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Feministas y feminismos en el II Foro Social Mundial de Porto Alegre

Feminists and feminisms in the Second World Social Forum, Porto Alegre

Resúmenes

El artículo trata acerca de la presencia feminista en el II Foro Social Mundial, realizado en Porto Alegre, a fines de enero y principio de febrero de 2002. En el marco de los discursos y prácticas de oposición a la globalización neoliberal hegemónica, los movimientos de mujeres y feministas colocaron en el centro del debate diferentes aspectos de la interrelación entre patriarcado y capitalismo desde distintos enfoques y estrategias.

feminismo; sexismo; antiglobalización


The article is about the presence of feminists at the II World Social Forum, organized in Porto Alegre at the end of January and the beginning of February 2002. Among the discurses and practices of oposition to the hegemonic neoliberal globalization, women's and feminist's movements put in the centre of the debate different aspects of the interrelation between patriarchy and capitalism from different points of view and strategies.

feminism; sexism; antiglobalization


DOSSIÊ

Feministas y feminismos en el II Foro Social Mundial de Porto Alegre

Feminists and feminisms in the Second World Social Forum, Porto Alegre

Silvia ChejterI; Claudia LaudanoII

ICentro de Encuentros Cultura y Mujer

IIUniversidad de la Plata

RESUMEN

El artículo trata acerca de la presencia feminista en el II Foro Social Mundial, realizado en Porto Alegre, a fines de enero y principio de febrero de 2002. En el marco de los discursos y prácticas de oposición a la globalización neoliberal hegemónica, los movimientos de mujeres y feministas colocaron en el centro del debate diferentes aspectos de la interrelación entre patriarcado y capitalismo desde distintos enfoques y estrategias.

Palabras claves: feminismo, sexismo, antiglobalización.

ABSTRACT

The article is about the presence of feminists at the II World Social Forum, organized in Porto Alegre at the end of January and the beginning of February 2002. Among the discurses and practices of oposition to the hegemonic neoliberal globalization, women's and feminist's movements put in the centre of the debate different aspects of the interrelation between patriarchy and capitalism from different points of view and strategies.

Key words: feminism, sexism,antiglobalization.

El Foro Social Mundial, realizado en Porto Alegre (Brasil) del 31 de enero al 5 de febrero del 2002, que reunió en esta oportunidad a 50.000 personas, aparece como el punto de encuentro de múltiples movimientos, organizaciones, grupos sociales y personas a título individual, que acuerdan en la necesidad de descalificar y oponerse a los discursos y prácticas totalitarias y pretendidamente inexorables del movimiento hegemónico neoliberal global, conformando un frente multifacético de resistencia con distintos enfoques, políticas y estrategias a nivel local, regional e internacional.1 1 Con este artículo pretendemos reseñar, a título informativo, la presencia feminista en el espacio, a partir de la participación y registro en algunas de las numerosas actividades desarrolladas Comunión de objetivos en la resistencia que se funda en la conciencia compartida de que los resultados de esos discursos y prácticas hegemónicas están generando grietas cada vez más profundas en el tejido social en todo el planeta, con discriminaciones, exclusiones y marginaciones que aparecen como irreversibles, a menos que se cambie el rumbo.

Los movimientos de mujeres y feministas constituyen una de las voces, entre muchas otras, que se oponen y enfrentan a estos procesos de marginación social, a través de una participación más visible y multifacética que en el Primer Foro, realizado el año anterior en la misma ciudad brasileña. En esta oportunidad, las feministas estuvieron en actividades centrales del Foro - como las conferencias matinales -, en varios ejes temáticos y en muchos de los cientos de talleres que cubrían las tardes en las múltiples sedes en que el Foro se desarrollaba, abarcando los más variados temas. Además, las marchas y acciones, espontáneas algunas y organizadas otras, testimonios, representaciones teatrales, festivales musicales, banderas, afiches, publicaciones y volantes permiten hablar de múltiples y diversas presencias feministas.

Provenientes de diversos países del mundo, éstas se propusieron lograr que el sexismo, que ha sido siempre eje de su crítica a la sociedad capitalista y patriarcal, fuera visto como una de las prácticas globales modernas, aunque de origen ancestral, que está generando injusticia, desigualdad y sufrimiento. Y no como una cuestión secundaria, ya que la dimensión política de la sexualidad sigue siendo ignorada en los discursos de muchos movimientos sociales y en los partidos políticos y sindicatos, como si todavía persistieran jerarquías inamovibles para priorizar problemas, de acuerdo con criterios supuestamente indiscutibles que, por otra parte, no se explicitan, ya que se dan por sentados. En ese sentido, la negación del sexismo en los discursos se asienta en una suerte de discurso fundamentalista patriarcal, que puede ser laico o religioso.

Desde sus orígenes, el feminismo fue un movimiento internacionalista, pacifista y que ha criticado la profunda relación entre el capitalismo y el sexismo; bajo el concepto de patriarcado recuperado en varios talleres, ha intentado mostrar cómo el sexismo no está ligado sólo al capitalismo ni es sólo precapitalista sino que puede ser distintivo de movimientos anticapitalistas y antineoliberales, progresistas o conservadores. En definitiva, el sexismo atraviesa todo el espectro de movimientos posibles en la medida en que el patriarcado ha dominado la escena y, como una de las ideologías más globalizadas, continúa dominándola. "Sin feminismo otro mundo no es posible", como sostuvo Diane Matte, de Canadá, es una consigna sintetizadora de estas proposiciones.

Por otra parte, en el taller "Reflexión sobre los movimientos sociales", Samir Amin planteó que "democracia y neoliberalismo son incompatibles", pero las feministas expresan que no sólo el neoliberalismo es incompatible con la democracia: también lo son ideologías opuestas al neoliberalismo, inclusive las progresistas cuando son autoritarias, sexistas, racistas o discriminatorias con relación a otros sectores.

Desde esta perspectiva puede afirmarse que también sexismo y democracia son incompatibles y no pueden coexistir. Que ningún proceso de transformación de los procesos de globalización cuestionados puede ser exitoso si se mantiene el sexismo y la violencia contra las mujeres, de la cual el sexismo es directamente responsable.

Por otro lado, señalan que la globalización de los 90, con la reestructuración del Estado, ha afectado a las mujeres no sólo con la precarización laboral, el empobrecimiento, el incremento de las desigualdades (muchas compartidas con los varones), sino con la reprivatización de muchas de las funciones que tenía a su cargo, volviendo a colocar a la familia y, en primer lugar, a las mujeres dentro de la familia como principales responsables de las nuevas cargas.2 2 Janine BRODIE, 2002.

Para responder a las preocupaciones de los efectos que la globalización ejerce sobre las mujeres, la feminista italiana Nadia De Mond sostuvo, en el seminario "Una alternativa feminista para otro mundo", que estos procesos presentan consecuencias "contradictorias", en tanto emplean un alto porcentaje de mano de obra femenina de manera temporaria en condiciones precarias y de mucha vulnerabilidad, que al finalizar dejan saldos negativos incluso en la salud de las trabajadoras. Con la imagen del "turbocapitalismo" graficó la llegada e instalación rápida de fuentes de trabajo que en un tiempo muy breve cierran, dejando a las mujeres desempleadas, quienes entonces suelen optar por trabajos en empresas más pequeñas con condiciones laborales desventajosas. Si para un proyecto de autonomía de las mujeres el acceso a un salario propio "es necesario", subrayó que no es suficiente y remarcó la necesidad de preguntarse por las modificaciones que el trabajo promueve en las relaciones patriarcales.

Esto se vincula con aspectos de la reproducción de la vida y el cuidado de las personas convivientes, procesos que se ven afectados por la privatización de los servicios y el aumento de trabajo para las mujeres, quienes funcionan como "red de salvataje" contenedora de todas las personas expulsadas del sistema. A la vez, Cristina Carrasco (chilena residente en Barcelona), propuso recurrir a la expresión unificada de "proceso de producción-reproducción" en los que se encuentran involucradas las mujeres en su cotidianidad para desterrar la idea promovida por el capitalismo patriarcal que insiste en presentarlos como momentos separados e, incluso, independientes. Para visualizar la complicidad de las organizaciones tradicionales masculinas con el ocultamiento de las profundas relaciones entre ambas instancias, indicó que "se habla de la globalización de la producción pero no se habla de la globalización del afecto y el cuidado", siendo que las mujeres crean "cadenas de cuidado" al migrar a otros países y continentes en busca de alimentos e ingresos, dejando a quienes integran el núcleo familiar a cargo de otras mujeres y a la espera de las remesas para la subsistencia. Junto a estos cambios en lo reproductivo, desde su mirada, la misma constitución familiar se encontraría en curso de modificación. Tras destacar que mientras los sistemas económicos han cambiado y la cultura patriarcal se ha mantenido transversal a ellos, abogó por una modificación en los valores que lleve a los varones a compartir el trabajo reproductivo.

El espacio de la Marcha Mundial de Mujeres

Dentro del eje temático "Afirmación de la sociedad civil en los espacios públicos", la Marcha Mundial de Mujeres (originada en Canadá, pero que desde el año 2000 reúne 600 grupos de 160 países) realizó el panel "Cultura de la violencia. Violencia doméstica", donde sometió a discusión el documento "A violencia contra as mulheres: Aí onde o outro mundo deve agir", que expresa la importancia de "crear un espacio de reflexión y debate sobre las alternativas a una 'cultura de la violencia'. Así mismo, remarca: "Deliberadamente elegimos hablar de la violencia hacia las mujeres para ilustrar que esos tipos de violencias son esenciales en la 'cultura de la violencia', entendiendo que la violencia hacia las mujeres es una realidad trasnacional y trascultural", instituida por el patriarcado como orden masculino de dominación social, económica y política. "Los regímenes llamados 'socialistas' - recuerda el documento - coexisten con el patriarcado. La experiencia histórica de las mujeres con relación a este tipo de sociedades es que la erradicación de las desigualdades entre mujeres y varones y la de la violencia sexista no se realiza de manera automática", para proponer finalmente que "para construir otro mundo, para que sea viable, los movimientos sociales deben comprometerse a rever las relaciones desiguales entre varones y mujeres; comprometerse también a integrar en sus análisis las relaciones entre capitalismo, sexismo y racismo; comprometerse a exigir el respeto de los derechos de las mujeres; comprometerse a rediscutir la cuestión de la 'cultura de la violencia', tanto en sus prácticas personales como colectivas. Sólo así será posible demoler los fundamentos del patriarcado y de la globalización liberal".

A modo de balance del significado de la experiencia política de la Marcha Mundial de Mujeres, sin desarrollo aún en Argentina, integrantes de la coalición destacaron que posibilita juntar a mujeres de diferentes regiones con el objetivo común de luchar contra la pobreza y la violencia hacia las mujeres, a la vez que facilita el intercambio de proyectos que sustentan intereses de carácter internacional y retoma el postulado fundacional de solidaridad entre las mujeres de todo el mundo. En ese sentido, para un sector de feministas brasileñas de Porto Alegre, luego del proceso "desgastante" de preparación para la conferencia de Beijing, que produjo en la región latinoamericana la escisión entre feministas "institucionales", "autónomas" y "ni las unas ni las otras", la Marcha Mundial de Mujeres resultó, según Nalu Faria (SOF, Brasil), "estimuladora del movimiento de mujeres" al pronunciarse contra los efectos de las políticas neoliberales, a favor del aborto y por la organización autónoma de las mujeres.

Las diferentes intervenciones de la Marcha Mundial de Mujeres dan cuenta de una estrategia planificada de intervención política, en el sentido de participar e incidir en la construcción misma del espacio "oficial" que se está instituyendo en torno al Foro Social Mundial como lugar de alternativas a la homogeneidad globalizante. Sin duda, a través del despliegue de distintas presencias y recursos materiales y simbólicos (entre ellos, paneles con invitadas de diferentes partes del mundo, stand propio, producción y circulación de documentos y revistas, participación activa en la marcha contra el ALCA, recuperación del color lila en las banderas), se visibilizaron como una instancia feminista organizada de mujeres.

Tráfico de mujeres y explotación sexual

El tema del tráfico de mujeres para explotación en trabajo doméstico y para el mercado prostibulario fue abordado en una conferencia central, que reunió a organizaciones de inmigrantes de Francia, República Dominicana, organismos de derechos humanos y al Instituto de la Mujer Negra de Brasil. También se realizaron algunos talleres específicos sobre explotación sexual, organizados por la Subcomisión de los Derechos de los Niños, Adolescentes y la Familia en Situación de Vulnerabilidad Social, de Río Grande do Sul, diferentes ONGs y OGs e instancias universitarias brasileñas.

La explotación sexual comercial, si bien no es una práctica nueva, en el contexto de las políticas globales adquiere un nuevo impulso expansivo con el desarrollo de las nuevas tecnologías de comunicación global y el auge de un turismo de placer publicitado abiertamente para consumo de los habitantes del Primer Mundo.

El mercado globalizado ha promovido a escalas grandiosas la explotación sexual comercial en sus diversas formas (prostitución, tráfico, turismo sexual y pornografía). En uno de los talleres, María Lucia Pinto Leal reclamó que estos temas deben ser puestos en debate cuando se habla de derechos humanos; María do Rosario (relatora del Sub-comisionado de Derechos de los Niños y Adolescentes en Situación de Vulnerabilidad Social) aportó datos sobre la impunidad de las organizaciones criminales que trafican mujeres y niñas; María Lourdes Sarmiento, profesora de la Universidad de Paraíba, incluyó datos de una reciente investigación sobre la magnitud y modalidades de la explotación sexual en Brasil.

Por otra parte, la filipina Sylvia Estrada Cláudio aludió al tráfico de mujeres como "un punto de conexión entre el sistema actual y la apropiación depredatoria masculina de los cuerpos de las mujeres", donde el cuerpo de las mujeres se transforma en un recurso más. Así mismo, hubo instancias conmovedoras cuando, por ejemplo, en uno de los talleres se escuchó el testimonio del padre de una joven vasca violada por la Guardia Civil, dando cuenta una vez más del uso de la sexualidad como instrumento de tortura.

Feminismo(s) - global(es), diverso(s) y plural(es)

En las últimas décadas el discurso sobre la diversidad en particular ha ganado espacio en el campo teórico y activista del feminismo, sin obliterar que, al menos a nivel retórico, es constitutivo desde su emergencia. Ante la disyuntiva de si la diversidad resulta una cuestión amenazante o enriquecedora, la tendencia hegemónica hasta el momento ha propendido a congraciarse con la línea del enriquecimiento; aún con distancias tan considerables en las prácticas que ha implicado la aparición pública de sectores identificados desde rasgos singulares, en especial, étnicos y de orientación sexual ("feministas negras" y "feministas lesbianas", así como "feministas postcoloniales", "del tercer mundo", entre otras), quienes reclaman la deconstrucción de la mirada dominante (blanca, de clase media, heterosexual, colonial).

Por su parte, el carácter global del feminismo condensa una práctica política histórica de interrelación entre movimientos de distantes puntos del planeta en pos de objetivos comunes (la lucha por el sufragio, para mencionar uno clásico), así como reflexiones teóricas pioneras en torno a los vínculos entre las dimensiones locales y globales de la acción por superar las desigualdades sexuales. De este modo, la necesidad de desarrollar puntos de vistas que interrelacionen problemáticas (más que trabajar temas aislados), respetando la diversidad cultural y la búsqueda de estrategias globales, sin pretender tener respuestas unívocas para todas las mujeres y problemas, conforman dos núcleos básicos de aquel desarrollo.3 3 Charlotte BUNCH, 1987 y 1988. El artículo de Bunch brinda orientaciones al respecto.

En ese sentido, con una consigna interpeladora para el análisis y la discusión, la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), de Ecuador, y la Agencia Holandesa de Financiamiento de Proyectos (NOVIB) organizaron un panel con feministas de distintas partes del planeta, intentando respetar ciertos aspectos como la participación norte-sur, la orientación sexual, la etnia y las ocupaciones. Sin embargo, esta decisión resultó insuficiente para abordar la cuestión de los feminismos presentes en el Foro, en la región o en el contexto global actual; dado que el panel reunió sobre todo a sectores institucionalizados y vinculados a la cooperación de la agencia holandesa, aún cuando la convocatoria señalara como propósito colocar en el debate algunos de los grandes temas pendientes del feminismo, como lo son el de la diversidad y las múltiples formas de discriminación combinadas que se expresan en la globalización.

Para una de las moderadoras, Irene León, de ALAI, el objetivo giraba en torno a "encaminar las propuestas feministas para el Foro Social Mundial, que pretende cambiar el mundo y esta vez no queremos quedar afuera". No obstante, reconoció ,,que dentro del feminismo "no hay una sola propuesta; ni una sola válida". Por su parte, Silvia Borren, de NOVIB, remarcó que si bien las feministas, luego de tantas décadas de lucha, "a veces sentimos que perdimos el foco" a pesar de haber logrado grandes realizaciones, como que los gobiernos firmaran - "en papel, al menos" - la agenda de Beijing, "hoy salimos del papel". Dentro de sus expectativas figura el potencial de los liderazgos de mujeres que en diferentes ámbitos "piden que se respeten sus derechos" y dentro de los problemas a resolver una gama diversa de conflictos que atraviesan cuestiones de identidad, la relación con las jóvenes, los fundamentalismos religiosos y los medios de comunicación.

Para Ana Rivera, de CLADEM Puerto Rico, "nada es estático: ni las sexualidades, ni las visiones de cambio, ni aún las feministas". En su definición, el feminismo constituye "una postura ideológica, profundamente transformadora, donde las intersecciones necesitan ser profundizadas", de modo tal que promuevan "inclusividad de las diversidades, globalizadas, pero no sólo en forma sino también en contenido". Considerando las mutaciones que alcanzarían a las utopías mismas, Ana Rivera abogó porque éstas "incluyan a todas y no excluyan a ninguna", más allá de la enunciación de los criterios de diversidad y pluralidad tan caros a los feminismos de fin de siglo, no se desarrollaron tensiones, contradicciones o antagonismos existentes.

Por otra parte, Phumi Mtetwa, de LGBT South/South Dialogue, Sudáfrica, para quien "la globalización tiene sus ventajas pero se presenta con exclusión e intolerancia", al estar encargada en el panel de proponer ideas feministas para practicar las propuestas de diversidad en el contexto global, aclaró que por ser de Africa su posicionamiento era "desde la clase social", dando el ejemplo del impacto diferencial del SIDA según los sectores sociales. A la vez indicó que "la diversidad a veces se muestra en que el norte no nos quiere ayudar sino imponer cosas", respecto de lo que destacó la necesidad de tender puentes entre las necesidades y propuestas norte-sur.

Con relación a la cuestión de la presencia del vocablo "género" en los documentos internacionales, remarcó que "no significa nada si yo en mi lugar no puedo hacer nada con eso o si no puedo sentir que tengo libertad para actuar o que las personas se beneficien de lo que está en el papel", tras lo cual propuso el intercambio fehaciente de información. Desde su perspectiva, el recurrente señalamiento de las relaciones norte-sur en eventos internacionales o globales no debe olvidar las grandes brechas existentes en el sur mismo, donde, no obstante, consideró imprescindible seguir buscando "relaciones sur-sur". A partir de un mayor intercambio en tal sentido, impulsó a futuro un diálogo más enriquecedor con el norte o un diálogo internacional; donde "mucho se ha hecho pero faltan las brechas, nuestras diferencias de clase, de etnia, de colonialismo, de género, de región".

De lo expuesto, se puede sintetizar que la caracterización de "global" para el feminismo quedó firme y exclusivamente vinculada con la acción - visible, por cierto - en las conferencias internacionales de Naciones Unidas, oficiales o paralelas, especialmente de la última década. Proceso que tuvo como fenómeno correlativo en los feminismos latinoamericanos la fuerte institucionalización - aunque dispar, según los países - mediante la figura de las ONGs y, en algunos casos, con una desvinculación notable de la situación y acción de las mujeres en la propia región, a tal punto de que hay quienes hablan de "una burocracia internacional de género".

Por otra parte, el panel prefirió el tono de los consensos más que de los disensos, a tal punto de presentarse como autorealización de la tolerancia, la amplitud y la diversidad, sin desplegar - más allá de cierta formalidad - los nudos existentes respecto de las disputas discursivas y estratégicas en el campo feminista.

Planeta Fêmea, segunda edición

Con la instalación de una carpa blanca en el predio universitario donde se concentró gran parte de las actividades del Foro, un grupo de organizaciones feministas y de mujeres, junto con espacios institucionales sindicales, académicos, estatales y de ONGs mixtas, casi exclusivamente de Brasil, organizó un espacio de encuentro, debate, creatividad, expresiones artísticas, trabajo corporal y circulación de información de temas vinculados, entre otros, con la salud, el desarrollo, la sexualidad, el medio ambiente, la teología y la violencia, desde la perspectiva de las mujeres.

La idea de la carpa tiene por antecedente la instalada por una coalición de grupos feministas y de mujeres durante la Eco'92 en Río de Janeiro diez años atrás, donde se discutió la Agenda 21 de las Mujeres en tanto plataforma política para ser presentada ante los gobiernos y se delinearon estrategias de acción al respecto. En una tribuna abierta organizada para rememorar y actualizar dicha agenda, Thais Corral (REDEH, Brasil), indicó en esta oportunidad que transcurrida una década en un mundo más desigual, donde la impotencia para actuar es la característica sobresaliente de los tiempos, "varias organizaciones decidimos recuperar aquel documento", que tras consultas y resideño fue presentado como las "Estrategias de las mujeres para Rio +10. Agenda 21 de Acción de las Mujeres por la Paz y un Planeta Saludable".

Sin embargo, cabe distinguir que, con ocasión de la cumbre ambientalista una década atrás, los grupos y movimientos desplegaron sus propuestas a través de la modalidad exclusiva de las carpas como instancias alternativas a una conferencia "oficial"; mientras que en Porto Alegre, el espacio en su conjunto desde hace dos años se erige como "alternativo" al Foro oficial de Davos o Nueva York, con espacios y estructuras organizativas pluricéntricas para funcionar.

A diferencia de otras presencias feministas, como podría ser la inserción política de la Marcha Mundial de Mujeres, la decisión de mantenerse en mayor medida fuera del programa oficial del foro y organizar las acciones de manera separada, abre un interrogante acerca de las estrategias políticas de intervención de sectores del feminismo institucionalizado de Latinoamérica y su voluntad o posibilidad de articular con otros movimientos sociales opositores al capitalismo. Podría conceptualizarse, incluso, como un intento de ser una alternativa dentro de lo alternativo, con los pros y contras que ello implica.

Por otro lado, es imposible desconocer que tampoco otros movimientos sociales experimentan como necesidad vital - a veces, sólo queda en retórica progresista - la relación con sectores del feminismo para construir y desplegar sus acciones en pos de una transformación global que, entre otras cuestiones, erosione también las constitutivas bases sexistas.

Campaña contra los fundamentalismos

Desde el primer día, con jóvenes en zancos que distribuían folletos y con un inmenso globo que flameaba en el acto inaugural, hizo irrupción la campaña "Contra los fundamentalismos", impulsada por la Articulación Feminista Marcosur de reciente creación. Con las consignas "Contra los fundamentalismos lo fundamental es la gente" y "Tu boca es fundamental contra los fundamentalismos", la campaña desplegó variados recursos, un documento explicativo y el testimonio de diez mujeres de distintos lugares del planeta; significó concentrar la propuesta de denuncia del fundamentalismo, de notoria actualidad en este momento en que ha sido asociado al principal enemigo designado por Occidente (Estados Unidos): el terrorismo.

Diferente al discurso de la Marcha Mundial, que establece como eje la dominación patriarcal, esta presencia establece el eje en la diversidad: "Religioso, económico, científico o cultural, el fundamentalismo siempre es político y prospera en sociedades que niegan a la humanidad en su diversidad y que legitiman mecanismos violentos de sujeción de un grupo sobre otro, de una persona sobre otra. Esencialmente excluyentes y belicosos, los fundamentalismos minan la edificación de un proyecto de Humanidad donde las personas tengan derecho a tener derechos sacrificando, en el colmo de la perversidad, la vida de las mujeres..." . "Esta campaña propugna formas democráticas y pacíficas de enfrentar los conflictos. Formas que permitan reconocer las diferencias y afirmar la solidaridad, reivindicar la igualdad y valorar la diversidad, en búsqueda de soluciones negociadas, sea en la esfera pública, privada o íntima de la convivencia humana", dice el documento que, encarpetado con tapas que dibujan muchas bocas, fue distribuido en el Foro.

El sentido de dicha campaña no se ciñó sólo al fundamentalismo en su concepto más clásico, ni al integrismo religioso, sino que el concepto es redefinido en un sentido más amplio y libre. Así, por ejemplo, uno de los testimonios es de una ex-alcadesa de Colombia, donde los problemas reconocen otro contexto (aunque se trata de una región que concentra también el interés antiterrorista de las fuerzas globalizadas, léase Estados Unidos, en defensa de la civilización occidental de la libre empresa). Otros testimonios fueron de mujeres de Brasil, USA, Argelia, Agfanistán, Palestina, Israel, Nigeria, sobre los fundamentalismos propios de sus países de origen. También el documento menciona al fundamentalismo del mercado, "divinidad contemporánea que ocupa el lugar del Dios único y de una verdad única inherente a todos los fundamentalismos" y explica: "Religioso o de mercado, los fundamentalismos se asemejan". Y más adelante: "Apenas asumió Bush la presidencia, firmó la Ley Mordaza, prohibiendo que los recursos gubernamentales destinados a la cooperación internacional fuesen destinados a programas de salud reproductiva que trataran la cuestión del aborto".

Mujeres y trabajo. Realidades y propuestas de cambio

La Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía (REMTE), el Grupo de Género de CLACSO y la Marcha Mundial de las Mujeres organizaron el seminario de dos días "Mujeres y trabajo: realidades y propuestas de cambio". Según María Alícia Gutiérrez, socióloga, feminista, coordinadora del Grupo de Género de CLACSO, se convocó no sólo a especialistas y activistas a debatir sobre los temas del seminario sino a un importante público que, con sus aportes e interrogaciones, lograron poner el eje en la necesidad no sólo de comprender la problemática de género y trabajo sino de instrumentar los mecanismos y las estrategias necesarias para modificarla.

Las exposiciones abarcaron un espectro muy amplio y diverso de la temática planteada: desde Cristina Carrasco, economista, de la Universidad de Barcelona, que planteó un modelo alternativo al neoliberal desde la perspectiva de género y las necesidades de las mujeres, hasta Francisca Rodríguez, del movimiento Vía Campesina, quien relató la lucha y las discriminaciones de las mujeres campesinas, pasando por Rosario Aguirre, socióloga del GT de Género de CLACSO, quien desarrolló las especificidades del mundo laboral y las alternativas posibles desde la perspectiva de género, hasta Martha Rosenberg, psicoanalista, de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos, planteando los criterios de producción/reproducción en la división sexual del trabajo y las desigualdades de género en los marcos de la globalización neoliberal, entre otras.

En palabras de Gutiérrez, el seminario permitió "avanzar en la idea que la división sexual del trabajo es el factor estructural, determinante de la pobreza relativa de las mujeres por razones de género. En dicha división se encuentra la base de la desigualdad de oportunidades que tienen las mujeres para acceder a los recursos materiales y sociales (propiedad del capital productivo, trabajo remunerado, educación y capacitación) así como a participar en la toma de las principales decisiones políticas, económicas y sociales que norman el funcionamiento de las sociedades, todo esto en el marco del proyecto de globalización neoliberal. Es por ello que el impacto de la globalización permeó no sólo las ponencias sino que, en muchos momentos, sesgó el eje del debate".

También entiende que, "por otro lado, en el marco del FSM quedó más que evidente la necesidad de pensar las problemáticas de género y del trabajo dentro del marco global de las decisiones políticas y macroeconómicas así como en estrecha relación con otros grupos sociales que expresan y lideran las luchas y las demandas sociales".

Otras presencias

Entre estas expresiones, se desarrolló la conferencia "Combate contra la discriminación y la intolerancia", aunque fue coordinada por una feminista (Lilián Celiberti de la Articulación Marcosur) y organizada por varios grupos (ILGA- Asociación Internacional de Gays y Lesbianas, la Alianza estratégica de afrodescendientes de Brasil y la Campaña Nacional por los derechos Dalit), estuvo centrada en la problemática de la diversidad y no en la problemática de las mujeres.

Según Alejandra Sardá, "el tema central de debate fue en torno al concepto de 'diversidad' y sus usos políticos. Hubo consenso en cuanto a que es un concepto tramposo, que enmascara las desigualdades objetivas (y también las subjetivas). Los discursos acerca de la "diversidad" que eluden la propuesta de acciones concretas para erradicar la discriminación y actuar sobre sus consecuencias, que son principalmente de exclusión y violencia económicas y simbólicas, son no sólo ineficaces sino perjudiciales para los movimientos sociales".

También se coincidió en que algunas medidas paliativas sobre las que había consenso, como las acciones afirmativas, sólo sirven si van acompañadas de medidas macro que permitan a todo el colectivo afectado ir superando su situación de exclusión; aisladas, pueden redundar en ventajas sólo para una parte del grupo excluido, aquella parte que ha internalizado mejor las normas del grupo dominante.

El Colectivo Feminista de Porto Alegre organizó el taller "Políticas de género hacia la democracia", en el que se presentaron experiencias de políticas públicas de género vinculadas a la problemática de violencia hacia las mujeres en su estado y en Mato Grosso do Sur, con comentarios de la socióloga Heleith Saffiotti. Tras las presentaciones se discutieron los cambios en los enfoques de las políticas, que ampliaron la intervención desde la exclusividad de las instituciones policiales y jurídicas hacia una visión integral que incluye la salud.

En tal sentido, desde 1992 funciona en Porto Alegre la Casa de Apoyo Viva María, con un proyecto centrado en la salud integral. En la actualidad se encuentran trabajando sobre un protocolo de atención para la asistencia que sería adoptado en la red básica de salud.

Por su parte, el País Vasco tuvo diversas actividades en el Foro Social Mundial. Lab Emakuneak resume en su "No a la violencia", todas las violencias que sufren las mujeres: no a la identidad, no a la explotación como trabajadoras, no a la opresión como vascas, no a la violencia contra las mujeres. En un documento titulado "Globalización desde la perspectiva de género", critica "la falta de cuestionamiento por parte de la izquierda de la ideología patriarcal, de los intereses patriarcales del capital de perdurar la división sexual del trabajo y establecer un modelo económico, político y social discriminatorio y jerárquico contra las mujeres (...). El movimiento de izquierdas tiene una asignatura pendiente con la lucha feminista: reconocer y asumir realmente el contenido revolucionario, de transformación social radical que conlleva la lucha por la liberación de las mujeres (...). El neoliberalismo globalizado viene a resaltar aspectos significativos del patriarcado: refuerza la división entre lo público y lo privado, el individualismo y la competitividad frente a la solidaridad, así como el supuesto carácter natural de las desigualdades de sexo-género. Así mismo la restricción del gasto público produce una disminución de los servicios sociales, que se individualizan y tratan de compensar con el trabajo doméstico gratuito, realizado por las mujeres en los núcleos familiares" (extraído de Munduko II-gizarte foroa, LAB, 2002).

Otro aporte estuvo a cargo de la Red Feminista Universitaria por una Economía del Dar (gift economy), que presentó una propuesta o alternativa a la lógica dominante. Opone a la lógica del mercado, la lógica del dar, en la que a diferencia de la relación que se establece entre el que compra y vende, hay una relación personal entre quien da y quien recibe. Proveniente de sociedades precapitalistas, este tipo de relación fue borrada del mapa por el patriarcado capitalista y se basa en la capacidad maternal de las mujeres. El trabajo de las mujeres en la casa puede ser considerado una donación, que las mujeres dan y que representa al menos el 40 % del producto interno bruto de la mayoría de los países. "Las mujeres vienen practicando esta forma de dar, donación, regalo (the gift) duante siglos y necestitan tomar conciencia para valorizarse y valorizar estos actos. Y deberían liderar un movimiento en ese sentido. Los hombres también pueden dar, pueden cooperar" (del documento "Por una economía del Gift", elaborado por el Grupos Económico Alternativo, Oficina de Mujeres con Experiencia y la Universidad de las Mujeres de Noruega, julio de 2001, mimeo).

Así mismo, el grupo francés Las Penélopes desarrolló varios talleres y actividades, con especial énfasis en las temáticas del acceso y el carácter de la información y las comunicaciones. Publicitaron su portal de economía social y solidaria en la web www.mediasol.org, que difunde información coproducida con medios franceses, de Quebec y Brasil, sobre temas de mujeres y de alternativas a la economía y a la cultura de la violencia masculina.

Respecto de la necesidad de incorporar una perspectiva feminista en la industria comunicacional subrayan, dentro de las alternativas propuestas, que es preciso partir de un concepto diferente de información, basado en algunos principios. Rechazan la noción de que quien lee, escucha o mira televisión sea consumidor/a, así como destacan el acceso a la información como un derecho básico, el carácter de gratuidad que debería tener la información por no ser una mercancía y resaltan que los contenidos deben emanar de actores/as de la sociedad civil.

En definitiva, a partir de este amplio - arco no obstante, incompleto, como dijimos- se puede hablar de una participación feminista diversa, fragmentada, con estrategias no siempre concurrentes que, más que confluir en una presencia con objetivos comunes y dialogantes, deja entrever las diferencias de objetivos, enfoques y estrategias. Además de estas dificultades en las articulaciones intramovimiento, quedarían por abordar las articulaciones con otros movimientos sociales del arco opositor que confluye en el foro.

Copyright © 2003 by Revista Estudos Feministas

  • BRODIE, Janine. "Reestructuracion y las politicas de marginacion". Travesias, Buenos Aires, n. 10 (Temas del debate feminista contemporaneo. Globalizacion, contrageografias y resistencias - Documentos de CECYM),  p. 37-58, 2002.
  • BUNCH, Charlotte. "Dando a luz un feminismo global". Brujas, n. 11 (mayo 1987), n. 12 (marzo 1988) y n. 14 (noviembre 1988).
  • 1
    Con este artículo pretendemos reseñar, a título informativo, la presencia feminista en el espacio, a partir de la participación y registro en algunas de las numerosas actividades desarrolladas
  • 2
    Janine BRODIE, 2002.
  • 3
    Charlotte BUNCH, 1987 y 1988. El artículo de Bunch brinda orientaciones al respecto.
  • Fechas de Publicación

    • Publicación en esta colección
      30 Mar 2004
    • Fecha del número
      Dic 2003
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