Acessibilidade / Reportar erro

Neomalthusianismo y eugenesia en un contexto de lucha por el significado en la prensa anarquista española, 1900-1936

Resumen

El artículo analiza el debate sobre neomalthusianismo y eugenesia que se realizó en medios anarquistas españoles en el primer tercio del siglo pasado. Con marcos teóricos poco utilizados hasta la fecha, se aportan nuevas interpretaciones acerca de lo que supuso la utilización del término eugenesia en las revistas neomalthusianas de inspiración anarquista. Enmarcado en una “lucha por el significado”, el neomalthusianismo español resignificó las ideas eugenésicas que tenían como finalidad recuperar el terreno político perdido en la iniciativa por el control individual de la sexualidad humana. Asimismo, se analiza el papel que desempeñó la estrategia de “acción directa” por parte del movimiento anarcosindicalista que consideraba las acciones emprendidas por los anarquistas individualistas como un complemento de su acción revolucionaria.

neomalthusianismo; eugenesia; anarquismo; anarcosindicalismo; degeneracionismo

Abstract

This article analyzes the debate on neo-Malthusianism and eugenics in Spanish anarchist publications in the first third of the last century. Using theoretical frameworks that have been under-utilized thus far, it provides new interpretations of what the term “eugenics” meant in pro-anarchist neo-Malthusian journals. Framed within a “struggle over meaning,” Spanish neo-Malthusianism re-signified eugenic ideas in an attempt to recover political ground that had been lost in the drive to promote individual control of human sexuality. This study also analyzes the role of the anarcho-syndicalist movement’s “direct action” strategy, in which actions undertaken by individualist anarchists were seen as a complement to revolutionary action.

neo-Malthusianism; eugenics; anarchism; anarcho-syndicalism; degenerationism

Se muere de amor lo mismo que se muere de hambre.

Luis Bulffi (1904BULFFI, Luis. Dos palabras. Salud y Fuerza, v.1, n.1, p.1-2. 1904., p.2)

La cuestión sexual está en el origen de la cuestión social.

G. Hardy [Gabriel Giroud] (1933GIROUD, Gabriel [G. Hardy]. Medios para evitar el embarazo. Valencia: Biblioteca de Estudios. 1933., p.36)

El objeto de este trabajo es analizar el debate que sobre eugenesia y neomalthusianismo se estaba realizando en medios anarquistas españoles en el primer tercio del siglo pasado. La incorporación de fuentes procedentes del pensamiento anarquista nos ayudará a comprender mejor los mecanismos a través de los cuales la medicina hegemónica se convirtió en un diseño global (Mignolo, 2012MIGNOLO, Walter D. Local histories/global designs: coloniality, subaltern knowledges, and borderthinking. Oxford: Princeton University Press. 2012.) y cómo se llegó a la concepción de un cuerpo normalizado bajo unos patrones comunes y universales, tanto en estado de salud como de enfermedad. El tema que abordamos es muy complejo dado el elevado número de variables que se mueven en torno a la sexualidad humana y su concepción colectiva y poblacional, donde los aspectos biológicos son tan solo un elemento más a tener en cuenta. Con objeto de contribuir a superar esta visión reduccionista, queremos incorporar al debate sobre neomalthusianismo y eugenesia elementos de análisis que puedan auspiciar la apertura de nuevas vías interpretativas en la historia de la regulación y normalización científico-médica de los cuerpos de las personas así como las resistencias a dicha regulación y que resolvieron reinterpretar y resignificar el sentido de las palabras y de los actos utilizados.

En el periodo estudiado se produjeron diversas respuestas en torno al problema que significaba el “exceso de población proletaria” y el fenómeno de “degeneración racial” que acompañó al desarrollo industrial de los países occidentales y cuya cara más visible, y presentada como evidencia, fue el pauperismo sufrido por cientos de miles de trabajadores asalariados. El estado crónico de debilidad orgánica que caracterizaba al pauperismo, hacía que la clase obrera contribuyera, casi en exclusividad, a engrosar el conjunto de afectados por enfermedades como la tuberculosis y la sífilis, patologías que unidas al alcoholismo, configuraron la denominada “triada degenerativa de la raza” para todos los grupos sociales (Molero-Mesa, 1999MOLERO-MESA, Jorge. Fundamentos sociopolíticos de la prevención de la enfermedad en la primera mitad del siglo XX español. Trabajo Social y Salud, n.32, p.19-59. 1999.). En un contexto europeo de enfrentamiento social y lucha de clases, surgieron dos propuestas para hacer frente a estos problemas: el neomalthusianismo y la eugenesia.

Nuestra hipótesis de partida es que, a lo largo de la primera mitad del siglo XX, se produjo una lucha por el significado (Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, Tabernero-Holgado, en prensa) entre grupos sociales antagónicos sobre los significantes “neomalthusianismo” y “eugenesia”. Si asumimos que “el poder habita el significado” y que los significados “son un recurso fundamental del poder social” (Escobar, 2010ESCOBAR, Arturo. Territorios de diferencia: lugar, movimientos, vida, redes. Popayán: Envión. 2010., p.30), debemos admitir que las luchas por el significado son esenciales en la dinámica social en la que se canalizan y dirimen los conflictos de distribución científico-cultural (Escobar, 2005ESCOBAR, Arturo. Una ecología de la diferencia: igualdad y conflicto en un mundo glocalizado. In: Escobar, Arturo. Más allá del Tercer Mundo: globalización y diferencia. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia. p.123-144. 2005., p.123-144) que surgen, en este caso, por la existencia de diferentes biopolíticas (Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, 2009, 2011, 2014) acerca de los alcances y fines de las prácticas anticonceptivas en el ámbito público y privado. Asimismo, las luchas culturales, entre ellas las luchas por el significado, desempeñan un papel relevante en los procesos en los que se configuran las relaciones de hegemonía/subalternidad, en un sentido gramsciano, que considera a esta dualidad de manera no dicotómica y cambiante, rechazando la idea de que unos grupos hegemónicos imponen los significados a otros grupos subalternos que los asumen de forma pasiva (Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, Tabernero-Holgado, en prensa; Jiménez-Lucena, 2014). Siguiendo esta perspectiva relacional, consideramos que estos grupos están insertos en unas relaciones dialógicas que marcan sus discursos, intereses y estrategias.1 1 El uso de la “/” se hace en el sentido que le da Mignolo (2012, p.IX). Desde esta perspectiva, grupos sociales heterogéneos en condiciones de subalternidad (como el caso del anarquismo) pueden actuar como agentes activos en la definición de procesos sociobiológicos en torno al ser humano. Esto da lugar a situaciones de conflicto de distribución de poder que generan negociaciones y resistencias, réplicas y contrarréplicas en tal medida que nos permiten problematizar el origen de los procesos relacionados con una normalización física y las razones del éxito de esta “historia local”, generada desde el biopoder, que ha devenido hegemónica a través de las medidas eugenésicas que han caracterizado las políticas de reforma social, situándose sobre otros dispositivos de poder como la justicia, el Ejército, la educación o la religión.

En la actualidad hay una abundante literatura que analiza el desarrollo de los movimientos neomalthusiano y eugenésico en los países occidentales, llegándose a verdaderas especializaciones historiográficas como es el caso de los trabajos que abordan el estudio de la higiene racial nazi. Una revisión de esta literatura sería aquí inabarcable (Bashford, Levinell, 2010). En nuestro caso abordamos el problema desde los trabajos que estudian el neomalthusianismo ligado a los movimientos libertarios del primer tercio del siglo XX español para entrar directamente en la discusión sobre lo que significó la penetración de las ideas eugenésicas en grupos anarcolibertarios, y sus implicaciones para el pensamiento y la práctica anarquista individualista.2 2 Véase la revisión historiográfica sobre el neomalthusianismo anarquista en Barcelona que hace Parsons (2012).

Para abordar nuestro trabajo utilizaremos como fuente principal las tres revistas que, de forma sucesiva, fueron los principales vehículos de difusión del neomalthusianismo en España en el primer tercio del siglo XX: Salud y Fuerza (1904-1914), Generación Consciente (1923-1928) y Estudios (1928-1937); así como Solidaridad Obrera (1907-1939), órgano de difusión de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

Características del neomalthusianismo español

El inicio del movimiento neomalthusiano en España está bien estudiado por diversos autores que abordan el problema desde la historia de la sexualidad, del derecho, de la educación, de la ciencia y de la medicina, con diversos enfoques y metodologías (Masjuan, 2000MASJUAN, Eduard. La ecología humana en el anarquismo ibérico: urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social.Barcelona: Icaria. 2000.; Díez, 2001DÍEZ, Xavier. Utopia sexual a la prensa anarquista de Catalunya: la revista Ética-Iniciales (1927-1937). Lleida: Pagés. 2001.; Girón Sierra, 2005GIRÓN SIERRA, Álvaro. En la mesa con Darwin: evolución y revolución en el movimiento libertario en España, 1869-1914. Madrid: CSIC. 2005.; Cleminson, 2008CLEMINSON, Richard. Anarquismo y sexualidad (España, 1900-1939). Cádiz: Universidad de Cádiz. 2008.). A partir de estos trabajos se puede reconstruir el entramado teórico y práctico de la sección española de la Liga para la Regeneración Humana liderada por el anarquista Luis Bulffi de Quintana (1867-?) de la cual, la revista Salud y Fuerza fue su portavoz y cuyos principios generales, tal como se verá más adelante, se mantuvieron a lo largo de todo el periodo estudiado.

En resumen, el movimiento pretendía incorporar como forma de lucha contra el Estado y la Iglesia la procreación consciente del proletariado a través de una enseñanza racional que pusiera a disposición de los trabajadores y trabajadoras los conocimientos científicos acerca de la reproducción humana en sus vertientes sociológica, económica y biológica. Conocimientos que, según los defensores del neomalthusianismo, eran mantenidos en “secreto” por los profesionales médicos y los mecanismos morales y legales del sistema social establecido dado el interés que estos tenían en mantener al proletariado en la ignorancia para poder perpetuar un ejército de trabajadores en los límites de la supervivencia y en la más absoluta miseria (Tabernero-Holgado, Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, 2013). Para el neomalthusianismo, la existencia de un número elevado de hijos hacía que la miseria aumentara en las casas de estas familias con todas las consecuencias que ello acarreaba (hambre, enfermedades graves, aceptación de trabajos mal pagados…). De ahí la importancia de divulgar los métodos anticoncepcionales y ponerlos a disposición de los obreros y las obreras.

La revista Salud y Fuerza, lo supo plantear pedagógicamente a través de la participación de los lectores en la gestión de estos conocimientos configurando así a las personas no-expertas en agentes epistemológicos activos. No se trataba solo de trasladar información elaborada por expertos para que fuese asimilada por los legos, sino de co-construirla mediante prácticas comunicativas que establecían un intercambio con los lectores. En esta dinámica de autogestión del conocimiento en su relación dialógica con el pensamiento hegemónico, las luchas por el significado fueron luchas por los recursos, tanto simbólicos como materiales, en un proceso de (des)estabilización de los sistemas sociales (Tabernero-Holgado, Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, 2013; Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, Tabernero-Holgado, en prensa; Jiménez-Lucena, 2014).

Varias secciones de la revista lo atestiguan a lo largo de sus 10 años de vida. Una de ellas fue la invitación a los lectores a interpretar unos dibujos que representaban la realidad social de la familia trabajadora con muchos o pocos hijos (Figura 1) o a interpretar los caminos de la humanidad para llegar a la revolución social (Figura 2). El ganador de este último concurso finalizaba su interpretación sobre las rocas que había sobre el acantilado: “Tengamos resolución, vadeemos la revolución social, pasando por las huelgas de vientre, política, religiosa, militar y salario, sin temor de que flaquee ninguna de ellas, y llegaremos fuertes y firmes a los campos de la acracia” (Oromil, 1906OROMIL, Vicente. ¡Resolución! Salud y Fuerza, v.3, n.7, p.73-74. 1906., p.74).

Figura 1
: Portada (Salud y Fuerza, 1906b, p.65)

Figura 2
: Portada (Salud y Fuerza, 1906a, p.49)

Podemos resumir la propuesta neomalthusiana española a través del artículo, titulado “Nueva humanidad”, del anarquista José Chueca (?-1927) y que fue publicado en Salud y Fuerza en 1913 y recuperado, significativamente, en Generación Consciente diez años después (Chueca, 1923CHUECA, José. Nueva humanidad. Generación Consciente, v.1, n.3, p.45-47. 1923.). Chueca partía de la base de que la humanidad estaba “degenerada” y señalaba los vicios y las enfermedades habituales (sífilis, alcoholismo, tuberculosis), pero, sobre todo, señalaba la miseria y la ignorancia como las culpables de crear y mantener el problema degenerativo. Consecuentemente, entre los múltiples medios posibles propone dos “cuya virtualidad resalta enseguida: uno es la procreación consciente, limitada, otro, la enseñanza racionalista, integral” (Chueca, 1913, p.290). El neomalthusianismo sería para Chueca (1913CHUECA, José. Nueva humanidad. Salud y Fuerza, v.10, n.55, p.290-292. 1913., p.290) la forma de seleccionar la descendencia mediante el empleo de medios anticoncepcionales augurando que: “en pocas generaciones se llegaría a obtener una especie físicamente bella, fuerte y sana. Y si a esas generaciones se las instruía y educaba sólida, racional, científicamente, la humanidad ideal, superior, buena y sabia, llegaría a ser un hecho”.

Por su parte, el neomalthusiano G. Hardy (Gabriel Giroud)3 3 Es importante la relación que el neomalthusianismo ibérico mantuvo con el francés, de ahí la frecuente presencia de autores de este país en las revistas eugenésicas españolas (Masjuan, 2000; Cleminson, 2003). Para el caso francés, véase Sonn (2010). señalaba desde las páginas de Salud y Fuerza las ventajas de este método para reducir la población frente a otros tradicionales como las guerras o las epidemias:

los métodos neomalthusianos resuelven sin brutalidad, sin molestia, sin dolor, el problema de la proporcionalidad que necesariamente ha de establecerse entre la población y las subsistencias… Desde el punto de vista social, facilitan la solución de los problemas que agitan el mundo de los trabajadores; menos trabajadores a disputarse el trabajo, salarios más elevados, labor menos extenuante, paros suprimidos con éxito para los trabajadores. Desde el punto de vista individual y familiar, es la comodidad, el aire y la luz penetrando en los tugurios, los niños mejor criados, educados e instruidos, la mujer emancipada, el hombre utilizando inteligentemente sus ocios ya que no tendrá la angustia terrible del trabajo excesivo absorbiendo todas sus fuerzas y cerebro. En suma, es una era nueva a corto plazo, era en la que ya apenas nos acordaremos de estos poderes malhechores: Estado, capital, Iglesia (Giroud, 1904GIROUD, Gabriel [G. Hardy]. La lucha por la existencia y el neomalthusianismo. Salud y Fuerza, v.1, n.1, p.2-4. 1904., p.4).

Podemos observar que en el diagnóstico del problema se acude a factores etiológicos sociales y biológicos, asumiendo tanto las consignas del ambientalismo radical (Jiménez-Lucena, 2004JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel. Clase e ideología en las propuestas sanitarias durante la Segunda República: elementos para su análisis. In: Martínez Pérez, José et al. (Coord.). La medicina ante el nuevo milenio: una perspectiva histórica. Cuenca: Universidad de Castilla la Mancha. p.1053-1064. 2004.; Molero-Mesa, Jiménez-Lucena, 2010) como del neomalthusianismo adaptado a las circunstancias e intereses de las ideas libertarias. Luis Bulffi, director de la revista Salud y Fuerza, afirmaba en el primer número que uno de los objetivos fundamentales de la publicación era “dar a conocer los datos positivos de ‘la ciencia biológica y social’ a fin de que las generaciones venideras no sean como la nuestra” (Bulffi, 1904BULFFI, Luis. Dos palabras. Salud y Fuerza, v.1, n.1, p.1-2. 1904., p.1; énfasis nuestro).

Es lógico, por tanto, que el neomalthusianismo español estuviera ligado desde el principio al proyecto educativo de la Escuela Moderna, difusora en España del neomalthusianismo de corte libertario antes de la fundación de Salud y Fuerza y cuya figura más visible fue Francisco Ferrer Guardia (1859-1909) (Masjuan, 2000MASJUAN, Eduard. La ecología humana en el anarquismo ibérico: urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social.Barcelona: Icaria. 2000.; Girón Sierra, Molero-Mesa, 2016). No en vano fue en el Boletín de la Escuela Moderna donde Paul Robin (1901ROBIN, Paul. La educación integral. Boletín de la Escuela Moderna, v.1, n.3, p.29-32. 1901., p.32) expuso los principios de la educación integral y las tres ideas para conseguir la felicidad de la humanidad: “Buen nacimiento, buena educación, buena organización social”, consigna que consideraba tanto al neomalthusianismo como a la educación los dos fundamentos imprescindibles para que se llevara a cabo una revolución libertaria. Los textos de las revistas y obras neomalthusianas estaban presentes en las escuelas racionalistas, fundadas por ateneos libertarios y sindicatos de la CNT. En 1934, se afirmó desde las páginas de Solidaridad Obrera que, como resultado de la acción de las escuelas racionalistas, “cada uno de los muchachos de los Ateneos libertarios saben más de higiene, fisiocultura y helioterapia que el noventa por ciento de nuestros maestros rurales” (Otra vez…, 1934OTRA VEZ… Otra vez los bárbaros: peligran las escuelas racionalistas. Solidaridad Obrera, p.6. 30 jun. 1934., p.3).

Legitimación científica del neomalthusianismo

El neomalthusianismo acudirá a la ciencia para legitimarse ante la sociedad y sancionar la validez de sus teorías. Lo hará tanto para atacar a sus enemigos tradicionales (Estado, Iglesia, Ejército) a quienes acusa precisamente de “inmorales”, como para fundamentar su propio concepto de “moral”. En efecto, junto a la necesidad de no procrear había que tener en cuenta el conocimiento médico que mostraba la necesidad fisiológica que tenían las personas de utilizar con regularidad los órganos sexuales. Según los neomalthusianos, la ciencia médica había demostrado que la continencia sexual producía trastornos orgánicos similares a los producidos por la no utilización de otros órganos como el estómago o los pulmones:

Una ley fisiológica de una importancia extremadamente suprema y de una aplicación rigurosamente universal ordena que, en nuestro cuerpo, cada miembro sea ejercido de un modo normal, para que se halle en estado sano y vigoroso. Los ojos, los órganos de la vista necesitan luz, las piernas y los brazos, órganos locomotores, necesitan movimiento; la inteligencia requiere reflexión; nuestros apetitos y nuestras pasiones han de menester goces normales, de lo contrario se van debilitando paulatinamente e irremisiblemente llegan a enfermar (Leyes…, 1911LEYES… Leyes de los órganos sexuales. Salud y Fuerza, v.8, n.45, p.132-136. 1911., p.132).

A los perjuicios físicos, también había que unir los psicológicos:

La naturaleza del individuo se halla tan sumamente relacionada con los goces sexuales, nuestra felicidad y nuestra salud dependen del modo natural y normal de ejercerlos, que no podemos dejarlos de lado sin causar grandes perjuicios al organismo (Leyes…, 1911LEYES… Leyes de los órganos sexuales. Salud y Fuerza, v.8, n.45, p.132-136. 1911., p.132).

La educación racional neomalthusiana debía, por tanto, completarse con la enseñanza de las nuevas ideas morales basadas en el conocimiento científico, ya que mientras la moral oficial se basaba “en la hipocresía, en la aversión y desprecio de las cosas del sexo, que considera como vergonzoso, el neomalthusianismo enseña la legitimidad y la nobleza de la función sexual”. Por tanto, “como el de la digestión o el de la respiración, el papel primordial de la cópula, de la fecundación, debe ser conocido” (Grandjean, 1910GRANDJEAN, Valentín. La moral neomalthusiana. Salud y Fuerza, v.7, n.40, p.64. 1910., p.64).

Ahora podemos comprender la fuerte oposición surgida en contra de este movimiento por parte del pensamiento hegemónico. El alto grado de subversión de sus ideas y prácticas amenazaba al núcleo central del sistema capitalista-natalista y a toda una forma de entender la sociedad basada en el pensamiento religioso y autoritario en torno a la represión sexual, es decir, todo aquello a través de lo cual se ejercía el biopoder.

Tampoco es extraño que frente a las tradicionales formas de represión física directa y a la desprestigiada forma de control social “civilizada”, ejercida por la Justicia o la Iglesia, surja la respuesta al neomalthusianismo desde la misma ciencia que este reivindica: la reacción del sistema hegemónico para recuperar el control de la población se llamó eugenesia y tuvo la intención de disputar el terreno ganado por el neomalthusianismo, tal como veremos a continuación.

Pensamiento hegemónico y desprestigio del neomalthusianismo: Iglesia, Estado y… ciencia

El neomalthusianismo era fundamentalmente una práctica autogestionada, alejada de la academia y desarrollada en grupos heterogéneos de librepensadores de tendencias liberales, socialistas y anarquistas que tenían en común su oposición a la moral religiosa y a las normas irracionales y autoritarias emanadas del Estado. En España, este movimiento surgió ligado a grupos anarquistas que pretendían desestabilizar el sistema económico capitalista actuando sobre la población. Además, la práctica del neomalthusianismo también desafiaba el poder de la Iglesia y del Estado al defender el amor libre y atacar el matrimonio.

Que el movimiento neomalthusiano en España iba en contra del sistema social establecido era bien conocido por el pensamiento hegemónico, que utilizó todos los medios a su alcance para frenarlo. El fundamento del orden social católico conservador, “religión, propiedad, familia”, estaba siendo atacado a la par que el fundamento poblacional y natalista de la burguesía conservadora y así lo expresaban sus medios de difusión (Masjuan, 2000MASJUAN, Eduard. La ecología humana en el anarquismo ibérico: urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social.Barcelona: Icaria. 2000., p.233-282). Por ejemplo, la revista La Lectura Dominical, órgano del Apostolado de la Prensa, se congratulaba, en 1926, de que el gobierno dictara un decreto para proteger a las familias numerosas a la par que tildaba a las prácticas neomalthusianas como “criminales” y recordaba cómo la Escuela Moderna de Francisco Ferrer y Mateo Morral fue el principal foco propagador de estas “doctrinas disolventes”:

Es bien significativo que los elementos revolucionarios, enemigos de la moral religiosa, sean los agentes intelectuales de esta aberración social; se comprende en efecto, que los partidarios del amor libre, del divorcio, de la secularización y estatificación de la familia vengan a defender y propagar las nefandas prácticas neomalthusianianas (León, 12 jun. 1926, p.284).

Sin embargo, para la sociedad obrera de comienzos del siglo XX, los discursos y prácticas represivas provenientes de la Iglesia o el Estado no hacían más que reforzar sus principios revolucionarios. Como se afirmaba en un artículo de Kate Austin (1864-1902) reproducido en Solidaridad Obrera en 1916: “cuando los enemigos de la libertad exponen de tal modo el lado débil de su existencia, bien puedan saber los anarquistas por donde deben empezar sus ataques” (Austin, 10 ago. 1916, p.2).

La criminalización del neomalthusianismo, en efecto, comenzó con la relación del mismo al anarquismo radical. A raíz del atentado contra Alfonso XIII, realizado en Madrid en mayo de 1906 por parte de Mateo Morral, se insistió mucho en la prensa en su pertenencia a grupos neomalthusianos. El objetivo, sin duda, era criminalizar esta práctica al identificarla con las acciones violentas de sus seguidores y dando una explicación científica. Los resultados de la autopsia de Mateo Morral (hoy sabemos que no se suicidó sino que fue asesinado días después del atentado) (Masjuan, 2009MASJUAN, Eduard. Un héroe trágico del anarquismo español: Mateo Morral, 1879-1906. Barcelona: Icaria. 2009., p.111-119) relatada en la prensa burguesa desde el punto de vista de la antropología criminal lombrosiana, destacaban su grado de degeneración. Un entonces joven, Antonio Lecha-Marzo (1888-1919), analizó el cadáver de Mateo Morral concluyendo que:

De las anomalías anotadas en Mateo Morral, solo tres nos parecen de bastante importancia: el progeneismo, la prominencia de los senos frontales y la desviación de la nariz. Estos tres caracteres anormales degenerativos hacen de Morral un tipo criminal de Lombroso (Lecha-Marzo, 1906LECHA-MARZO, Antonio. Las anomalías de Mateo Morral. Revista de Medicina y Cirugía Prácticas, v.72, p.84-89. 1906., p.87).

No era ninguna novedad la relación establecida por el lombrosianismo al considerar degeneradas a las personas que ingresaban en las filas del anarquismo (Girón Sierra, 2005GIRÓN SIERRA, Álvaro. En la mesa con Darwin: evolución y revolución en el movimiento libertario en España, 1869-1914. Madrid: CSIC. 2005.). La novedad recaía, en este caso, en la relación de la forma física, mental y moral del sujeto con las ideas y prácticas neomalthusianas, aspectos muy publicitados en la prensa diaria y que, como hemos visto más arriba, se seguían recordando años después. La prensa burguesa, tras el atentado contra Alfonso XII, señalaba que “Mateo Morral se afilió en seguida al neomalthusianismo anarquista. Le llevaron a él la parte de negación que tiene de la vida, lo escaso que de ella era el joven ingeniero, su carácter solitario y místico, en desafecto por las pasiones y por las mujeres, su degeneración física etc.” (El criminal…, 4 jun. 1906, p.1).

Pero desde la ciencia oficial no sólo se certificaba que la práctica del neomalthusianismo era común entre personas degeneradas sino que incluso llegó a contradecirlo que este movimiento significaba para la salud individual de sus seguidores. En efecto, para algunos médicos, las “prácticas neomalthusianas” eran causa de disfunciones genitales graves, tanto en el hombre como en la mujer, al relacionarlas directamente con la continencia sexual, la práctica de la “retirada a tiempo” y la masturbación. No solo se ignoraba que el neomalthusianismo defendía el placer sexual sin fines reproductores sino que se invisibilizaban todos los recursos anticonceptivos que los neomalthusianos procuraban poner al alcance de la población para, precisamente, no incurrir en esas prácticas de las que se les acusaba. El urólogo Narciso Serrallach Maurí (1875-1951), director de la revista Hojas Urológicas (1913-1935) de Barcelona, que en 1931 publicó un trabajo con el significativo título “Trastornos de la disfunción genital: continencia, neomalthusianismo y masturbación”(Serrallach, 1931SERRALLACH, Narciso. Trastornos de la disfunción genital: continencia, neomalthusianismo y masturbación. Barcelona: Clarasó. 1931.), afirmaba, ya en 1916:

El control de la procreación que defendió Malthus para hacer menos penosa a nuestros descendientes la lucha por la subsistencia obliga no solo a la abstinencia sexual sino a realizar actos incompletos, masturbación e incluso excitaciones sexuales no seguidas de coito (Serrallach, 1916SERRALLACH, Narciso. Síndrome patológico del neomalthusianismo. Hojas Urológicas, v.3, n.3. p.33-42. 1916., p.33).

Todo este entramado mediático en el que la ciencia oficial era protagonista, reforzaba la imagen de que todo neomalthusiano era anarquista y viceversa, a pesar de que no todos los obreros anarquistas coincidían con estas ideas, ni todos los neomalthusianos eran anarquistas. En 1935, cuando en Francia se comenzó a perseguir legalmente y a encarcelar a los neomalthusianos que se esterilizaban voluntariamente, la revista Estudios dio la noticia para poner en guardia a “los compañeros” temiendo que se reprodujera esta legislación represiva en nuestro país (Puente, mayo 1935, p.17).

La lucha por el significado: neomalthusianismo y eugenesia

Las diversas campañas de desprestigio y criminalización del neomalthusianismo por parte de la ciencia oficial no consiguieron parar un movimiento de alcance mundial que seguía amenazando la estabilidad de los pilares de la sociedad capitalista y tradicional. El neomalthusianismo, que suscribía la gestión individualizada de la sexualidad en conexión, principalmente, con la anticoncepción y el control de la población, acudía a la ciencia para reivindicar la igualdad y se presentaba como conocimiento liberador, como herramienta emancipadora capaz de poner al descubierto la injusticia y la desigualdad social y ofrecer una solución emancipadora (Jiménez-Lucena, Molero-Mesa, 2009). Por su parte, la eugenesia (y estas serán nuestras hipótesis a demostrar) va a surgir con dos objetivos fundamentales: deslegitimar el neomalthusianismo jugando en su mismo terreno científico y tecnológico para recuperar la iniciativa biopolítica en la gestión del cuerpo y la sexualidad humana y, de manera simultánea, legitimar políticamente la existencia de la desigualdad social bajo patrones también científicos, en una sociedad liberal y supuestamente igualitaria en la que la ciudadanía tendría los mismos derechos y deberes. Será pues en el terreno de la ciencia, donde se producirá la disputa por el significado de los términos “neomalthusianismo” y “eugenesia”.

La primera prueba que aportamos para valorar la hipótesis apuntada tuvo lugar en la Conferencia Internacional Neomalthusiana celebrada en La Haya, en julio de 1910 (Quast, 2014QUAST, Jenneke. Neo-Malthusians: a photograph. In: Blok, Aad; Lucassen, Jan; Sanders, Huub (Ed.). A usable collection: essays in honour of Jaap Kloosterman on collecting social history. Amsterdam: Amsterdam University Press. p.276-282. 2014.). En dicha conferencia, uno de los puntos previstos en el orden del día y en sesión privada era “¿Sería útil o deseable cambiar el nombre de neomalthusianismo?” (Programa…, 1910PROGRAMA… Programa de la Conferencia Internacional de La Haya. Salud y Fuerza, v.7, n.37, p.1-4. 1910., p.1). Sin duda, la presión de la eugenesia se estaba haciendo notar desde su salida de la academia y la promulgación de algunas leyes restrictivas de los nacimientos en algunos países europeos y norteamericanos. El médico y psiquiatra Auguste Forel (1848-1931) propuso a la conferencia que se cambiara el nombre de “neomalthusianismo” por el de “eugenetismo” o “eugenismo”. Las razones que esgrimió, además de afirmar que esta era una ciencia que interesaba “al higienista, al médico”, fue que, “la cuestión neomalthusiana es solo una cuestión de buscar la calidad”, cosa posible según él, “sin ocuparse de limitar la cantidad, al menos actualmente”. Tras una deliberación general, finalmente se decidió mantener el nombre de neomalthusianismo, “por tener un sentido más completo que la palabra ‘eugenismo’ o ‘eugenetismo’ que indica solo una rama de la acción neomalthusiana” (Grandidier, 1910GRANDIDIER, Louis. La conferencia neomalthusiana de la Haya. Salud y Fuerza, v.7, n.38, p.17-22. 1910., p.20; énfasis del original).

En efecto, la consideración de que los objetivos y métodos de la eugenesia estaban ya integrados en los del neomalthusianismo vuelve a repetirse con motivo del primer Congreso Internacional de Eugenesia, celebrado en Londres, en julio de 1912. El reseñador del congreso, Edmon Potier (1912POTIER, Edmond. El congreso eugénico. Salud y Fuerza, v.9, n.48, p.185-187. 1912., p.185), desde las páginas de la revista Salud y Fuerza, se refería así a la eugenesia:

Que se reconozca o que se niegue, la nueva ciencia no es otra cosa que la ciencia neomalthusiana, con todas sus subdivisiones conforme lo atestigua la comparación de los diversos dominios donde se extienden nuestros esfuerzos y de las diversas secciones del Congreso, su identidad desembocando [sic] necesariamente a la misma meta fundamental: ‘buena procreación’ (énfasis del original).

En estos primeros momentos, los neomalthusianos celebraban la atención mediática que, según ellos, recibían en este congreso por parte de “los sabios oficiales del mundo entero – biólogos, higienistas, puericultores, ginecólogos, neurólogos, educadores, sociólogos etc.” para concluir que:

Por nuestra parte, no vemos inconveniente alguno en que cada cual le llame como mejor le convenga. Esto dará lugar al espectáculo curioso de ver en los periódicos adversos hasta la fecha al neomalthusianismo combatir a éste en una plana y defender valientemente a Eugénica en la otra! (Potier, 1912POTIER, Edmond. El congreso eugénico. Salud y Fuerza, v.9, n.48, p.185-187. 1912., p.187).

Sin embargo, la eugenesia surgió ya en este congreso con una definición, propuesta por el mismo Galton, ligada a la acción del Estado: “La eugénica es el estudio de las causas, ‘sometidas al control social’, pudiendo mejorar o empeorar las cualidades de la raza de las generaciones futuras, sea mentalmente, sea físicamente” (Potier, 1912POTIER, Edmond. El congreso eugénico. Salud y Fuerza, v.9, n.48, p.185-187. 1912., p.187; énfasis del original). Es decir, en la línea tradicional higiénica, que caracterizaba a la policía médica, los congresistas de 1912 confiaban en el poder del Estado para la puesta en marcha de todas sus propuestas para mejorar la calidad de la raza humana, a la par que se intentaban desligar de las iniciativas neomalthusianas, las cuales van a pasar a ser consideradas solo como una forma de limitación de los nacimientos sin más consideraciones sociales o biológicas.

Fue el médico alemán Alfred Ploetz (1860-1940), en su ponencia sobre “higiene racial”, quien denunció con más énfasis las prácticas neomalthusianas autogestionadas y fuera del control estatal:

Si nos fijamos en todos sus efectos, debemos concluir que hoy en día la difusión del malthusianismo, no regulada y mal dirigida tiene un efecto perjudicial desde el punto de vista de la higiene racial. Debemos esforzarnos por abolirla, pero su supresión, creo, puede ser totalmente imposible. Tan pronto como el malthusianismo surge en cualquier lugar, permanece en las familias afectadas por muchos años... Incluso la Iglesia Católica ha demostrado ser impotente contra ella. No queda nada que hacer sino influir en la práctica de Malthus eugenésicamente de tal manera que la raza sufra lo menos posible en virtud del mismo… Hoy en día, es necesario, en primer lugar, luchar contra la propaganda del neomalthusianismo (Ploetz, 1913PLOETZ, Alfred. Neo-malthusianism and race hygiene. In: Problems in eugenics: report of proceedings of the First International Eugenics Congress, v.2. London: Eugenics Education Society. p.183-189. 1913., p.189).

Según Ploetz, el problema que se estaba produciendo con la extensión de las prácticas neomalthusianas, era que éstas estaban impidiendo la reproducción de los miembros más inteligentes de la sociedad, al estar esta práctica muy extendida entre la clase media y alta y menos entre el proletariado. Es más, en el caso de las familias pobres que practicaban el neomalthusianismo, eran capaces de criar y cuidar muy bien a niños débiles que no hubieran sobrevivido si la familia hubiera sido numerosa, de ahí que se acabara considerando la práctica neomalthusiana contraria a la selección natural (Ploetz, 1913, p.189). Este argumento basado en la “selección al revés”, sería clave en la difusión de la eugenesia. La revista médica The Lancet, volvió a recordarlo fehacientemente (Neo-Malthusianism, 1912, p.960) con motivo de la publicación, por parte de la Liga Malthusiana inglesa, del panfleto titulado Neo-Malthusianism and eugenics (Drysdale, 1912DRYSDALE, Charles Vickery. Neomalthusianism and eugenics. London: William Bell. 1912.) en el que, para contrarrestar dichas críticas, se afirmaba que esta liga también estaba a favor de mejorar la calidad de la raza humana y no sólo de disminuir el número de habitantes, de lo que los defensores de la eugenesia estaban acusando a los neomalthusianos.

En efecto, es cierto que el “biopoder”, descrito por Foucault, encontró en las ideas eugenésicas la manera de convertir la regulación biológica de la sexualidad en una herramienta de dominación para el pensamiento hegemónico de acuerdo a los intereses del Estado y la sociedad liberal, pero lo hizo cuando el movimiento neomalthusiano llevaba décadas ofreciendo a toda la población los conocimientos anatomofisiológicos en torno a la reproducción humana para que las personas autogestionaran la finalidad, reproductora o no, del acto sexual. Este fenómeno, ligado al potencial revolucionario de los movimientos anarquistas del sur de Europa en un momento de especial conflictividad social (Masjuan, 2017MASJUAN, Eduard. Las relaciones entre la sociedad y la naturaleza en el anarquismo iberoamericano (neomalthusianismo, urbanismo y educación ambiental). In: Congreso de Investigadores sobre Anarquismo, 1., 2016, Buenos Aires. Actas... Buenos Aires: Cedinci-Idaes/Unsam. p.418-430. 2017.), nos ayudaría a explicar el retraso en el surgimiento del activismo eugenésico explícito veinte años después de que Galton propusiera los fines y alcances de la eugenesia en 1883 (Schneider, 1990SCHNEIDER, William H. Quality and quantity: the quest for biological regeneration in twentieth-century France. Cambridge: Cambridge University Press. p.5-7. 1990., p.5-7), y más de treinta desde que publicara su obra Hereditary genius en 1869. Razones sociopolíticas que también motivaron la conversión de la higiene pública en medicina social, disciplina esta última que asumió las ideas eugenésicas en España (Rodríguez Ocaña, 1992RODRÍGUEZ OCAÑA, Esteban. Por la salud de las naciones: higiene, microbiología y medicina social. Madrid: Akal. 1992.; Álvarez Peláez, 1995ÁLVAREZ PELÁEZ, Raquel. Penetración y difusión de la eugenesia en España. In: Arquiola, Elvira; Martínez, José (Ed.).Ciencia en expansión: estudios sobre la difusión de las ideas científicas y médicas en España, siglos XVIII-XX. Madrid: Complutense. p.211-231. 1995.), donde no prosperaron las ligas específicas eugenésicas debido a que el poder eclesiástico y estatal se opuso a una sexualidad que no tuviera como fin único la reproducción de la especie.

Estaba en juego la gestión del cuerpo dirigida desde el Estado (eugenesia) o dirigida por cada individuo (neomalthusianismo) ya que estas propuestas biopolíticas perseguían objetivos incompatibles según los utopismos ideológicos, inherentes tanto al neomalthusianismo de corte libertario como a la eugenesia ligada a los intereses del poder hegemónico.

A partir del Congreso de Londres, los partidarios de la eugenesia van a insistir en las diferencias que existían entre las dos formas de entender el mejoramiento de la raza. Para el anarquista José Chueca (1914CHUECA, José. Eugenesia y neomalthusianismo. Salud y Fuerza, v.11, n.57, p.321-322. 1914., p.322):

La eugenesia y el neomalthusianismo, aunque dicen perseguir un mismo fin, la regeneración de la especie humana, no tienen ningún parentesco; aquella es esencialmente burguesa y falsamente científica, y este va contra la burguesía y está catalogado entre las cosas que verdaderamente pertenecen a la ciencia; la una pretende vanamente regenerar a la humanidad tratando de impedir brutalmente que determinado número de individuos engendren, y el otro aspira a convencer a los hombres de que procreen conscientemente, brindándoles para que así lo hagan con los medios preventivos de la fecundación, pues el neomalthusianismo no quiere imponerse a nadie por procedimientos violentos, ni niega el derecho al amor al más miserable, al más degenerado de los hombres.

La solución distaba mucho de la planteada por la eugenesia burguesa:

Lo que hace falta es suprimir las causas de la degeneración de la especie. La regeneración completa de todos los individuos es imposible dadas las condiciones sociales en que actualmente se desenvuelve la humanidad. Por eso los neomalthusianos no nos limitamos a propagar la generación consciente y limitada, sino que aspiramos a transformar la sociedad. Sabemos muy bien que mientras carezcan de bienestar y de cultura la mayoría de los hombres, habrá motivo de degeneración, habrá muchísimos degenerados (Chueca, 1914CHUECA, José. Eugenesia y neomalthusianismo. Salud y Fuerza, v.11, n.57, p.321-322. 1914., p.322).

Este argumento volvió a ser central en la ponencia que el Sindicato de las Profesiones Liberales de Barcelona presentó al segundo Congreso de la CNT, celebrado en Madrid en 1919, bajo el título “Razones eugénicas que aconsejan a la organización obrera luchar por los aumentos de salarios”. El adjetivo “eugénico” aparecía ya integrado en el discurso de estos intelectuales anarcosindicalistas, pero al servicio exclusivo de reforzar mediante “argumentos científicos”, como ellos mismos reconocían, las reivindicaciones económicas de la CNT. En efecto, la ponencia se autoproclamaba como “un tema científico que afecta a nuestra biología obrera” y demostraba cómo el aumento del precio de las subsistencias entre 1914 y 1919 había sido la causa del aumento de la mortalidad de los trabajadores, a la par que se culpaba al “régimen capitalista… del aniquilamiento físico y degeneración ética de nuestra raza… [que] perpetúa en su descendencia toda clase de enfermedades incurables” (Segundo Congreso…, 1919SEGUNDO CONGRESO… Segundo Congreso de la CNT. Disponible en: http://archivo.cnt.es/Documentos/congresosCNT/II_CONGRESO_de_la_CNT.htm. Acceso en: 15 mayo 2017. 1919.
http://archivo.cnt.es/Documentos/congres...
).

Sin embargo, en 1923, en un contexto de dura represión sobre los grupos anarquista y anarcosindicalistas, volvió a editarse una revista netamente neomalthusiana pero ahora incluyendo un cambio en las consideraciones teóricas sobre la eugenesia y el neomalthusianismo. La revista Generación Consciente, continuadora de la labor de Salud y Fuerza, va a mantener los principios neomalthusianos pero bajo la denominación del término “eugenesia”, dejando el término neomalthusianismo limitado al control de los nacimientos. Está claro que el título de la revista la definía inequívocamente como publicación neomalthusiana, pero la estrategia para que sus objetivos sobrevivieran pasaba por asumir un término ya muy difundido en medios científicos hegemónicos en un periodo político muy complicado para el movimiento libertario.

En efecto, Isaac Puente, uno de los médicos que mayor aceptación tuvo entre los miembros de la CNT y de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), inició el primer número de la revista Generación Consciente reconociendo que la eugenesia tenía cada vez más adeptos, que era “deber de todo médico difundir y propagar su enseñanza” pues de no hacerlo, incurriría en “una gran responsabilidad moral”. Sin embargo, sus planteamientos seguían siendo neomalthusianos al destacar las mismas propuestas de años anteriores pero bajo otra denominación; así proponía en primer lugar:

divulgar las leyes y conocimientos de la herencia a fin de evitar la criminal herencia patológica cuya monstruosidad solo la ignorancia puede disculpar; educar racionalmente a la infancia, iniciándola en la sexualidad y cultivando en ella sentimientos de Salud, Bondad y de Belleza, para influir más tarde en la pasión amorosa, la que debe obedecer a esa trilogía: propagar las condiciones de normalidad más favorables al acto de la fecundación; cuidados anteriores que requiere esta trascendental función para conseguir un producto lo mejor posible; medios de impedir la misma (neomalthusianismo) cuando deba evitarse; cuidados que requiere el embarazo; Reglas para la buena crianza del niño de pecho (Puericultura) e Higiene profiláctica (Puente, 1923PUENTE, Isaac. Eugenesia. Generación Consciente, v.1, n.3, p.33-34. 1923., p.33-34).

Aun así, la eugenesia, ya fuese de orientación neomalthusiana o no, tampoco era bien vista por la sociedad conservadora y católica española, como lo demuestra la suspensión por orden gubernativa del Curso Eugenésico Español, organizado desde sectores progresistas y liberales en 1928 (Masjuan, 2000MASJUAN, Eduard. La ecología humana en el anarquismo ibérico: urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social.Barcelona: Icaria. 2000., p.395). Pero lo que más preocupaba a las autoridades españolas seguía siendo el neomalthusianismo como lo muestra el hecho de la incorporación, en el otoño de ese mismo año, de un nuevo artículo en el Código Penal que prohibía la propagación de “teorías o prácticas anticoncepcionales” fuera de “publicaciones meramente científicas o actos de corporaciones técnicas” (Martínez-Pereda, 1981MARTÍNEZ-PEREDA, José Manuel. Proclamación de doctrinas contrarias a la moral pública. Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, v.34, n.2-3, p.653-668. 1981., p.664). Una de las consecuencias de esta reforma fue la prohibición del explícito título neomalthusiano de la revista Generación Consciente que había resistido desde su fundación en 1923, a pesar de varias denuncias y encarcelamientos de su administrador Joaquín Juan Pastor (1895-?) (Navarro Navarro, 1997NAVARRO NAVARRO, Francisco Javier. Anarquismo y neomalthusianismo en la revista Generación Consciente (1923-1928). Arbor, v.46, n.615, p.9-32. 1997., p.26). Al mismo tiempo, el código penal restaba legitimidad a los contenidos de Generación Consciente, no sólo por considerar que atentaba contra las doctrinas de la moral pública, sino porque la revista quedaba fuera de la consideración de publicación científica.

En diciembre de 1928 la revista tuvo que pasar a denominarse Estudios; y se tuvo que esperar a 1930 para volver a usar abiertamente y con frecuencia el término neomalthusianismo. En efecto, una vez terminada la censura impuesta por la Dictadura de Primo de Rivera, la revista Estudios (en su número de octubre de 1930) pudo reafirmar sus objetivos “neomalthusianos y eugénicos” que, según reconoció la redacción de la revista, eran los mismos que inspiraron a Generación Consciente:

[Generación Consciente] venía a capacitar al hombre mental y físicamente; venía a mermar esa cantera que suponen las familias numerosas de hambrientos, montón de carne inconsciente, analfabeta y depauperada, de que se abastecen los cuerpos sostenedores de esta sociedad inmoral y cruel, y es natural que había de captarse el odio y la guerra de todos los buitres que trafican y medran con la ignorancia y el dolor humanos. Hoy, al desaparecer la odiosa censura… la obra educativa de Estudios intensificará la propaganda neomalthusiana y eugénica, atendiendo con preferencia a su lema inicial de Generación Consciente (La Redacción, oct. 1930, p.1).

No es extraño, por tanto, que el primer artículo de la nueva era sin censura estuviera dedicado al neomalthusianismo y su autor fuera el médico Isaac Puente que, como hemos visto, había reducido este concepto en 1923 a una mera práctica anticonceptiva. Por el contrario, este artículo es un alegato a los fines revolucionarios del neomalthusianismo al que, posiblemente por el ostracismo al que había estado sometido, presenta como “una idea nueva” y está dedicado a repasar, una por una, las razones que lo justifican. Significativamente, recupera la idea original neomalthusiana de disciplina integral y relega la eugenesia a una más de las razones de la práctica anticonceptiva, en concreto a la “fría razón” de no procrear cuando existan en la pareja casos de enfermedades hereditarias o “taras morbosas transmisibles” (Puente, oct. 1930, p.3).

Esta asimilación del término eugenesia supeditado al neomalthusianismo, lo que podríamos denominar “neomalthusianismo eugénico”, recupera para el movimiento libertario español la iniciativa en la lucha por el significado de ambos términos favorecido por la crisis de hegemonía que caracterizó al periodo histórico de la Segunda República Española que posibilitó el auge del movimiento libertario.

No renunciar de manera frontal al uso de la palabra “eugenesia” tendría además ventajas estratégicas para la difusión del ideal neomalthusiano entre la clase obrera. Por una parte, la eugenesia seguía teniendo en el periodo republicano un potencial subversivo en contra de la Iglesia católica y los gobiernos conservadores, que nunca aprobaron leyes específicas inspiradas en esta ciencia y, por otra parte, permitía invertir la idea de “selección al revés” surgida de la higiene racial y que, como hemos visto más arriba, culpaba al neomalthusianismo de la degeneración de la especie. En esta resignificación, si la pareja neomalthusiana consciente no procreaba por indicación eugenésica, sería la desigualdad social la principal causa de esa “selección al revés”.

André Lorulot (1885-1963), a través de las páginas de Estudios, lo expresaba en los siguientes términos:

El hijo del millonario, degenerado e idiota, se verá colmado de cuidados y rodeado de un lujo costosísimo – lo cual no le impedirá morirse o continuar siendo también un depravado o un inmoral… Y, mientras tanto, el proletariado habrá procreado quizá un hijo sano y robusto, el cual llegará a enfermar porque sus padres no tienen tiempo suficiente para ocuparse de él o porque le falte lo necesario. La injusticia social, basada en los privilegios del dinero, conduce a la degradación de la especie (Lorulot, ene. 1934, p.58).

De esta forma, el anarquismo español fue capaz de apropiarse de un término que en otros países estaba ligado a la acción del Estado, la legitimación de las élites burguesas y a la represión de la clase obrera.

Neomalthusianismo, anarcosindicalismo y la acción directa

Hay un elemento a tener en cuenta cuando se aborda el estudio del pensamiento y la acción libertaria, y es la organización interna de los diversos grupos en los que se configuraron. En el caso del anarcosindicalismo (principal movimiento ácrata por número de afiliados y visibilidad e impacto social) no podemos olvidarnos de los mecanismos de inclusión-exclusión que pusieron en marcha para evitar ser dirigidos por intelectuales y tampoco de su estrategia de acción directa que le separaba del posibilismo de otras centrales sindicales. La estrategia desplegada por la CNT consistía en diferenciar y proteger el núcleo sindical obrero manual del posible dirigismo e influencia de los trabajadores intelectuales, sobre todo los que desarrollaban profesiones técnicas. Su forma de lucha exclusivamente sindical (sin hermanarse con partidos políticos en pugna por el poder) ya alejaba a los profesionales que buscaban medrar mediante los resortes del poder establecido. En efecto, médicos, ingenieros, y otros técnicos en general no sentían especial interés por ingresar en las filas del anarcosindicalismo. Aun así, los pocos intelectuales que simpatizaban o militaban en grupos de afinidad anarquista fueron aceptados finalmente en la CNT, pero no mezclados con los obreros de su rama profesional sino en un sindicato exclusivo de intelectuales. El sindicato nunca hizo suya ninguna propuesta que se alejara de la lucha reivindicativa y revolucionaria, como la constitución de mutuas de enfermedad, economatos o cooperativas (al contrario que la central socialista Unión General de Trabajadores, UGT) ni, tampoco, prácticas ejercidas mayoritariamente por anarquistas como el naturismo, el nudismo o, por supuesto, el neomalthusianismo. Esta forma de funcionar era seguida por las personas que militaban en el sindicato y, a la vez, colaboraban a nivel individual con los grupos de anarquistas organizados en torno a estas prácticas, ya que conocían cuál era el papel de cada uno de ellos (Molero-Mesa, Jiménez-Lucena, Tabernero-Holgado, 2013).

Esta estrategia seguida por el anarcosindicalismo dio un nuevo enfoque a los centros culturales obreros agrupados en ateneos o grupos naturistas o neomalthusianos que mantenían sus propias revistas para divulgar sus objetivos. Todos ellos eran lugar de confluencia de obreros manuales e intelectuales, donde estos últimos, simpatizantes del anarquismo, podían colaborar con el fin revolucionario; pero la inclusión o no de sus propuestas en la lucha sindical ya era responsabilidad exclusiva de la CNT (Molero-Mesa, Jiménez-Lucena, 2013). Quizás el ejemplo más significativo, en el tema que nos ocupa, fue el absoluto desdén con el que fue acogida en la CNT la propuesta del primer Congreso de la Federación de Sindicatos Únicos de Sanidad, celebrada en Madrid, en noviembre de 1931, de “considerar los ideales sanitarios equivalentes a los libertarios… y de sustituir las tácticas de lucha económica, por las de lucha sanitaria; haciendo figurar la salud entre las reivindicaciones del proletariado” (Congreso…, 22 nov. 1931, p.3).

Por otra parte, las revistas culturales de orientación ácrata eran y se autodenominaban “eclécticas”, es decir, publicaban cualquier artículo aunque el autor no se identificara con las ideas anarquistas o no coincidiera con la línea editorial concreta de la revista. No es de extrañar, por tanto, que en revistas como Generación Consciente o Estudios aparecieran artículos de pensadores que no comulgaban con el anarquismo como Gregorio Marañón, César Juarros, Nicolás Amador o Luis Huerta (Navarro Navarro, 1998NAVARRO NAVARRO, Francisco Javier. Neomalthusianismo y clase obrera en la cultura anarquista española. In: Blanes, Georgina; Garrigós, Lluís (Ed.). Actes de les IV Trobades d’Història de la Ciència i de la Tècnica. Barcelona: SCHCT. p.317-327. 1998.). Los textos de estas personas no eran publicados para someterse a sus dictados sino para ser debatidos y aprovechar, en su caso, lo que pudiese interesar a la conquista de los ideales libertarios. También podemos apuntar otros factores que pudieran haber llevado a cabo el incluir estos artículos, como la necesidad de legitimarse a través de autoridades científicas frente a una sociedad que les perseguía o también como “guiños” dirigidos a los intelectuales que podían acabar simpatizando con sus ideas, sin olvidar la búsqueda de una proyección social más amplia. Un caso muy significativo y que nos puede aclarar cómo era entendido el eclecticismo que caracterizaba a las publicaciones libertarias es el del urólogo Narciso Serrallach, al que hemos visto más arriba contradecir el concepto de neomalthusianismo que tenían los anarquistas. Pues bien, la revista Generación Consciente publicó en 1924 un trabajo suyo sin que importase quién era su autor, porque daba unas instrucciones prácticas sobre la blenorragia, tema que interesaba a los lectores de la revista como todo lo relacionado con las enfermedades de transmisión sexual (Serrallach, 1924SERRALLACH, Narciso. ¿Cuándo se puede juzgar curado un blenorrágico? Generación Consciente, v.2, n.8, p.142. 1924.).

Este fenómeno hace difícil el abordaje de estas revistas y ha llevado a confusión a muchos autores que han buscado una línea editorial constante y coherente con la ideología de los propietarios de las publicaciones, como ocurre en la inmensa mayoría de las revistas no “eclécticas” en el sentido libertario.

Sin embargo, el periódico Solidaridad Obrera, portavoz oficial de la CNT, mantenía una fuerte censura hacia los trabajos que no cumplían con los principios y doctrinas anarcosindicalistas y seguidoras de la acción directa, aunque la rigidez de estas medidas dependía de los miembros que hubiese en el equipo editorial en cada momento histórico. Durante la Segunda República, cuando la FAI marcaba la línea editorial, para que un escrito que versara sobre tendencias y actitudes del “organismo confederal” fuera tenido en consideración para su publicación en Solidaridad Obrera, debía ir acompañado del sello del sindicato al que se pertenecía. Ejemplos de esta censura los podemos ver en la sección “Redacción” donde se daba cuenta de los porqués de la no publicación de un artículo: “Pascual Cubells, Valencia – Su artículo no puede publicarse en nuestro periódico. A nosotros no nos interesa ninguna religión, sino para contribuir a la desaparición de todas en absoluto”; “A una joven republicana, Villafranca del Penedés – Efectivamente, estimada joven, el que mal anda mal acaba y usted alabando la República, camina muy mal, con que, ¡atención!” (Redacción, 15 mar. 1932, p.2).

La estrategia de la acción directa exigía a los sindicalistas no entretenerse en actividades que distrajesen del único fin que podía terminar de una vez con toda la miseria: la revolución. Los neomalthusianos pensaban que con menos proletariado mejoraría la situación social de estos tanto familiarmente (recursos escasos pero suficientes al no haber muchos hijos) como profesionalmente (al disminuir el número de trabajadores que competían por el mismo puesto). Era, por tanto, una contribución complementaria a la emancipación final de la clase trabajadora, objetivo este que estaría por encima de todos los movimientos parciales de los círculos externos al núcleo anarcosindicalista.

Consideraciones finales

El neomalthusianismo de inspiración libertaria fue en España un movimiento que resignificó el término eugenesia a lo largo del primer tercio del siglo XX. Sus planteamientos partían de una consideración ambientalista radical de la relación salud/enfermedad para explicar el proceso degenerativo de la humanidad. Las medidas que aconsejaban para que las parejas con enfermedades graves no procrearan (“neomalthusianismo eugénico”) eran solo una parte de sus objetivos revolucionarios y, como anarquistas, estaban en contra de la imposición de dichas medidas a través de leyes o mandatos de la moral burguesa y religiosa. Los objetivos del neomalthusianismo debían ser asumidos a partir del convencimiento individual, mediante la toma de conciencia de que la práctica anticonceptiva era una forma de contribuir para una sociedad más justa, igualitaria y favorecedora del cambio revolucionario. Su consideración socio-política de los procesos biológicos se construyó, dentro de lo que consideramos con Gramsci “luchas por el significado”, a partir de una relación dialógica con las ideas del pensamiento hegemónico que pretendían recuperar el terreno perdido en la gestión de la sexualidad individual a través de la eugenesia o higiene racial. La consideración biológica de procesos sociales, característica del biopoder, tomó especial relevancia al centrar la “mejora de la raza” en evitar la herencia de los caracteres patológicos que caracterizaban a la clase obrera pauperizada, a la par que se les culpabilizaba del proceso de “degeneración racial”. La relación dialógica que se estableció en un contexto de represión política y violenta contra los libertarios conllevó, en el periodo republicano, un triunfo de las ideas neomalthusianas que fueron puestas en práctica a partir de 1936. En efecto, aunque queda fuera del periodo que estudiamos, podemos señalar que, en condiciones de extrema excepcionalidad, como fue la Guerra Civil española, bajo el término eugenismo de inspiración anarquista se llevarían a cabo actuaciones efectivas del ideario neomalthusiano como el aborto libre y gratuito, las campañas de educación sexual, la acción social contra la prostitución (bajo la inspiración de “Mujeres Libres”), las clínicas de maternidad consciente y un largo etcétera en las que no podemos entrar con detalle. Este trabajo es sólo el comienzo, invitamos pues a revisitar todas estas cuestiones desde un enfoque más amplio del que se ha venido realizando hasta la actualidad, y a seguir avanzando en la comprensión de un fenómeno muy complejo y del que todavía nos queda mucho por desentrañar. Sin olvidar que, para el anarcosindicalismo, el neomalthusianismo no era sino una contribución complementaria a la lucha revolucionaria y, por tanto, este movimiento no alcanzó en sus órganos de expresión la relevancia que tuvo en las revistas culturales de orientación ácrata donde obreros e intelectuales podían contribuir a acelerar la revolución social.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto HAR2014-58699-P, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España.

REFERENCIAS

  • ÁLVAREZ PELÁEZ, Raquel. Penetración y difusión de la eugenesia en España. In: Arquiola, Elvira; Martínez, José (Ed.).Ciencia en expansión: estudios sobre la difusión de las ideas científicas y médicas en España, siglos XVIII-XX. Madrid: Complutense. p.211-231. 1995.
  • AUSTIN, Kate. La cuestión de los sexos. Solidaridad Obrera, p.2. 10 ago. 1916.
  • BASHFORD, Alison; LEVINELL, Philippa (Ed.). The Oxford handbook of the history of eugenics Oxford: Oxford University Press. 2010.
  • BULFFI, Luis. Dos palabras. Salud y Fuerza, v.1, n.1, p.1-2. 1904.
  • CHUECA, José. Nueva humanidad. Generación Consciente, v.1, n.3, p.45-47. 1923.
  • CHUECA, José. Eugenesia y neomalthusianismo. Salud y Fuerza, v.11, n.57, p.321-322. 1914.
  • CHUECA, José. Nueva humanidad. Salud y Fuerza, v.10, n.55, p.290-292. 1913.
  • CLEMINSON, Richard. Anarquismo y sexualidad (España, 1900-1939). Cádiz: Universidad de Cádiz. 2008.
  • CLEMINSON, Richard. “Science and sympathy” or “Sexual subversion on ahuman basis”? Anarchists in Spain and the World League for Sexual Reform. Journal of the History of Sexuality, v.12, n.1, p.110-121. 2003.
  • CONGRESO… Congreso de Sindicatos Únicos de Sanidad. Solidaridad Obrera, p.2. 22 nov. 1931.
  • DÍEZ, Xavier. Utopia sexual a la prensa anarquista de Catalunya: la revista Ética-Iniciales (1927-1937). Lleida: Pagés. 2001.
  • DRYSDALE, Charles Vickery. Neomalthusianism and eugenics London: William Bell. 1912.
  • EL CRIMINAL… El criminal místico. El Liberal, p.1. 4 jun. 1906.
  • ESCOBAR, Arturo. Territorios de diferencia: lugar, movimientos, vida, redes. Popayán: Envión. 2010.
  • ESCOBAR, Arturo. Una ecología de la diferencia: igualdad y conflicto en un mundo glocalizado. In: Escobar, Arturo. Más allá del Tercer Mundo: globalización y diferencia. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia. p.123-144. 2005.
  • GIRÓN SIERRA, Álvaro. En la mesa con Darwin: evolución y revolución en el movimiento libertario en España, 1869-1914. Madrid: CSIC. 2005.
  • GIRÓN SIERRA, Álvaro; MOLERO-MESA, Jorge. The rose of fire: anarchist culture, urban spaces and management of scientific knowledge in a divided city. In: Hochadel, Oliver; Nieto-Galan, Agustí (Ed.). Barcelona: an urban history of science and modernity, 1888-1929. London: Routledge. p.115-135. 2016.
  • GIROUD, Gabriel [G. Hardy]. Medios para evitar el embarazo. Valencia: Biblioteca de Estudios. 1933.
  • GIROUD, Gabriel [G. Hardy]. La lucha por la existencia y el neomalthusianismo. Salud y Fuerza, v.1, n.1, p.2-4. 1904.
  • GRANDIDIER, Louis. La conferencia neomalthusiana de la Haya. Salud y Fuerza, v.7, n.38, p.17-22. 1910.
  • GRANDJEAN, Valentín. La moral neomalthusiana. Salud y Fuerza, v.7, n.40, p.64. 1910.
  • JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel. (Des)estabilizando políticas sexuales en un contexto de lucha hegemónica: la revista libertaria Salud y Fuerza (1904-1914). In: Campos Marín, Ricardo et al. (Ed.). Medicina y poder político. Madrid: SEHM/UCM. p.109-113. 2014.
  • JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel. Clase e ideología en las propuestas sanitarias durante la Segunda República: elementos para su análisis. In: Martínez Pérez, José et al. (Coord.). La medicina ante el nuevo milenio: una perspectiva histórica. Cuenca: Universidad de Castilla la Mancha. p.1053-1064. 2004.
  • JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel; MOLERO-MESA, Jorge. Una dialógica desestabilizadora del orden social y sexual: el médico argentino Juan Lazarte en la revista anarquista Estudios (1932-1936). Asclepio, v.66, n.2, p.1-15. 2014.
  • JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel; MOLERO-MESA, Jorge. Good birth and good living: the (de)medicalising key to sexual reform in the anarchist media of inter-war Spain. International Journal of Iberian Studies, v.24, n.3, p.219-224. 2011.
  • JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel; MOLERO-MESA, Jorge. Problematizando el proceso de (des)medicalización: mecanismos de sometimiento/autogestión del cuerpo en los medios libertarios españoles del primer tercio del siglo XX. In: Miranda, Marisa; Girón Sierra, Álvaro (Coord.). Cuerpo, biopolítica y control social: América Latina y Europa en los siglos XIX y XX. Buenos Aires: Siglo XXI. p.69-93. 2009.
  • JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel; MOLERO-MESA, Jorge, TABERNERO-HOLGADO, Carlos. Using Gramsci’s dialogical approach: the struggle for meaning in Q&A sections of the spanish press in the first third of the 20th century. In: Omodeo, Pietro Daniel; Badino, Massimiliano (Ed.). Gramscian concepts for the history of science: civil society and scientific culture. Leiden: Brill. En prensa.
  • LA REDACCIÓN. La Redacción: estudios y la censura. Estudios, n.86, p.1. oct. 1930.
  • LECHA-MARZO, Antonio. Las anomalías de Mateo Morral. Revista de Medicina y Cirugía Prácticas, v.72, p.84-89. 1906.
  • LEÓN, Froilán. Las familias numerosas. La Lectura Dominical, p.284-285. 12 jun. 1926.
  • LEYES… Leyes de los órganos sexuales. Salud y Fuerza, v.8, n.45, p.132-136. 1911.
  • LORULOT, Andrés. La eugénica y el problema social. Estudios, n.125, p.56-58. ene. 1934.
  • MARTÍNEZ-PEREDA, José Manuel. Proclamación de doctrinas contrarias a la moral pública. Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, v.34, n.2-3, p.653-668. 1981.
  • MASJUAN, Eduard. Las relaciones entre la sociedad y la naturaleza en el anarquismo iberoamericano (neomalthusianismo, urbanismo y educación ambiental). In: Congreso de Investigadores sobre Anarquismo, 1., 2016, Buenos Aires. Actas... Buenos Aires: Cedinci-Idaes/Unsam. p.418-430. 2017.
  • MASJUAN, Eduard. Un héroe trágico del anarquismo español: Mateo Morral, 1879-1906. Barcelona: Icaria. 2009.
  • MASJUAN, Eduard. La ecología humana en el anarquismo ibérico: urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social.Barcelona: Icaria. 2000.
  • MIGNOLO, Walter D. Local histories/global designs: coloniality, subaltern knowledges, and borderthinking. Oxford: Princeton University Press. 2012.
  • MOLERO-MESA, Jorge. Fundamentos sociopolíticos de la prevención de la enfermedad en la primera mitad del siglo XX español. Trabajo Social y Salud, n.32, p.19-59. 1999.
  • MOLERO-MESA, Jorge; JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel. “Brazo y cerebro”: las dinámicas de inclusión-exclusión en torno a la profesión médica y el anarcosindicalismo español en el primer tercio del siglo XX. Dynamis, v.33, n.1, p.19-41. 2013.
  • MOLERO-MESA, Jorge; JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel. “Otra manera de ver las cosas”: microbios, eugenesia y ambientalismo radical en el anarquismo español del siglo XX. In: Miranda, Marisa; Vallejo, Gustavo (Ed.). Darwinismo social y eugenesia: derivas de Darwin: cultura y política en clave biológica. Buenos Aires: Siglo XXI. p.43-164. 2010.
  • MOLERO-MESA, Jorge; JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel; TABERNERO-HOLGADO, Carlos. La “acción directa” y el mutualismo en el seno de la Confederación Nacional del Trabajo: la Obra Popular Antituberculosa de Cataluña, 1931-1932. In: Congreso de Historia Social, 7. Madrid. Actas... Madrid: Asociación de Historia Social. p.1-14. 2013.
  • NAVARRO NAVARRO, Francisco Javier. Neomalthusianismo y clase obrera en la cultura anarquista española. In: Blanes, Georgina; Garrigós, Lluís (Ed.). Actes de les IV Trobades d’Història de la Ciència i de la Tècnica Barcelona: SCHCT. p.317-327. 1998.
  • NAVARRO NAVARRO, Francisco Javier. Anarquismo y neomalthusianismo en la revista Generación Consciente (1923-1928). Arbor, v.46, n.615, p.9-32. 1997.
  • NEO-MALTHUSIANISM… Neo-malthusianism and eugenics. The Lancet, v.180, n.4649, p.960. 1912.
  • OROMIL, Vicente. ¡Resolución! Salud y Fuerza, v.3, n.7, p.73-74. 1906.
  • OTRA VEZ… Otra vez los bárbaros: peligran las escuelas racionalistas. Solidaridad Obrera, p.6. 30 jun. 1934.
  • PARSONS, Daniel. Neo-malthusianism, anarchism and resistance: world view and the limits of acceptance in Barcelona, 1904-1914. Entremons, n.4, p.1-18. 2012.
  • PLOETZ, Alfred. Neo-malthusianism and race hygiene. In: Problems in eugenics: report of proceedings of the First International Eugenics Congress, v.2. London: Eugenics Education Society. p.183-189. 1913.
  • PORTADA. Portada. Salud y Fuerza , v.3, n.6, p.49. 1906a.
  • PORTADA. Portada. Salud y Fuerza, v.3, n.7, p.65. 1906b.
  • POTIER, Edmond. El congreso eugénico. Salud y Fuerza, v.9, n.48, p.185-187. 1912.
  • PROGRAMA… Programa de la Conferencia Internacional de La Haya. Salud y Fuerza, v.7, n.37, p.1-4. 1910.
  • PUENTE, Isaac. El “affaire” de esterilización de Burdeos. Estudios, n.141, p.17. mayo 1935.
  • PUENTE, Isaac. Neomalthusianismo. Estudios, n.86, p.2-4. oct. 1930.
  • PUENTE, Isaac. Eugenesia. Generación Consciente, v.1, n.3, p.33-34. 1923.
  • QUAST, Jenneke. Neo-Malthusians: a photograph. In: Blok, Aad; Lucassen, Jan; Sanders, Huub (Ed.). A usable collection: essays in honour of Jaap Kloosterman on collecting social history. Amsterdam: Amsterdam University Press. p.276-282. 2014.
  • REDACCIÓN. Redacción. Solidaridad Obrera, p.2. 15 mar. 1932.
  • ROBIN, Paul. La educación integral. Boletín de la Escuela Moderna, v.1, n.3, p.29-32. 1901.
  • RODRÍGUEZ OCAÑA, Esteban. Por la salud de las naciones: higiene, microbiología y medicina social. Madrid: Akal. 1992.
  • SCHNEIDER, William H. Quality and quantity: the quest for biological regeneration in twentieth-century France. Cambridge: Cambridge University Press. p.5-7. 1990.
  • SEGUNDO CONGRESO… Segundo Congreso de la CNT. Disponible en: http://archivo.cnt.es/Documentos/congresosCNT/II_CONGRESO_de_la_CNT.htm Acceso en: 15 mayo 2017. 1919.
    » http://archivo.cnt.es/Documentos/congresosCNT/II_CONGRESO_de_la_CNT.htm
  • SERRALLACH, Narciso. Trastornos de la disfunción genital: continencia, neomalthusianismo y masturbación. Barcelona: Clarasó. 1931.
  • SERRALLACH, Narciso. ¿Cuándo se puede juzgar curado un blenorrágico? Generación Consciente, v.2, n.8, p.142. 1924.
  • SERRALLACH, Narciso. Síndrome patológico del neomalthusianismo. Hojas Urológicas, v.3, n.3. p.33-42. 1916.
  • SONN, Richard. Sex, violence, and the avant-garde: anarchism in interwar France. University Park: Pennsylvania State University Press. 2010.
  • TABERNERO-HOLGADO, Carlos; JIMÉNEZ-LUCENA, Isabel; MOLERO-MESA, Jorge. Movimiento libertario y autogestión del conocimiento en la España del primer tercio del siglo XX: la sección “Preguntas y respuestas” (1930-1937) de la revista Estudios. Dynamis, v.33, n.1, p.43-67. 2013.

NOTAS

  • 1
    El uso de la “/” se hace en el sentido que le da Mignolo (2012MIGNOLO, Walter D. Local histories/global designs: coloniality, subaltern knowledges, and borderthinking. Oxford: Princeton University Press. 2012., p.IX).
  • 2
    Véase la revisión historiográfica sobre el neomalthusianismo anarquista en Barcelona que hace Parsons (2012)PARSONS, Daniel. Neo-malthusianism, anarchism and resistance: world view and the limits of acceptance in Barcelona, 1904-1914. Entremons, n.4, p.1-18. 2012..
  • 3
    Es importante la relación que el neomalthusianismo ibérico mantuvo con el francés, de ahí la frecuente presencia de autores de este país en las revistas eugenésicas españolas (Masjuan, 2000MASJUAN, Eduard. La ecología humana en el anarquismo ibérico: urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social.Barcelona: Icaria. 2000.; Cleminson, 2003CLEMINSON, Richard. “Science and sympathy” or “Sexual subversion on ahuman basis”? Anarchists in Spain and the World League for Sexual Reform. Journal of the History of Sexuality, v.12, n.1, p.110-121. 2003.). Para el caso francés, véase Sonn (2010)SONN, Richard. Sex, violence, and the avant-garde: anarchism in interwar France. University Park: Pennsylvania State University Press. 2010..

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Ago 2018

Histórico

  • Recibido
    30 Jun 2017
  • Acepto
    18 Dic 2017
Casa de Oswaldo Cruz, Fundação Oswaldo Cruz Av. Brasil, 4365, 21040-900 , Tel: +55 (21) 3865-2208/2195/2196 - Rio de Janeiro - RJ - Brazil
E-mail: hscience@fiocruz.br