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Influencia del ejercicio aeróbico en la renina de portadores de hipertensión arterial con sobrepeso

Resúmenes

FUNDAMENTO: La actividad del sistema renina-angiotensina-aldosterona tiene relación directa con sobrepeso y sedentarismo, y esas variables se asocian a la hipertensión arterial (HA). El ejercicio aeróbico propicia mejor control de la presión arterial (PA) por actuar en los mecanismos de la regulación presórica, entre ellos, la actividad de renina plasmática (ARP). OBJETIVO: Evaluar la influencia del ejercicio aeróbico sobre ARP en portadores de HA con sobrepeso. MÉTODOS: Fueron evaluados niveles presóricos, bioquímicos y antropométricos pre y post-entrenamiento de 16 semanas, tres veces por semana, a 60%-80% da frecuencia cardíaca máxima. Los datos fueron expresados en media ± desvío estándar o media e intervalo intercuartílico, y analizados por el teste "t", Mann-Withney y ANOVA (p < 0,05). RESULTADOS: Veinte individuos presentaron media de edad de 57 ± 7,0 años e índice de masa corporal de 30 ± 3,5 kg/m². El entrenamiento aeróbico promovió la reducción del porcentaje de grasa corporal (35 ± 7,8 para 30 ± 5,6 %), de la frecuencia cardíaca (FC) (80 ± 10,4 para 77 ± 8,5 lpm) y de la presión de pulso (PP) (50 ± 11,8 para 46 ± 10,0 mmHg) en la muestra general (p < 0,05), sin reducción de la ARP, que varió de 0,8 (0,45-2,0) a 1,45 (0,8-2,15) ηg/ml/h (p = 0,055). En el grupo con reducción de la circunferencia abdominal (CA) (n = 8) hubo reducción de la PA sistólica y PP (p < 0,05). En el grupo sin reducción de la CA, ninguna de las variables presóricas presentó alteración. La ARP no se asoció con ninguna variable estudiada. El efecto del entrenamiento aeróbico se asoció a la reducción de la PP en la casuística total y a la reducción de la PA sistólica en el subgrupo con reducción de la CA. CONCLUSIÓN: El entrenamiento aeróbico no reduce la ARP en hipertensos con sobrepeso.

Ejercicio; renina; hipertensión; sobrepeso; obesidad


FUNDAMENTO: A atividade do sistema renina-angiotensina-aldosterona tem relação direta com sobrepeso e sedentarismo, e essas variáveis se associam à hipertensão arterial (HA). O exercício aeróbio propicia melhor controle da pressão arterial (PA) por agir nos mecanismos da regulação pressórica, dentre eles, a atividade de renina plasmática (ARP). OBJETIVO: Avaliar a influência do exercício aeróbio sobre ARP em portadores de HA com sobrepeso. MÉTODOS: Foram avaliados níveis pressóricos, bioquímicos e antropométricos pré e pós-treinamento de 16 semanas, três vezes por semana, a 60%-80% da frequência cardíaca máxima. Os dados foram expressos em média ± desvio padrão ou mediana e intervalo interquartílico, e analisados pelo teste "t", Mann-Withney e ANOVA (p < 0,05). RESULTADOS: Vinte indivíduos apresentaram média de idade de 57 ± 7,0 anos e índice de massa corpórea de 30 ± 3,5 kg/m². O treinamento aeróbio promoveu a redução da porcentagem de gordura corporal (35 ± 7,8 para 30 ± 5,6 %), da frequência cardíaca (FC) (80 ± 10,4 para 77 ± 8,5 bpm) e da pressão de pulso (PP) (50 ± 11,8 para 46 ± 10,0 mmHg) na amostra geral (p < 0,05), sem redução da ARP, que variou de 0,8 (0,45-2,0) a 1,45 (0,8-2,15) ηg/ml/h (p = 0,055). No grupo com redução da circunferência abdominal (CA) (n = 8) houve redução da PA sistólica e PP (p < 0,05). No grupo sem redução da CA, nenhuma das variáveis pressóricas apresentou alteração. A ARP não se associou com nenhuma variável estudada. O efeito do treinamento aeróbio associou-se à redução da PP na casuística total e à redução da PA sistólica no subgrupo com redução da CA. CONCLUSÃO: O treinamento aeróbio não reduziu a ARP em hipertensos com sobrepeso.

Exercício; renina; hipertensão; sobrepeso; obesidade


BACKGROUND: The activity of the renin-angiotensin-aldosterone system (RAAS) is directly related to overweight and sedentary lifestyles, both of which are associated with hypertension. Aerobic exercise helps control blood pressure (BP) by acting on mechanisms of blood pressure regulation, such as plasma renin activity (PRA). OBJECTIVE: To assess the effect of aerobic exercise on plasma renin activity in overweight hypertensive patients. METHODS: Blood pressure, serum biochemistry and anthropometric parameters of twenty subjects were measured before and after a 16-week exercise training program, three days a week, at 60-80% of maximal heart rate. Data were expressed as mean ± standard deviation or median and interquartile range and analyzed using the student's t-test, Mann-Whitney test, and ANOVA (p < 0.05). RESULTS: Mean age of the study population was 57 ± 7.0, and mean body mass index was 30 ± 3.5 kg/m². The aerobic training decreased body fat (35 ± 7.8 to 30 ± 5.6 %), heart rate (HR) (80 ± 10.4 to 77 ± 8.5 bpm), and pulse pressure (PP) (50 ± 11.8 to 46 ± 10.0 mmHg) (p < 0.05), but not plasma renin activity, which ranged from 0.8 (0.45-2.0) to 1.45 (0.8-2.15) ηg/ml/h (p = 0.055). The group that achieved a reduction in waist circumference (WC) (n = 8) experienced also a reduction in systolic BP and PP (p < 0.05). In the group without reduction in WC, none of the BP variables changed. Plasma renin activity (PRA) was not associated with any variable studied. Aerobic training was associated with a decrease in PP in the study group as a whole and with a decrease in systolic BP in the subgroup who experienced a decrease in waist circumference. CONCLUSION: The aerobic exercise training failed to reduce plasma renin activity in overweight hypertensive patients.

Exercise; renin; hypertension; overweight; obesity


ARTÍCULO ORIGINAL

Influencia del ejercicio aeróbico en la renina de portadores de hipertensión arterial con sobrepeso

Bruno MartinelliI,II; Silvia Regina BarrileI,II; Eduardo Aguilar ArcaI,II; Roberto Jorge da Silva FrancoI; Luis Cuadrado MartinI

IFaculdade de Medicina de Botucatu - UNESP, Botucatu, SP

IIUniversidade Sagrado Coração - USC, Bauru, SP - Brasil

Correspondencia Correspondencia: Bruno Martinelli Rua Emílio Carlos, 215 - Santa Tereza 14940-000 - Ibitinga, SP - Brasil E-mail: bnomartinelli@yahoo.com.br

RESUMEN

FUNDAMENTO: La actividad del sistema renina-angiotensina-aldosterona tiene relación directa con sobrepeso y sedentarismo, y esas variables se asocian a la hipertensión arterial (HA). El ejercicio aeróbico propicia mejor control de la presión arterial (PA) por actuar en los mecanismos de la regulación presórica, entre ellos, la actividad de renina plasmática (ARP).

OBJETIVO: Evaluar la influencia del ejercicio aeróbico sobre ARP en portadores de HA con sobrepeso.

MÉTODOS: Fueron evaluados niveles presóricos, bioquímicos y antropométricos pre y post-entrenamiento de 16 semanas, tres veces por semana, a 60%-80% da frecuencia cardíaca máxima. Los datos fueron expresados en media ± desvío estándar o media e intervalo intercuartílico, y analizados por el teste "t", Mann-Withney y ANOVA (p < 0,05).

RESULTADOS: Veinte individuos presentaron media de edad de 57 ± 7,0 años e índice de masa corporal de 30 ± 3,5 kg/m2. El entrenamiento aeróbico promovió la reducción del porcentaje de grasa corporal (35 ± 7,8 para 30 ± 5,6 %), de la frecuencia cardíaca (FC) (80 ± 10,4 para 77 ± 8,5 lpm) y de la presión de pulso (PP) (50 ± 11,8 para 46 ± 10,0 mmHg) en la muestra general (p < 0,05), sin reducción de la ARP, que varió de 0,8 (0,45-2,0) a 1,45 (0,8-2,15) ηg/ml/h (p = 0,055). En el grupo con reducción de la circunferencia abdominal (CA) (n = 8) hubo reducción de la PA sistólica y PP (p < 0,05). En el grupo sin reducción de la CA, ninguna de las variables presóricas presentó alteración. La ARP no se asoció con ninguna variable estudiada. El efecto del entrenamiento aeróbico se asoció a la reducción de la PP en la casuística total y a la reducción de la PA sistólica en el subgrupo con reducción de la CA.

CONCLUSIÓN: El entrenamiento aeróbico no reduce la ARP en hipertensos con sobrepeso.

Palabras clave: Ejercicio, renina, hipertensión/terapia, sobrepeso, obesidad.

Introducción

Varios estudios muestran una correlación positiva entre el índice de masa corporal (IMC) y la concentración de la actividad de la renina plasmática (ARP) que es uno de los reguladores de la presión arterial (PA). La ARP es significativamente mayor en los pacientes obesos cuando son comparados a los magros normotensos, independientemente de niveles presóricos, así, la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) está envuelta en la hipertensión arterial (HA) y en la obesidad1-4. La obesidad central parece ser el principal predictor de la elevación de la PA5.

Se especula que los componentes del SRAA producidos por los adipocitos puedan asumir un papel autocrino, paracrino y/o endócrino en la fisiopatología de la obesidad y proveer una vía potencial por la cual la obesidad induce la HA. En el mismo sentido, esos componentes pueden favorecer la acumulación de tejido adiposo6.

El sedentarismo, favoreciendo la obesidad y la HA, puede estar asociado al aumento de la ARP7, lo que acarrea una elevación significativa de la mortalidad y morbilidad, pues los componentes del SRAA pueden comprometer al sistema cardiovascular directa e independientemente de la elevación de la PA8,9.

Como consecuencia de la participación del tejido adiposo en la generación de elementos del SRAA y de su influencia para las estructuras cardiovasculares, hay necesidad de investigar las interrelaciones entre obesidad, estilo de vida, HA y actividad del SRAA10-13. En la literatura, hay divergencias en relación al efecto crónico del ejercicio físico sobre la ARP. Algunos estudios fueron realizados en condiciones normales de presión14-16 y otros en portadores de HA17-26.

Se espera que en portadores de HA con sobrepeso ocurra mayor activación de los niveles de la renina plasmática y que el entrenamiento aeróbico promueva reducción de sus niveles. Entre tanto, no encontramos hasta el presente momento ningún estudio que evaluase tal hipótesis en obesos hipertensos.

Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue evaluar la influencia del entrenamiento aeróbico sobre la ARP en portadores de HA en vigencia de tratamiento farmacológico y con peso corporal encima de lo ideal.

Métodos

Veinte pacientes portadores de HA, con IMC superior a 25 kg/m2 clasificados según la Organización Mundial de la Salud (OMS)27 como sobrepeso, fueron sometidos a evaluación cardiológica, observación fisioterapéutica y bioquímica pre y post-protocolo fisioterapéutico de entrenamiento aeróbico por 16 semanas.

El estudio siguió la resolución 196/96 del Consejo Nacional de Salud y obtuvo aprobación del Comité de Ética en Investigación (Protocolo nº 0081/2004). Todos los pacientes dieron por escrito su consentimiento libre y aclarado.

Fueron incluidos portadores de HA primaria niveles 1 o 2 según la V Directrices Brasileñas de Hipertensión Arterial28; con edad de 49 a 69 años, clasificados como sedentarios según el International Physical Activity Questionnaire29, test ergométrico negativo para insuficiencia coronaria o hiperreactividad al ejercicio. Todos los pacientes estaban en vigencia de tratamiento medicamentoso antihipertensivo.

Fueron excluidos pacientes que presentaban manifestaciones clínicas de las siguientes enfermedades: insuficiencia arterial coronaria, cardíaca o vascular periférica; enfermedades ortopédicas incapacitantes, endócrinas, neurológicas y pulmonares graves; disfunciones valvares, insuficiencia hepática, neoplasias y alcoholismo. Fueron excluidos también pacientes que necesitaron alteración de la clase o dosaje de cualquier medicación durante el protocolo de estudio.

La PA fue evaluada por método auscultatorio28 con uso de esfigmomanómetro aneroide Premium Glicomed - Brasil®. La evaluación presórica inicial fue realizada en tres visitas semanales consecutivas, con medición de la PA realizada por triplicado con intervalo de 2 minutos entre las medidas. Esto se dio para obtención de la media presórica y la consecuente determinación del valor presórico basal representativo. Para anular el efecto presórico de acogimiento, fueron considerados los valores de la tercera semana de medición. La evaluación final del estudio ocurrió en tres visitas consecutivas en la última semana del protocolo de entrenamiento, obteniéndose los valores basales de reposo con intervalo de por lo menos 24 horas después de la realización de la última sesión de ejercicio físico. También la PA fue medida por triplicado a cada visita y considerada la media de esas tres mediciones.

La presión arterial media (PAM) fue calculada por la suma de la presión arterial diastólica (PAD) a un tercio de la presión de pulso (PP). La PP fue calculada por la sustracción del valor de la PAD de la presión arterial sistólica (PAS). Fue también medida conjuntamente a la PA, la frecuencia de pulso (FC) por método palpatorio de la arteria radial.

El peso y la estatura, evaluados por medio de balanza clínica con estadiómetro PL 180 Filizola S.A.® - Brasil, fueron medidos para cálculo del IMC (kg/m2) que fue obtenido dividiendo el peso por la estatura al cuadrado30. El análisis por adipometría (Lange Skinfold Caliber Beta Technology® - Cambridge) en hemicuerpo derecho permitió evaluación de los pliegues cutáneos bicipital, tricipital, subescapular y suprailíacos para el cálculo del porcentaje de grasa corporal utilizando la fórmula de Durnin y Rahaman31. Para la medición de las circunferencias de abdomen (CA) y cadera (CC) fue utilizada cinta métrica Corrente® - Brasil y utilizados parámetros descriptos por la Organización Mundial de la Salud32.

Los exámenes de laboratorio para ARP (hg/ml/h - método de radioinmunoensayo, 2h en ortoestatismo), calcio, sodio, potasio, urea, creatinina, glucosa, colesterol total y fracciones, triglicéridos y ácido úrico fueron realizados en el período matutino con ayuno previo de 12 horas. Fue analizado sodio en orina de las 24h previas al día de la recolección de los exámenes. Ningún individuo suspendió las medicaciones de uso diario, aún teniendo acción en ese sistema11. Las medidas bioquímicas fueron hechas 48h después de cada fase para eliminar el efecto agudo del ejercicio post-entrenamiento18.

La observación fisioterapéutica que constó de la evaluación presórica ya descripta y antropometría, juntamente con la evaluación bioquímica, fue realizada pre y post-protocolo aeróbico.

El entrenamiento fisioterápico aeróbico siguió estandarización anteriormente descripta33, que resumidamente consta de: duración de 40 minutos e intensidad de 60% a 80% de la frecuencia cardíaca máxima obtenida por ergometría, y evaluada cada 10 minutos de entrenamiento. La frecuencia fue de 3 veces por semana por 16 semanas, realizado en bicicleta ergométrica electromagnética o caminata en la misma intensidad. Para cada inicio y fin del protocolo, se hizo medición presórica y de la FC. Ninguna intervención dietética fue realizada concomitantemente al protocolo de entrenamiento.

Composición de subgrupos

Los individuos fueron subdivididos en dos grupos según respuesta da circunferencia abdominal frente al entrenamiento aeróbico: pacientes que presentaron reducción igual o superior a dos centímetros en la circunferencia abdominal (CA1) y pacientes sin esa reducción (CA2).

Análisis estadístico

Los métodos estadísticos empleados fueron el teste "t" para muestras independientes para comparar los grupos y el test "t" para datos repetidos para comparar los momentos pre y post-entrenamiento para las variables de distribución normal. Para las variables de distribución "no normal" se utilizó el test de Mann-Withney. El comportamiento de la presión arterial antes del inicio del protocolo de entrenamiento fue estudiado por análisis de variancia para datos repetitivos. Las variables de distribución paramétrica fueron expresadas en media ± desvío estándar y las variables con distribución no-paramétrica fueron expresadas en media e intervalo intercuartílico. Fue considerado nivel de significancia estadística p < 0,05.

Este estudio tuvo apoyo financiero de la Fundación para el desarrollo de la UNESP - Fundunesp.

Resultados

Entre los 20 individuos portadores de HA, la media de edad fue de 57 ± 7,1 anos, con predominio del género femenino (n = 14,70%). En cuanto a la etnia, había 15 blancos (75%), 3 negros o mestizos (15%) y 2 asiáticos (10%). La Tabla 1 presenta las principales características antropométricas iniciales y finales de los pacientes.

Todos los voluntarios alcanzaron la frecuencia cardíaca de entrenamiento con predominio para el limite inferior (60% FC máxima).

Se puede observar que no hubo cambio significativo del IMC, CC y CA después del entrenamiento. Hubo una reducción significativa (p < 0,05) de los pliegues cutáneos triciptal (24 ± 8,1 mm para 22 ± 8,1 mm), subescapular (31 ± 8,0 mm para 28 ± 8,1 mm) y suprailíaco (29 ± 8,6 mm para 25 ± 8,2 mm), como también del porcentaje de grasa corporal (35 ± 7,8 mm para 30 ± 5,6 mm; p < 0,001).

Acerca de la medicación anti-hipertensiva, 12 individuos (60%) utilizaban inhibidor de la enzima conversora de angiotensina, 7 (35%) usaban b-bloqueantes, 6 (30%) utilizaban diuréticos, 2 (10%) usaban bloqueador de los canales de calcio, 2 (10%) utilizaban bloqueador del receptor AT1 de la angiotensina-II (A-II) e 1 (5%) hacía uso de a-b-bloqueador. De esos, nueve voluntarios (45%) hacían uso de dos o más clases de medicaciones. Las medicaciones antihipertensivas al fin del protocolo fueron exactamente las mismas del inicio.

La media de PAS y PAD, respectivamente, antes del protocolo de entrenamiento aeróbico en la primera visita fue de 138 ± 17,0 x 88 ± 12,4 mmHg; en la segunda visita fue de 135 ± 19,3 x 85 ± 13,1 mmHg y en la tercera visita de 133 ± 15,9 x 81 ± 9,1 mmHg. La PAS no presentó variación estadísticamente significativa (p = 0,250). Hubo reducción de la PAD en la tercera visita con relación a la primera visita (p = 0,022).

En la Tabla 2, se verifican los niveles presóricos y FC pre (última PA de las tres semanas consecutivas de medición de la PA pre-protocolo) y post-entrenamiento y la media de las tres mediciones de la última semana de entrenamiento.

No hubo cambios estadísticamente significativos en los niveles de PAS y PAD en reposo después del entrenamiento aeróbico (p > 0,05). Hubo una reducción estadísticamente limítrofe en la PP y FC (p = 0,050).

Para los valores basales de la ARP, 13 individuos presentaron ARP baja, 5 ARP normal y 2 ARP alta, siendo considerados los valores de normalidad para la postura en pié de 0,98 a 4,18 hg/ml/hora. Ninguna alteración en los parámetros bioquímicos fue observada después del protocolo aeróbico. Hubo elevación con significación estadística limítrofe (p = 0,055) de la ARP (Tabla 3).

Según la respuesta de la CA frente al entrenamiento aeróbico, fueron formados dos grupos con las siguientes peculiaridades descriptas adelante. El grupo CA1 fue compuesto por ocho individuos (un hombre y siete mujeres) con media de edad de 60 ± 6,2 anos y IMC de 30 ± 3,4 kg/m2. El grupo CA2 fue compuesto de 12 individuos (cinco hombres y siete mujeres) con media de edad de 54 ± 6,6 años (p = 0,072 versus grupo CA1) y IMC de 31 ± 3,9 kg/m2. Los grupos no presentaron diferencia estadísticamente significativa en cuanto a ninguna de las características antropométricas estudiadas (Tabla 4). Los grupos fueron homogéneos en cuanto a la PAS y PAD inicial. La PAS y la PP se redujeron en el grupo CA1. La PAD no se alteró en el grupo CA1 y presentó elevación en el grupo CA2 (p<0,05) (Tabla 5).

El comportamiento de las variables bioquímicas en cada grupo (CA1 e CA2), en los momentos basales y después de los 4 meses de entrenamiento, fue comparado y no fueron encontradas diferencias estadísticamente significativas en ninguna variable (Tabla 6). Mientras tanto, los grupos difirieron entre sí (p < 0,05) en el momento basal en cuanto a la urea y excreción de sodio urinario en 24 horas y en el momento final en cuanto a la urea, HDL-colesterol, sodio y potasio séricos. En la comparación entre los grupos, la urea (mg/dl) fue mayor (p < 0,05) en el CA2, tanto en el inicio como en el final del protocolo. El sodio urinario 24h (mEq/24h) no varió en ambos grupos después de entrenamiento, mientras tanto, el CA2 presentó mayor excreción de sodio 24h (mEq/24h) en la condición basal (p < 0,05). El HDL-colesterol no varió con el protocolo y fue mayor en el CA1 en el final del entrenamiento. Para las respuestas bioquímicas de sodio (mmol/l) y potasio (mmol/l) el grupo CA2 presentó valores menores en el final del estudio (p < 0,05).

La ARP no presentó diferencia estadística entre los grupos, como también, entre los momentos (Tabla 6).

Discusión

El presente estudio verificó, en portadores de HA con peso encima de lo ideal, que el protocolo de entrenamiento aeróbico fue eficaz en la reducción de la PP. Entre los pacientes que presentaron disminución de la CA, hubo reducción de la PAS y PP. Mientras, entre los demás sujetos, ningún efecto fue observado. La ARP no acompaño las variaciones de la PA. En la casuística global, se observó apenas reducción de PP.

La obesidad promueve un aumento en el volumen plasmático con aumento del débito cardíaco acompañado de aumento inapropiado de la resistencia vascular periférica, debido a los estímulos vasoconstrictores y a la no supresión adecuada de la renina plasmática34. En el presente trabajo, en la condición basal, los individuos presentaban peso encima del ideal (IMC: 30,6 ± 3,5 kg/m2). Por haber correlación positiva entre IMC y ARP1-3, se presumió que hubiese mayor activación del SRAA, mientras tanto, solamente 2 pacientes presentaron ARP elevada, en cuanto 18 presentaron ARP normal o baja. Ese predominio basal de ARP baja fue acompañado por excreción de sodio urinario en 24 h dentro de la normalidad y que permaneció inalterado después del entrenamiento.

Como el aumento de la edad reduce la renina11,35, en los individuos del presente estudio habría de esperarse ARP poco elevada, teniendo en vista que la media de edad de la casuística de este trabajo fue de 56 ± 7 anos. Así, el efecto de la edad puede tener atenuado el efecto del sobrepeso produciendo un grupo de pacientes con renina baja en su mayoría.

En el actual estudio, el valor medio de la casuística total para la medida de CA (102,3 ± 9,21 cm) indica riesgo cardiovascular elevado28. Es posible que la compresión renal proporcionada por la grasa visceral pueda causar liberación excesiva de renina36. En nuestro estudio, además de no haber existido mayor incidencia de ARP elevada, no hubo reducción de la CA con el entrenamiento, lo que connota una no reducción de la grasa visceral y podría explicar la ausencia de disminución de la ARP. Por otro lado, aún en el subgrupo que presentó reducción de la CA, no hubo reducción de la ARP, lo que depone contra la premisa encima.

Un estudio reciente mostró que en portadores de HA, la reducción en la adiposidad abdominal fue un predictor significativo de las reducciones en la PAS37. La media de reducción de la PA con el entrenamiento aeróbico es del orden de 7,4 mmHg para PAS y 5,8 mmHg para PAD38,39. La reducción obtenida en el presente estudio para la casuística total fue de 4 mmHg para la PAS y de 2 mmHg para la PAD (p > 0,05) sin reducción de la adiposidad abdominal. El grupo con reducción de la CA presentó reducción de la PAS después del entrenamiento (p = 0,01). Entre tanto, la reducción de la PP fue de 6 mmHg con significancia estadística limítrofe (p = 0,050), lo mismo para el conjunto de la casuística. Es interesante notar que, en otros estudios, la reducción de la grasa visceral se asoció a la mejora de la complacencia arterial, contraria a la progresión de la rigidez arterial, que está asociada con la ganancia de peso40. Ese dato es compatible con la reducción observada en la PP en el presente estudio.

La elevación de la ARP se tendría dado por tres posibles mecanismos. Por un mecanismo compensatorio en relación a la reducción de la PA, una vez que la elevación de la renina se dio más intensamente entre pacientes con mayor reducción de la PA (datos no relatados). Por otro lado, es conocido que el entrenamiento físico proporciona una reducción del volumen sanguíneo19, lo que podría causar activación del SRAA. Finalmente, se sabe también que la angiotensina-II es lipolítica. Como el entrenamiento disminuye el porcentaje de grasa corporal, el aumento de la ARP representa el mecanismo por el cual se dio la lipólisis en nuestros pacientes portadores de HA con sobrepeso.

Muchos estudios destacaron que el acondicionamiento físico se asocia a la reducción de la activación del SRAA. Mientras tanto, es necesario evaluar algunos factores que pueden influir en esa respuesta. Para esa discusión serán abordados solamente estudios que envolvieron portadores de HA.

En nuestra investigación, los voluntarios fueron orientados a no alterar la dieta, y en estudio en el cual el peso corporal e ingestión de sodio fueron controlados, tampoco ocurrieron cambios significativos en la ARP18.

El entrenamiento aeróbico por 10 semanas en 20 japoneses con media de edad de 51 años, condujo a un efecto hipotensor significativo en asociación con depleción en el volumen sanguíneo y tono del sistema nervioso sin activación del SRAA19. Como el SRAA es el mayor regulador fisiológico de volumen, puede ser que portadores de HA que son respondedores a la reducción del volumen sanguíneo tengan reducción de los niveles presóricos con consecuente activación de la ARP, quizás por la mejora en la complacencia del árbol arterial.

En un grupo con franja etaria más elevada que la de la actual investigación (64 ± 3 años), el entrenamiento aeróbico propició reducciones significativas de la PA, sin reducciones de la renina plasmática y de los volúmenes sanguíneo y plasmático20. Como ya mencionamos, con el avance de la edad, viene una menor activación de la ARP11,35 lo que justificaría la no reducción.

El entrenamiento por 20 semanas tendió a elevar la ARP en los individuos que presentaron reducción de la PAM mayor que 13 mmHg. Hubo correlación negativa entre el valor inicial de la ARP y la reducción de la PA correspondiente de cada sujeto. De esa forma, los portadores de HA con renina más baja respondieron más positivamente al entrenamiento19. Ese estudio viene al encuentro de los hallazgos del estudio actual, excepto por el monto de la reducción de la PAM, (media de reducción de 4 mmHg) lo que permite confirmar que los portadores de HA sometidos a entrenamiento aeróbico por 20 semanas no presentan la reducción de la PA mediada por la disminución de la ARP.

Matsusaki et al21 presentaron una pesquisa en la cual fueron empleados por 10 semanas dos tipos de intensidad de ejercicio (baja: 50% VO2máx - consumo máximo de oxígeno; alta: 75% VO2máx) en 30 portadores de HA. La ARP en la primera semana fue correlacionada positivamente con el porcentaje de cambio de la PAS de la primera semana a la décima semana, en el grupo de intensidad baja (r = 0,57, p < 0,05) y en el grupo de intensidad alta (r = 0,64, p < 0,05). Según el andamiento del programa de ejercicio, la ARP retornó gradualmente a sus niveles basales, y la PA estaba significativamente menor en las sexta y novena semanas. El grupo de intensidad baja exhibió reducciones significativas en la PAS (9 mmHg), PAM (6 mmHg) y PAD (6 mmHg), sin embargo los cambios en las variables hemodinámicas y humorales no fueron significantes. En el grupo de intensidad alta, la ARP fue brevemente estimulada después de la cuarta semana de ejercicio (p < 0,05). En ambos grupos hubo una correlación negativa entre ARP y el efecto depresor. Esto se debe a que el ejercicio es efectivo en la HA dependiente del volumen. La razón por la cual el efecto hipotensor en el grupo de intensidad alta fue menor que el del grupo de intensidad baja puede ser atribuido a la estimulación refleja del SNS y SRAA, y volumen sistólico aumentado21.

En contrapartida, en una investigación envolviendo solamente mujeres japonesas portadoras de HA, las cuales fueron divididas en dos grupos de ejercicio - 10 semanas, 50% VO2máx, 3x/sem -, ocurrió reducción de la PAD (6 mmHg) y de la PAM (7 mmHg) (p < 0,05). La ARP no se alteró en el grupo sometido al ejercicio, con variación de - 0,37 (ng/ml/h). Los autores constataron que no hubo disminución del volumen sanguíneo y eso puede ser justificado por el tiempo de protocolo (10 semanas) o acción de otras vías, pues con tiempos mayores de entrenamiento ocurrió reducción del mismo22.

Con respuestas semejantes, Tashiro et al23, al estudiar el comportamiento de la ARP bajo influencia del entrenamiento en 10 japoneses portadores de HA no observaron alteración de la ARP, ni aún mismo en los niveles presóricos23.

En 17 japoneses, sedentarios, portadores de HA no tratados, después de 12 semanas de ejercicio aeróbico (5x/sem., 30 min., 52% VO2máx.) la PAS fue reducida de 151,6 ± 7 para 144,3 ± 6,9 mmHg, y la PAD de 96,2 ± 4,7 para 92 ± 5,2 mmHg (p < 0,05). La ARP no se alteró, con valor basal de 0,29 ± 0,12 para 0,24 ± 0,18 ng/l/s después de protocolo25.

Una pesquisa con la misma etnia supracitada, sin embargo con casuística de 27 portadores de HA esencial y protocolo aeróbico (30 min., caminata 52% VO2máx., 5-7x/sem., 12 semanas) presentó reducción de la PAS y PAD (p < 0,05). La ARP mostró valor basal de 0,27 ± 0,11 y de 0,23 ± 0,10 ng/l/s después del protocolo (p > 0,05). Uno de los mediadores para esa reducción podría ser el aumento de la liberación de óxido nítrico26, teniendo en vista la mejora de la lipemia observada en estos pacientes.

Diez semanas de ejercicio de resistencia (endurance) redujeron significativamente los niveles presóricos, ARP, catecolaminas y porcentual de grasa corporal en adultos jóvenes portadores de HA leve no tratados. La media de reducción de la PA de 11,4 x 9,8 mmHg fue acompañada (p = 0,0001) por las disminuciones en la ARP de 1,82 ng/ml/h (p = 0,0001), con disminución del porcentaje de grasa corporal de 1,3% (p = 0,02). Los cambios en la PAS fueron correlacionadas significativamente con cambio en la ARP (r = 0,38; p = 0,005). Cambios en la PA no fueron correlacionadas con alteraciones observadas en el peso, electrólitos o grasa corporal para los datos individuales. Los participantes con ARP elevada tendieron a presentar cambios más amplios de PAS que estaban directamente relacionados con alteraciones en la ARP24. Ese trabajo evaluó los individuos con IMC medio de 27 kg/m2, mientras en el presente estudio la media del IMC fue de 30 kg/m2.

A pesar de las investigaciones supracitadas tener en común la HA como patología de base e independientemente de las diferencias entre las variables y condición de sobrepeso, la ARP permaneció inalterada al final de los protocolos lo que condice con el desenlace del actual estudio.

Este estudio presentó las siguientes limitaciones: no fueron evaluados marcadores inflamatorios, insulina, adiponectina, leptina y noradrenalina sanguíneas, ni urea y creatinina urinarias que podrían contribuir para la elucidación de los mecanismos antihipertensivos del entrenamiento aeróbico en hipertensos con sobrepeso. No fue realizada tampoco bioimpedancia para confirmación de las mediciones antropométricas, ni evaluación clínica de la complacencia arterial. Se pretende realizar esas evaluaciones en un estudio posterior. La ausencia de grupo control también puede representar una limitación, entre tanto, esta es inherente al diseño del estudio: delineamento pre y post intervención. Se pretende realizar estudio controlado posteriormente. Por fin, todos los pacientes estaban en uso de medicaciones antihipertensivas que no fueran retiradas por motivos éticos. Esto podría haber influido en el resultado, entre tanto, ningún paciente alteró la medicación o la dosis durante todo el protocolo de investigación lo que contorna esa dificultad.

Conclusiones

El entrenamiento aeróbico por 16 semanas indujo, en el conjunto de la muestra, la reducción del porcentaje de grasa corporal total, con tendencia a la reducción de la presión de pulso y de la frecuencia cardíaca sin propiciar la reducción del peso corporal y de la circunferencia abdominal. Además, el entrenamiento no redujo la ARP en los portadores de hipertensión arterial, visto que solamente dos individuos presentaban niveles de ARP elevados.

El mecanismo de reducción de los niveles presóricos en portadores de hipertensión arterial encima del peso ideal en vigencia de terapéutica medicamentosa parece depender de otros mecanismos diferentes de la actividad de renina plasmática y está relacionada a la reducción de la gordura corporal.

Potencial Conflicto de Intereses

Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes.

Fuentes de Financiamiento

El presente estudio fue financiado por la Fundación para el desarrollo de la UNESP - FundUnesp.

Vinculación Académica

Este artículo es parte de disertación de Maestrado de Bruno Martinelli por la Fundación de Medicina de Botucatu.

Referencias

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Artículo recibido el 18/11/08; revisado recibido el 21/12/09; aceptado el 25/02/10.

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  • Correspondencia:

    Bruno Martinelli
    Rua Emílio Carlos, 215 - Santa Tereza
    14940-000 - Ibitinga, SP - Brasil
    E-mail:
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      11 Jun 2010
    • Fecha del número
      Jul 2010

    Histórico

    • Revisado
      21 Dic 2009
    • Recibido
      18 Nov 2008
    • Acepto
      25 Feb 2010
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