sujeto. La homogeneidad y continuidad del tiempo histórico se vio cuestionada por estas primeras conceptualizaciones. Éstas inscribieron a los enunciados en redes de formulaciones producidas en condiciones disímiles y temporalidades heterogéneas. El registro de historicidad resultante planteó un tiempo presente habitado por otras temporalidades actuantes. Por otro lado, el sujeto, considerado dividido, "dominado" por la ideología y el inconsciente, resultó descentrado en su decir13 13 ¿Podríamos considerar como un nivel de exterioridad respecto de lo discursivo al inconsciente? En cuanto a las condiciones de producción del discurso, Pêcheux se refería a las formaciones imaginarias que intervienen en su constitución, lo cual nos habla de un nivel subjetivo e imaginario que opera constitutivamente y de forma exterior. . Esta serie de problemas se concentraron en la tensión entre el nivel del intradiscurso14 14 Según Courtine (1981) intradiscurso remite a una secuencia discursiva concreta, al estado terminal del discurso, que manifiesta una coherencia visible y horizontal entre elementos formados. y el del interdiscurso y lo extradiscursivo. Abordaremos, en lo sucesivo, dos propuestas que constituyen diferentes formas de "resolución" o abordaje de estas tensiones.

2 El "interdiscurso": entre formulaciones iniciales y desplazamientos de sentido15 15 No pretendemos hacer una revisión exhaustiva de la noción de interdiscurso en la obra de Pêcheux, sino limitarnos a una exposición breve de sus implicancias en torno al problema de la relación entre el discurso y su exterior. Para una indagación de ese tipo, remitimos al trabajo de Glozman y Montero (2010), que propone una lectura atada a la trama de sus textos.

La noción de "interdiscurso" es una pieza clave en el esquema teórico-metodológico propuesto por Pêcheux para abordar el proceso de formación de discursos en su relación con la ideología. A lo largo de su obra se dio una serie de desplazamientos de significación en torno a esta categoría, que separa las producciones más sistemáticas de la década del '70 de aquellas elaboradas a partir de los años '80 (GLOZMAN y MONTERO, 2010GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96.; MONTERO, 2014_______. El análisis francés del discurso y el abordaje de las voces ajenas. In: CANALES, M. (Comp.): Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM- FACSO, 2014, p.247-273.).

En un primer planteamiento, el interdiscurso conformaba un dominio existente a partir de la articulación de distintas formaciones discursivas. No se trata de una yuxtaposición ni de un enfrentamiento entre discursos, pues estos no se ubican en posiciones simétricas desde las cuales se refieran entre sí. En lugar de ello, las relaciones entre distintas FD se estructuran a partir de las contradicciones que éstas guardan entre sí, de las cuales surge la dominancia de una por sobre otras16 16 Su constitución remite al proceso análogo de desarrollo desigual de las contradicciones que propone Althusser (1976) para pensar una totalidad compleja. . Las formas de "articulación" pueden entenderse, entonces, como relaciones de antagonismo, alianza, absorción, etc. Así, en sus primeras formulaciones, el rasgo definitorio del interdiscurso es su carácter de todo complejo y articulado, contradictorio y desigual, de formaciones discursivas (GLOZMAN y MONTERO, 2010GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96.). Éste moldea, de forma exterior, los elementos de una determinada FD.

Dado que una FD delimita aquello decible/pensable de lo que no es formulable para ella, las "ausencias" en su interior nos hablan de las relaciones que ésta mantiene con otras formaciones discursivas, en términos de confrontación, subsunción, alianza, etc. De este modo, "una formación discursiva está constituida-bordeada por aquello que le es exterior, por lo tanto por aquello que es allí estrictamente informulable porque la determina" (PÊCHEUX y FUCHS, 1975PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80., p.21)17 16 Su constitución remite al proceso análogo de desarrollo desigual de las contradicciones que propone Althusser (1976) para pensar una totalidad compleja. . El interdiscurso se conforma de aquellos discursos cuyo enunciador ha sido olvidado, que constituyen el exterior específico de un proceso discursivo, pues son "la causa real de las ausencias de ese proceso discursivo" (GLOZMAN y MONTERO, 2010GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96., p.85). Lo informulable constituye aquello que no puede decirse porque domina lo dicho. El carácter exterior y anterior del interdiscurso lo configura como una evidencia y es por ello que es impensable e, incluso, indistinguible al interior del discurso.

El interdiscurso es un concepto de mediación entre las formaciones discursivas e ideológicas. Las relaciones de desigualdad, subordinación y contradicción existentes entre distintas formaciones discursivas, refieren a las relaciones que se establecen entre las formaciones ideológicas en las que aquellas están inscriptas. Como apuntan Glozman y Montero (2010)GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96., el interdiscurso se estructura como un todo complejo dominante de formaciones discursivas, del mismo modo en que se articula el todo complejo de formaciones ideológicas, estableciéndose un paralelismo entre estos dos niveles. Como hemos repasado en el apartado anterior, la concepción de lo ideológico es sumamente próxima a la definición de lo discursivo: ambos órdenes cuentan con una materialidad propia, producen efectos, sujetos, instituciones, prácticas, y se articulan con otros procesos sociales. Por ello, las autoras argumentan que en estas primeras elaboraciones "la noción de interdiscurso está sobredeterminada por el 'todo complejo' de las formaciones ideológicas" (GLOZMAN y MONTERO, 2010GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96., p.95). Los mecanismos de articulación entre uno y otro nivel no quedan del todo determinados, sino iluminados a partir de este paralelismo.

De acuerdo con estas formulaciones, el interdiscurso se configura como un dominio inaprensible, salvo por sus efectos. Como señala Montero "el interdiscurso aparece cristalizado lingüísticamente en la figura del preconstruido, estructuras sintácticas que constituyen las »huellas de construcciones anteriores»" (MONTERO, 2014_______. El análisis francés del discurso y el abordaje de las voces ajenas. In: CANALES, M. (Comp.): Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM- FACSO, 2014, p.247-273., p.251). El interdiscurso conforma el "lugar" en el que se constituyen objetos que el enunciador se apropia para hacer de ellos objetos de su propio discurso, así como también teje el "hilo transversal" que encadena estos objetos y le da coherencia y linealidad a la secuencia enunciada. Lo interdiscursivo remite a las evidencias por las que el sujeto ordena su discurso y encadena objetos, como si estuvieran allí de antemano (COURTINE, 1981COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
http://www.felsemiotica.org/site/wp-cont...
).

Por esta vía, la enunciación fue redefinida, pensándola como "una serie de determinaciones sucesivas por las cuales el enunciado se constituye poco a poco, y que tienen por característica plantear lo 'dicho' y entonces rechazar lo 'no dicho'" (PÊCHEUX y FUCHS, 1975PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80., p.18)18 17 En su idioma original: "Une formation discursive est constituée-bordée par ce qui lui est extérieur, donc par ce qui y est strictement informulable puisqu'il la détermin [...]". . Pêcheux y Fuchs consideraban que la "ilusión" de que el sujeto es garante de sentido de su propio decir es un efecto ideológico, que oculta la interpelación ideológica y el anudamiento de lo dicho al interdiscurso. Como consecuencia, se distinguieron dos órdenes: el de los procesos enunciativos, en los que el sujeto se apropia de los objetos presentes en el interdiscurso, de manera no consciente19 18 En su idioma original: "[...] Une série de déterminations successives par lesquelles l'énoncé se constitue peu à peu, et qui ont pour caractéristique de poser le 'dit' et donc de rejeter le 'non-dit'". ; y el de los procesos de formación del discurso, gobernados por el interdiscurso, no aprehensible lingüísticamente e indistinguble en lo dicho, pues ordena y encadena sus elementos. Así, el interdiscurso asumió "un estatus teórico semejante al del inconsciente o al de la ideología" (GLOZMAN y MONTERO, 2010GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96., p.81).

Las obras tardías de Pêcheux, de los años '80, introdujeron desplazamientos en este planteo. Maldidier (1992)MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213. apuntaba que el cuadro teórico dibujado a partir de las conceptualizaciones de FD e interdiscurso había producido una ilusión de totalidad cerrada, que posteriormente fue revisada. Se advirtió críticamente que "bajo la dominación de la ideología dominante y del interdiscurso, el sentido se constituye en la formación discursiva a espaldas del sujeto que, ignorante de su sujetamiento por la ideología, se cree dueño de su discurso [...]" (MALDIDIER, 1992MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213., p.208; destacado propio). Se revisó, entonces, el carácter cerrado sobre sí del esquema, originado en la noción de sentido parafrástico, en la dominancia de lo informulable sobre la aserción, de lo ya dicho sobre lo enunciable.

Así como se revisó la participación del sujeto, se produjo una crítica al registro de historicidad que la noción de interdiscurso forjaba, por lo cual lo ya dicho dominaba la enunciación. Al respecto, señalaba Pêcheux:

No se trata de querer aquí que todo discurso sea como un aerolito milagroso, independiente de las redes de la memoria y de los trayectos sociales en los que hace irrupción, sino de subrayar que todo discurso marca, simplemente por su existencia, la posibilidad de una desestructuración-restructuración de dichas redes y trayectos: todo discurso es potencialmente el índice de un cambio en las filiaciones socio-históricas de identificación, en la medida en la que constituye, al mismo tiempo, un efecto de dichas filiaciones y un trabajo (2013, p.18; destacado propio).

Esta autocrítica alcanzó al concepto de FD que, según Pêcheux:

Se ha desviado demasiado hacia la idea de una máquina discursiva de sujeción dotada de una estructura semiótica interna y, por ello, condenada a la repetición: dicha concepción estructural de la discursividad desembocaría en una borradura del acontecimiento, a través de su absorción en la sobre-interpretación anticipadora (2013, p.18; destacado propio).

El interdiscurso mantuvo su vigencia en los trabajos del autor pero, a partir de esta revisión, pasaría a ligarse a las redes de memoria en las que los enunciados se inscriben que, además de su repetibilidad, rigen su transformación y olvido. A partir de esta reelaboración, el interdiscurso comenzó a tornarse accesible mediante "series de tejidos de indicios legibles que constituyen un cuerpo socio-histórico de huellas" (PÊCHEUX, 1990PÊCHEUX, M. Lecture et mémoire: projet de recherche. En: L´inquietude du discours. 1983. Paris: des Cendres, 1990, p.285-293., p.90)20 19 El acceso de los sujetos a los procesos de formación discursiva es explicado por Pêcheux a partir de las categorías de inconsciente y preconsciente. Al respecto ver Pêcheux y Fuchs (1975) y la teoría de los dos olvidos. Ésta es oportunamente explicada por Glozman y Montero (2010) y Aguilar et al. (2014). . Así, se produjo una yuxtaposición con la noción de memoria discursiva, cuyo efecto fue aligerar la densidad de las formaciones discursivas como conjunto estabilizado y estructurado, al aseverarse que el sentido siempre ejerce transformaciones sobre sí en un "relanzamiento indefinido de interpretaciones" (PÊCHEUX, 2013_______. El discurso: ¿estructura o acontecimiento? Décalages, Paris, Vol. 1, N° 4, 2013. Disponible en: [http://scholar.oxy.edu/decalages/vol1/iss4/16]. Acceso 04/11/2016.
http://scholar.oxy.edu/decalages/vol1/is...
, p.16). De este modo, se desestabilizó el sentido de las formaciones discursivas como estructuras cerradas, para abrir mayor espacio a la agencia discursiva (MALDIDIER, 1992MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213.), al acontecimiento y a la reflexividad de la discursividad.

Como señalan Glozman y Montero (2010)GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96., se mantuvo el carácter exterior, anterior y constitutivo del interdiscurso, pero se difuminó el sentido de totalidad compleja, articulada por la contradicción. Las autoras marcan que, al perderse este carácter de totalidad, el vínculo con el todo complejo de formaciones ideológicas quedó disminuido, reafirmándose la capacidad de un enunciado de transformar su sentido. Así, concluyen en que la desestabilización de la determinación en última instancia de las formaciones ideológicas constituyó la condición de posibilidad para la reformulación del interdiscurso.

A partir de este breve recorrido, podemos dar cuenta de la relevancia del interdiscurso para la conceptualización de lo discursivo y su relación con lo ideológico en las producciones de Pêcheux. Ello se debe a que las formaciones discursivas se forman a partir de un complejo de relaciones que mantienen entre sí, organizado por las contradicciones entre las formaciones ideológicas de las que son parte. Así, lo decible en un momento histórico es indisociable de los procesos y luchas ideológicos que también configuran lo pensable. Por otro lado, el interdiscurso ilumina una formación "vertical" de los discursos: estos se constituyen históricamente a partir de su relación con enunciados ya dichos, repitiéndolos, transformándolos, omitiéndolos u olvidándolos. De este modo, el discurso presente está inscripto en un entramado histórico de discursos ya dichos y en una posición determinada respecto de los aparatos ideológicos de una sociedad dada. Al alumbrar las relaciones de contradicción entre discursos, el interdiscurso permite pensar los conflictos ideológicos que los atraviesan.

En sus primeras formulaciones, el interdiscurso ocupó un espacio de "mediación" para pensar la relación entre lo discursivo y lo ideológico. No por que éste fuera un concepto de escala "intermedia", sino porque permitía delimitar una zona fronteriza en la que estos dos órdenes se imbricaban. Hablamos de una "frontera" pues los mecanismos de articulación entre el discurso y la ideología no estaban propiamente identificados, sino que la penetración de ambos órdenes se generaba debido a que el discurso se organizaba como tal a partir de las relaciones de contradicción que ordenaban las posiciones entre formaciones ideológicas. Debido a ello el efecto del interdiscurso en la constitución de los discursos era silencioso, casi inaprehensible en su correlato lingüístico.

La presencia continua y silenciosa del interdiscurso portaba dos riesgos. El primero era que el sometimiento del sujeto a la ideología y el interdiscurso no se configuraba como algo a explicar, sino que constituía un supuesto dentro del funcionamiento del interdiscurso. En segundo lugar, el discurso presente podía ser interpretado en clave de relaciones "parafrásicas" con enunciados ya dichos y la constitución histórica asimilarse a modalidades de repetición de los elementos asignados a una FD. Así, la coyuntura podía ser comprendida en clave de lo históricamente constituido y no de lo potencialmente emergente. Asimismo, el sujeto individual -pero podríamos pensar, de igual modo, los sujetos colectivos- no tenía lugar en estos procesos de formación del discurso, sino en los de "formulación" que, según las formas de conceptualización que venimos reconstruyendo, corría el riesgo de plantearse como continua "reformulación". En este sentido, caben las críticas que los historiadores del AFD que indagaremos en el próximo apartado hacían al respecto: esta forma de abordaje de lo discursivo tenía el riesgo de dar por supuesto el orden ideológico, tomando como base para los estudios empíricos hipótesis no problematizadas de investigaciones historiográficas o sociológicas.

Las reformulaciones posteriores del concepto fueron sensibles a este punto problemático, alterando el régimen de historicidad y el tipo de participación de los sujetos individuales y colectivos en la configuración del orden discursivo. La yuxtaposición de la categoría de interdiscurso con la de memoria discursiva generó la puesta en foco de los efectos de memoria en la constitución del discurso (tanto de las modalidades enunciativas como de los enunciados). Bajo esta concepción, el orden interdiscursivo pasó de definirse como un todo complejo a estar referido a las redes de memoria aprehensibles mediante huellas lingüísticas. Es preciso destacar que la definición del interdiscurso como todo complejo permitía trazar un funcionamiento análogo al todo complejo de las formaciones ideológicas. Entonces, el desplazamiento hacia su definición en tanto "redes" diluyó la intersección con el orden ideológico. Si bien la inscripción de lo discursivo en los procesos ideológicos no fue un eje de reelaboración, no se produjeron nuevas mediaciones analíticas para abordar su relación.

Pese a ello, la noción de interdiscurso abrió una vía fértil de indagación acerca de la constitución histórica del discurso, identificando las tramas de historicidad diversas que confluyen en él y que hacen de éste un objeto con densidad propia.

3 La práctica discursiva en foco: la escala de la coyuntura y el acontecimiento

Encontramos otro tipo de problematizaciones acerca del vínculo entre las ideologías y lo discursivo, en las que tomaron mayor centralidad las categorías de "práctica discursiva" y de "coyuntura". Éstas fueron producidas por un conjunto de historiadores en el marco del AFD, como R. Robin, J. Guilhaumou y D. Maldidier.

Estos ponían de relieve que, en el marco de la teorización de lo discursivo a partir de la ideología, la historia y la lingüística, se desplegaron problemas que venían siendo abordados por cada una de estas disciplinas (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142.). Por parte de la historia, la pregunta vigente tenía que ver con "el estatus del discurso histórico, su relación con una formación social, y en particular con la instancia ideológica, y su relación con una sincronía lingüística" (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142., p.117)21 20 No hemos encontrado traducción al castellano publicada. En el texto de referencia: "[...] séries de tissus d´indices lisibles, constituant un corps sociohistorique des traces". . Desde la lingüística, se trataba del estatus del discurso y de "los problemas dados por la exclusión y la necesidad de reintegración de todo aquello que fue llamado 'extralingüístico'" (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142., p.117)22 21 La traducción es propia al no contar con una edición publicada al castellano. Apuntamos el fragmento en francés del texto citado: "Le statut du discours historique, son rapport à une formation sociale, et en particulier à l'instance idéologique, et son rapport à une synchronie linguistique". . Se trata, en su suma, de los problemas que venimos abordando.

Robin, Normand y Maldidier (1972)ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142. cuestionaron el lugar de la enunciación en la conceptualización del discurso. Por un lado, retomaron el límite advertido por el AFD respecto de las perspectivas puramente enunciativas, que consideraban prioritariamente la situación de enunciación como condicionante de los procesos discursivos. Así, advertían la relevancia de las determinaciones del sujeto en su decir por la ideología, la clase, la lengua, el inconsciente. Sin embargo, también discutieron que estas determinaciones negasen la intervención constante del sujeto en el discurso propio. El proceso de enunciación revelaba la agencia discursiva de los sujetos y la relevancia del significante en los procesos de interpelación ideológica. Por ello era preciso incorporarlo en la conceptualización del discurso.

De allí que advirtieran que ciertas categorías del AFD presentaban limitaciones para desarrollar esta mirada sobre lo discursivo. Ello las llevó a realizar una apreciación crítica de las categorías de Foucault que el AFD había retomado, en pos de identificar y superar ciertas reducciones conceptuales para pensar la relación entre lo discursivo y lo extradiscursivo, entre la formación histórica del discurso y una sincronía lingüística. Para las autoras, al aludir a la historia, Foucault había señalado la necesaria relación entre prácticas discursivas y no discursivas. Pero lo hizo desde conceptos generales que no permitieron una traducción analítica que orientara la labor investigativa. En este sentido, el riesgo era considerar que las reglas que forman lo discursivo resultan internas a este orden y que éste adquiriera una dinámica autogenerada. Por otro lado, Foucault había omitido el nivel lingüístico y la materialidad del significante, al considerar que la formación de los enunciados se daba al borde del lenguaje. Una última reducción, según las autoras, estaba dada por la negación tácita al establecimiento de causalidades, a partir del predominio de la descripción en la propuesta arqueológica del autor.

En virtud de estos problemas, las autoras proponían redefinir la noción de práctica discursiva respecto de como había sido planteada por Foucault, para que la misma pudiera incluir la interacción con lo extralingüístico. Por otro lado, también el concepto de FD debía poder abordar la relación de los eventos discursivos con las determinaciones extradiscursivas (instituciones, relaciones sociales, económicas, etc.), a fin de establecer formas de explicación de los procesos discursivos y no sólo de descripción. Para las autoras, las formaciones discursivas se constituían por los principios de articulación entre lo discursivo y lo extradiscursivo, pues se trataba de formaciones que moldean prácticas en el seno de instituciones sociales concretas.

En el texto citado, también entablaron un debate con Pêcheux. Encontraban que, en su modelo de análisis, los procesos de producción de sentido tenían al sujeto como un soporte o efecto (de la ideología), más que como agente. Observaban críticamente el dominio del interdiscurso sobre la frontera entre los elementos decibles y no decibles. Finalmente, consideraban que este pasaje se terminaba explicando por la identificación del sujeto de la enunciación con la posición de sujeto de la formación ideológica en la que se inscribiera la FD de referencia. En esta perspectiva,

La noción de enunciación se encuentra totalmente repensada y reformulada: se trata de procesos por los cuales 'el 'sujeto hablante' toma posición por la relación que establece con las representaciones de las cuales es soporte, esas representaciones se encuentran plasmadas por el 'preconstruido' lingüísticamente analizable' (PÊCHEUX, 1978)" (ROBIN et al., 1975, p.138; resaltado propio)23 22 Texto original: "Les problèmes posés par l'exclusion et la nécessité de réintégration de tout ce qui fut appelé 'extra-linguistique'". .

Criticaban de su esquema conceptual la pérdida de sustancia de las prácticas discursivas, al plantear su ensamblaje al complejo conformado por prácticas de orden ideológico. "No es a ese precio que haremos entrar la teoría del discurso en el materialismo histórico", concluían al respecto (ROBIN et al., 1975, p.138)24 23 Texto original: "La notion d'énonciation se trouve totalement repensée et reformulée: il s'agit des processus par lesquels '... le 'sujet parlant' prend position par rapport aux représentations dont il est le support, ces représentations se trouvant réalisées par du 'préconstruit' linguistiquement analysable'". .

Para las autoras, la noción de "prácticas discursivas" se anclaba en la definición del discurso como práctica social, resultante de "las reglas de su organización interna y de las reglas de su articulación con otras prácticas discursivas y prácticas no discursivas" (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142., p.129)25 24 Texto original : "Ce n'est qu'à ce prix qu'on fera entrer la théorie du discours dans le matérialisme historique". . Las autoras retomaban lo producido en el campo del AFD para pensar estas determinaciones, manteniendo la categoría articuladora de totalidad social compleja. Sin embargo, advertían un desafío abierto: "Todo el problema es aquí precisamente el de pensar el estatus de esta necesidad" (ROBIN et al., 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142., p.130)26 25 Texto original : "Ce n'est qu'à ce prix qu'on fera entrer la théorie du discours dans le matérialisme historique". . Para ellas, las determinaciones de las prácticas discursivas -socialmente reglamentadas e institucionalizadas- no podían ser puramente discursivas.

Pese a que el texto citado no expone una propuesta acabada y exhaustiva respecto de los desafíos planteados, es posible advertir una gravitación distinta de los procesos enunciativos en la configuración de lo discursivo, que la asumida en la teorización sobre interdiscurso. Definitivamente, se trastocaba también el vínculo entre lo discursivo y lo extradiscursivo, a partir de las observaciones críticas de las nociones de práctica y FD. Cobraba peso la necesidad de engarzar lo histórico con lo sincrónico, así como las determinaciones del sujeto y su agencia discursiva.

Posteriormente, Robin (1976)ROBIN, R. Discurso político y coyuntura. In: LÉON, P. y MITERRAND, H. (Comp.). L'analyse du discours. Montreal: Centre Educatif et Culturel, 1976. acuñó la noción de "efecto de coyuntura" para pensar las relaciones entre lo discursivo y lo extradiscursivo. En lugar de analizarlas en términos de "covariaciones", la autora proponía vincular las prácticas discursivas a las relaciones de fuerzas producidas en el seno de los aparatos hegemónicos de una formación social, en una coyuntura determinada. Sin embargo, señalaba que la coyuntura no se percibe en el discurso sino a través de una serie de efectos: el efecto de "lo real"; el efecto de "identificación" sobre la base de significantes ligados a la coyuntura; y de desconocimiento/reconocimiento. La coyuntura, entendida como la unidad de las contradicciones de una formación social en un momento dado, impone una serie de restricciones a las prácticas -ideológicas, de poder, lingüísticas, textuales-, de la que surgen estos efectos. La coyuntura trabaja y se inscribe sobre el discurso -y viceversa- (HAIDAR, 2000HAIDAR, J. El poder y la magia de la palabra. El campo del análisis del discurso. In: DEL RÍO LUGO, N. (coord.), La producción textual del discurso científico. México: Universidad Autónoma Metropolitana, 2000, p.47-53.). Así, dicha categoría se cierne como un nivel de intermediación entre los procesos de enunciación y las nociones de formación discursiva e ideológica, ellas también redefinidas.

Por otro lado, Guilhaumou y Maldidier (1986)GUILHAUMOU, J. y MALDIDIER, D. 'Effets de l´archive': l´analyse de discours du coté de l´histoire. Langages, Paris, vol. 21, nº 81, 1986, p.43-56. sistematizaron otra perspectiva de trabajo, que compartió Robin en algunos escritos (1986). Señalaban que era necesario poner de relieve que ciertos hechos históricos se construyen en una combinación de la larga duración y los acontecimientos, por lo que para su aprehensión era necesario confrontar series archivísticas y regímenes desmultiplicados de producción, circulación y lectura de textos. Proponían una forma particular de lectura de los archivos con el fin de dar cuenta de emergencias discursivas en coyunturas determinadas. Ésta consistía en la reconstrucción de un trayecto temático vinculado a acontecimientos discursivos, el trabajo con el cotexto y el momento de análisis en corpus.

La idea de trayecto temático está sumamente vinculada a la de acontecimiento. Un acontecimiento discursivo emerge como tal en un horizonte de expectativas o un conjunto de "posibles" propios de cada situación histórica, realizando uno de esos posibles e inscribiendo al tema en posición referencial. El acontecimiento discursivo no se trata del "hecho noticia" ni de las designaciones que éste adquiere sino que "debe ser aprehendido en la consistencia de enunciados que forman red en un momento dado" (GUILHAUMOU y MALDIDIER, 1986GUILHAUMOU, J. y MALDIDIER, D. 'Effets de l´archive': l´analyse de discours du coté de l´histoire. Langages, Paris, vol. 21, nº 81, 1986, p.43-56., p.44)27 26 Texto original: "Tout le problème est ici précisément de penser le statut de cette nécessité". . El estudio del "trayecto temático" consistía en dar cuenta de las configuraciones textuales que se asocian de un acontecimiento a otro, basándose en el conocimiento de las tradiciones retóricas, las formas de escritura y los usos sociales del lenguaje. Su énfasis estaba puesto en lo nuevo dentro de la repetición y buscaba reconstruir los caminos de lo que produce acontecimiento en el lenguaje. Aquí el acontecimiento discursivo sigue una lógica configuracional, no estructural: tanto en su emergencia como en cuanto a su cualidad de productor de argumentos y juicios.

A la reconstrucción del trayecto temático le seguía el trabajo con el "cotexto", entendido como la disposición de enunciados que remiten al punto de vista más vasto del tema estudiado, a partir del cual es posible identificar recurrencias lingüísticas. Si el armado del trayecto temático constituye una operación comprensiva, el momento del cotexto introduce una perspectiva de aprehensión global y la posibilidad de construir el objeto discursivo a partir de las recurrencias analizadas. Entonces, se abriría el momento terminal de análisis en corpus, cuyo material es la serie de descripciones textuales e históricas. Momento privilegiado de "[...] relación con la materialidad de la lengua, con la historia, con lo real [...], centrada en la puesta en evidencia del vínculo entre estrategias discursivas y las relaciones de fuerza en una coyuntura dada" (GUILHAUMOU y MALDIDIER, 1986GUILHAUMOU, J. y MALDIDIER, D. 'Effets de l´archive': l´analyse de discours du coté de l´histoire. Langages, Paris, vol. 21, nº 81, 1986, p.43-56., p.47)27 27 La traducción es propia, pues el texto no fue editado en castellano. Del texto original en francés: "Il est à saisir dans la consistance d'énoncés qui font réseau à un moment donné". .

Estas producciones nos hablan de que, pese a la continuidad de lo ideológico en tanto región en la que se inscribe lo discursivo, las formas de relación entre ambos órdenes se planteaba de modo diferente al examinado respecto del interdiscurso. En primer lugar, el eje articulador entre estos órdenes es el de "práctica discursiva": son los determinantes del discurso en tanto práctica los que permiten acercarnos a la modalidad en que la ideología modela el discurso. Se trata de determinantes que no son puramente discursivos, sino que se inscriben en la coyuntura y las instituciones en cuyo seno se producen los discursos. En pos de aprehender estos determinantes actuantes en una coyuntura dada, emergieron categorías de una escala intermedia de análisis y observación, como las instituciones y los aparatos ideológicos del Estado. En la misma línea, se enfatizó la necesidad de identificar las fuerzas en confrontación alrededor de acontecimientos discursivos específicos, mediante los cuales sería posible mapear la dinámica del conflicto entre clases y fracciones de clases. La referencia a lo ideológico no estaba dada por el complejo de formaciones ideológicas, sino por estas prácticas sociales institucionalizadas y las relaciones de fuerza y enfrentamientos en el seno de los aparatos ideológicos.

También encontramos otra mirada en torno al registro de historicidad y sobre la participación de los sujetos. Esto se debe a que la formación de enunciados es enfocada desde la categoría de acontecimiento discursivo y su relación con la coyuntura, delineando un tiempo más corto como medida del análisis que, eventualmente, pueda conjugarse con otras series históricas de tiempo largo. El cambio de escala operó un cambio de terreno, por el que se buscó introducir una mayor apertura a la agencia discursiva. Se pretendía dar cuenta de la constitución del discurso a partir de procesos sociales, políticos, económicos e ideológicos, de orden propiamente extradiscursivo.

La incorporación de la agencia discursiva en el análisis no fue seguida por un relajamiento de la determinación ideológica, sino que se introdujo como carácter de todo proceso de sometimiento. La secuencia propuesta de trayecto temático/cotexto/momento del corpus examinaba relaciones entre enunciados aunque no desde el prisma del concepto de interdiscurso, sino de los efectos de las relaciones de conflicto en una serie de acontecimientos discursivos. Finalmente, el establecimiento de una relación mediada entre el discurso y sus exteriores, habilitó a resguardar una dimensión propiamente lingüística de la indagación, motivo por el que las modalidades enunciativas y los significantes asumieron relevancia en esta propuesta analítica.

Conclusiones e interrogantes

La revisión efectuada nos permite reafirmar nuestro punto de partida: las conceptualizaciones producidas desde el AFD sobre el discurso tienen como "borde" la problematización de la relación con su exterior. Hemos observado que dicho "exterior" no es entendido de forma simple. Por el contrario, hemos puesto de relieve "exteriores" de distinta naturaleza y formas diversas de "articulación" y "mediación" con ellos, en detrimento de una causalidad mecánica.

El abordaje de los problemas teóricos inaugurados por estas formas de relación implica una dimensión teórica y epistemológica. Los debates y reformulaciones han girado en torno a los regímenes de historicidad y el problema de la agencia del sujeto ¿Cómo conjugar la configuración histórica del discurso y su momento como práctica? ¿Cómo integrar las determinaciones de dicha práctica y la capacidad de agencia y reflexividad? Estos problemas clásicos de la teoría social se plantean especialmente cuando buscamos analizar el discurso desde el punto de vista de las formaciones sociales en las que son producidos.

En tanto el problema al que aluden estas preguntas refieren a las mediaciones analíticas, es preciso poner de relieve que otro carril por el que discurren las diferencias entre los dos abordajes analizados está dado por las escalas de análisis puestas en juego. Mientras el interdiscurso constituye una estructura que se enmarca en procesos de "tiempo largo", la "coyuntura" pretende estudiar un acontecimiento como resultado de una lógica configuracional. La posibilidad de conjugar ambas propuestas no radica en la elección de distintas escalas de análisis, pues éstas no constituyen una lente intercambiable con la que aprehender los procesos sociales, sino que su elección habilita la emergencia aspectos conceptuales disímiles de un mismo objeto (REVEL, 2011REVEL, J. Micro versus Macro: escalas de observación y discontinuidad en la historia. Tiempo Histórico, Santiago de Chile, Nº 2, 2011, p.15-26.).

En este sentido, la articulación entre ambas propuestas permanece como un eje abierto a la indagación. En principio, implicaría una necesaria reflexión epistemológica y teórica sobre los límites para su compatibilización. La reelaboración del interdiscurso sobre la idea de memoria discursiva puede entrañar posibilidades de aproximación. Por otro lado, establecer un juego de escalas (REVEL, 2011REVEL, J. Micro versus Macro: escalas de observación y discontinuidad en la historia. Tiempo Histórico, Santiago de Chile, Nº 2, 2011, p.15-26.) también podría ser una vía teórico-metodológica a explorar, combinando series archivísticas de diversas temporalidades. Sin la pretensión de agotar los fenómenos discursivos, desde nuestras investigaciones podemos comprometernos en la búsqueda de categorías conceptuales de carácter problemático y reflexivo.

  • 1
    LISPECTOR, 2004, p.23-24.
  • 2
    Al interior de la lingüística, estas problematizaciones contaban con vastos antecedentes, desde las obras de Saussure, Bajtin y Voloshinov (ROBIN, 1986_______. Postface. L'analyse du discours entre la linguistique et les sciences humaines: l'éternel malentendu. Langages, Paris, 21 année, n.º 81, 1986.; MONTERO, 2016MONTERO, S. Memoria discursiva e identidades políticas. Huellas y relatos del pasado reciente en el discurso político contemporáneo. En: Seminario de Extensión Problemas de investigación interdisciplinaria II: violencias y memorias del pasado reciente, 2013, Mar del Plata. El pasado es hoy. Investigaciones y debates sobre las herencias criminales. Mar del Plata: Eudem, 2016.).
  • 3
    Podríamos pensar al AFD como un programa de investigación pues conformó una apuesta teórica, metodológica e investigativa unificada en torno a ciertos elementos que expondremos en el próximo apartado. Asimismo, se expresó institucionalmente en el año 1982, con la creación de un proyecto interdisciplinario cuyos antecedentes eran previos: el RCP (Recherche Coopérative Programée) - ADELA (Analyse de Dioscours et Lecture D' Archive). Finalmente, esta perspectiva contribuyó a la constitución de un campo disciplinar con objetos, problemas y métodos propios (MONTERO, 2014_______. El análisis francés del discurso y el abordaje de las voces ajenas. In: CANALES, M. (Comp.): Escucha de la escucha. Análisis e interpretación en la investigación cualitativa. Santiago de Chile: LOM- FACSO, 2014, p.247-273.).
  • 4
    Nuestro interés por abordar ambas propuestas surgió de la identificación de una polémica entre ellas en diversos números de la revista Langages, que hemos retomado para el presente trabajo.
  • 5
    Estas transformaciones se situaron en una reconfiguración del campo académico, a partir del retorno al sujeto y el cuestionamiento de las positividades globalizadoras (MALDIDIER, 1992MALDIDIER, D. La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux. Revista Signo y Seña, Buenos Aires, Nº 1, 1992, p.199-213.). Pêcheux (2013)_______. El discurso: ¿estructura o acontecimiento? Décalages, Paris, Vol. 1, N° 4, 2013. Disponible en: [http://scholar.oxy.edu/decalages/vol1/iss4/16]. Acceso 04/11/2016.
    http://scholar.oxy.edu/decalages/vol1/is...
    refería a las mismas en términos del hundimiento del estructuralismo político francés.
  • 6
    Al respecto, Aguilar et al. (2014)AGUILAR, P., GLOZMAN, M., GRONDONA, A., HAIDAR, V. ¿Qué es un corpus? Revista Entramados y Perspectivas, Buenos Aires, n.º 4, 2014, p.35-64. profundizan en estas dos concepciones acerca del discurso, que el AFD contribuyó a discutir. Las denominan teorías (o ideologías) liberales/idealistas y mecanicistas. Las primeras entienden a lo discursivo como producción de los sujetos, considerándolos responsables de su enunciación, mientras que la segunda deriva la dinámica y sentido del discurso de un principio homogéneo y unitario que le es exterior.
  • 7
    Dicha perspectiva estuvo influida por la noción de "totalidad compleja" formulada por Althusser. Ésta constituía un efecto global estructurado por la acumulación de contradicciones desiguales y las relaciones de sobredeterminación que se gestan en una coyuntura dada. La dominancia de una contradicción sobre otras no puede deducirse de antemano, sino a partir del análisis empírico de la coyuntura en cuestión.
  • 8
    Hemos encontrado una traducción al castellano del texto original, editada por Gredos (Madrid) en 1978. Sin embargo, dado que en ciertos tramos se desapega del léxico del original francés, conservaremos la referencia a éste. "Il est insuffisant de considérer la superstructure idéologique comme l'expression de 'la base économique', comme si l'idéologie était constituée par la 'sphère des idées' au-dessus du monde des choses, des faits économiques [...]".
  • 9
    Pêcheux y Fuchs (1975)PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80. definen a una formación ideológica como la configuración que adquiere, en la coyuntura ideológica de una sociedad dada, una fuerza capaz de confrontarse a otras, a partir de un ensamble de actitudes y representaciones. Esta confrontación está vinculada a posiciones de clase.
  • 10
    En el idioma original: "Les formations idéologiques [...] comportent nécessairement comme une de leurs composantes une ou plusieurs formations discursives inter-reliées qui déterminent ce qui peut et doit être dit [...] dans un certain rapport de places intérieur à un appareil idéologique et inscrit dans un rapport de classes".
  • 11
    La cuestión del sujeto del discurso es ampliamente desarrollada por: ROBIN et. al, 1972ROBIN R., NORMAND C., MALDIDIER D. Discours et idéologie: quelques bases pour une recherche. Langue française, Paris, Nº 15, 1972, p.116-142., PÊCHEUX y FUCHS, 1975PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80.; COURTINE, 1981COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
    http://www.felsemiotica.org/site/wp-cont...
    ; DUCROT, 1990; AUTHIER- REVUZ, 1990.
  • 12
    Al respecto, es fundamental la referencia a Courtine (1981)COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
    http://www.felsemiotica.org/site/wp-cont...
    , quien sistematiza la conceptualización sobre las condiciones de producción. Debido a la especificidad de su propuesta no hemos podido tomarlo en los límites de este trabajo.
  • 13
    ¿Podríamos considerar como un nivel de exterioridad respecto de lo discursivo al inconsciente? En cuanto a las condiciones de producción del discurso, Pêcheux se refería a las formaciones imaginarias que intervienen en su constitución, lo cual nos habla de un nivel subjetivo e imaginario que opera constitutivamente y de forma exterior.
  • 14
    Según Courtine (1981)COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
    http://www.felsemiotica.org/site/wp-cont...
    intradiscurso remite a una secuencia discursiva concreta, al estado terminal del discurso, que manifiesta una coherencia visible y horizontal entre elementos formados.
  • 15
    No pretendemos hacer una revisión exhaustiva de la noción de interdiscurso en la obra de Pêcheux, sino limitarnos a una exposición breve de sus implicancias en torno al problema de la relación entre el discurso y su exterior. Para una indagación de ese tipo, remitimos al trabajo de Glozman y Montero (2010)GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96., que propone una lectura atada a la trama de sus textos.
  • 16
    Su constitución remite al proceso análogo de desarrollo desigual de las contradicciones que propone Althusser (1976)ALTHUSSER, L. La revolución teórica de Marx. Trad. Martha Harnecker. México: Siglo XXI, 1976. para pensar una totalidad compleja.
  • 17
    En su idioma original: "Une formation discursive est constituée-bordée par ce qui lui est extérieur, donc par ce qui y est strictement informulable puisqu'il la détermin [...]".
  • 18
    En su idioma original: "[...] Une série de déterminations successives par lesquelles l'énoncé se constitue peu à peu, et qui ont pour caractéristique de poser le 'dit' et donc de rejeter le 'non-dit'".
  • 19
    El acceso de los sujetos a los procesos de formación discursiva es explicado por Pêcheux a partir de las categorías de inconsciente y preconsciente. Al respecto ver Pêcheux y Fuchs (1975)PÊCHEUX, M., FUCHS, C. Mises au point et perspectives à propos de l'analyse automatique du discours. Langages, Paris, Nº 37, 1975, p.7-80. y la teoría de los dos olvidos. Ésta es oportunamente explicada por Glozman y Montero (2010)GLOZMAN M., MONTERO S. Lecturas de nunca acabar: consideraciones sobre la noción de interdiscurso en la obra de Michel Pêcheux. Cadernos de Letras da UFF, Brasil, Nº 40, 1º sem., 2010, p.75-96. y Aguilar et al. (2014)AGUILAR, P., GLOZMAN, M., GRONDONA, A., HAIDAR, V. ¿Qué es un corpus? Revista Entramados y Perspectivas, Buenos Aires, n.º 4, 2014, p.35-64..
  • 20
    No hemos encontrado traducción al castellano publicada. En el texto de referencia: "[...] séries de tissus d´indices lisibles, constituant un corps sociohistorique des traces".
  • 21
    La traducción es propia al no contar con una edición publicada al castellano. Apuntamos el fragmento en francés del texto citado: "Le statut du discours historique, son rapport à une formation sociale, et en particulier à l'instance idéologique, et son rapport à une synchronie linguistique".
  • 22
    Texto original: "Les problèmes posés par l'exclusion et la nécessité de réintégration de tout ce qui fut appelé 'extra-linguistique'".
  • 23
    Texto original: "La notion d'énonciation se trouve totalement repensée et reformulée: il s'agit des processus par lesquels '... le 'sujet parlant' prend position par rapport aux représentations dont il est le support, ces représentations se trouvant réalisées par du 'préconstruit' linguistiquement analysable'".
  • 24
    Texto original : "Ce n'est qu'à ce prix qu'on fera entrer la théorie du discours dans le matérialisme historique".
  • 25
    Texto original : "Ce n'est qu'à ce prix qu'on fera entrer la théorie du discours dans le matérialisme historique".
  • 26
    Texto original: "Tout le problème est ici précisément de penser le statut de cette nécessité".
  • 27
    La traducción es propia, pues el texto no fue editado en castellano. Del texto original en francés: "Il est à saisir dans la consistance d'énoncés qui font réseau à un moment donné".
  • 28
    Original en francés: "(...) rapport à la matérialité de la langue, à l'histoire, au réel, (...) avant tout dans la mise en évidence de stratégies discursives liées à des rapports de force dans une conjoncture donnée".

REFERÊNCIAS

  • AGUILAR, P., GLOZMAN, M., GRONDONA, A., HAIDAR, V. ¿Qué es un corpus? Revista Entramados y Perspectivas, Buenos Aires, n.º 4, 2014, p.35-64.
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  • _______. Ideología y aparatos ideológicos del Estado: Freud y Lacan. Trad. Jose Sazbon y Alberto J. Pla. Buenos Aires: Nueva Visión, 1988.
  • COURTINE, J. J. Analyse du discours politique (le discours communiste adressé aux chrétiens). Paris, Langages, Nº 62, jun.1981. http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
    » http://www.felsemiotica.org/site/wp-content/uploads/2014/10/Langages-62-1981-An%C3%A1lisis-del-discurso-pol%C3%ADtico-el-discurso-comunista-dirigido-a-los-cristianos.pdf
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  • _______. Postface. L'analyse du discours entre la linguistique et les sciences humaines: l'éternel malentendu. Langages, Paris, 21 année, n.º 81, 1986.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    May-Aug 2017

Histórico

  • Recibido
    04 Nov 2016
  • Acepto
    20 Mar 2017
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