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RAMÍREZ VIDAL, Gerardo. La palabra y el puño. Perfiles de la retórica nazista en el Mein Kampf de Adolfo Hitler. México D.F. Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Nacional Autónoma de México., 2013, 152 p. [Colección de Bolsillo 40]

RAMÍREZ VIDAL, Gerardo. La palabra y el puño: perfiles de la retórica nazista en el Mein Kampf de Adolfo Hitler. [A palavra e o punho: perfis da retórica nazista no Mein Kampf de Adolfo Hitler]. México D.F.Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, 2013. 152 p. [Colección de Bolsillo; 40].

"Palabra" y "puño" son dos signos que en el título de la obra reseñada funcionan como equivalentes y remiten por ello a la concepción retórica de la palabra como un arma en la vida político-social,1 1 Sobre este aspecto, ver LÓPEZ EIRE, A. La naturaleza retórica del lenguaje, Logo. Revista de Retórica y Teoría de la Comunicación 8/9, 2005, p.5-254. a la vez que sintetizan el vínculo indisolubre que el discurso y la violencia entablaron en la retórica nazista. La dedicatoria del libro es otro paratexto clave, dado que permite comprender el interés del autor en el tema estudiado y su pertinencia para los lectores mexicanos, en particular, y latinoamericanos, en general: "A quienes con valentía y perseverancia han luchado en contra de la dictadura priista". Gerardo Ramírez Vidal -Dr. en Lenguas Clásicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador del Centro de Estudios Clásicos del Instituto de Investigaciones Filológicas de dicha Universidad- no equipara, claro está, el PRI (Partido Revolucionario Institucional) con el régimen nazi. La finalidad de la dedicatoria es orientar la lectura de su libro para que los destinatarios vinculen ciertas características de lo que el autor denomina "retórica autoritaria", analizada en Mein Kampf, con la retórica del PRI, concebido, como lo hacen las organizaciones civiles de izquierda de su país, como una dictadura. Este compromiso de Ramírez Vidal con la realidad socio-política de su tiempo y con la actualidad de la Retórica se ha plasmado también en su constante trabajo para constituir y consolidar asociaciones de Retórica que reúnen a académicos de América Latina y de Iberoamérica. En efecto, Ramírez Vidal se ha desempeñado como el primer presidente de la Asociación Latinoamerica de Retórica y de la Asociación Mexicana de Retórica y en la actualidad preside la Organización Iberoamericana de Retórica.

Ramírez Vidal aborda Mein Kampf desde una idea muy atractiva, se trata de "un ars rhetorica sui generis", un "manual" o "tratado" práctico de retórica, "que podría ofrecer a los eventuales divulgadores del nazismo, y no solo a los dirigentes de la organización partidista, una serie de elementos técnicos que les permitiría a ellos mismos difundir de manera eficaz la ideología del autor" (p.14). Fiel seguidor de Aristóteles, para quien la Retórica es amoral, en cuanto sirve tanto para el bien como para el mal, nuestro autor parte del interrogante sobre la eficacia del texto de Adolf Hitler y no de planteos axiológicos o normativos.

El libro realiza un riguroso análisis retórico de Mein Kampf en el que se advierten los profundos conocimientos que Ramírez Vidal posee sobre la Retórica. Este explica las nociones retóricas que usa pero evita las citas eruditas, lo que agiliza la lectura y constituye un indicio de que el texto no se dirige solamente a expertos en el área. La palabra y el puño tiene, en efecto, una función didáctica que se sostiene en la propuesta de que la Retórica posee un valor esencial en la formación de los ciudadanos y en la vida cívica propia de la democracia.

La palabra y el puño consta de una Introducción, dos capítulos con subapartados y las conclusiones. La Introducción incluye el estado del arte, en el que Ramírez Vidal sintetiza los principales estudios previos sobre las dotes oratorias de Hitler y sobre Mein Kampf, plantea el eje de su lectura -el texto funcionó como un "manual práctico" de retórica- y resume el contenido de los capítulos.

El capítulo 1, titulado Mein Kampf, focaliza, en su primer apartado, los aspectos de carácter macro-retórico (término tomado de Livio Rossetti),2 2 En este sentido, se puede vincular la noción de aspectos macro-retóricos con la noción de Intellectio (CHICO RICO, F. La Intellectio. Notas sobre una sexta operación retórica. Estudios de Literatura 14, 1989, p.47-55). La Intellectio es considerada -junto con la Inventio, Dispositio, Elocutio, Actio y Memoria- la sexta operación retórica, que consiste en el conocimiento panorámico y orientador de la causa; implica la consideración interrelacionada de los componentes del proceso comunicativo constituidos por el texto, su productor, su receptor y el contexto comunicativo general en el que ambos se encuentran situados. Sobre la macro-retórica, ver ROSSETTI, L. Estrategias macro-retóricas: el "formateo" del acontecimiento comunicativo. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2009. es decir, la finalidad de la obra, los destinatarios y las circunstancias de tiempo y espacio en las que fue elaborada, aspectos a los que Hitler se adecuó de modo exitoso. A partir de abundante bibliografía clásica y actual, Ramírez Vidal se refiere así a las condiciones económicas desfavorables de Alemania tras el Tratado de Versalles, el Putsch de Münich del 8 y 9 de noviembre de 1923, el posterior encarcelamiento de Hitler -que implicó su "conversión" en que "se había transformado en el verdadero enviado que habría de salvar a Alemania" (p.28)-, el ascenso del Partido Nazi y a la propia historia de Mein Kampf. Texto en dos volúmenes, el primero fue escrito en la cárcel de Landsberg, en 1924, luego corregido y reescrito por varias personas y publicado en 1925. El segundo volumen fue escrito fuera de la cárcel y publicado en 1926; en 1930, la obra se publicó por primera vez en un solo volumen.

Ramírez Vidal retoma el término kairós, momento oportuno que propicia o determina una acción. En relación con Mein Kampf, el primer momento oportuno fue el prestigio adquirido por Hitler gracias a su encierro y a la publicación de esta obra; el segundo, la bancarrota alemana a causa de la gran depresión de 1930 y 1933, que convirtió a Hilter en "un dirigente nacional y en un mito de la derecha alemana" (p.34).

El segundo apartado del capítulo 1 plantea ya el acceso a la obra (accessus ad operam) para lo que es fundamental definir su finalidad (telos, finis). El fin de Mein Kampf es ofrecer a los seguidores del movimiento nacionalsocialista una serie de principios fundamentales que ellos debían adoptar en su trabajo propagandístico. Para alcanzar esta meta, Hitler recurre al procedimiento denominado paradigma, porque los seguidores entenderían a través del ejemplo de la vida de Hitler los objetivos del movimiento y su desarrollo para poder hacer una difusión adecuada. En cuanto a la naturaleza de la obra (quid), Ramírez Vidal la considera un "tratado" en el sentido más amplio del término, aunque esté marcada de subjetividad, lo que no es propio de dicho género. Es un "tratado retórico" porque "expone de manera más o menos sistemática, completa y con fines didácticos una serie de enseñanzas de cómo debe construirse un texto oral o escrito de naturaleza política para la propagación eficaz de la ideología nacionalsocialista" (p.42-43).

El capítulo 2, "Elementos de retórica nazista", es el más extenso y tiene cuatro subapartados. El primero se centra en la figura del orador bajo la idea principal de que una retórica autoritaria, sea de derecha o de izquierda, se funda en el dictador, quien pronuncia el discurso. Ramírez Vidal considera, aplicadas a Hitler, las capacidades que se deben poseer para ser un óptimo orador y que son aludidas en Mein Kampf: naturales, prácticas y técnicas o teóricas. Sobre las primeras, destaca como rasgos positivos su voz, "una voz de barítono, que sabía modular desde el piano al fortissimo" y sus manos, "bien formadas y expresivas" (p.51), aunque su físico y baja estatura constituyeron deficiencias naturales. Respecto de los factores prácticos, Hitler apreció la retórica del alcalde de Viena, Karl Lueger - antisemita manifiesto-, tomó como modelo a otro conocido antisemita, el pensador austríaco Georg von Schoenerer (1842-1921) y se ejercitó en el grupo de propagandistas del segundo regimiento de infantería del Reichswehr (nombre de las Fuerzas Armadas alemanas). En cuanto a las competencias teóricas, como agente antibolchevique Hitler tomó cursos de oratoria organizados por el Departamento de Información y asistió en 1919 a cursos de formación en la Universidad de Münich. Ramírez Vidal comenta bibliografía sobre los libros que leyó Hitler, tema sobre el que no hay consenso, pero señala que su elocuencia parece reflejar los 38 estratagemas de la dialéctica erística contenida en la obra Dialektik, de A. Schopenhauer, en especial el último estratagema, referido a cómo denigrar al adversario. Al final del subapartado, Ramírez Vidal reflexiona sobre la relación entre técnicas erísticas y violencia física. Entre otras características de la retórica de Hitler, incluye la defensa del propio punto de vista sin hacer caso a los argumentos del adversario; la búsqueda de que la voluntad de este se parelice; la simbiosis unidireccional del orador hacia el auditorio, ante quien no admite réplicas, y el ataque como mejor medio de defensa. Con ejemplos concretos, Ramírez Vidal explica muchos de los éxitos de Hitler a partir de la alianza entre "palabra" y "puño". En efecto, vincula la sentencia de Mein Kampf "La coacción sólo se rompe mediante la coacción y el terror con el terror" (p.72-73) con el ataque a los adversarios en luchas callejeras, el sabotaje y las técnicas de interrupción en las asambleas y la promoción de enfrentamientos para convertir al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en noticia.

El segundo apartado del capítulo 2 está dedicado a la Inventio, en la que Ramírez Vidal incluye tres puntos principales. Uno atañe a los lugares de donde se sacan los argumentos, a partir de lo que se clasifican en lógicos (relativos al asunto), éticos (relativos al orador) y emocionales (relativos al destinatario). Al respecto, nuestro autor señala que en la retórica democrática el orden de importancia de los argumentos es lógicos-éticos-patéticos, mientras que en la retórica autoritaria el orden es éticos-patéticos-lógicos.3 3 En el marco del análisis del discurso sostenido sobre datos descriptivos de la lingüística textual, Adam y Herman (ADAM, J-M. y HERMAN, Th., Reformulation, répétition et style périodique dans l'appel du 18 juin 1940, Semen, 12, Répétition, altération, reformulation dans les textes et discours, 2000 [en línea], puesto en línea el 4 de mayo de 2007. URL: http://semen.revues.org/document1862.html) han advertido algo similar, en este caso contrastando el "Llamamiento del 18 de junio" del general De Gaulle con el discurso pronuciado por el Mariscal Pétain el día anterior, el 17 de junio de 1940. Estos autores diferencian la argumentación, que se basa en el êthos, el pathos y el logos como tres polos complementarios, de la manipulación, que abandona el polo del logos y se centra en el êthos y en el pathos. De Gaulle argumenta; Pétain, al igual que Hitler, manipula. Otro punto lo constituyen la clase y la estructura de los argumentos, es decir, los entimemas y paradigmas. En Mein Kampf, Hitler mismo se presenta como el paradigma por excelencia del orador nacionalsocialista; en cuanto a los entimemas, Ramirez Vidal, basándose en The Uses of Argument, de S. Toulmin, resalta que la gran falacia de la argumentación nazista es la ausencia de garantías para sustentar las leyes de paso. El último punto es la distinción entre lugares comunes y lugares propios, que corresponden a lo que Hitler denomina "ideas básicas" o "amplios puntos de vista". Estos son formulados en los seis primeros capítulos de Mein Kampf y constituyen los dogmas de la argumentación totalitaria, como la superioridad aria, el odio al judío, la necesidad de la intolerancia, el entrenamiento físico como medio de preservación de la raza, el antiparlamentarismo, entre otros.

Ramírez Vidal se concentra en el primero de aquellos puntos. De esta manera, descibe algunos argumentos lógicos usados en Mein Kampf, como el del fin y los medios. Pero dado que la retórica autoritaria no pondera este tipo de argumentos, el análisis se detiene en los argumentos éticos y patéticos, adecuados para Hitler a una masa que percibe de modo explícito como incapaz de comprensión y de memoria. Toda la primera parte de Mein Kampf busca construir una imagen eficaz de Hiltler, un êthos del hombre superior, apelando a tópicos del género epidíctico que sustentan un autoelogio, como la raza, la cultura o la historia personal. Ramírez Vidal recupera bibliografía referida a las lecturas que hizo Hitler sobre psicología de las masas e identifica estrategias que tienden a generar emociones en el auditorio (en especial odio, temor, angustia, asco y sus contrarios), como la dramatización de la historia universal o el empleo de ciertas expresiones que designan una conspiración internacional o el enriquecimiento de los judíos.

El tercer apartado del capítulo 2 aborda la Elocución. Ramírez Vidal atribuye a Hiltler el estilo humilde o bajo y hace hincapié en que este recomienda el empleo de palabras comunes y corrientes, presentando modelos de uso para que sus seguidores imitaran y enseñaran a los demás. En cuanto a las virtudes elocutivas (corrección, claridad, adecuación y ornato), Hitler privilegia la claridad y la adecuación, sin preocuparse por la corrección. Ramírez Vidal destaca en el ornato el empleo de personificaciones y alegorías; prioriza, empero, el análisis de las figuras retóricas del símil, la metáfora, la hipérbole, la antítesis y el uso de preverbios o expresiones proverbiales. Estos recursos no prueban nada en el sentido de argumentos lógicos, pero generan emoción y se articulan con estereotipos o mitos, lo que les da gran fuerza persuasiva. La fuerza de estos elementos micro-retótico dependió del modo en que Hitler se adecuó y aprovechó los elementos macro-retóricos, particularmente el contexto en que escribió Mein Kampf y en el que ella fue recibida.

El último apartado del capítulo 2 está dedicado a la Actio, a la que Hitler alude en Mein Kampf cuando menciona los mecanismos verbales que seguía. Además, Hitler establece con claridad la diferencia entre el discurso oral y el escrito, valorando el primero sobre el segundo porque tiene mayor poder de producir, por razones psicológicas, cambios realmente significativos. Por otra parte, considera que el discurso oral permite una mayor adecuación a los humores del público y que tiene mayor llegada a las masas, dado que el texto propagandístico escrito es, en general, solo leído por los simpatizantes del partido.

Las conclusiones de La palabra y el puño explicitan la finalidad que Ramírez Vidal le asigna a su libro: "El conocimiento de los procesos discursivos a los que recurren los líderes de los regímenes autoritarios tiene el fin práctico de encontrar antídotos que contrarrestren los mecanismos de la dictadura" (p.141). Recapitula así las característica de la retórica autoritaria: aprovecha condiciones sociales y económicas desfavorables, se complementa con la violencia física, parte de dogmas inamovibles establecidos por un individuo que se pretende iluminado, prioriza argumentos emocionales que apoyan el culto a la persona y tienden a generar miedo o pánico, usa un lenguaje de carácter polar, sentencioso e hiperbólico, que crea estereotipos agraviantes hacia el adversario, y recurre a una Actio con gesticulaciones, tono patetico y actitud enardecida. Como contracara, es caracterizada la retórica democrática.

Ramírez Vidal hace hincapié en que la formación retórica del ciudadano es esencial en la vida democrática; solo su educación cívica y el respeto a las leyes pueden evitar que la retórica autoritaria se expanda. De alguna manera, promueve lo que Ph-J. Salazar4 4 Tomar el poder por la palabra. Elementos de fabricación de la retórica electoral, Rétor 2 (2), 2012, p.260-263. denomina "alfabetización retórica", que ayuda a evitar que la democracia se transforme en una manipulación de las opiniones.

Frente a Mein Kampf, prototipo de la retórica usada para el mal, el libro de Ramírez Vidal es una maravillosa apuesta a la retórica empleada para el bien; si la obra de Hitler constituye un manual para que sus seguidores difundieran el nacionalsocialismo, La palabra y el puño sobresale como un valioso manual de análisis retórico, modelo para trabajos futuros, que aspira a contribuir a la democracia y la justicia en México, anhelo extensible a toda América Latina.

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    Sobre este aspecto, ver LÓPEZ EIRE, A. La naturaleza retórica del lenguaje, Logo. Revista de Retórica y Teoría de la Comunicación 8/9, 2005, p.5-254.
  • 2
    En este sentido, se puede vincular la noción de aspectos macro-retóricos con la noción de Intellectio (CHICO RICO, F. La Intellectio. Notas sobre una sexta operación retórica. Estudios de Literatura 14, 1989, p.47-55). La Intellectio es considerada -junto con la Inventio, Dispositio, Elocutio, Actio y Memoria- la sexta operación retórica, que consiste en el conocimiento panorámico y orientador de la causa; implica la consideración interrelacionada de los componentes del proceso comunicativo constituidos por el texto, su productor, su receptor y el contexto comunicativo general en el que ambos se encuentran situados. Sobre la macro-retórica, ver ROSSETTI, L. Estrategias macro-retóricas: el "formateo" del acontecimiento comunicativo. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2009.
  • 3
    En el marco del análisis del discurso sostenido sobre datos descriptivos de la lingüística textual, Adam y Herman (ADAM, J-M. y HERMAN, Th., Reformulation, répétition et style périodique dans l'appel du 18 juin 1940, Semen, 12, Répétition, altération, reformulation dans les textes et discours, 2000 [en línea], puesto en línea el 4 de mayo de 2007. URL: http://semen.revues.org/document1862.html) han advertido algo similar, en este caso contrastando el "Llamamiento del 18 de junio" del general De Gaulle con el discurso pronuciado por el Mariscal Pétain el día anterior, el 17 de junio de 1940. Estos autores diferencian la argumentación, que se basa en el êthos, el pathos y el logos como tres polos complementarios, de la manipulación, que abandona el polo del logos y se centra en el êthos y en el pathos. De Gaulle argumenta; Pétain, al igual que Hitler, manipula.
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    Tomar el poder por la palabra. Elementos de fabricación de la retórica electoral, Rétor 2 (2), 2012, p.260-263.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    May-Aug 2015

Histórico

  • Recibido
    23 Abr 2015
  • Acepto
    05 Jul 2015
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